Partida Rol por web

- No te preocupes, no voy a moverme, mientras vienes veré lo que les saco a estos mierdecillas, por cierto, no has dicho quienes son ni qué querían. Comienzo a rebuscar entre las ropas de los fiambres, carteras, relojes, documentación, tarjetas, armas, todo va entrando a mis bolsillos, quizá con un poco de suerte apareciese algún terminal portátil o alguna dosis de alguna droga especialmente cara, aunque lo dudaba mucho, pero algún papel de quién había ordenado ese ataque, o quizás algún otro trabajo en marcha o pendiente. Todo podía resultar útil. Cuando parece que ya no les queda nada en los bolsillos, se me ocurre darles unos golpes en brazos y piernas con algún arma descargada para ver por encima si llevan algún implante.

Morimasa volvió con el coche, se acerco marcha atrás al callejon y cuando estuvo a tu altura abrió el maletero, estaba forrado con plásticos.

Mételos dentro del maletero, mejor ya lo hago yo, tu metete en el coche. dijo bajando del coche.

Mientras metía a los dos cuerpos en el coche añadió Conozco  un medico aqui cerca, no es muy lujoso, pero es bueno. Y pseudo honrado, no hará preguntas ni avisará a nadie.

Por un momento un dolor considerable me recorre desde la pierna herida hasta la cabeza, creo que va a explotar, pero es sólo una punzada. Pronto estaré recuperado espero en manos de ese matasanos.

Miro la pasta que ha salido de los cuerpos mientras me voy guardando el resto de objetos. - Morimasa. Digo agitando los billetes. -Si queda algo tras la visita al matasanos, lo repartimos.

Como puedo, me meto en el coche tratando de que la pierna no sangre ni se fuerce la postura.

Dentro del coche ojeo los móviles mirando la agenda, últimas llamadas y grupos de contacto, igual consigo algún nombre

Morimasa te miro extrañado con una sonrisa que no supiste descifrar.

Ya he pedido cita con la doctora, agarrate.

Dicho lo cual metió la marcha y el coche salió disparado rechinando las ruedas, antes de 10 minutos después estabais en otro callejón