Partida Rol por web

Onizuka sintio un extraño peso en uno de sus brazos, y una fraccion de segundo despues tenia a Hina-chan colgada de el. La miro y contesto a su pregunta con un:
-Si, se donde esta la habitacion aqui tengo un maaaaaaaap...
Estaba siendo arrastrado hacia donde se encontraban otros chicos y chicas y poco a poco se ponia mas colorado y callado, cuando se sento junto a ellos Hina-chan hizo un comentario un tanto raro. El chico ruborizado paso a ser de color rojo langosta y despues comenzo a desprender calor.

-Yo... etto... no es eso... simplemente en nuestra habitacion... se olvidaron de poner dos camas... y bueno... hasta que traigan otra, supongo que dormire en la bañera por que... por que... por que...

Despues de una docena de porques despues, a Onizuka le salieron un par de hilos de humo por las orejas y se cayo desmayado en el cesped, con los ojos en espirales.

-Por que... por que... por que... por que...

Hina le mira con ojos sorprendidos...

Luego mira a Miku y después a Eiji.... Aunque este último estaba en su mundo, así que se centra en Miku:

-¿Crees que ha muerto? ¿Crees que en este rato ha estado durmiendo en la bañera, se ha resfriado y se ha muerto?-Pregunta muy seria...

Le toca la nariz a Kurogane:

-¿K-Kun?

Miku, empanado en su mundo, seguía mirando la carta con atención, sin saber muy bien como responderle a Hina.

-Pues el caso es que... la estrella simboliza la luz; y es curioso que haya salido, por que le tienes miedo a la luz. -se queda pensando un momento. -Claro... que es la luz interior, la verdad, la alegría, la paz... y eso sí parece tenerlo. -Sonríe, y levanta la cabeza de la carta, justo para ver como había un chico tumbado en el suelo desmayado, respitiendo las palabras "por que".

-Yo creo que no está muerto. -le guiña un ojo de manera inocente a Hina. - Si es que... cuando la Señorita quiere, no hay hombre que se la resista. Mirále, simplemente le ha dicho un par de frases, y ya está en el suelo desmayado. -le mira un segundo, y se coloca de manera que le tapa el sol en la cara. - Mejor así, no le vaya a dar una insolación y se quede sin compañero. Seguro que en un par de minutos se recupera.

Un chico fue acercado a la sombra, que se veia vastate pálido, lueg bastante colorado... para finalmente estar, pálido, colorado y desmayado a la vez.

-Comienzo a pensar que eso no es normal- Comenta, sin meditar mucho que le faltaba poco para gritar, ya que mediaba entre el y los demás, un par de audífonos.

Finalmente siguió en lo suyo...

Hina mira a Miku...

-Oh... Entiendo... Entonces... Le seguiré tocando la nariz... Hasta que despierte...

Sonríe macabra...

-K-Kuuuun... Jijiji...-Vuelve a mirar a Miku...-Entonces... Luz... Uhm... Pero yo no tengo luz... No creo... Y tampoco tengo a nadie que se caiga a... Mis pies... Es... Es mentira... Creo... ¿Me mostrarás más cartas?-Entonces Eiji habla, y Hina le mira:-¿El qué no es normal?-curiosa.

Mira como la chica le sigue tocando la nariz al desmayado. Si no se despertaba en un rato le llevarían a la enfermería. Si la encontraban, claro.

-¡Claro! Por supuesto. Le enseñaré más cartas. - Coge la baraja y empieza a pasar cartas. Hasta que encuentra su favorita. La sacerdotisa. -Mira. Esta es mi carta favorita: la Papisa. Bueno aquí pone, sacerdotisa... pero es dependiendo de la edición. Aún así, lo mejor de esta carta es la historia que la rodea...

Se la deja un momento para que la mire. Entonces recuerda cuando le contaron la historia de pequeño. Entonces no la entendió. No entendía por qué una mujer no podía ser Papa. Cada vez que miraba aquella carta, recordaba esos momentos. Y se sentía mejor.

-Las cartas no mienten... Claro que, lo estamos haciendo de una manera poco "formal". -sonríe. - Pero ya sabe, cuando quiera le leo el futuro de la manera correcta.

Mira que todavía está el chico incosciente en el suelo.

-Oye... Eeji. ¿Le parece si llevamos a éste a la enfermería? ¿O cree que se recuperará por sí mismo?

***************PROTOCOLO DE ASISTENCIA DE EMERGENCIA RC-NHC*************************

Determinando víctima.................

Análisis fisiológico............ 100%

Sujeto: Onizuka, Kurogane.

Constantes Vitales: Bajas

Ritmo cardiaco: 200% (taquicardia extrema)

Iniciando lectura de vasos sanguíneos por contraste................

Hipooxigenación en 86% de la superficie corporal

Causa: Divertimento de caudal sanguíneo

Iniciando Resonancia de Bajo nivel.................

Detectada concentración de sangre. Riesgo alto de trombosis y facturas capilosas.

Lugar: Región infraventral, Zona VII.

Determinando consecuencias de divertimento de riego sanguíneo..................

Temepratura Corporal: 44º. Riesgo de daño multiorgánico por calor.

Actividad Cerebral Presente: 0.02% capacidad total

Actividad Cerebral Media: 2 % capacidad total - HIPOACTIVACION CORTICAL

Iniciando proceso de Enfriado...

****************************************************************************

Shiina se acercó al casi inconsciente Onizuka dando alegres saltitos, con Ta-kun botando arriba y abajo con cada vaivén de su brazo.

¡¡Yo se lo que le pasa!! Es que tiene demasiado calor. ¡Dejádmelo a mí! ¡Yo se lo que me hago!- dijo, con una sonrisa radiante y una expresión de "me encanta ser de ayuda".

Dicho lo cual se inclinó, cogió al muchacho por el pescuezo, levantándelo del suelo con una sola mano como si no pesase más que una amohada de plumas, y lo lanzó  por los aires a las bravas, haciéndole describir un arco perfecto que fue a dar con el en medio de la psicina. Como había usado el brazo con el que se agarraba a Ta-Kun, por desgracia, eso quiere decir que el acabó en la piscina igual, unos metros más para acá.

Huy...- dijo Shiina por toda respuesta, sacando la lengua y dándose un capón.

Hina mira a Miku y luego a Eiji:

-¿A la enfermería? ¿Está muy mal?-pregunta, en tono monótono, aunque, en realidad, estaba preocupada, y eso que ni le conocía muy bien aún.

Pero no tuvo tiempo de decir ni de añadir mucha cosa más, puesto que entonces, en ese momento, la rubia de antes, se acercó, agarró a Kurogane, y...

Y...

Lo tiró a la piscina...

-¿Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeh?-Gritó la chica, mientras veía cómo su pobre compañero de habitación volaba...-¡Qué divertido! ¡Yo también quiero!-Pero recordó que eso no sería bueno en el estado del chico, así que...

Así que, olvidándose por un momento de su aversión por el sol, salió corriendo hacia la piscina, pero... Pero simplemente se quedó a medio camino en cuanto sintió cómo el sol le quemaba...

-K... K-kun...-dijo bajito, estirando dramáticamente un brazo.-Sálvate... Yo... Yo no puedo... Nos veremos en.. En... El Pandemonium...

Confiaba obviamente, en que alguien le echase una mano... Y que no fuera la rubia, que ya había perdido una...

 Al ver como Hina caía al suelo, Miku sale corriendo tras ella. La verdad es que hace mucho sol, pero no tanto como para que alguien se ponga así. Pero bueno, al otro chico le había pasado algo parecido. A lo mejor ese sol tenía algo raro. Que hacía a unas chicas muy fuertes, y a otros muy débiles...

La coge en brazos. Por suertes estaba bastante delgada y puede con ella, y la lleva a la sombra de nuevo. A ella no le gusta el contacto físico, pero no había manera de llevarla a la sombra sin tocarla. Y con lo exagerada que era, seguro que se quedaba quiera hasta morirse. Y él tendría que atender al gato.

-Si la señorita sabe que no aguanta al sol... No debería salir corriendo así. -dice en tono sonriente. La verdad es que estaba asombrado de su acto. Lo que había hecho, aunque un poco extravagante, merecía respeto. Con el miedo que le tenía al sol, y se aventuraba sin más solo por ayudar al chico ese. Quizás es que era su novio o algo.- Aunque lo que ha hecho... es muy bonito. Ya se por qué es la estrella. Arriesgarse así por alguien...

La coloca a la sombra, y la abanica con la mano un poco, a ver si con un poco de aire se le pasaba la insolación, o lo que quiesiera que le pasase a la pobre. En cuando al chico de la piscina, que se ocupase otro. Con un enfermo al que cuidar tenía de sobra.

Hina se siente en el aire...

En el aire...

-En el aaaaiiiiireeee... Wiii...-Para luego darse cuenta de que está en los brazos de Miku y casi se tira al suelo del susto.

Aún así, sabe que...
Bueno, no hay que ser mala persona, y señala:

-Me has salvado de la estrella grande. Reafirmo mi moción de no comerte.-Lo que en su jerga vendría a ser un "gracias, te debo una".

Pero entonces recuerda por qué había estado en el sol, y qué le había hecho tomar esa gran decisión:

-¡K-kun se va ahogar!-Tironea del brazo de Miku-¡Él es nuestro guía! ¡No podremos volver sin él! ¡Kuroneko! ¡Atún! ¡Muerte por cucarachas!-Desde luego, sí. Hina era sumamente exagerada.

O eso, o vivía en otro mundo...

Un mundo bastante extraño y especial, de seguro.

Una pequeña luz imperceptible, apenas un reflejo de lo que seria un rayo de sol se ve dento de la piscina, justo en la palma de la mano de Onizuka, pero es muy leve.
-WAAAAAAAAAAAAAAAAA
Onizuka salio de la piscina haciendo movimientos exagerados mientras tomaba aire. Desde luego habia sido inesperada la forma en la que habia vuelto en si mismo.
Despues de salir de la piscina y morir casi ahogado, se quedo mirando como la pobre Hina-chan no podia salir de la sombra del arbol, asi que decidio hacer algo.
-Esperad un momento ahora vuelvo...
Salió corriendo en dirección al edificio, y volvio a los veinte minutos con un objeto en la mano, una especie de baston.
-Toma Hina-chan, esto es un paraguas, no deberia darte el sol con el.
Con un movimiento, habre el paraguas negro y se lo tiende a Hina-chan. Al ver la cara de los demas, se arrodilla y pide misericordia.
-Siento que os hayais preocupado por mi, espero que seamos todos amigos!

Miku deja a la chica con cuidado en el suelo, junto a un árbol. La mira con detenimiento no parece estar muy mal. Al menos físicamente.

Tarda un momento en reaccionar ante las palabras de Hina.

-¿Cucarachas? Relájese, ya pasó todo... está bien, no se preocupe o se pondrá peor.

se queda pensando. ¿Debería ir a salvar al K-kun ese, o quedarse con la chica y asegurarse de si está bien? Sólo hay una manera de saberlo. Mete su mano en el bolsillo y saca la primera carta al azar. "La emperatriz". El símbolo femenino por excelencia.

La imagen estaba clara. Con otra carta podía haber duda, pero el simbolismo de la emperatriz hablaba por si mismo. La madre, la amante, la amiga. Tres cartas había sacado a Hina, y las tres relacionadas con su potencial. Aquello era extraño. ¿Significaría algo?

-Ten-tengo que quedarme. El Destino lo marca así. No puedo ayudar a tu amigo. Tengo que ayudarle a usted... No puedo ir en contra de las cartas o... o sucederán cosas malas.

Se acerca a ella, y le roza con la mano la frente para ver si está caliente. No le había pasado gran cosa, pero no quería irse sin más, y que cuando volviese la pobre se encontrase aún peor.

Se gira y mira a Eeji, a la chica que había tirado al amigo de Hina al al agua y al resto de personas a su alrededor, como pidiendo por favor que alguien fuese a ayudar al chico ese.

Hina mira a Miku con expresión rara...

-¿Y las cucarachas...?-Pregunta desolada...

Pero entonces, un gran "waaaaaaaaa" la saca de sus cavilaciones y...
¡El chico de la cama de bañera, alias K-kun, surge de la piscina, hacia la superficie!

Sin saber muy bien por qué, Hina se pone a aplaudir y a decir:

-Biieeeen...! ¡Otra vez!

Desde luego, aquéllo era una conversación atípica... Así que intentó centrarse, miró a Miku y preguntó:

-¿Todo te lo dicen las cartas?-señala, pensativa. Era interesante eso de predecir el futuro por las cartas... Ya lo creía que sí...

Se incorpora levemente, y pregunta bajito:

-¿Dominaré el mundo? ¿Puedes preguntárselo a las cartas?

Entre tanto, K-kun había ido y vuelto, y le había traído una sombrilla...

¡Negra!

-¡Yaaay! ¡Qué oscura!-la mira con ojos brillantes...-También prometo no comerte a ti, K-kun...-Señala poniendo morritos "gatunáceos" (:3), lo cual, quería decir más o menos: "Gracias, me alegro de que estés bien".

Y entre todo aquel jaleo de salvar o morir, de morir o ser salvado... Eiji no les tomó ni el mas mínimo de atención; es más, simplemente se estiró ahogando un botezo entre sus narices, produciendole un cierto dolor.

Una vez que se retiró los audífonos, por haber editado todo lo necesario, los sacó de sus oídos para escuchar y mirar alrededor, incorporarse y saber que hacian...

Su reaccion fue -...-

veo a la gente pasar y a los chicos y chicas interactuar y digo -esta escuela sera muy divertida- me acuesto en el pasillo y me duermo un rato -ZZZzzzZZZzzzZZZzz- "!si señor" n_n

Se queda mirando como el chico ese, al que llamaban K-kun salía de la piscina volando. Parecía interesante. Definitivamente merecía ser el compañero de habitación de Hina, eran tal para cual; aunque claro, si se desmayaba cada vez que ella le dijese algo...

-Claro, yo se lo pregunto. -Saca las cartas y se las ofrece.

- Pero tiene que barajarlas usted. Dicen el futuro de la persona que las baraja. Así que, piensa la pregunta en tu cabeza, de manera clara, y automáticamente baraja las cartas. Y yo le digo lo que le depara el futuro.

Hina aplaude "emocionada", al ver que Miku acepta ver su futuro.

Luego mira a Kurogane y señala:

-¡Siéntate con nosoootrooos, K-kuuuuun!-de forma casi cantarina.

Se vuelve a Miku, le mira, expectante, se acerca a él, y le pilla las manos para buscar las cartas, cuando las encuentra, parece que lanza una especie de gritito, para luego ponerse a barajarlas, aunque parece que el acto de tomarle de las manos ha sido más instintivo e inconsciente que otra cosa.

-¡Bieeeen!-cuando acaba de barajar, se las tiende a Miku, no sin antes haber "bajado la cabeza hacia las cartas" (como si les hubiera preguntado algo), y le mira, casi sonriente. Luego vuelve a girarse a Kurogane y añade:-¿Tú también quieres saber tu futuro? ¿Quieres saber si nos traerán otra cama para que no tengas que dormir en la bañera? Aunque la cama es grande... Cabríamos hasta tres, seguro! Y eso contando a Kuroneko y Moix...-dice, muy inocente ella. Aunque con su aspecto, parece que esté más provocando que otra cosa...

Kahoko, que seguía boca arriba tumbada, había oído todo, e incluso cuando había habido más alboroto había levantado la cabeza para echar un vistazo. Había hecho un amago de levantarse cuando un chico había caído a la piscina, pero por suerte había conseguido salir antes de que ella saltase.

Mejor... me habría mojado. Piensa volviendose a tumbar.

Cuando oye hablar a un chico sobre leer el futuro en las cartas, se le escapa una pequeña risa.

Menuda tontería... Dice para sí, pero en voz alta.

Coge las cartas. Con cuidado, extiende su jersey en el suelo. Se asegura que no hay desperfectos, y quitas las arrugas. Como si de un tapete se tratase. Después pone con cuidado las cartas en una esquina del jersey.

Coge el mazo, aún boca abajo, y va pasando cartas. En ese momento sus ojos se quedan fríos, inexpresivos. Hasta se borra la sonrisa de su cara. Hace las cosas de forma instintiva, sin hacer ningún movimiento innecesario.

Va escogiendo algunas cartas, hasta un final de cinco, que coloca en forma de cruz.

Le da la vuelta a las cartas. Se podían ver (por ese orden, de arriba a abajo y de izquierda a derecha), el seis de oros inverso, la Justicia inversa, los Enamorados derecho, el Mundo derecho, y el caballero de espadas inverso.

Aún sin nada de expresión en su cara, y con los ojos de un extraño color negro mate, va mirando las cartas. Y comienza a hablar con una voz grave, y seria.

-¿Dominar el mundo? Es factible. Has sacado buenas cartas. Los oros te llaman chantajista, y la Justicia que faltas de la moral o ética necesaria para no ser capaz de esclavizar o matar a quien se ponga en tu camino. El Mundo indica que no importa lo que intentes, lo conseguirás. Además, el caballero de espadas te llama cruel, despiadada, extravagante, tiránica. Está todo a tu favor. -Se para un momento a reflexionar. Pero no. Hay algo que te lo impide. Tienes a los Enamorados en el centro. La elección está en tu mano. O amor o poder. Pero no tendrás las dos cosas. Cuidado con tus amantes, pues te pueden hacer cambiar de idea. Tendrás el mundo a tus manos, pero nunca un compañero. O quizás será al contrario...

En ese momento, vuelve a su ser. Vuelve a sonreír, y sus ojos tomar el color natural. Mira las cartas un segundo exausto. Las recoge y se tumba en el suelo. Estaba muy cansado. Se estira en el suelo y se despereza.

-¿Qué le ha parecido? ¿Era lo que esperaba? -se queda un momento callado, como pensando qué decir, como si solo intuyese lo que significaban las cartas, peor no hubiese escuchado nada de lo que había dicho. -Algunas veces no acierta...