Atrás queda ese maldito planeta helado que se ha llevado gran parte de ellos. No, no se refiere a todas las vidas que se han perdido allí, sino a todo lo que han dejado de ellos mismos en ese peñasco helado infestado por bichos. Bichos que atentaban contra la seguridad de sus familias y que debían aniquilar para proteger a las personas que dependían de su éxito. Y ahí van... a reencontrarse con familia, amigos...
Un merecido descanso tras todo lo que han pasado entre el hielo y la nieve. Tras pensar muchas veces que no conseguirían salir de una pieza de allí. Algunos, realmente, no han salido de una pieza. Pero es a lo que se arriesgan si dedican sus vidas a la Federación.
Y cuando llegue a casa, ¿qué hará? Quizá estudiar y practicar más para llegar a ser mejor en lo suyo. ¿Cuánto tardará en volver a ver a sus compañeros? A la que puede llamar su familia de verdad. Aquellos con los que ha pasado buenos y malos momentos. Espera que si es pronto, no sea por otra amenaza en otro planeta helado de los cojones... al menos que tenga un poquillo de calorcín.
En fin... ya se verá...
La hora final había llegado, habiendo dicho adiós a Galdonia VI, los infantes de la compañía hubieron de emprender su camino hacia su hogar, o hacia cualquier parte en la galaxia en la que la federación hubiera de forjar sus destinos.
Hacia ya mas de un mes que todo había iniciado, cuando los 169 miembros originales de la “Guardianes de Sirius”, altamente emocionados se embarcaban en su primera gran asignación, la cual se llevaría sobre el planeta Galdonia VI del sistema Progion, al cual pronto bautizarían como la roca helada. La mayoría de la compañía eran novatos, solo los oficiales contaban con cierta experiencia en combate, sin embargo el grupo se mostraba entusiasta y confiado en el porvenir de aquella misión.
Una llamada de auxilio por parte de una colonia minera recién establecida en el hemisferio norte de aquel planeta era lo que los había llevado hasta allí.
La operación se desencadeno iniciada la tarde de aquel día y pronto fue notorio que aquel planeta les tendería una dura prueba, de la cual ninguno saldría ileso e incluso muchos no regresarían con vida. Fue apenas al inicio de aquella misión cuando perdieron al capitán Fussel. Y fue también entonces cuando los escuadrones Eco y Fox empezaron a sobresalir. El primero por cumplir sus asignaciones a toda costa y a pesar de las grandes dificultades que enfrentaron, y el segundo por sobrevivir contra todo pronostico contra una inmensa horda de enemiga.
Pero el verdadero bautizo se los dio el imperio arácnido en el bien llamado fuerte helado. Aquella mítica batalla vio al 2° pelotón de la compañía al mando del teniente Clarence Brown, en una batalla defensiva contra todo el poder que el imperio arácnido pudo lanzarles. Y a pesar de la ayuda de mas de una centena de fusileros de la infantería ligera y varios cañones automáticos a su servicio, el grupo tuvo que abandonar el fuerte, el cual acabó arrasado por el enemigo en poco tiempo. De los cerca de 150 hombres que combatieron en el fuerte, apenas menos de 30 regresaron con vida.
Cerca de cumplida su tercera semana combatiendo en Galdonia VI contra las fuerzas del imperio, la operación relámpago de fuego habría de desencadenarse. De alto secreto, esta tenía como fin erradicar por completo a los bichos, aun a costa de tener que destruir el planeta. Para ello se solicito el apoyo de grandes contingentes de la federación, entre ellas la mayor parte de las fuerzas en activo de Sirius.
En dicha operación, los cuatro escuadrones mas condecorados de la compañía habrían de haber tenido un papel fundamental. Los escuadrones Eco y Gatling fungieron como punta de asalto en el frente durante la mayor parte de la batalla. Siendo solo relevados con el fin de cumplir un objetivo aun mas arriesgado, tomar una colina apoderada por artillería arácnida, a la cual se le bautizo como la colina de fuego, misma que cobró una gran cantidad de vidas, eso incluyendo la vida de muchos veteranos.
Por su parte, los escuadrones Heat y Fox hubieron de desempeñar misiones secretas las cuales solo ellos conocían en aquel momento, y muy pocos conocen en la actualidad. Al escuadrón Heat se le encomendó dar caza a uno de los bichos cerebros que se creía, había en Galdonia, esto no solo con el fin de obtener información preciada para la operación y deshacerse del mismo, sino también para averiguar la ubicación de un bicho a un mas peligroso y de quien se creía lo controlaba todo. Fue el escuadrón Fox quien se encargo de la misión de hacerse cargo de este bicho y eliminarlo, así, en una misión suicida en las profundidades de Galdonia, el escuadrón hubo de infiltrarse en los confines del nido arácnido para eliminar a su ser mas preciado, la reina madre.
Con todos aquellos recuerdos en mente, las fuerzas sobrevivientes de la compañía Guardianes de Sirius, habrían de vivir el resto de sus días. Saboreando el olor a muerte y maldiciendo por aquel maldito frío. Y aun cuando muchas aventuras, glorias y penurias habrían de llegar a sus vidas, aquellos días en la roca helada se quedarían marcados para siempre muy en su interior.
FIN DE LA SAGA