Miller dejó escapar un -¡Hooah!- al discurso del Sargento Mayor y animó a otros de la Eco a gritar. Necesitaban la moral alta, pese a que no estuviera de acuerdo con muchas cosas de las que se habían dicho. Algún hijoputa en inteligencia se estaba preguntando por qué había salido mal el despliegue de la IL si su simulación informática daba un 85% de éxito, -¡oh vaya! no ponderamos correctamente la variable de ataque subterraneo-pensaría el desgraciado mientras se comía el almuerzo. Miller era partícipe de arrojar a cuanto cabrón haya de inteligencia por la exclusa de vacío.
Pero eran las cartas que tenían y necesitaba que la Eco fuese a la batalla a tope de entusiasmo. Las palabras de Focker eran reconfortantes y animosas, a Miller le gustó eso, el Sargento Mayor no acostumbraba a preocuparse por las otras escuadras y se comportaba como un oficial supernumerario de su bienamada Fox.
Por primera vez hablaba y se comportaba como el oficial al cargo de las cuatro escuadras.
¡Joder, ya era hora! - Pensó el zapador levantando el puño.
McAllen se unió a los gritos tras las arengas del Sargento Mayor y no pudo evitar decirlo- ¡CHICOS! ¡SI OS MANTENÉIS VIVOS TENÉIS REGALO PORQUE LE GANÉ AL SARGENTO MAYOR UNA CAJA DE PUROS PARA TODOS! -entonces se giró y señaló a los de la Fox- Así que más vale que no se os muera -dijo con una sonrisa divertida.
Cada uno tenía su forma de liberar la tensión, y Brocheta lo hacía gastando bromas e intentando animar a los suyos. Ahora sabían que a parte de vivir un día más tendrían un pequeño detalle por sobrevivir. Solo esperaba que volvieran muchos, él entre ellos.
Sam se sintió mareada por la espiral de exaltación de aquellos que le rodeaban. No sumó su voz a los gritos de los hombres y mujeres que estaban presentes. Miró hacia el resto de escuadrones y sacudió la cabeza sujetando su equipo como si la vida le fuera en ello, cosa que no tardaría en pasar.
Si existe un dios en alguna parte... que vuelvan, hijo de puta.
Las ordenes estaban dadas, había que bajar al planeta para recuperar lo y ya de paso vengar a nuestros compañeros caídos. No servía de nada los lamentos, nuestros mandos y la flota nos usaban como simples peones en una partida de ajedrez. Fuera como fuera un segundo bombardeo había comenzado, los escuadrones empezaban a ocupar sus puestos dentro de las lanzaderas de desembarco.
- Ahí vamos, una vez mas.
Empiezo a subir por la pasarela de carga que nos conduce hasta los asientos de descenso. Miro una vez mas al hangar lleno de vida y me pregunto cuantos volveremos. Abandono esos pensamientos derrotistas y una vez en mi asiento me ajusto el correaje que impedirá que salga volando por el compartimento.
Subo por la pasarela, y entre las unidades, me uno con un grito a alguien, al parecer, alguien de la ECO, quien grita al igual que yo...
HONREN LA MEMORIA DE LOS GUERREROS!!!!!! GLORIA A LOS CAIDOS!!!!!
HONREN LA MEMORIA DE LOS GUERREROS!!!!!! GLORIA A LOS CAIDOS!!!!! - lo respondo como si de un cantico de guerra se tratara.
HONREN LA MEMORIA DE LOS GUERREROS!!!!!! GLORIA A LOS CAIDOS!!!!! - Respondo a Kaboom, mientras me preparo en la zona de desembarque.
Ya era hora. En poco tiempo tendrían que salir de nuevo allá afuera a luchar contra los bichos en una última y arriesgada misión (suicida). Pero si había éxito podría ser el inicio del fin de aquella guerra contra aquellos seres. Dereck observó a sus compañeros en silencio. A la mayoría los conocía, y sabía perfectamente que podía confiar plenamente en ellos. No dudaba en que se protegerían las espaldas mutuamente en cualquier situación. A los que no conocía esperaba que fueran competentes en matar bichos -algo que sería así, porque sino no se encontrarían en aquella escuadra-.
Así que más vale que no se os muera
El Sargento es inmortal- responde a "Brocheta"- tiene una mala costumbre de sobrevivir a los bichos para dar por saco a sus hombres.
Esa pregunta no tiene respuesta. Obviamente una estrategia viable es hacer eso, no hay por que no usar a la infantería en una táctica de ese tipo. Sin embargo no tienes información que lo compruebe y current events no aplica por de ser real sería algo ultrasecreto.
En resumen, solo queda en especulación salvo que intentes conseguir la información de algún modo físico.
Momentos después, la retrasmisión volvió, esta vez en una cámara montada en uno de los bombarderos mostrando la siguiente fase del plan y a pesar del indudable éxito de este nuevo ataque a los bichos, mi ánimo no es que mejorase mucho.
Malditos bastardos de inteligencia, han usado a esos hombres como cebo y los han enviado a morir- pensé. Por suerte, había quien sabia como nos sentíamos el resto y al discurso del Sargento Mayor mejoró bastante mi ánimo -No podemos hacer nada por ellos, pero no dejaremos que mueran en vano- me dije.
HONREN LA MEMORIA DE LOS GUERREROS!!!!!! GLORIA A LOS CAIDOS!!!!!- grité, uniéndome a los gritos de mis compañeros
GLORIA A LOS CAIDOS! se unió quizás tarde a los motivadores gritos, pero suficiente como para repartir la última parte, la gloria. Quizás anticipándose a su futuro a corto plazo, quizás consciente de que no era gloria lo que quedaba para ellos, sentenciados por la furia del imperio arácnido. Esa furia se contagiaba, mezclándose con el miedo, para que su mirada quedara fija en el limbo, intensa, desenfocada. Quedaba muy poco para que empezara la acción.
Con un demonio, mandar tantos hombres a su muerte por nada. ¿Cómo saber cuándo seremos carnada y cuándo no? Ya tenían todo planeado, sabían que habría dos bombardeos y ya saben que habrá todo lo que dijeron después de este... Maldita Psycho, ya tendremos la oportunidad de hacer bajar a uno de ellos y ver como la pasa, por lo menos con uno de ellos. Las palabras del Sargento son alentadoras para muchos, pero no para mi, mis ganas de matar ahora son por mis compañeros, porque parece ser que no saben todo lo que sucede. Nos debemos unos a otros y por ello daré lo mejor de mi, pero no por esta puta inteligencia.
No hay nada peor que la espera, susurro mientras escucho a los demás escuadrones y mi propio pelotón hablar. Me coloco en el asiento y aseguro mi equipo, especialmente la prestada emancipator, no quiero tener que pagarla de mi sueldo, ya escaso de soldado.
Cierro y los ojos y me aislo por unos momentos de todo cuanto me rodea, esperando el monto de que los motores del transporte arranquen y nos lleven en medio de la acción.
Y tocaba ir a las lanzaderas, asi que encamine mis pasos hacia la que nos tocaba y entrando dentro deposite mi trasero en una silla acomodando el equipo y asegurando su sujeciones, al igual que las mias y esperando que los demás entrasen en la nave. Mientras tanto hacia ejercicios de cuello.
El momento ha llegado. Una vez más el Sargento Mayor tiene las palabras adecuadas. No me quitan el temblor en las manos, el sudor helado, pero me dan un propósito. Consigo focalizarme en que es hora de descender, vuelvo a repasar la misión. Los hombres se ven inquietos, son todos soldados endurecidos en el campo de batalla, como lo soy yo mismo, y sin embargo aquí estoy, nervioso como un novato. - YO ESTOY CON USTED SEÑOR- Sigo a mi escuadrón. La hora de la verdad está cerca, sólo espero poder cumplir con mi tarea o morir con dignidad.
Evans no podía mas que asentir en silencio a las palabras del sargento mayor, plenamente consciente de lo que ello significaba y el sacrificio que requería.
Observando la táctica de la flota, no puedo evitar pensar en las palabras de un tipo al que escuché en una ocasión, en aquel momento me pareció un poco pesimista y de oscuro pensamiento ya que no dejaba de opinar que los de arriba nos utilizaban sin ningún miramiento, ciertamente no puedo negar que he compartido esos mismos pensamientos igual que cualquiera que no esté en la "liga de los oficiales", pero aquel tipo me resultó especialmente curioso, ya que estaba absolutamente convencido de que cada misión a la que iba no era más que una idea loca de un oficial que quería probar una cosa, como si los hombres y mujeres que morían no fueran más que peones.
Recuerdo que conocí a aquel tipo cuando le estaban trasladando a esta unidad y me impresionó que aunque pensara de aquella forma, lo asumía completamente, no trataba el tema como un alborotador, sino como un tipo que informa de que apenas le quedan unos segundos de vida con total naturalidad.
Ahora me encuentro en esa misma situación, observo como nos van a mandar a misiones descabelladas sin poder saber si seremos como esos que fueron enviados a morir. Me encuentro en esa misma situación y me doy cuenta que aquel tipo tenía la clave "tu cumple la misión, si mueres o vives no le importará a nadie"...
-¿Cómo se llamaba aquel tipo?...pienso durante un instante mientras me acerco un poco más a los de la Fox creo que era un zapador...¿tal vez se llamaba Oldman?