Partida Rol por web

Un par de chicas te miran con recelo y cierto desprecio cuando les haces señas de acercarse. Por sus rostros sientes como si te mirasen como a un bicho feo.

Noto el desprecio inicial que causo en todas ellas, seguro están más acostumbradas a los hombres más afeminados como lo son los de la flota y ver un macho como yo les debe causar una fuerte impresión. Me alejo de el par inicial y voy en búsqueda de otras que sean más dadas a mis encantos, ahora si me detengo porque irme a dormir tan temprano no es bueno, voy a estar levantado muchas horas antes de que comience la misión y no sabré que hacer, daré muchas vueltas y encima estaré con un dolor en la entrepierna por la sobrecarga que me podría matar. Debo hacer algo para resolver esto. Busco algo más salvaje, alguna de esas chicas que a lo lejos se les nota que saben que van a buscar y no se andan con tapujos.

Con la esperanza renovada, me voy hacia mi siguiente objetivo, esperando tener mejor suerte en esta oportunidad, no puedo ser el único en la flota que no ligue algo.

Mientras variados miembros del escuadrón partían a jugar y apostar, Frost apagaba su segundo cigarrillo y se dedicaba a beber a sorbos su bebida, acompañando silenciosamente a quienes aún se demoraban en la mesa. Reclinado y cómodo se dedicaba a observar desde allí a los infantes jugando, sus viejos compañeros y los nuevos, los gritos, las risas, las pullas, parecía un momento ideal. Sin embargo, a su mente ociosa volvía a revivir la letal explosión de plasma y el cuerpo de Crow destrozado. Como si la realidad se hubiera esfumado en nieblas distantes y lo que primara era el recuerdo, había fragmentos de tiempo donde realmente no podía distinguir donde estaba. La imagen mental impregnaba todos sus sentidos: el frío calándose por sus huesos aún con la armadura funcionando, el tacto sólido, pesado y familiar de su rifle, el olor a su propio sudor, y la imagen separada por un cristal, de la muralla agrietada, los cuerpos de sus compañeros, la incertidumbre.
Casi perdió el equilibrio por un momento, cuando intentó correr hacia los restos humeantes del fiel compañero. Como un golpe repentino, su consciencia volvió a la fiesta que rodeaba su forma física. Su rostro cambió a una expresión de susto un momento, hasta que logró darse cuenta de que otra vez había estado soñando despierto, o habia tenido un flashback, como le dijo el médico de la compañía.

Cambió de posición, aunque ya no parecía tan jovial como al principio, movió la copa vacía a un costado y sacó otro cigarrillo.

Tras observar como muchos se marchaban ha apostar o a dar una vuelta, Jenkins permanecía sentado en la mesa. Lo cierto es que estaba cómodo y no sentía ninguna necesidad de mover el culo en ese momento. Total, ¿De qué servía conocer a toda la gente que le rodeaba? Lo más seguro es que mañana la mayoría murieran en ese puto planeta helado. Pasaba de ir a conocer fiambres.

Sin embargo, el silencio también le incomodaba, casi tanto como el incesante murmullo de miles de conversaciones en las que él no estaba participando.

-Oid, se me ocurre que para amenizar la velada, podíamos contar algún chiste. Como el de esa pareja que esta por la noche en la cama y suena el reloj en mitad de la noche “DONG, DONG” y salta la mujer “¿Qué hora es?” y dice el marido “La una” “¿Seguro?” pregunta ella extrañada a lo que el marido contesta “No voy a estar seguro que lo he oído dos veces”-

Y MacNillon estalló en una sonora carcajada.

Sonrió ante el chiste del soldado y se levantó de la mesa - Bueno chavales, yo me voy a dormir. - anunció con gesto serio - Espero que mañana estéis listos para la guerra, porque no voy a aceptar ninguna excusa a la hora del combate. - sonrió señalando a todos en general - Buenas noches. - concluyó marchándose con dirección a su cama.

-Je,je- se rie Bottler mientras se pone de pie -Me has hecho recordar al tío que llega a su casa y se encuentra a su mujer zumbando con otro, entonces dice, sorprendido, "Pero que es esto?! Mete, saca, mete saca, y va lustrando su matraca" y la mujer le contesta, con cara de resignación "Ves que eres gilipollas? Estoy follando y me vienes con adivinanzas".- y mientras da unos pasos termina diciendo -En fin, que yo también me iré a dormir. A ver si soy capaz de sobrevivir a mañana.-