Partida Rol por web

La Guerra de las Llanuras.

Capítulo 8. Bajo la Dirección de Harthor.

Cargando editor
06/10/2017, 16:10
Harthor

Harhtor, quién se encontraba en el interior de uno de los carros de guerra que marchaban en la vanguardia de aquella columna invitó a Horlum a pasar a su interior.  Allí se encontraba un gran elenco de thogs, los más vetustos y anclados en su ancestral cargo, pues los más jóvenes habían decidido permanecer junto a sus tropas por iniciativa propia. Harthor ofreció asiendo a su lado al Hacharoja y éste no pudo rechazar el ofrecimiento.

- Las tropas marchan a buen ritmo mi Señor, los martillo ensangrentado parece que cumplen sus ordenes. - Dijo Horlum tras sentarse junto a Harthor y tomando una jarra brindó por la victoria.

Excelente Horlum. – Dijo Harthor aparentemente satisfecho.

Una sierva se acercó al enano de roja barba ofreciéndole una nueva jarra recién volcada y una bandeja con piezas bien cocinadas de carne de pollo, cerdo y ternera. Harthor agarró por el hueso una pata de cordero propinándole un considerable mordisco para acto seguido dar un buen trago la jarra que portaba en la mano izquierda.

Come hijo, como. – Le dijo el Kark de Colina Hueso al recién llegado. – Está acabado de cocinar, es una carne tierna. ¡Y bebe por nuestros ancestros, bebe! 

Notas de juego

No marques a Dzhug en tu respuesta

Cargando editor
06/10/2017, 16:53
Director

Leonag Troston, el jefe de los batalladores se acercó hasta Dzhug. El líder del Martillo Ensangrentado supo por su expresión que consigo traía malas noticias o como mínimo alguna preocupación. Conocía demasiado bien a su principal rival político. Junto a él avanzaba Kanereg, el líder religioso del clan y su semblante no indicaba nada contrario a lo que había visto en la expresión de Leonag.

- Dzhug, tenemos que hablar. – Dijo al fin Leonag. - ¿Qué ha sido eso sí se puede saber?

- ¿A qué te refieres Leonag? – Preguntó Dzhug simulando cierta intriga aunque sabía muy bien a que se refería.

No había gustado entre los poderes más asentados de su clan su nueva amistad con Horlum. Pero lo que realmente había traído cierta discordia a aquella legión no eran los tratos que pudiera tener con el thog de la Sima, sino la llegada de aquel irritante enano de Colina Hueso, que con sus déspotas decisiones empezaba a dinamitar el buen clima generado entre aquellos soldados unidos por un objetivo común y por la raza.

- Bien lo sabes Dzhug. – Intervino Kanereg. - ¿Es Horlum tu nuevo puño? Parece que confíes más en el Hacharoja que en los tuyos.

Ulanog se acercó por la espalda del general y el religioso sin hacer ruido y sin desvelar su posición hasta que estuvo justo tras de ellos y a tiempo para escuchar la cuestión acerca del nuevo puño de Dzhug.

- Nadie me ha comunicado que haya dejado ser el puño del thog del Martillo Ensangrentado. – Dijo risueño aquel enano tratando de rebajar la tensión. - ¿Tienes algo que comunicarme, viejo amigo? – Le dijo a Dientes de Piedra mientras arqueaba una ceja.

Notas de juego

No marques a Horlum en tu respuesta.

Cargando editor
07/10/2017, 02:35
Dzhug, Dientes de Piedra

Dzhug tuvo que contener una carcajada ante la reacción de aquellos dos consejeros. Le recordaban a la primera enana con la que mantuvo una relación, celosos sin sentido alguno y sin ninguna prueba consistente. Pero no podía decirles lo que pensaba de aquellas acusaciones estúpidas, no quería humillarles, así que mantuvo su natural semblante serio y ceñudo.

Horlum Hacharoja es un thog que consiguió su titulo por la fútil coincidencia de ser hijo de su padre. Aunque se haya presentado como un líder decente, un amigo del clan y un enano honorable, jamas podría formar parte del clan y mucho menos servir como puño. De hecho, sabéis perfectamente que no puedo nombrar un puño que no sea del clan, y también sois conscientes de que cualquier nombramiento que depende del thog lo he discutido con mi Consejo o incluso con la Asamblea, según la importancia del cargo.

Después se tomó un momento para mirarles ceñudo tratando de parecer enfadado. Señaló a su fiel amigo y puño del clan.

Ulanog fue aclamado por la Asamblea cuando pedí al clan que me dijera que enano debería asumir ese puesto. Es uno de los mejores generales de la historia, que se ha ganado ese puesto a pulso y no por los méritos o privilegios de su padre y jamas le retiraría del puesto sin consultaros a vosotros y la Asamblea.

Obvio el detalle de que Ulanog fuese su amigo desde la infancia, pues no era importante en este caso.

Cargando editor
09/10/2017, 16:40
Director

- Me deja más tranquilo oír eso de tu boca, Dzhug. – Respondió Leonag. – Empezaba a pensar que estaba comenzando a gustarte mezclarte con esa chisma anclada en las tradiciones pasadas tan obsoletas en la actualidad.

- Si, eso me temía yo también. – Habló Kanereg. – Es cierto que Horlum parece un enano cabal. Es cierto que sus decisiones hasta ahora han ido por buen camino, más a partir de que confió en ti para comandar la marcha, pero no deja de ser un hijo de la casta nobiliar.

- Nos está usando para sus propósitos. – Dijo Leonag. – Para él somos como una herramienta. Un buen pico para excavar un portentoso túnel, pero una herramienta al fin y al cabo. ¿No tienes esa impresión Dzhug?

- Perdón si me inmiscuyo, pero creo que os equivocáis. – Intervino Ulanog. – Creo que el honor de Horlum está más que probado. Es un enano fiel a sus hermanos y fiel a su Kark, pero creo que no dudará en contradecirle si ve que sus decisiones abocarán a esta compañía a la desgracia. – Miró entonces a Dzhug. - ¿No es así, mi thog?

Cargando editor
09/10/2017, 23:37
Horlum Hacharoja

El joven Thog hizo lo que se esperaba de él, no podia mas que resignarse a fingir que todo iba bien junto a esa gente a la que detestaba, comió y bebió con ellos tragandose lo que sentia.

Cargando editor
10/10/2017, 20:53
Dzhug, Dientes de Piedra

El enano tuvo que reflexionar un poco la respuesta.

Creo que los tres lleváis razón en parte, Horlum es un enano de honor y estoy seguro que que hará lo que pueda por nosotros si su Kark pretende jugárnosla de algún modo. Aunque no deja de ser cierto que es un líder inteligente y claramente ha hecho uso de nosotros, lo cual no le reprocho viendo la mediocridad de algunos guerreros de otros clanes.

Sonrió socarronamente acompañado de sus consejeros, Ulanog soltó una sonora carcajada. Después se puso serio, quería zanjar el tema.

Debido a mi deber con el clan no puedo entregarle mi confianza, ni a el ni a ninguno de ellos. Lo que yo opine de Horlum no interferirá en mis deberes como Thog. Estoy aquí como herramienta del pueblo, no para cumplir mis deseos, pues toda ambición personal es egoísta por definición. Ahora vayamos a comer algo, estoy realmente hambriento. Quede claro que doy este punto por cerrado, aunque no la reunión, así que os venís conmigo ¿Donde están Tranah y Oragam?

 

Cargando editor
11/10/2017, 18:49
Director

- ¿Tranah y Oragam? – Preguntó Kanereg. – Creo que ella estaba con las Aulladoras, pasando la revista al armamento y las armaduras. Ya sabes lo meticulosa que es para esas cosas… Le gusta que tengan bien conservadas sus armaduras. Al ser ligeras cualquier mal golpe puede propiciar que se rompan si no están bien ensambladas…

- Oragam marcha al frente de la vanguardia junto a sus jinetes. – Habló con seguridad Ulanog. - ¿Necesitas que los convoque?

Cargando editor
16/10/2017, 10:09
Dzhug, Dientes de Piedra

Dzhug rió al escuchar a Ulanog.

¿Oragam con la caballería? ¿Esta comprobando el terreno para los carros en persona? Si que se tiene que estar aburriendo mucho nuestro querido Ingeniero Jefe.

Después soltó otra carcajada al pensar en el siempre atareado jefe de los Jinetes de Roca, el batallón de carros de guerra del clan, y maestro de ingenieros, sentado en una poderosa cabra de carga y acompañado de los demás ingenieros subidos a otras cabras, con su espinosa barba, su ajado monoculo y sus habituales toses. Es algo que él había hecho en muchas ocasiones como Maestro de Ingenieros, pero jamas se habría imaginado a Oragam haciendo. Se seco una lagrimilla e hizo un gesto displicente con la mano

No es necesario molestar a nuestro intrépido jinete— Rió por lo bajo, ya se había mofado demasiado de Oragam, viejo amigo aparte de compañero de heridas y quemaduras trabajando con los carros. Debía recordarse que ahora era también miembro del Consejo. Se dirigió a Ulanog— Manda a alguien a por Tranah, que venga si no esta muy ocupada y así hacemos una reunión corta del Consejo. Podéis llamar al segundo de Oragam si no esta de excursión—Miro a Ulanog que parecía incomodo— Gimligar, el que disparó su brazo tras arrancárselo para salvar la columna cuarta de los martilladores en Piedra Verde de aquel bicho volador, seguramente estara con sus planos en la parte noreste del tercio de los ingenieros.

Cuantos mas vengan menos trendé que oír la vocecilla de Kanereg. Pensó echando un vistazo al Patriarca de los Fieles, si bien era mas joven de los cuatro, su aspecto parecía justo el contrario. Con todo el cuello arrebujado y replegado de cicatrices, la cara llena de extraños colores y arrugas por la infección de una herida en la oreja, dos enormes y peinadas cejas grises y totalmente calvo. Dzhug respetaba a Kanereg, estaba algo loco pero no era ni mucho menos un fanático, y anteponía siempre el clan a la religión, ademas había conseguido organizar como nunca antes a los miembros mas locos, fanáticos y suicidas del clan en una infantería eficaz con gran poder ofensivo que era capaz de romper y disgregar cualquier formación.

Notas de juego

Jinetes de Roca, ingenieros con carros

Jabalies de Fuego, Caballeria.

xD Puse los nombres fatal, es cierto.

Cargando editor
24/10/2017, 10:42
Director

Media hora tardó Ulanog en regresar junto a Tranah. Oragam seguía ocupado tratando de dominar a la cabezota cabra de color granate que le habían proporcionado para investigar el terreno. Dzhug no se había equivocado. El jefe de ingenieros se había aventurado a montar uno de aquellos seres peludos y de poderosas cornamentas con el fin de asegurar el paso de los carros de guerra. No solía ser el mismo quien realizaba ese tipo de misiones expeditivas, pero tras la lluvia y la salida del sol, se había sentido muy animado y con ganas de experimentar lo que era tener una bestia como aquella entre sus piernas. Lo cierto era que ya empezaba a arrepentirse.

- ¡A sus órdenes, mi thog! - Exclamó Tranah con un notable tono militar. - El camarada Ulanog me ha comunicado que requería de mi presencia para llevar a cabo una reunión del consejo.

- Así es. - Dijo Dzhug. - ¿Habeis encontrado a Gimligar?

- Está avisado, mi thog. - Respondió Ulanog. - Oragam está ocupado e ilocalizable. - Sonrió Ulanog al evocar en su mente la imagen de aquel cascarrabias a lomos de su malcarada cabra.

Instantes después apareció Gimligar. Se trataba de un enano veterano. Su clara cabezota calva contrastaba con su poblada barba gris y sus oscuros y penetrantes ojos. No obstante, pese a su avanzada edad y el brazo que le faltaba seguía siendo una gran amenaza en el combate cuerpo a cuerpo.

Si Gimligar se había convertido en ingeniero no era por gusto. Su padre había insistido en que siguiera el camino familiar en la rama de la ingeniería, pero la intención de aquel valeroso enano fue la de guerrear junto a sus hermanos contra los pieles verdes. Por ello dejó sus estudios de ingeniería y sólo los retomó al perder su brazo en la batalla de Piedra Verde y ahora se había convertido en uno de los más válidos de la unidad dirigida por Oragam.

Notas de juego

Todo tuyo.

Cargando editor
24/10/2017, 23:40
Dzhug, Dientes de Piedra

Dzhug discutía con sus tres consejeros ya desde hacia media hora sobre cual era la mejor piedra de afilar para una alabarda de alto porcentaje de acero, ya de puro aburrimiento.

La entrada de Tranah causo un fuerte efecto, como de normal, y en cuanto entro Gimligar, Dzhug ya se activo por completo. Mientras pedía a un par de enanos que trajeran un poco de cerveza. Se sentó en su silla y llamó al orden.

Bueno, ya estamos todos, Gimligar ocupa el puesto de consejero de Oragam a todos los efectos como representante de este y... bueno, ya sabemos el resto. Hacemos una pequeña reunión para discutir los últimos acontecimientos, aunque escucharemos ruegos y preguntas del clan si es que las hubiera —Dzhug se giró hacia Ulanog— ¿Ulanog?

El enorme enano se servia cerveza sujetando el enorme barril con solo una mano. Se rasco la frente con la otra.

Si.. temas para discutir. La llegada del Kark capullo, la discusión entre Bredan y Gorana y...

Leonag soltó un respingo.

No creo que debamos referirnos así al Kark de...

Ulanog le quito importancia con una mano.

Estaba resumiendo Leonag, no fastidies. Aparte, no he terminado, queda el tema de la disposición de las Aulladoras, que han presentado una ridícula queja para poder empezar el combate delante de la falange.—Después pasó el turno con una sonrisa maliciosa—¿Leonag?

Tranah se levantó echa una furia acallando las quejas de Leonag, que hundió la mandíbula en el pecho mientras murmuraba enfadado. Tranah gritaba mientras la cerveza caía de su jarra.

¡¡Solo pedimos el honor de entrar en combate las primeras en vez de tener que esperar con los viejos y los fanáticos en retaguardia!!

Dzhug, levantó una mano y Tranah calló, enfadada, con la mirada fija en el líder del clan. Una imagen que abría echo huir a un toro, pero Dzhug conocía su consejo, no dijo nada y señaló a Leonag. Pues era su turno. El enano, furioso, habló muy rápido y de forma entrecortada por el enfado.

Mi persona y mi batallón han sido ofendidos por tu Puño y una de tus consejeras, Dzhug ¿Es que no vas a hacer nada?

El silencio se adueño de la sala mientras Dzhug le mantenía la mirada del anciano . Tras unos segundos, habló Kanereg, el siguiente en el orden aunque no le habían dado la palabra aun.

Es cierto que ni los Fieles son unos fanáticos ni los Batalladores son unos viejos. Respecto a la falta contra tu persona es cierto que las palabras de Ulanog han sido ciertamente duras, pero tu te habías saltado el turno de palabra.

Igual que tu ahora mismo—Espetó Leonag con un grito.

Rapidamente Ulanog, Kanereg, Tranah y Ulanog se enzarzaron en discusiones, gritos y demandas mientras Dzhug callaba y miraba a su Consejo, acostumbrado a la guerra pero no a la inactividad ni a que su clan dependiese de un antiguo Kark. Gimligar le miró y los antiguos compañeros de ingeniería compartieron una mirada de entendimiento. Dzhug llamó al orden y amenazo con colgarles de un carro, después pidió a Leonag que terminase con su turno de palabra. La reunión siguió en un tono mas tranquilo, sobre los posibles efectos de la llegada del Kark Harthor, e ideas sobre como jugarsela llegado el caso.

 

Cargando editor
27/10/2017, 07:22
Horlum Hacharoja
Sólo para el director

Los Thogs y el Kark estaban desatados, ebrios, juvilosos, lo unico que hacian era beber, comer y manosear a las serviciales enanas que les servian las jarras y la carne deshuesada.

Horlum no se esperaba que esa fuese la forma de prepararse para la guerra de nadie, menos de un KArk que acababa de salir escaldado de un ataque a su ciudad, salvado por los lugartenientes de su joven siervo. Sin duda eso explicaba porque los enanos, al mando de esos indeseable, habian perdido terreno en las ultimas decadas y porque tribus dirigidas por gente capaz habian adelantado enormemente a casas con mucha historia y renombre de un pasado que seguramente nunca volveria.

-Esta guerra está ganada! dijo Thornud. Ese piojoso dientes de piedra luchará a muerte, pero no se llevará credito ninguno, por muchos lisiados que aporte al campo de batalla. dijo entre risas mientras deboraba una pata de cordero.

-Eso está mas que claro mi buen amigo, esos follacabras no sirven mas que de carne de cañon, pero nos servirán para estas batallas como las miseras herramientas que són para luego devolverlos al desierto del que salieron. Dijo Harthor totalmente desinibido.

-Bien dicho Kark! delante para que cansen a los pielesverdes y cuando nos toque a los demás podamos facilmente con ellos, pasando por encima de los cuerpos hechos trizas de esos bandidos! con suerte Dzhug morirá y nos quedaremos a los pocos supervivientes para que nos hagan de lacayos, su pueblo que se busque la vida en el Paramo, no queremos esa clase de gente en las ciudades enanas de bien! Dijo Deor Piesgrandes. Y luego apuntaremos más alto.

Horlum estaba espantado por las barbaridades que esos alcoholizados enanos estaban diciendo, él se limitaba a reir y fingir que estaba de acuerdo con ellos para evitar represalias.

-Teneis toda la razón, Que se maten ellos y nosotros reclamaremos nuestro legitimo sitio!! dijo Horlum fingiendo emoción mientras levantaba su copa aun llena.

El extasis entre los thogs y el mismo Kark era irreal, parecian haberse unido para realizar un golpe de estado, empezando por quienes detestaban. Tras un largo rato, los alcoholizados lideres enanos quedaron sumidos en un sueño ebrio, con la escepción de Horlum quien aprovechó ese momento para salir del carromato, tenia que hacer algo o no sabia su destino ni el de esa compañia.

Se dirigió al grueso de sus tropas, donde la muy diligente Urnul se encontraba organizando a los hombres, era la unica persona en la que podia confiar su vida, y eso es lo que iba a hacer en ese mismo momento. Tras un imperceptible gesto se encontraron en el carro de la Sima, donde guardaban material belico, y ahi le contó lo sucedido. La cara de Urnul era un poema, las implicaciónes de lo que escuchaba afectaban a muchos señorios enanicos, y seguro que muchos mas estaban invloucrados, era mas de lo que un pequeño villorrio pudiese manejar.

-Que haremos mi Señor? Dijo su estupefacta subordinada. No se me ocurre que hacer en esta situación.

-Redactare una carta a Nugo, exponiendole las afrentas de Harthor, como ha sido defendido por mis hombres y ha acudido a la leva con un numero infimo de hombres y a la vez de estan reuniendo para conspirar en contra de Dzhug y él mismo y que él decida por si mismo si tiene que hacer algo. y tu se la llevaras mi buena amiga, llevate a varios de tus hombres mas capaces a lomos de vuestros fieles puercos y no te detengas hasta dar con Nugo, ya conoces los planes de batalla y donde iremos, confio en tí. Yo por mi parte continuare escuchando a esos traidores, avisaré a Dzhug y llegado el momento haré lo que tenga que hacer, espero no perder la cabeza por el camino. Sé veloz, tu Thog lo necesita.

Tras su importante conversación la Segunda del Lider de la Sima junto a 5 de sus mejores soldados y sus mas resistentes cerdos de guerra abandonaron la formación en secreto, nadie se dió cuenta, y salvo que buscasen a la lugarteniente de la Sima, no se enterarian de su partida.

Notas de juego

puedo hablar con Dzhug de lo sucedido? o me he columpiado mucho?

Cargando editor
28/10/2017, 16:25
Director

Habían acampado en medio de aquella llanura mucho antes de que la ebria velada de los thogs y el kark acabara en un sueño etílico tras demostrar lo peor de cada uno de ellos. Se habían dejado llevar por la glotonería, la lujuria y el mayor de sus vicios, la bebida. Ese último elemento había conseguido que aquellos vetustos enanos de rudimentarias creencias desvelaran ante Horlum sus verdaderas intenciones para con Dzhug y los enanos de menor renombre, a los que pretendían usar como carne de cañón en las futuras batallas atribuyéndose a posteriori todo el mérito de la victoria.

Para cuando el Hacharoja se entrevistó con su segunda al mando en el exterior de aquel sacrílego carro de guerra, ya era noche cerrada. Urnul acató las órdenes de su líder y se dispuso de inmediato a reunir a sus más válidos enanos despertándolos en mitad de su reparador sueño. Para ese entonces Horlum se hallaba en el interior de un de las carpas que los Martillos Ensangrentados habían dispuesto para alzar de nuevo el campamento hasta el alba.

El enano de la Sima trataba de redactar el documento que le entregaría a Urnul con el objetivo de poner en alerta al Kark de Todos los Enanos de lo que se estaba tramando entre los altos cargos de aquella columna. Desde luego no le gustaba ser un delator, no le gustaba tener que asumir la responsabilidad de ser el en persona quien avisara de lo que estaba sucediendo a Nugo, pero visto los visto no le quedaba más remedio.

Una brisa provocó que la única vela que iluminaba el pergamino que estaba redactando, casi se apagara. Horlum hecho la vista atrás y observó una silueta levantando la lona que hacía las veces de puerta de la carpa en la que se encontraba y acto seguido se dirigió hacia su posición. Cuando estuvo lo suficientemente cerca como para que la tenue luz de la vela iluminase el rostro de aquel enano, se desveló su identidad.

Casi le dio un vuelco al corazón a Horlum cuando pudo constatar, que quien acababa de entrar no era otro que el mismo Harthor y por sus enrojecidas facciones y sus ojos entrecerrados, todavía era presa del demonio que se había colado por su garganta turbando todos sus sentidos y confundiendo su retorcida mente. Horlum no sabía que hacía el kark allí, pero de reparar en lo que estaba escribiendo las cosas se pondrían muy feas. Harthor miró a Horlum de forma severa durante unos instantes y entonces le sonrió posando su mano sobre el hombro del de la Sima.

- ¡Vaya velada! - Exclamó en un tono demasiado elevado.

Cargando editor
29/10/2017, 15:58
Horlum Hacharoja
Sólo para el director

-Mi Señor! dijo con tono de asombro fingido el perplejo enano, Ya os habéis recuperado de la gran reunión de anoche? Sin duda será memorable recordar este tipo de reuniones dentro de unas décadas cuando esta guerra no sea mas que una de nuestras muchas batallas que recordar junto a una gran jarra de aguamiel.

El enano disimuladamente escondía la nota entre los múltiples papeles que se encontraban en la improvisada mesa, mapas, planos y demás informes del terreno.

-Me encuentro comprobando la ruta de avance, no me gustaría ser sorprendidos a mitad de camino por habernos adentrado por error de los martilleantes en territorio de los pielverde. Dijo fingiendo detestar a sus capaces compañeros.

-Tiene alguna orden nueva que indicarme?

El joven Thog desconocía las intenciones de su Kark, podría desde estar de pasada, ebrio todavía a tramar asesinarlo por haberle descubierto conspirando, se alegraba de llevar consigo su hacha de mano, esperaba no tener que usarla, pero sin duda ese viejo decrepito no seria rival contra él.

Cargando editor
30/10/2017, 08:43
Harthor

Horlum transmitía cierto nerviosismo y Harthor lo captó. Sonrió al ver como el Hacharoja se había visto sorprendido por su inesperada visita. Parloteaba sin parar y daba explicaciones que no había pedido. El kark no sabía que era lo que estaba tramando el de la Sima, aunque sin duda su comportamiento resultaba algo sospechoso.

- ¡Tranquilo hermano! - Exclamó el kark para acto seguido soltar una sonora carcajada y golpear su espalda con la fuerza de su enorme mano plana. - No son horas para comprobar nada, camarada.

Aquel vetusto señor enano decidió tomar asiento junto al thog sobre una banqueta destinada a ser el reposo de los pies de su usuario. A medida que se iba agachando era perceptible el crujir de sus ancianos huesos, acompañado por el quejar carraspeante de su legitimo dueño. Harthor se quedó mirando a Horlum unos instantes mientras no parecía poder borrar una sonrisa algo estúpida. Quizás aquella expresión era causada por los estragos de la bebida o podía ser que unos primeros síntomas de demencia senil empezaran a mostrarse en aquel líder enano. Fuera como fuera, Horlum intuía que su visitante no se encontraba al cien por cien de sus facultades mentales.

- ¿Qué te han parecido los festejos previos a la batalla? - Preguntó Harthor.

Parecía muy interesado en la respuesta del thog. Podía ser un enano anclado en el pasado, un enano demasiado borracho, incluso se le podía tildar de déspota o traidor, pero lo que no se le podía quitar era que se trataba de una persona muy intuitiva.

- Noté que aunque participaste de la fiesta, aunque trataste de divertirte, no estabas allí. - Por primera vez desde que penetrase en la carpa el semblante de Harthor se endureció. - Algo te preocupaba, algo que no veías claro, algo que no te gustaba. - Hizo una pausa. - Delante de la tropa debemos guardar la apariencia entre kark y thog, pero me gustaría que en las distancias cortas confiarás en mi como yo confíe en tu padre y tu padre confió en mi. ¿Qué atormenta tu mente, Horlum?

Cargando editor
01/11/2017, 07:35
Horlum Hacharoja

-Me preocupaba seriamente que en mitad del descontrol del bienmerecido banquete que estábamos disfrutando sufriéramos un ataque mi Señor, con la mayoría de los Thogs ebrios podria haber sido un gran problema para dirigir a la tropa. Ya me conoces Harthor, pienso mucho en todo lo que me rodea, y no estoy cómodo cuando estoy haciendo algo que existe una mínima posibilidad de ser contraproducente. Dijo el thog con una voz clara y firme, de quien a pesar de tener un secreto que le puede causar la muerte, está diciendo algo en lo que cree fervientemente, esa era una de las especialidades de Horlum, ocultar una mentira dentro de una verdad, para sonar convincente.

-Estoy preocupado por contar con un ejercito muy inferior al que esperaba, no es culpa suya obviamente, debe defender su ciudad, yo mismo he traido cientos de guerreros menos y he vaciado mis puestos de avanzada a postas para dejar bien protegida la Sima, simplemente eso mi Señor, las dudas de cualquier enano inteligente que sabe que o lo consigue todo o lo pierde todo. Igualmente estoy descansado y preferia que la tropa me viera entre ellos, asi consigo mas respeto y cercania con ellos, ya que deben confiar en la persona que les lleva a la muerte.

 

Cargando editor
01/11/2017, 10:37
Harthor

Harthor comenzó a reír a carcajadas. Lo que acababa de escuchar de boca de Horlum parecía ser que le había parecido un chiste. Mientras el kark se tronchaba Horlum no sabía que pensar, si había perdido por completo la cabeza, si se estaba burlando de él o si simplemente había dicho algo inapropiado o gracioso de verdad, aunque esa tercera opción no parecía contemplarla demasiado. Pensaba haber sido muy convincente y lógico en su exposición.

- ¡Cómo sois los enanos de hoy en día! - Exclamó el líder enano. - Tan preocupados, ta calculadores, tan estrategas... - Tras varios segundos sus risotadas se calmaron quedando en su rostro una sonrisa boba como prueba de que aquel enano sabía reír de verdad. - Son meras celebraciones entre amigos, Horlum. Nada de lo que se haga o diga durante una de esas veladas de caballeros puede ser tenido en cuenta. Tranquilízate Horlum, debes aprender a vivir de una forma más relajada, sólo así llegarás a ser un gran thog como fue tu padre y quien sabe, puede que incluso algún día fundes un krakado y te conviertas en kark. Tienes ese potencial Hacharoja, pero debes relajar esa tensión y dejar de mirar con tanta suspicacia a tus iguales.

Extrañas eran aquellas palabras viniendo de un ser como Harthor, pues el era el primero que estaba lleno de prejuicios. Todo el conflicto que se había generado con Dzhug y los otros cuerpos mercenarios, las nuevas castas enanas que surgían con fuerza cuestionando el ancestral orden establecido, era causa de los prejuicios de los viejos karak, thogs y señores enanos. Causa directa de lo que Harthor acababa de decirle a él, que no debía hacer, mirar con suspicacia.

Sin duda aquel kark era un ser algo contradictorio. Un personaje que difícilmente podría guiar a la batalla a la raza enana y salir victorioso. Aunque lo que si se le daba bien era sembrar la duda y administrar una de cal y otra de arena. Podía ser obscenamente desagradable con alguien para acto seguido elogiarle de forma irrebatible. Harthor se había convertido con el paso de los años en un enano disparatado y discordante, de eso si que no quedaba duda alguna.

Cargando editor
02/11/2017, 12:01
Horlum Hacharoja
Sólo para el director

-Kark  yo? JOJOJOJO ahora si que está de bromas mi señor, mi unica ambición es aumentar el comercio y la seguridad de la Sima, dejo los Krakados para hombres mejores que yo a los que servir lo mejor que pueda, dijo el enano con una gran carcajada sincera, sin duda su señor era una persona peculiar, su sitio ya no era dirigiendo ejercitos, sino mas bien envenenando la mente de jovenes enanos en alguna plaza de pueblo.

-Vale le haré caso, intentaré aprender un poco mas de su forma de hacer las cosas, lo que ya no prometo es cambiar de la noche a la mañana mi Señor.

Cargando editor
02/11/2017, 16:27
Director

Harthor mantuvo su sonrisa fija en el rostro de Horlum. Su boca permanecía abierta y sus ojos vidriosos. De pronto se produjo un incómodo silencio entre ambos y contra todo pronóstico el semblante del kark no varió ni un ápice. No parecía incomodarle el hecho de tener clavada su mirada sobre el Hacharoja y que ninguno de los dos dijera nada.

Horlum no pudo impedir el arqueo instintivo de una de sus cejas. Si no era el alcohol el que enturbiaba el juicio de aquel vetusto enano era la demencia la que se había apoderado de su cabezota. En ese segundo caso tendrían un buen problema si aquel rasgo salía a relucir durante la batalla.

- ¡Que cosas dices! - Exclamó al fin el enano rompiendo el silencio. - ¡Desde luego, cómo eres Horlum! - Río de nuevo el kark. - ¿Una última ronda antes del merecido descanso?

Notas de juego

Último turno del capítulo. Concluye como quieras!

Cargando editor
08/11/2017, 22:53
Horlum Hacharoja

Horlum hizo caso a su Señor, le acompañó y tomó la ultima cerveza junto a los pocos thogs que seguían conscientes, Harthor por su parte bebió tanto que cayó literalmente al suelo ebrio como un vulgar borracho de taberna, entonces el ávido enano aprovechó su sobrio estado para abandonar ese lamentable espectáculo, volver a su tienda, terminar la carta y enviar a su mas fiel seguidora hacia un futuro incierto.

-Ves con mucho cuidado, esta carta debe llegar a su destino, todo este contingente depende de ello. le dijo a su amiga cogiéndole fuerte la mano.

-Así lo haré mi Señor, puede confiar en mi, antes de que se de cuenta estaré de vuelta con noticias.

Tras ello la segunda de la Sima volvió a partir, parecía que esa guerra no la libraría en las filas de su pueblo, sino serpenteando los peligros para salvar a sus camaradas de una traición interna. al poco tiempo ya no se observaba ni rastro de la pequeña expedición que acababa de partir a lomos de los porcinos mas rápidos y fuertes con los que contaba. las cartas estaban echadas.

Notas de juego