Partida Rol por web

Tras haberse solucionado el problemilla con Celebnor y de haber descansado, se estuvo sopesando el tema de ir acompañados de mulas y demás animales de carga.

El día levantó húmedo y fresco, pero eso no nos impedió partir hacia lo que se nuestra misión. El camino no estaba claro del todo, pero los elfos no parecían tener demasiadas dificultades para guiarnos por el sitio bueno. El verde del bosque se veía hermoso y brillante por la humedad que reinaba en el ambiente, pero el frío que hacía empezaba a hacer mella en nuestra piel - Por todos los valares, ¡¡que frío hace!!... - comenté cuando empecé a notar las extremidades superiores un poco entumecidas por el frío. Miré a Lycyn - Hhhermamamano, ppparecccce qqqque tu el frfrrío lo llevvvas bibibien... ppporque lo qqqque es yooo..... - le comenté tiritando mientras seguía avanzando a pie.

Estábamos ya adentrándonos en el bosque y verdor que reinaba en él era precioso, parecía estar vivo y relucía en todo su esplendor. Eché un vistazo a todo mi alrededor. - En menudo bosque nos hemos metido... bueno por lo menos no tiene pinta de ser demasiado tétrico.....- justo cuando estaba acabando ese pensamiento, algo hizo que un escalofrío recorriera toda mi espalda - ¿Vosotros también lo habéis notado? estos árboles y esta maleza tienen formas extrañas y me da que no auguran nada bueno... - comenté en voz baja para que mi voz no resonara demasiado por ese extraño bosque.

Me desperté aquella mañana con una mala sensación, algo iba a pasar lo notaba. 

Desayuné a sabiendas que el camino sería duro y la posadera nos abasteció con lo mejor que tenía.

Una vez estuvimos todos preparados retomamos el viaje, el frío era tan intenso como la noche anterior, incluso parecía que el aire te cortará la piel, yo estaba envuelta en mi capa cubierto hasta los ojos, apenas se distinguía mi figura.

Nuestro amigo el guerrero lo estaba pasando mal, pues no era muy amigo el frío. No quise hablar durante la marcha, no me sentí a gusto con los nuevos miembros de la compañía, sólo había congeniado un poco con los enanos.

A medida que avanzábamos, el verde iba ocupando el lugar de las rocas y el camino, estábamos adentrándonos en un bosque.  

Y entonces me pare y pregunte a los guías del grupo ¿Seguro que es por aquí? ¿Donde nos encontramos?

Por un momento un ruido extraño y levanto el puño para indicar que nos paremos pero al dar la vuelta veo que sólo es el castañeteo de dientes de mis acompañantes.Teneis frío ?Pregunto perplejo .Quizás estés enfermo porque el día es de lo más agradable en cambio este bosque....Callo unos instantes antes de seguir.Echate una manta sobre los hombros y apura el paso así se te pasara el frío  y saldremos antes de este bosque .Apurad el paso y mantened los ojos abiertos .

hice la guardia un par de horas por la noche, sin embargo desperté con suficiente energía para seguir y traté de tener el mejor ánimo que tuve, a pesar del frío que se sentía.

cuando llegamos al bosque reparé en lo raro que se veían los árboles y escuché los comentarios de los demás, ante lo cual empecé a mirar alrededor para ver cual sería el mejor camino a seguir.

La aventura parecía haber vuelto a su curso, como si la posada en las montañas hubiera sido un impass. El camino había cambiado... o más bien, había desaparecido. Parecía que los elfos era útiles para esto, se ubicaban como si de su casa se tratara, por lo que los enanos debieron confiar en ellos.

Parece que de esto se trata la hermandad... de confiar en los elfos aunque sean elfos... reflexionaba en silencio intentando no abrir la boca. El aire era demasiado frío, no podía arrebujarse más en sus abrigos. Había sido mucho tiempo frente a una forja, donde cuanta menos ropa tengas, mejor. Aquí era distinto, y eso lo notaba ahora.

Fúrin miraba con desconfianza hacia todos lados. Había algo, no sabía qué, que le hacía estar alerta. Su mano descansaba por momentos en su martillo, más para sentirse seguro que para utilizarlo en el futuro cercano.

Hay algo aquí, en el aire, que no es claro... ¿qué será?

Se estaba cansando de estar levantando tanto sus piernas para pasar raíces y piedras musgosas del camino. Más de una vez se había detenido para extenderle un brazo musculoso a su primo para evitar que resbalara. Él mismo más de una vez había pisado una piedra musgosa y tambaleado en su caminar. De todas formas, Fúrin estaba atento a todos, no sólo a su primo. Eso había sido un gran cambio en su accionar...

-Verde,verde,verde,verde y mas verde hace demasiada humedad y arboles y....ojala hubiera mas montaña...-Concluyo Farin abrigandose mas en su capa mientras avanzaba como podia siguiendo al grupo.

Pasó la mayor parte del viaje callado, estaba metido en sus pensamientos, recordando cosas que había leído en las bibliotecas y otras que le había dicho Ergala. Se sentía incómodo frente a sus compañeros, la mañana anterior estuvo a punto de partir solo dejándole una nota a su tío, pero al final decidió quedarse. Quería aprovechar pasar más tiempo con él, pues era con quien se sentía más a gusto en la compañía y si se iba no sabría cuando lo volvería a ver.

-Este verde es distinto al del Bosque de los Trolls. Es más pesado, se siente en el aire, parece como si estuviéramos respirando agua.-

Viendo cómo se achuchaba el pobre enano, Celebnor sacó una de sus mantas de la mochila y la colocó sobre los hombros de Farin sin decir nada. -Traigo una manta más, hay algún otro presa del frío?- Preguntó con la otra en la mano, ofreciéndola. -Malleus, juro que de todos los hombres que vienen pensé que tú serías el que mejor soportaría estas temperaturas.- Dijo sonriendo. Aunque su sonrisa ahora solo se le podía notar en los ojos, que apenas se le veían.

Trino durmio bien porque estaba cansado y hacia tiempo que no dormia en una cama, sin embargo al despertar y recordar las palabras del anciano la tension volvio a su semblante. Se despidio de la posadera prometiendo intentar averiguar algo de su hijo, aunque temia que fuese dificil encontrarlo vivo.
Una vez que se alejaron de la posada y entraron en un bosque, en el que por cierto la humedad parecia muy superior a lo habitual, decidio compartir con sus compañeros la informacion obtenida antes de irse a dormir.

Compañeros, debeis escuchar algo que no he contado antes para asegurarme que no nos escuchaban. Cuando me retiraba a dormir tuve una charla con el anciano que estaba en la taberna que parecia borracho. Me gusta escuchar los rumores ciertos o no, pues puede que sean inventados a veces y exagerados otras muchas, pero tambien en muchas ocasiones son veridicos y el haberlos vivido es lo que hace que se echen a la bebida.
En este caso creo que se trata de lo ultimo.

El hombre parecia saber de dragones, parecia recordar cuanto podia medir un dragon, tambien dijo que el que vio era demasiado pequeño o joven. Me hablo de que sabe de algunos mas pequeños que sirven de montura a criaturas fantasmales, aqui parecio sumirse en recuerdos pasados, pero que no era el caso porque el que el vio si que fue capaz de lanzar bolas de fuego para destruir el castillo. Añadio que esta criatura media entre 4 y 6 metros y que despedia un poder que te hacia sentir terror nada mas verlo, lo unico que querias era tirar las espadas y salir corriendo dijo.
Por ultimo me dijo que este ser se dirigio a las Landas o mas alla. Y como prueba de que decia algo cierto me dio este puñal hecho con una garra.

Si todo lo que dice es cierto y no es exagerado...bolas de fuego e inspiracion de terror, aun no os he visto combatir...pero si no baja del cielo y se limita a lanzar su fuego me parece que por muy buenos que seamos no tenemos nada que hacer. Espero que los acertijos nos lleven a alguna parte porque de lo contrario...

-Inspirar temor,landas de Etten? nada bueno...para nada.-Dice Farin .

Farin se soprende al ver que el elfo le ha puesto una manta encima-Huh....gracias supongo.-Farin se coloco bien la manta y siguio al grupo, pero no se le quitaba de la cabeza porque el elfo le dio la manta,compasion porque es viejo?,lo reconoce como un amigo?...demasiadas preguntas le pasaban por la cabeza -Maese Celebnor puedo hablar con usted un momento?-Dijo Farin intentando apurar el paso para alcanzar al elfo.

Continuábamos la marcha, unos tiritando, otros tan frescos y otros como si estuviéramos con un maravilloso y soleado día, cuando Celebnor hizo un comentario, el cual no me tomé a mal, pero tampoco me sentó demasiado bien - Celebnor, por suerte o por desgracia, soy un humano y no tengo la resistencia al frío que tiene la mitad de tu cuerpo, pues creo que no eres un elfo puro ¿verdad? guardate tus comentarios y dame esa dichosa manta. - comenté en tono distendido pero con algo de seriedad en mis palabras - Por cierto, ten cuidado cuando pongas a pasear esa lengua, lo de la taberna y los tres bárbaros podría haber salido muy mal y no tenemos ninguna necesidad de buscar más problemas de los que ya vamos buscando - le comenté conforme apretaba un poco el paso para ir entrando en calor.

Tras de eso, uno de los montaraces, Trino, comentó que al parecer si que consiguió algo de información referida a los dragones que no nos vendrá mal del todo. Conforme escuchaba el breve relato, iba pensando - ¿4 o 6 metros? pues tampoco es tan grande... ¿despedir un poder que te hacía sentir que.....? paparruchas, lo más que puede hacer es lanzar fuego por la boca... en ese caso se pone un cebo, Celebnor por ejemplo, y los demás contraatacamos brutalmente mientras se ceba con el medio elfo..... - cantidad de cosas se pasaban por mi cabeza, unas buenas y otras no tanto - Trino, no es que nos hayas desvelado nada del otro mundo, pero bueno, por lo menos ya sabemos que ha aprendido a volar y es algo a tener en cuenta cuando nos encontremos cara a cara. Lo de que escupa fuego por la boca.... si puede ser algo a tener en cuenta, pero si lo emboscamos en un sitio en el que no tenga demasiada movilidad... lo mismo nos puede ir bien. Por lo demás, sabíamos a que nos íbamos a enfrentar desde que aceptamos la misión ¡¡encargarnos de un dragón!! nunca trae nada bueno y se sabe que es muy peligroso - comenté mirándolos a todos mientras intentaba coger algo de calor con la manta que Celebnor ofreció.

-Abriga al que tiene frío, alimenta al hambriento y cuida al enfermo, esas son mis reglas, Malleus. Habría abrigado a todos de traer suficientes mantas.- Dijo Celebnor entregándole la manta. -También me han enseñado a ser rápido en perdonar y lento en enfadarme, pues el enojo solo trae tristeza y desunión, no sirve para nada más.- Agregó con una sonrisa, que para bien o para mal, ya no se podía ver porque llevaba el rostro cubierto, apenas se le veían los ojos bajo la sombra de la capucha.

Luego se puso a relatar lo que escucharon del arbusto en el Bosque de los Trolls, en voz baja, pero procurando que todos lo escucharan. -Habló sobre un Noldor, cantando canciones sobre grandes hazañas, codiciando marañas color cobre y fuego.-
-Luego dijo que veía hilos de color sangre oscura estampando las rocas de las montañas. Que el fuego del bien multiplicará el mal por diez. Tierra Media repleta de nuevas generaciones de dragones.-
Hizo una pausa para tratar de recordar un poco más, pero tenía la cabeza en otra parte y no consiguió hacer memoria.
-No lo sé, habló también sobre una debilidad, su tesoro, o algo así. Quizás haya alguna especie de arma despues de todo, pero no creo que se trate de una espada o un arco.-

Celebnor volvió a quedarse callado mirando hacia adelante y de vez en cuando por donde pisaba para evitar enredarse con alguna que otra raíz. Luego escuchó a Farin pidiéndole que se le acercara.

Celebnor fue a donde caminaba Farin y se puso a caminar junto a él, despacio y siguiendo el ritmo del enano. -Dime.- Le dijo. -Pido disculpas por hablarle así anoche, creo que me puse un poco tenso.-

-No es problema muchacho,...es solo que me preocupo por mi familia y los demas,soy viejo mi esposa murio hace mucho ya, la unica familia que me queda es Furin y mis dos hijos y intento cuidar lo mejor que puedo de mi primo,aunque el sea siempre quien me saca las castañas del fuego...pero que sepa que usted tambien puede contar con nosotros,sere viejo pero este enano tiene ojos de halcon y oido de zorro!-Bromeo Farin.-Se que los enanos y los elfos no nos aguantamos por naturaleza,pero ahora somos compañeros de viaje y eso ha de cambiar para el bien  de todos.-

-La familia es el tesoro más importante, y vale más que todo el oro que le podamos quitar a este gusano alado.- Dijo sonriéndole con amabilidad. -Le prometo que haré todo lo posible para que vuelva a juntarse con los suyos. Y hablo también por los demás. La vida de todos estos que desean volver a sus casas valen mucho más que la de este pobre medio elfo.- Dijo riendo. -La muerte es algo que no me asusta, aunque no se si eso sea algo bueno o malo. Nunca conocí a mis padres, fue Nomdil quien me contó sobre ellos, no tengo una buena razón para volver a Ciudad Gris, solo continuar encerrado en la biblioteca tras los libros. Si mi vida vale para salvar la de otro, la entregaré con gusto.-
Y dándole una palmada en el hombro al enano continuó caminando junto a él haciéndole compañía.

 el compañero que lleva Erestor es del club de Rol donde voy todas las semanas, lo que pasa es que tiene problemas de internet y lo he quitado de momento para no liarme ya que somos muchos

El camino sobre la boscosa montaña fue largo y penoso cuando se pudo salir de este el día había pasado.

 Las guardías fueron tranquilas y la noche con su frio, ruidos y criaturas de todo tipo pero sin peligro extremo. 

              Cuando comenzasteis  la marcha el camino era más relajado, pues no había tanta colina y apenas arbustos o pequeñas montañas rocosas,  Habían pasado dos días de viaje desde la posada. 

(OTRA NOCHE)

Estais acampados y (MIRAR MAPA) estais justo en la frontera de los Paramos Frios habeis dejado atras los exagonos  verdes y se comenzara con los marrones claritos. Tierras Frias y más peligrosas todavía. 

Los Montaraces han de tirar supervivencia cazar o los que tengan esta habilidad sobre 10 en total Sino lo sacas querrá decir que no han cazado nada y os quitare dos días de provisiones

La df es 18 En CAZAR, SUERTE.

Las tierras habían cambiado. Eran más frías, por momentos más áridas. Y por ende el peligro se respiraba en el aire. Fúrin tomó esta vez la manta que llevaba por si acaso. No la quería usar porque si llegara a pasar algo estorbaría o la perdería... pero el frío ameritaba más abrigo.

-¡Qué frío que hace!- se quejó el enano -En estos momentos extraño la forja... y me doy cuenta que me desacostumbré al estar mucho allí- dijo al aire sin destinatario específico.

-¿Cómo van los demás? ¿Alguno necesita ayuda?- preguntó Fúrin mirando hacia atrás y mirando a su primo. Se sentía bien a pesar del frío, y creía poder ayudar a alguno que sintiera que estaba cansado.

-Yo extraño mi casa en la montaña solitaria primo,sentarme enfrente de mi chimenea,fumando con mi vieja pipa...-Dijo Farin a su primo