Partida Rol por web

A quien le correspondía hablar acerca de lo que en verdad deseaban de ti era a tu jefe. El hermano mayor de Sherlock te dice:

- Verá, miss Murray, el trabajo que hacemos no nos deja mucho tiempo de descanzo, pero creo que podrá pasar algunos días con su pequeño retoño... he escuchado que es un muchachito notable. Una vez que haya descansado un poco, deseo encargarle una nueva misión en la que contrá con la ayuda de mi hermano y del señor Van Helsing. Hay un pueblo en Devon que está siendo aterrorizado por una especie de bestia que ataca en las noches de luna llena. El terrateniente del lugar, el señor Lawrence Talbor a pedido nuestra ayuda.

Y había escuchado las palabras de Pendragon y sobretodo su advertencia, de que no dejara mi trabajo o tomarían medidas aunque fuera a la fuerza y yo, seguía sin poder permitir que le pasara nada a mi hijo, por lo que intenté poner toda la buena cara que pude.

- He estado en un continente sin civilizar, creo que el par de días los necesito sólo para quitarme la mugre de encima. - Dije como bromeando, como lo haría cualquier mujer inglesa, aunque a mí ya me pareciera que en realidad los que no estábamos civilizados éramos los europeos, y sobretodo, la panda de hipócritas que vivían en mi país y sobretodo que mandaban en él. - Por las viejas leyendas sobre las lunas llenas... ¿ Vamos a cazar a un hombre lobo? - Si no me llagaba con tener la ronda de vampiros hecha para una temporada ahora también aquello.

De todas maneras, estaba claro que no podía negarme por lo que era mejor poner buena cara y pensar las ganas que tenías de que les dieran a todos por el...

Bond te queda mirando con cara de circunstancia. Por lo visto no se tragaba nada de lo que habías dicho se lo tragaba, pero el jefe era el que mandaba y a él parecía no interesarle en nada si le estabas mintiendo. Fue por ellos que Bond, tratando de ser particularmente molesto, te dice:

- Usted es la que debe averiguar contra qué nos enfrentamos, señora Harker. En caso de que se trate de ente sobrenatural el señor Van Helsing sabrá que hacer, y si se trata solo de un insano asesino, el señor Holmes lo descubrirá.

Lo de "señora Harker" no era un descuido, fue dicho presisamente para molestarte.

Por su parte, Sherlock Holmes, mirando muy fijamente a Allan le dice:

- Si usted tiene las dotes de cazador de su difunto padre, nos sería de gran ayuda.

Allan ni siquiera lo pìensa demasiado. Eso le significaba estar cerca de ti, así que acepta de inmediato.

Ya estaba esperando alguna de las respuestas de Bond, que había permanecido demasiado tiempo callado para ser él y cuando le miré sonreí, con esa sonrisa que se puede dibujar cuando dice algo que ya veías venir.

- Perdone Bond, pero para poder decir " enfrentarnos " en vez de " enfrentaros ", tendría que tomar parte en algo que no fuera decirle a los demás lo que se espera de ellos, así que esta vez hágame el favor y deje hablar a los mayores.

Sin duda él era mucho mayor que yo, pero mi hijo pequeño se comportaba bastante mejor y era menos engreído. Me daba igual que no me pudiera ver y mucho más el poder ofenderle.

Miré a Allan cuando dijo aquello de que aceptaría y los cumplidos de Holmes.

- Tiene el mismo carácter que su padre, estoy segura de que no es lo único que ha heredado. - Respondí ya sin ningún tono ni irónico ni sarcástico, como había usado con Bond.

Bond tiene que tragarse sus ganas de contestarte, pues por lo visto tu jefe está de acuerdo en que tu competencia en esta clase de líos está más que probada. En cuanto a Allan, por lo visto Sherlock Holmes parecía sospechar algo de su verdadera identidad, pero no dice nada.

Sin embargo, hay un tema del que seguro no podrás safar y en ese momento M lo saca a colación:

- Una vez que haya solucionado el problema de la bestia de Devon, Miss Murray, deberá tener presente que hay que capturar a ese terrorista Pendragon. Supongo que ha hecho ciertos vínculos de amistad con ese hombre durante esta misión, pero debe tener claro un anarquista enemigo del Imperio ¿Puedo contar con usted para poder atraparlo?.

Me di por satisfecha con hacer que Bond cerrara su maldita bocaza, que con ganas de arrancaría la lengua para que tuviera que escribir todas las tonterías que pensaba, pero cuando escuché aquella pregunta sonreí, pues casi la había esperado.

- Cada uno elegimos un camino y en ese camino no hay lugar para los demás, sino para nosotros mismos.

Era una cita de algún libro que había leído, que no compartía ni mucho menos, sobretodo, porque aunque intentara cazar a Jack estaba segura de que no lo conseguiría nunca y de hacerlo, no querría que lo encontrasen así que simplemente quise decir que apoyaría la misión que fuera.

- Cuanto más tiempo pasas con una persona más conoces sus puntos débiles..

Tu respuesta parece engañar a M, aunque Bond sigue sin creer nada de tus palabras. No obstante, por ahora te daba tiempo para planear algo en caso de que te envíen en busca de Pendragon.

Por su lado, viendo que ya todo ha quedado claro, M te dice:

- Ahora ya no le quitaremos más tiempo, señorita Murray. Sé que desea ver a su hijo. Nosotros nos encargaremos de que el niño se reuna con usted.

Por fin había algo bueno en trabajar para el gobierno.

Así, por fin puedes retirarte.

Sin embargo, mientras te encaminabas para tomar un carruaje que te lleve a casa, sientes los pasos de alguien que viene un poco más atrás de ti. se trata de Allan, quien como si fuera un perro que quiere seguirte hasta casa, te dice:

- Mira, sé lo que me dijiste acerca de nosotros y no quiero que pienses que deseo acosarte, pero la verdad es que no tengo donde ir... y esperaba poder quedarme contigo... solo hasta que consiga donde irme.

- Ha sido un placer. Muchas gracias. - No añadí nada más que eso para despedirme de ellos aunque hice uno de esas despedidas de cortesía bajando un poco la cabeza como se acostumbraba a que hicieran las señoras cuando se marchaban, pero no tenía mucha gana de seguir con aquellas florituras y casi lo que me apetecía era darme un buen baño, ponerme ropa limpia y abrazar a mi pequeño.

Caminaba ya hasta el carruaje cuando sentí los pasos de alguien a mi espalda y cuando vi a Allan le miré como diciéndole que qué quería, pero al escuchar sus palabras me reprendí a mí misma por no haberme dado cuenta de aquello y asentí.

- No te preocupes Allan. Puedes quedarte conmigo hasta que tengas a donde ir. Para algo están los amigos. - Le sonreí de manera amigable, pues una cosa era que ya no sintiera nada de lo que había sentido por él y otra, que no quisiera conservar su amistad.

Allan sonríe, pues aunque declaró que esto no se trataba de estar cerca tuyo, la verdad era muy diferente ¡En fin! él es libre de mantener sus iluciones y tú de mantenerte en tu posición.

Al final tomas el carruaje que te llevará a tu casa... a tu nueva casa. la verdad que no todo era malo, pues ahora eras dueña de una hermosa propiedad en el centro de Londres... bueno, es de tu pequeño, pero igual estás encargada de su cuidado. Esto te reconforta, a pedar de saber que será poco el momento de paz que tendrás.

Allan te mira de reojo mientras tú te concentras en la ciudad ya algo alborotada debido a la explosión del Big Ben. El es un buen hombre y sabes que será una buena compañía, a pesar de que ya no te interese como pareja. No obstante, tu cabeza divaga por otros senderos, pensando en aquellos que has conocido y de los que te has separado ¿Qué será de Ogú? ¿Strogoff, Sandokán y Yañez habrán llegado bien a sus hogares? ¿Chia habrá puesto fin a su busqueda con éxito? ¿En verdad serías capaz de enfrentar a Jack si las circunstancias te obligan?.

Bueno, había cosas que simplemente no podías abarcar tú sola, pero ahoralo importante era que pronto estarías nuevamente con tu pequeño y, por unos cuantos días, ya nada más iba a importar.

FIN