Pendragon completa el panorama de todo lo que ocurría, a lo cual las mujeres presentes soltaronun suspiro sabiendo que el hijo de Mina estabaen poder de esos chinos. No obstante, los hombres usurraban entre sí, con desconfianza al saber que estan frente a agentes del gobierno britanico.
Por un momento, parecía que nadie empatizaría con tu dolor, pero desde una planta alta, como una especie de valcon, se asoma una mujer de edad madura, que en su juventud debió de ser muy hermosa. La acompaña una chica joven ue podría ser la copia exacta de la mayor, seguramente su hija, a la cual se e iluminan los ojos al ver a Pendragon.
La mujer, al bajar, es saludada con respeto por todos los presentes que se descubren a su paso. Al llegar a tu mesa te extiende la mano y, hablando con un acento del que se usa en el sur de Estados Unidos, te dice:
- Siento su desgracia, señorita Murray, y la ayudaré en todo lo que sea necesario. Soy la señora Buttler.
Luego toma aciento, saluda al resto de las personas con un leve movimiento de su cabeza, excepto a Pendragon. Luego les explico:
- Mis amigos aca reunidos tenian trato con esos chinos, ya que hacen excelentes explosivos. No obstante, hace un par de meses que cortaron sus suministros. Lo unico que sabemos es que están cargando un enorme barco con muxha polvora. Algo estás planeando y no sé como encaja el rapto de su hijo y su amigo.
Cuando ya parecía que nadie en aquel lugar iba a decir nada, que todos se habían quedado mudos o les iba a dar igual asomaron aquellas mujeres. No me pasó desapercibida la mirada que le había echado a Pendragon así que supuse que esos dos ya se conocían, aunque como no era algo de mi incumbencia no le presté mayor interés que el de fijarme. Lo que cada cual de los presentes hiciera con su vida privada era cosa suya, yo tan sólo quería recuperar a mi pequeño.
Las palabras de aquella mujer me hicieron pensar, pero no encontraba ningún sentido a qué tenían que ver un barco o lo explosivos conmigo. A parte de que quisiran acabar conmigo de una vez por todas.
- Yo tampoco le encuentro ninguna relación, pero tenemos que dejar a pensar para qué quieren a mi hijo y pensar para qué me quieren a mí...
-Sabeis, en china hay muy buenos magos, son buenos porque saben hacer mirar aun lado mientras en el otro ellos hacen lo que les da la gana, Lo del hijo de Mina no creo que sea mas que una distraccion, si estamos alli no estaremos en otro sitio en el que poder molestarles. yo me enteraria si va a suceder algo importante en otra parte de londres a la hora en la que nos tenemos que reunir con ellos.-chia habia visto muchas cosas en su vida, y esa tactica era algo mas que comun entre cierta gente, sobre todo los inteligentes, y Fah-Lo-Sue parecia de las inteligentes.
El anciano ruso que iba con el grupo, el coronel Strogoff, se había mantenido en silencio durante todo ese rato, pero al escuchar lo que decía Chia, agrega:
- La señorita china tiene razón. Esto más que una venganza parece ser un señuelo. El problema es que debemos, ante todo, preocuparnos de recuperar al pequeño y al señor Quatermain. Si ustedes nos pueden prestar ayuda, cero que es hora de que se decidan.
Nuevamente un silencio total cayó sobre la concurrencia. Pero en el fondo del salon un sujeto se para y dice:
- Creo que yo puedo serles de ayuda.
El tipo camina entre las mesas y cuando llega a la de ustedes, se presenta:
- Mi nombre es Dennis Nayland Smith y trabajo para scotland yard. Estoy aquí porque llevo algunos meses investigando al Si-Fan. Creo saber a donde han llevado al hijo de la señorita.
Permanecí atenta a las palabras de todos los allí reunidos, suponía que tenían razón pero es que la angustia que sentía y que no podría quitarme hasta que mi niño estuviera a salvo me impedía incluso pensar con normalidad, y en mi caso, que era lo único que acostumbraba a hacer era como si me convirtiera en un mero mueble.
Cuando por fin iba a volver a decir algo, escuché las palabras de alguien que aún no había participado en la conversación y alcé la vista para mirar a quien lo hacía. - ¿ Scotland Yard? - No sabía si eso me acababa de convencer o no, pero aún así respondí.
- Creo que en este caso cualquier ayuda será bien acogida. - Respondí a aquel hombre mostrando una sonrisa agradecida. - ¿ Dónde lo tienen?
chia mira al tal dennis y pregunta a pendragón- ya he oido mas veces eso de scotland yard, ¿pero que es exactamente? no tiene mas que añadir pues espera a que el hombre conteste a Mina
Naylan toma asiento a ala mesa sn esperar que nadie lo invite, saca un enome cigarro y lo enciende, llenándolo todo de humo .Después le dijo a Chia
- Scotland Yard es el departamento de policia del Imperio Britanico, señorita. Ustedes los extranjeros deberian investigar más antes de venir a meterse a nuestro pais.
Después se dirige a Mina y le dice:
- La base de operaciones del Si-Fan es una fabrica de fuegos pirotecnicos en Limehouse, además de que dominan completamente todos los fuamderos de opio de la ciudad. Por lo que sé a su hijo lo han llevado a la fábrica, mientras que a Quatermain lo tienen cautivo en un fumadero en el East End. Supongo que es algo así como una especie de broma por parte de los chinos.
Las palabras de aquel hombre me hicieron pensar que hasta Scotland Yard sabía de los malos vicios de Quatermain, aunque en aquellos momentos no es que fuera algo relevante así que dejé mi curiosidad en un segundo plano.
- Por mucho aprecio que le tenga a Quatermain, lo primordial es mi hijo. - Quizás esta vez dejé asomar cierta frialdad en mis palabras. - De todas maneras supongo que tendremos que ir a la vez a por uno que a por el otro, ya que de no ser así quizás uno de los dos no sobreviva.. - Mi vista se fue de Chia a Pendragon a ver qué opinaban sobre ellos.
Me resultaba muy difícil estar ahí quieta conversando mientras aquellos despreciables bastardos tenían preso a mi pequeño, pero las prisas y hacer las cosas sin antes pensar nunca eran aliados de las victorias.
-dije que te ayudaria a recuperar a tu hijo, y eso voy a hacer- dije dando a entender que si habia dos grupos yo iria en el que rescataria al niño.- pero antes de salir os tengo que informar sobre uno de los aliados de Fah-Lo-Sue, mi hermano gemelo Nyak, es la razón principal por la que estoy aqui- sin explicar porque su hermano es la razón principal de que se encuentre alli comienza a advertir sobre su hermano- es un adversario peligroso, posee las mismas habilidades que yo, pero una ambicion y ansias de porder muy grandes que le hacen mas peligroso que yo.- me doy cuenta de que ninguno de mis presentes sabe nada de mis habilidades, asi que especifico un poco mas- tambien es un experto en artes marciales como yo, posee una fuerza y destreza muy superior a la de un humano, pero puede que lo mas peligroso sea su capacidad para controlar o absorver la energia vital de la gente, eso y el haber vivido casi 4 milenios le hacen un oponente muy peligroso.- luego me quedo un rato a la espera para que asimilen la informacion
Pendragon pienas solo un instante y luego dijo:
- Debemos dividirnos si queremos rescatarlos a ambos. Como el señor Smith sabe muy bien que ocurre en esa fabrica de fuegos artificilaes, asi que él podría ir con Mina y Chia... también los puede acompañar Frankenstein, en caso de que los chinos se pongan. Yo y el coronel Strogoff podemos ir a los fumaderos de opio por Quatermain... Estoy seguro que mis amigos asistirán en el rescate del hijo de la señorita Murray.
Los irlandesesmiran a la señora O'Hara y ella sentencian:
- Tendrán toda nuestra ayuda.
Fue todo. Esos irlandeses simplemente se encogieron de brazo y se fuerron a buscar sus armas.
Por mucho que aquel hombre fuera de Scontland Yard no sabía si debíamos fiarnos demasiado de él, ya que era alguien al que ninguno conocíamos, y eso de que sería buena idea que viniera con nosotros, pues claro, hasta cierto punto. Al menos, tenía la ligera intuición de que si descubríamos que hacía alguna cosa extraña, como delatarnos, Chia se iba a encargar personalmente de él y no había que ser demasiado detallista para fijarse en la agresividad que desprendía la muchacha.
- Está bien. Tengan cuidado. - Dije mirando a los hombres que irían a por Quatermain.
Me acerqué unos instantes a Pendragon, para hablar de forma más baja.
- Por si no le vuelvo a ver.. quería darle las gracias por todo lo que está haciendo por mí.. - Dije hablándole de usted sin darme cuenta de que seguramente él hubiera preferido que le hablara con menos formalidades.
La cosa estaba decidida, asi que me puse en pie y dije- no perdamos mas tiempo, cuanto antes salgamos antes acabaremos con esto- mire al agente smith.- si no tienes mas que decir, en pie, nos vamos a rescatar al hijo de Mina y a volar esos fuegos artificiales.
Pendragon mira a Mina y le sonrie con ese encanto que parece natural en él y dice:
- No se preocupe Mina. Lo importante es que ahora vaya por su pequeño. Yo me encargaré de que el viejo señor Quatermain.
El te habla con mucha familiaridad, como si fueran amigos, cosa que no pasa desapersivida a la joven que se encuentra sentada a lado de la señora O'Hara, quien te miró con cara de pocos amigos.
Smith se para como si por fin ustedes hicieran lo que estaba esperando hace rato y les dice:
- Nada mas por ahora. Solo le pido que su amigo feo no camine a mi lado. Huele a rayos.
De hecho Chia le había dado poca importancia a ese sujeto gigantesco y feo que los acompañaba, pero al ponerle atencion se da cuenta de algo extraño. Su chi era casi inexistente, como si fuera un muerto caminando.
En tanto, Frankenstein simplemente dejo escapar un gruñido y miro a Smith con desden.
En aquel momento lo que menos me importaba era cómo me mirase una mejor celosa y menos, si esos celos no tenían ningún sentido, así que hice caso omiso totalmente, pero eso no quería decir que no supiera que ahora tendría que estar atenta, ya que siempre había considerado que había pocas cosas más peligrosas que una mujer a la que piensan que le están usurpando algo.
- Buena suerte. - Respondí con una sonrisa a Pendragon, ya que se había portado bastante bien conmigo.
Comenzamos a caminar, pero como habría sido capaz de predecir, Smith aún tenía alguna cosa que aprender, al menos, que no tenía ningún modal quedaba más que patente.
- Señor Smith.. - comencé a hablar aunque con un claro tono de desaprobación. - Le agradecería que intentara parecer una persona cortés y agradable, ya que nadie le ha faltado al respeto. Frankenstein es bien recibido entre nosotros y ya ha demostrado ser un buen amigo, así que si tiene alguna palabra ofensiva más hacia él o hacia cualquiera de nosotros por favor, no la comparta, no nos interesa lo más mínimo.
Mi volumen de voz había sido el habitual, no la había elevado para hablar, ya que no me parecía necesario gritar a nadie, aunque cuando miré a Smith mis ojos le miraron desafiantes, diciéndole claramente que no me caía bien.