una vez llegue al baño, me quito la ropa para bañarme y mientras me baño pregunto a karameneh, sobre las cosas que me inquietan, si sabe si lo del elixir que me volveria humana era cierto o solo una estratagema para hacerme venir y que fu-manchu regresara al poder, que sabia de mi hermano, a ver si lo habia visto cuando estubo en la organización, etc...
-Se sincera, si pienso que me engañas usare otros metodos mas agresivos para conseguir respuestas.
se me olvidaba, este viernes me voy de vacaciones una semana asi que estare ausente toda la semana que viene.
Cuando llegas a la habitación donde tenían a Quatermain, él se ve igual de mal que antes, pero por lo menos no estaba peor. Pendragon se encontraba en también ahí y miraba meditabundo a Allan. No obstante, cuando se da cuenta de tu presencia, dice:
- Fue un hombre excepcional... uno de los pocos ingleses que conozco que merezcan ese epíteto. Es muy triste verlo así.
Después, como si deseara apartar esos pensamientos, te dice:
- Mañana deberemos partir a París. El gobierno francés nos ha pedido que le ayudemos a hubicar a un nuevo miembro para esta liga, después de eso, seguiremos camino a África.
Me acerqué a aquella cama, asintiendo a las palabras de Pendragon, pues a pesar de todo lo que había pasado tiempo atrás compartía su opinión. No quedaban en mi sentimientos hacia Quatermain que no fueran agradecimientos y ahora lástima, pero todo tenía una cierta importancia en nuestras vida y debíamos prestar atención al pasado para poder entender lo que nos traía el presente y el futuro. Además que tampoco me gustaba ver así a un buen hombre y sentía.. cierto pinchazo aún al mirarle que me decía que posiblemente estuviera así por culpa mía.
- Es un hombre fuerte a pesar de tener ciertas debilidades, como todos, despertará. - No añadí nada más pues creía que no haría falta.
Tras sus otras palabras suspiré, puesto que volvía a estar obligada a separarme de mi pequeño y eso no me hacía tanta gracia, pero ahora, me sentía en deuda con Pendragon y me gustaba cumplir con las palabras que daba. Una mujer no es nada si no lo hace y no sigue unos principios.
- No he deshecho demasiado equipaje, así que en cinco minutos estará todo listo para partir de ser necesario. Sólo lamentaré tener que volver a dejar a Quincy..
Esta última frase fue más un pensamiento que dije en voz alta que algo que quisiera decir. Al final, había bajado la guardia ya hablando con aquel hombre y mis modales y mis formas, habían quedado un poco relegadas a un segundo plano, al menos, las de cortesía.
Péndragon se te queda mirando un momento y despues se acerca a ti, pone una mano en tu hombro y dice con una sonrisa cancina:
- Eso será mañana, Mina. Ahora vaya con su pequeño y mimelo mucho, que a pesar de mis años, yo todavía recuerdo lo reconfortante que es el amor de madre. Yo haré que le lleven algo a su habitación para que cenen ¿Hay algo más en que pueda ayudarla?.
Sonreí a su gesto y asentí por lo de ir con mi pequeño, aunque el que volviera a ofrecer si necesitaba algo, me hizo volver a estarle eternamente agradecida, así que volviendo a olvidar por unos instantes todos los modales que había aprendido a lo largo de mi vida le di un abrazo, pues no podía pagar de ninguna forma lo bien que se estaba portando conmigo.
- Muchas gracias por todo.. - me separé de él algo avergonzada por haberme dejado llevar así. - Creo que ya has hecho demasiadas cosas por mí.. Gracias.
Dicho esto, alisé mi falda, como si hubiera podido llegar a arrugarse y dirigí mis pasos a la puerta de la habitación, pues pensaba velar el sueño de mi pequeño y acurrucarme con él.. quería disfrutar de mi hijo el poco tiempo del que disponía.
Miina vuelve a su habitación y su pequeño sigue dormido, aunque al sentirla cerca se despierta y le sonríe. Después, muy mimoso, te dice:
- Te quiero mucho, mamita. Te he echado mucho de menos.
Aunque eso te hace muy feliz, también te rompe el corazón. No obstante, sabías que lo mejor era disfrutar tu tiempo con el niño a dejarte llevar por la pena.
Me tumbé en la cama junto a él y le abracé para sentir como las lágrimas volvían a amenzazar con aparecer, pero las contuve por él y enconces, casi acunándolo le susurré:
- Aunque tenga que viajar para trabajar, siempre me tendrás cerca cuando me necesites mi amor. No olvides nunca que nadie te va a querer tanto como te quiero yo..
Suspiré y lo tuve entre mis brazos, sólo por él la vida podía seguir hacia delante.
La chica china no parece en exceso asustado por tu amenaza. Pero toma aliento y te dice:
- El Si-Fan es una organización dependiente del gobierno chino para infiltrar occidente, fomentando el crimen entre las potencias que intentan conquistar el Sagrado Reino Medio. Cuando Fah-Lo-Sue tomo el control de Si-Fan, olvidó su razón de ser y lo uso para sus vendettas personales, recurriendo a la ayuda de tu hermano. Yo y mi amo, el Dr. Fu-Manchú, fuimos a China en vusca de ayuda de Su Celestial Majestad y entonces recurrieron a ti. Como eres famosa por ser una especie de justiciera, el Emperador decidió que no supieras el verdadero fin del Si-Fan, pero lo del elixir que puede otorgarte la mortalidad es cierto. Los alquimistas de la Corte han trabajado en él para despojar a tu hermano del poder demoniaco que posee, pero ahora ha escapado con unos explosivos en un barco que va camino a África. No sé qué pretende con eso, pero de seguro Péndragon y su liga lo saben.
Escuche atentamente a la mujer mientras me bañaba, las intrigas politicas no me interesaban mucho, pero habia visto algunos siguiendo los pasos de mi hermano, asi que lo de que Si-fan trabajara para el gobierno chino, no le sorpredia mucho, en cuanto a lo de su hermano era propio de el traicionar a los demas, no le gustaba trabajar para nadie, y si lo hacia solo era porque podia proporcionarle poder, y una vez conseguido su objetivo solia traicionar a su jefe. en cuanto a lo del elixir, el emperador contaba con los sabios mas grandes, y era normal el tener algo con lo que poder enfrentarse a ya fuera a mi hermano o a mi, asi que la crei.
Me aclare el cuerpo y sali del baño, me acerque a Karameneh y le pregunte- te gustaria dejar de ser una esclava? ser libre para tomar tus decisiones?
ya estoy de vuelta
La chica te mira con cara de desconfianza. Después te contesta:
- Yo nací para ser esclava. Ese es mi karma y solo será cambiado en mi siguiente reencarnación ¿Qué podrías hacer tu por cambiar mi naturaleza, mujer deminio? Esto no se cambia bebiendo los elixires de unos alquimistas.
-tienes razon es mas facil todavia que beber un elixir, pero lo dificil o facil que sea me concierne solo a mi, responde, querrias dejar de ser una exclava y tomar tus decisiones? te estoy preguntando lo que te gustaria hacer de igual a igual, puedes responder lo que quieras, incluso te dejare tiempo si quieres pensarlo- me acerque a mi ropa, era exactamente como la que llevaba antes, pero limpia, me vesti y añadi- es hora de que me reuna con nuestro anfitrion, acompañame o date un baño si quieres, y piensa en mis palabras.
sali del baño y fuí a buscar a Pendragon.
Cuando bajas Pendragon se encuentra en su estudio, un lugar lleno de libros y cosas raras; cabezas miniaturizadas, bichos raros en frascos y antiguedades. No obstante, el sujeto estudia unos planos de una ciudad. Al verte, Pendragon te dice:
- Espero que te encuentres comoda en mi casa. Si puedo ayudarte en algo solo tienes que pedirlo... aunque solo te pediré algo. En mi casa el vampirismo no es aceptable, ya sea el occidental o el refinado arte de robar chi de oriente. Te ví cuando intentaste matar a ese chino y sé lo que intestabas hacer, mujer demonio.
La mirada de ese sujeto era intensa y sus palabras no mostraban ninguna clase de miedo.
Escuche tranquilamente las palabras de Pendragon, mi rostro tan solo cambio cuando el dijo "mujer demonio", por mi gesto era evidente que no me agradaba mucho que me llamaran asi, aun asi al hablar mi tono era tranquilo- Gracias por dejar que me quede, el baño ha sido reparador, en cuanto a lo del vampirismo, puedes relajarte, tan solo recurro a el en situaciones muy delicadas, como la que has contado, habia gastado casi todo mi chi en el conjuro para proteger a Mina y su hijo, y la cosa no parecia que fuera a mejorar, pero bueno ya sabes el final, en fin, puedes estar tranquilo, - me acerque un poco mas a pendragon - a no ser que vuelvas a llamarme mujer demonio, entonces puede que tendrias que empezar a preocuparte, te pido que por favor me llames Chia, pues es mi nombre. - mi tono se torno firme y mire fijamente a Jack cuando le pedi como llamarme , luego con tono otra vez normal añadi- y en cuanto a tu ayuda,aunque se que es abusar, me gustaria que me ayudaras a llegar a africa para seguir a mi hermano, no se lo que esta tramando, pero tengo que detenerlo.
Jack pone una sonrisa divertida ante tu velada amenaza. Sin embargo, cuando le hablas de África, el te dice:
- Parece que es tu día de suerte, Chia. Mañana yo y mis compañeros saldremos a París, estaremos a lo mucho un par de días en esa ciudad y seguiremos nuestro viaje a África. Quizá nuestros intereses se complementen, Chia y tengo la sospecha que nos llevarán al mismo lugar ¿Te unirías a nuestra liga de gente extraordinaria?.
- Quiza dije tras pensarlo un rato, me vendria bien ayuda para capturar a mi hermano, y yo podria seros util en buestros asuntos, sabes si mi ermano tiene algo que ver, que va a pasar en africa para que os dirijais alli? tambien me gustaria saber algo mas del grupo si es posible,aunque ya he arriesgado mi vida por algunos de vosotros, apenas os conozco.
Jack aciente y te dice:
- Bueno, el grupo está formado por la señorita Murray, quien hace un par de años tuvo ciertos problemas con un poderoso vampiro occidental. ella formo parte de la anterior liga y lograron detener la invasión marciana del año pasado. De Rusia viene el coronel Mikhail Strogoff, un héroe nacional que solo evitó una invasión tartara a su país. El tipo feo con cara de muerto lo llamamos Frankenstein, porque fue contrido a partir de cadaveres por el doctor Suizo Viktor Frankenstein. En las afueras de Londres se encuentra una nave aerea al mando de un ingeniero americano llamado John Robur, hace unos años intento conquistar Estados Unidos... todo un personaje. Bueno, yo soy Jack Pendragon, anarquista, enemigo del Imperio Británico y... un hombre complejo.
- Parece que no voy a desentonar en el grupo- sonrei y añadi- por cierto, cuantos años tienes en verdad? puedo ver tu desbordante chi, y antes comentaste que te agradaba conocer a alguien mas viejo que tu. no es que me importe demasiado, simple curiosidad, y si quieres saber algo mas de mi solo pregunta.
- Nací hace 1409 en una pequeña ciudad en las costas de Cornualles llamada Tintagel... Y no te preocupes, sé algunas cosdas acerca de ti, Chia. He viajado y escuchado algunas historias. Ahora, si me lo permites, me retiro a descanzar. Mañana partiremos a París muy temprano.
Ambos se dirigen cada uno a sus habitaciones, y cuando tu llegas a la tuya, Karameneh te espera sentada en la cama. Al verte, se pone de pie y dice:
- ¿Qué quieres a cambio de mi libertad, Chia?
sonrei a la pregunta de Karameneh- ves? si hubieras nacido para ser esclava toda tu vida no estarias haciendome esta pregunta- me quite la ropa y la deje en una esquina de la habitacion y me acerque a la cama mientras contestaba a Karameneh- Nada, no he pensado nada, supongo que cuando seas libre podras agradecermelo como te apetezca, ahora necesito descansar, mañana partimos a paris temprano, puedes venir si quieres- luego me meti en la cama- vaya, estas camas son comodas- luego miro a Karameneh- ademas necesito recobrar energia para hablar con el emperador desde aqui.
apague el farolillo que habia junto a la cama dejando todo a oscuras- si Jack no te ha proporcionado habitacion, puedes dormir conmigo, tranquila que no muerdo.
quiero que en todo momento le quede claro que puede elegir, que no le voy a dar ordenes. si va a ser libre tiene que empezar a pensar y decidir por ella misma.
La chica solo se desnuda en silencio y se acuasta a tu lado. Al parecer tu ofreciemiento le parece interesar a la chica, aunque no confía mucho en ti, pues deja suficiente espacio entre las dos como par salir corriendo de ser necesario.