Sientes el bamboleo de una nave en pleno mar. Te das cuanta de que estás en tu camarote en tu noa, pero no la usas ahora, sino que la primera que armaste, cuando los ingleses te quitaron el reino de tu padre y no te quedó otra opsión que dedicarte a la pirateria. Cuando sales a cubierta es de día y el mar brilla como si fuera de plata. No hay nadie más en la cubierta, ningún marinero ni otra persona, pero en la proa ves a alguien que no esperabas. Mirando hacia el horizonte y vestida completamente de blanco está Marianna como la primera vez que la viste en la casa de su padre.
Sandokán abrió desmesuradamente sus ojos. en su fuero interno sabía que aquello no podía ser real, no podía estar pasando. Pero no le importaba. Si podía volver a estar con ella una vez más, ni siquiera importaba no volver a despertar jamás.
El malayo, bebía con fruición cada segundo que pasaba observándo a su amada, temiendo que al dar un paso adelante, desapareciera. Perderla de nuevo... seguramente lo mataría.
Marianna... se atrevió a susurrar con voz queda, temblorosa ¿eres... eres tú de verdad?
Ella te mira y su hermosa sonrisa le ilumina la cara. Entonces te mira con detención, pasa su mano por tu cara y por tu cabello. Entonces, algo divertida, te dice:
- ¡Canas y arrugas! La verdad es que te ves bien, pero no me lo esperaba.
Pero ella, después de quince años se veía tan hermosa como la recuerdas.
Sandokán tomó delicadamente las manos de la muchacha entre las suyas propias, apreciando la tersura de su piel, su palidez propia de la juventud, en brusco contraste con sus manos, ajadas, encallecidas por el uso de la espada, y oscurecidas por la constante acción del sol.
¿Cómo es posible? ¿estoy soñando, amada mía?
Ella vuelve a sonreirte y te dice:
- Es a través de los sueños por donde los que hemos partidos podemos visitar a los que amamos. La Muerte es más comprensiva de lo que todos creen. De hecho me dijo que hace poco te vio.
Sandokán fue incapaz de reprimir un escalofrío. Sin duda se refería a aquella extraña joven que vieran el día anterior. Pero ¿todo aquello estaba ocurriendo de verdad, o acaso su mente jugaba con sus miedos y emociones mientras dormía?
En realidad se dijo el pirata malayo no importa. estás aquí, conmigo, puedo volver a verte, a tocarte dijo mientras pasaba una vez más sus manos por su cara. Sandokán estrechó a Mariana entres sus brazos, y la besó con pasión, enardecido tras tantos años guardándole luto.
Marianna responde a tus besos con la misma pasión, pero cuando te alejas un poco de ellate detiene con su mano y te dice:
- No voy a mentirte y decir que la idea no me agrada, pero este no es uno de aquellos sueños. Debemos hablar, pues estás en grave peligro y cada vez te acercas a enfrentarte a algo mayor de lo que esperas.
Ella se veía preocupada, lo cual te alerta.
Aunque Sandokán deseaba seguir acariciando la tersa piel de su amada, en su fuero interno sabía que tenía razón, y que algo extraño ocurría. Te escucho, mi amor. ¿Qué es lo que sospechas?
Marinna se ve preocupada y por un momento evita tu mirada. Luego se pone a hablar:
- ustedes van a tratar de salvara al mundo, pero el hermano de esa mujer china que va con ustedes ha invocado algo más oscuro para que ayude a los alemanes. No sé exactamente qué es, pero es muy poderoso y temo por ti, mi amor.
¿Ha invocado? preguntó Sandokán confundido ¿Quieres decir que en lo que él mismo se había transformado no era lo peor que podía ocurrirnos?
El pirata malayo meneaba la cabeza distraido mientras paseaba de un lado a otro con nerviosismo.
¿Puedes decirme algo más? ¿Cómo podremos detener a esa cosa? ¿Cómo es? ¿Tiene algún punto débil? Hemos dado nuestra palabra de que cumpliriamos esta tarea, y tras haber muerto varios de los nuestros, no podemos echarnos atrás...
Marianna queda un poco aturdida frente al cúmulo de preguntas que le haces y, algo mortificada, te dice:
- No sé que es. Lo que hay ahí está más allá de mi entendimiento e incluso la dama Muerte parece preocupada, aunque no me a dicho nada. Solo sé que algo tiene que ver con tu compañera china.
Lamento mi reacción, mi amor confesó azorado el pirata, tomando de nuevo a ala mujer entre sus manos No debí asediarte así. Es sólo que... todas esas personas tienen poderes, o grandes cualidades. Yo sólo soy un pirata. Tal vez este no sea mi sitio...
Ella te sonrie y te acaricia el rostro cuando la abrazas, diciendote:
- Eres el hombre más valiente que conozco y con el corazón más grande. No importa cuán poderosos sean tus enemigos, tú siempre podrás salir adelante. Además no estás solo, tienes aliados poderosos.
Al final, ella vuelve a besarte y luego te susurra:
- Ahora despierta, mi amor. Pronto deberas seguir tu viaje. Yo te voy a esperar acá hasta que podamos zarpar juntos.
Y en ese momento abres los ojos y estás nuevamente en la tienda en medio de la selva africana, sintiendo los ronquidos de Yañez que duerme a tu lado.
Sandokán se limpió el sudor de la cara. Se encontraba aún en la selva, todo había sido un sueño. ¿o no? Las advertencias de la mujer que amaba aún después de muchos años muerta lo llenaban de temro. ¿qué mal había desatado aquel infeliz oriental? ¿Y cómo estaba todo ello relacionado con Chia?
Debo averiguarlo cuanto antes. se dijo el malayo que se incorporó y se ajustó su fajín tras vestirse a toda prisa, colocando el alfanje atravesado en él.
Sanokán se acercó entonces con cautela, intentando no despertar a los demás, en busca de la mujer oriental...
Te diriges a la tienda que ocupan Chia y Karameneh. Ahi las encuentras dormiendo juntas, lo cual te trae a la mente un par de comentarios malisiosos que hizo Yañez acerca de la relación entre las dos mujeres. No obstante, en ese momento eso no era lo importante.
Chia se encontraba despierta, con los ojos muy abiertos y llenos de lágrimas, cubierta de sudor y jadeando. Por lo visto su noche tampoco había sido sosegada.
Chia está esperando lo que le tienes que decir.
Ejem carraspeó Sandokán, procurando mirar hacia otro lado mientras la orgullosa mujer asiática se recomponía. Conocía bien, o al menos, creía haber llegado a conocer bien su modo de pensar, y no le gustaría que la vieran así. No obstante aquello no podía esparar.
Chia, necesito hablar contigo. Es importante. Es sobre tu hermano...
Perdona por el retraso, este finde hemos celebrado la despedida de soltero de Sammael, y la organizaba yo, así que no he parado en una semana, ha sido una locura. Echa un ojo a las fotos que he colgado si quieres :)
Espero que la despedida haya incluido desnudistas, como toda despedida de soltero decente ;P
Seguimos la escena en El Sueño de Chia.
No, pero te aseguro que el novio las pasos putas,primero, y de puta madre, despues XD