Después de decir esto, Artemius le extiende una carta al prisionero. Éste la lee rápidamente, dibujándosele una sonrisa en la cara. Luego dice:
-El viejo Ab, siempre ha sido un idealista que piensa bien de todos. Sin embargo, aún no sé que gano yo si acepto.
-El perdon por parte de la corona de todos sus crímenes, con su concecuente excarcelación.
-¡Perdón por mis crímenes! Mi único crimen, querido doctor es ser quien soy. Eso me ha condenado a esta maldita torre.
La vehemente defensa del prisionero hizo que Watson diera un paso atrás. No obstante, Holmes contraatacó:
-Se le acusa de anarquista y complotador, de apoyar la insurrección de los irlandeses, de mantener contactos con miembros de lo que fue la comuna de París y de mantener relaciones con ese alemán... ¡Marx!.
-Esas son solo estupideces, Holmes. Aunque no hiciera nada de todas maneras sería un peligro para la corona; mi sola existencia es un peligro.
En ese momento, cuando las cosas parecian salirse de control, Artemius Gordon intervino apelando a los sentimientos del prisionero:
-Capitán Pendragon, lo que enrealidad deseamos saber es si nos ayudará a salvar el mundo.