Partida Rol por web

A pesar que aún era una ciudad extraña para vosotros y estabais lejos de casa, Puerto Nyanzaru era un resort cinco estrellar comparado con lo que la jungla ofrecía. Pero tuvisteis que partir pronto, pues la Maldición parecía estar causando estragos y ya fuera por Syndra, ya fuera por Orben o por el pueblo Grung, teníais que partir de nuevo hacia vuestro nuevo destino: Omu, La Ciudad Prohibida. Jarmhorn y Eldon estaban terminando de atar algunos cabos pero no descartaron tratar de seguir vuestros pasos en algún momento.

Habíais oído algunas historias y leyendas: sobre como era una de las grandes y prosperas ciudades de todo Chult junto a Mezro, como Ubtao abandonó a sus fieles, la ruina de la propia ciudad, Ras Nsi. Quizá ahí podíais encontrar las respuestas a la Maldición, sobretodo porque S'lida había hecho todo lo posible para que no llegaseis al lugar.

Pero Eku, vuestra nueva guía, os habló de lo malvada que era Nany Pu'pu, de como esa bruja había exterminado el pueblo entero y debía ser destruida. Como parte de vuestro acuerdo con la guía, le ibais a ayudar a aniquilar todo el mal de la jungla.

Así que con los ojos puestos a Mbala iniciasteis de nuevo vuestra expedición por el río Soshenstar en canoa. Apenas dormíais esos días pues tratabais de ganar lo máximo al reloj de arena. Finalmente, exhaustos llegasteis a Mbala al noveno día de vuestra partida. Pues el camino tampoco había sido fácil: brujas marinas, dinosaurios voladores, manadas de velocirraptors y los malditos mosquitos. Por suerte Eku había demostrado ser una gran guía de momento.

Nanny Pu'pu no era una vieja indefensa claramente y viendo su poder cobraba sentido la historia de Eku donde os explicó que aquella bruja había acabado hacia muchos años con todo el pueblo de Mbala, aunque desconocéis los detalles, seguro que de una manera escabrosa.

Antes de morir habló del Almero, de sus hermanas y sobre unos supuestos Dioses Embaucadores en Omu (tras escuchar a Loaq hablar de Nangnang).

Ahora, con el tiempo en vuestra contra, había que ponerse de camino a Omu. Eku avisó que iba a ser unas jornadas duras pues había que incrementar el ritmo que ya de por si era duro, pero en un lugar como las asfixiantes Junglas de Chult podía ser un esfuerzo titánico.

También destacar que nos hicimos con:

-Un saco con seis gemas de ónice (50 gp cada una) y diez lingotes de adamantina (10 gp cada uno) estampados con runas enanas
-Dos pociones echas con los ojos de la bruja (hechas por vuestro goblin de confianza)

Según Eku, quien se beba/coma el brebaje obtendrá por unos instantes el poder de oráculo de la bruja, pudiendo ver una escena del pasado o del futuro, aunque es posible que no se sepa con exactitud que se está mostrando.

Sin duda todas las pistas habían apuntado a Omu y al llegar -tras una larga y cansada travesía por la Jungla- os disteis cuenta que estabais delante de un sitio maravilloso, misterioso y peligroso a partes iguales. Esa ciudad en ruinas se había mantenido oculta para la mayoría de gente que la buscaba durante muchísimos años.

Pero no estabais solos. La sensación de peligro era permanente en el lugar.

En la entrada encontrasteis un sitio donde alguien (o varios) habían dejado escritos algunos mensajes inconexos. Mas adelante explorasteis un recinto amurallado en el que había habido una batalla entre los Magos Rojos y sus secuaces contra los yuan-ti. Había acabado mal para todos, sobretodo para los visitantes.

Enterrado entre unos escombros encontrasteis a Orvex Ocrammas, un escriba de Puerto Nyanzaru que había sido contratado por los thayanos. Tras ayudarlo y hacer una alianza, os contó lo que sabía de la historia de Omu y de los Nueve Dioses Embaucadores.