Partida Rol por web

Las sombras de la rebelión: Castilla, 1520 [INCONCLUSA]

Burgos

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21/10/2008, 22:05
Director

El carruaje os conduce a trompicones a la plaza de la Judería. Uriah, que empieza a percibir en la oscuridad de la noche la próxima cercanía del amanecer, azota fuerte las monturas para imprimir velocidad al vehículo. Cuando llegáis, el mesero sólo puede articular débilmente que Yehudá instala su tienda junto a la puerta este de la plaza, lugar que ahora mismo -es noche cerrada- está desierto. Como buen vendedor de cera, el judío abastece a las parroquias y conventos vecinos del preciado material para velas, pero al ofrecer más barata su mercancía, no puede permitirse una tienda permanente y parece que se dedica más o menos a una venta semi-ambulante, estableciendo un tenderete en la plaza durante el día. Siempre y cuando, claro, el mesero esté diciendo la verdad, pero lo cierto es que parece demasiado asustado para mentir...

Parece claro que no encontrarás a Yehudá de noche. Tiene que haber más formas de garantizar su captura por el día.

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21/10/2008, 22:11
Director

Los segundos de la noche pasan más rápidos, como si desde que desapareciera el hálito helado que invadió la posada minutos antes el tiempo hubiera recuperado su curso normal.

En ese momento, cuando ya los sonidos del carruaje alejándose repican remotos contra las piedras del camino, parece que se da la ocasión propicia para abandonar tu escondite.

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22/10/2008, 03:03
Françoise de Paris
Sólo para el director

Françoise estaba decidido a no perder ni un segundo.En cuanto escuchó el sonido de la portezuela del carruaje cerrandose,el cainita francés se escabulló por el ventanuco opuesto para,acto seguido intentar seguir,sin ser descubierto,el vehículo misterioso.

Corriendo como sólo una criatura inmortal podrá hacerlo,el Ventrue siguió en silencio la calesa por calles y callejuelas,cobijandose en las sombras de la noche cuando el cochero parecia estar a punto de girarse...

Notas de juego

Siempre y cuando no tenga que tirar,entonces seguro que la tramo... XD

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26/10/2008, 00:32
Tania Valach

La paciencia de la cainita se estaba comenzando a agotar y ya perdía todo lo mejor que de sí podía llegar a dar. Apretó sus dientes con fuerza hasta sentirlos rechinar dentro de su boca.

-Tú! -Dijo de repente al mesero. -No te dejaré en libertad hasta que no dé con ese tal Yehuda. Y cada noche que perdamos, cada amanecer en que tengas la dicha de despertar, lo harás en las mazmorras de mi castillo, entre tus heces y desperdicios. Y cuando abras tus ojos, encontrarás que ya no posees alguna parte de tu cuerpo, porque cada noche que ese maldito Yehuda no aparezca, yo misma te arrancaré alguna parte! ¡Lo juro por la sangre que corre por mis venas!Así que trata de ser más claro cuando recuerdes algo sobre ese hombre y ruega al santo que más aprecies para que pronto aparezca porque esta noche ya te despides de algún trozo de tu carne!

El frío que desprendía el cuerpo de Tania era pasmoso, y con cada palabra de amenaza, el brillo fulfurante de sus ojos se intensificaba. A la orden de la mujer, el carruaje se dirigió hacia la fortaleza, donde el mesero fue encerrado en una de las celdillas, en el mismo lugar donde Lorenzo de Osma sufriera su suplicio. Tania dio órdenes explícitas a Uriah para que durante el día siguiente diera con el puesto ambulante de Yehuda y le vigilara discretamente para luego seguirle hasta su morada. Con esa información, ya por la noche la cainita iría a visitarle.

A la mañana siguiente, el pobre mesero despertaría con un sabor dulzón en la boca y uno de los dedos de su mano seccionado dentro de ella, para su espanto.

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08/11/2008, 01:30
Director

La llegada a la fortaleza fue rápida, sólo amenizada por los sollozos del pobre mesero. Una vez en el monasterio, Uriah se encargó de disponer de la celda necesaria para su confinamiento y después fue a aderezar los caballos y guardar el carruaje. La noche moría, azotando en los gruesos muros del edificio con los látigos del viento gélido del último día de Enero.

Al cabo de un tiempo, Uriah volvió a hacer su aparición en la sala principal del monasterio.

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08/11/2008, 01:32
Uriah

-Mmmm-mí sss-s-seññññora. Ddd-dos hombres pppp-preguntan por vos. Ll-levan armmmmas en el cinto, y ppp-parecen bbb-astante peligrosos, ppp-ero dicen que les envía el obisppppo. ¿Qué ddd-debo dddd-decirles...?

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08/11/2008, 01:34
Director

El vehículo se adentró por las calles de Burgos a una velocidad bastante rápida, que te obligó a aumentar el paso. La primera parada del carruaje fue en la plaza de la Judería, en el mismo barrio en el que se encontraba el mesón. El coche estuvo detenido en ese lugar durante bastante tiempo, sin que nadie bajara de él, y con la única interrupción, de vez en cuando, de lo que parecían gritos de dolor o miedo desde dentro. Sin embargo, no podrías asegurar que no los hubiera producido el viento...

Al cabo de un buen rato, el carruaje volvió a ponerse en marcha...

Notas de juego

Destreza más sigilo, cuando puedas... :P (hemos vuelto!!)

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08/11/2008, 08:01
Françoise de Paris

Notas de juego

bah...hemos vuelto...a mis tiradas de siempre,jejje!!!bienvenidou de regresou!!!

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08/11/2008, 13:43
Director

Un par de piedras en el camino resuenan más de lo debido bajo tus rápidas zancadas -es necesaria tal velocidad para no perder al carruaje-, pero parece que dentro del vehículo están demasiado ocupados como para atender a los sonidos del exterior. Ves que, tras haber vuelto a emprender la marcha desde la plaza de la Judería, donde estuvo estacionado, ahora se dirige a las afueras de la ciudad...

Notas de juego

¿Seguimos siguiéndolo?

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08/11/2008, 15:56
Françoise de Paris

Notas de juego

¿me daría tiempo a regresar antes de que amanezca?

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08/11/2008, 16:09
Tania Valach

La mujer se hallaba en ese momento en la habitación que oficiaba de escritorio y biblioteca, donde atesoraba gran parte de los recuerdos de su hermano: sus mapas, escritos, algunas de sus más preciadas armas y de las cuales no se permitiría arrumbarlas junto a las demás en la sala de armas de la Fortaleza. No podía quitar de su mente la imágen de su hermano y tenía la mala sensación de estar fallando en su cometido de dar con él y con el engendro de Segobre para arrancarle una a una sus extremidades mientras se las volvía a colocar para arrancárselas nuevamente. Era ya parte de su obsesión y le quemaba como un hierro candente entre las manos.

Uriah la había encontrado en aquella sala sumida en sus pensamientos -pareciendo hasta más buena-, callada y con la pechera del armadura de Ivens abrazada a su regazo. Aunque no fuera de creer, Tania también sufría, y ese sufrimiento era el que la mantenía intacta y reavivava el fuego en su maldito corazón.

La noticia que el ghoul traía era ahora motivo de un nuevo episodio de ira -tan frecuente- en la demonio, quien se había girado con el rostro desencajado por la interrupción de su meditación y encima con el recado de dos sujetos de dudosa procedencia que la buscaban.

-¿Y eres TAN IMBÉcil que no has sido capaz de preguntarles sus nombres? -Inquirió lanzando de sus ojos  dardos envenenados de odio al lacayo. -¿Dónde se supone que están esos individuos? ¡No me dirás que los has dejado entrar a la Fortaleza sin MI permiso! -La pechera fue a dar de lleno contra la mesa de roble que coronaba la sala, y ahora Tania bufando se acercaba a Uriah. -Volverás allí donde les has dejado -le indicó apoyando su dedo índice sobre la punta de la nariz del pobre lacayo -y espero que no se encuentren dentro de mi casa pues afrontarás las consecuencias, y les preguntarás sus gracias y cuál es el motivo por el que han venido, más allá de quien los envíe. ¿Has entendido? -Hizo un poco más de presión con su dedo sobre la nariz de Uriah, llegando a aplastarla contra sus labios y empujarlo para que perdiera el equilibrio y si no hubiera sido porque estuviera tenso y bien parado, habría trastabillado. -Vete!

Cuando Uriah salió de la sala, la mujer lesiguió a cierta distancia sin que éste lo notara. Conocía de la incompetencia de Uriah para muchas cosas, por lo que decidió seguirle y espiar desde uno de los recovecos del caserón a aquellos misteriosos sujetos.

 

Notas de juego

Se supone que Tania sigue a Uriah y se sitúa cercana al lugar donde los caballeros armados esperan. Ya sea si están dentro o fuera de la Fortaleza.

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09/11/2008, 18:06
Director

El carruaje reemprendió su marcha tras cesar los sollozos desde su interior. Ahora que giraba para salir de la plaza de la Judería pudiste ver al hombre que azotaba los caballos desde la parte delantera. Un individuo vestido como un criado, no demasiado impecable y con cara de no demasiado inteligente. Gracias a sus botas lo reconociste como el que había esperado haciendo guardia junto a la puerta de la taberna. El criado espoleó a los caballos y el vehículo se perdió por el camino polvoriento que conducía al exterior de la ciudad...

Notas de juego

Usaremos tu sentido común, que para eso es una virtud de tu personaje. En principio sigues al carruaje, pero si vieras que te alejas demasiado de la ciudad, -lo suficiente para que no te diera tiempo a regresar antes de amanecer-, automáticamente darías la vuelta.

Así que asumo que en principio, sí que lo sigues... Tira Destreza + Sigilo

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10/11/2008, 02:24
Director

El camino es corto, pues los "invitados" en la entrada, justo en el lugar en el que minutos antes se detuvo el carruaje. Desde el interior del pasillo central del monasterio, que conduce al claustro y más allá, a tus aposentos, puedes perfectamente divisarles, y aún oir sus voces amplificadas por los techos abovedados. Uriah abre las pesadas puertas con una pericia desacostumbrada en él, y, siguiendo tus instrucciones, se dirige a los recién llegados.

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10/11/2008, 02:26
Uriah

-Mm-mi s-s-seññora os ruega que o-s-s idddentifiquéis y m-m-me digáis las razzzzones de v-vuestra v-visita.

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10/11/2008, 02:32
Rashed al Gartari

Uno de los dos hombres, cubierto por gruesos ropajes, responde con voz suave. En ella crees apreciar ciertas inflexiones del árabe:

-Decidle a vuestra señora que nuestros nombres son nuestra mejor carta de presentación. Somos Rashed al Gartari y Rowen de Learwood; el obispo Montalbán nos ha indicado dónde podíamos encontrarla; nuestro propósito no es otro que el de ayudarla en su cometido, y nuestras órdenes son demasiado importantes como para discutirlas con un ínfimo subordinado como vos. Simplemente decidle que Madrid teme por ciertos movimientos de nuestros mortales enemigos y que podrían tener que ver con la desaparición de su hermano.

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10/11/2008, 02:37
Rowen de Learwood

Otra voz, mucho más poderosa y ronca, se superpone a la del árabe en su última frase.

-Y esta vez más os vale ser rápido en regresar, u os arrancaré el brazo para que sepáis que no es decoroso tener a dos invitados esperando a la intemperie.

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10/11/2008, 23:31
Tania Valach

Antes de salir a escena, la mujer se cercioró de llevar entre sus ropas la daga que perteneciera a su querido hermano y de la cual no se desprendiera casi nunca. No sería un arma excelente para defensa, pero esa daga tenía la asombrosa facultad de infundir en la demonio un coraje especial y la valentía propia de quien busca venganza ciega. La encontró ceñida a su cintura, dentro de un pequeño estuche de cuero de fácil acceso y entonces fue que se decidió a bajar las angostas escaleras de piedra que llevaban al descanso del primer piso, desde donde Tania observaba a corta distancia del hall de entrada. Con un intenso taconeo que delataba su presencia, como así también su determinación y firmeza, la desgarbada mujer se dirigió a los recién llegados.

-Si alguien debe arrancar el brazo de mi criado, ese no seréis vos, señor. -Aclaró con seriedad y voz de mando, tomando la distancia del caso de los recién llegados. -Esa es tarea que me concierne, puesto que soy su dueña. Por favor, consideráos libres de entrar en mi hogar bajo vuestro propio deseo y desición. -Y extendió su brazo para darles una especie de pase al interior de la fortaleza.

Era bien sabida la territorialidad que marcaba a los Tzimisce, como así también la regla que afirmaba que el que deseara entrar en el hogar de un demonio, debía hacerlo bajo su propia voluntad, y entonces estaría a merced de su anfitrión. Era un juego siniestro que Tania jugaba siempre con quienes llegaban a su hogar en busca de refugio o simplemente para permanecer unos minutos -tal como parecía ser el caso de estos caballeros.

-Explicadme mejor, señor al Gartari. Soy toda oídos... -Todo lo que implicara de alguna manera a Ivens le incumbía en absoluto, aunque tampoco se dejaba llevar así tan fácil por su obseción. Tania sabía muy bien sobre traiciones y engaños entre los cainitas y vástagos, por lo que nunca bajaba la guardia.

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11/11/2008, 00:37
Rashed al Gartari

El hombre, arrastrando sus gruesos ropajes, apartó con un suave pero enérgico movimiento a Uriah de su camino y penetró en la fortaleza con paso seguro. Sus movimientos eran livianos y rítmicos; sin duda pertenecía al linaje de los asesinos, lo cuál lo hacía un aliado interesante. Su compañero, en cambio, no parecía más que un depósito móvil de furia incontrolada.

-Seré breve e iré al grano. Al parecer, el arzobispo Monçada cree que, aprovechando la inestabilidad política del reino, la camarilla está preparando un asalto a gran escala a Castilla. Asalto del cuál los recientes... movimientos en Burgos serían sólo una avanzadilla. Como bien sabéis, el nuevo rey, Carlos de Habsburgo, es extranjero. Hasta hace unos pocos meses no había pisado Castilla: su crianza tuvo lugar en Flandes, controlado de cerca por los Ventrue y otra chusma afín. Este es el empuje que pretende emplear la Camarilla para desplazar a la Espada de estas tierras... El poder político queda, como véis y por vez primera, alejado de la red de contactos del Sabbat; esto puede ser un desastre para estas tierras y para vuestra organización.

 

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11/11/2008, 00:48
Rowen de Learwood

El descomunal gangrel toma la palabra.

-Eres demasiado alambicado, Rashed. Lo que mi amigo quiere decir es que a menos que hagamos algo para destrozar a ese Rey, vosotros y vuestros amigos cuellilargos estais liquidados, vendidos. Nadie dará ni medio maravedí por vuestras almas si toda la Camarilla cae sobre esta tierra, y si encima tienen a las tropas del Rey de su parte. Creedme, la gran caza que precedió a la Revuelta Anarquista no será nada con la que se puede organizar aquí si Carlitos llega al poder y abre las puertas del reino a sus amigos. No habrá madera en todos los bosques del reino para alimentar las hogueras: en la Espada creéis que tenéis bien controlada a la Inquisición, pero os sorprendería saber la cantidad de mortales que os darían al fuego si tuvieran la menor ocasión...

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11/11/2008, 00:57
Rashed al Gartari

El hombre bajo la capucha recupera la palabra silenciosamente, como una serpiente.

-Y tú eres demasiado impetuoso, Rowen. Como bien dice mi amigo, la única solución de momento es fomentar la rebelión al Rey. Es fácil: muchos castellanos ya están descontentos con un monarca extranjero, que además ha sido coronado emperador de Alemania y que se ha rodeado de asesores forasteros y ha reclutado grandes impuestos. La Espada está tratando de fomentar la rebelión: Segovia ya se ha alzado en armas contra el Rey y pronto le seguirán otras ciudades. Las tropas realistas se acantonan en Valladolid, que es, como sabéis, el feudo del príncipe Lope de Salazar, aliado de la Camarilla. Monçada desea que Burgos se una a la revuelta tan pronto como sea posible y ha encomendado esa misión al obispo Montalbán. Sin embargo, no debe ser un hombre conocido por fiarse demasiado de los que le rodean, pues también nos ha instruído para que os demos órdenes paralelas a vos. Al parecer quiere que os responsabilicéis personalmente de organizar el levantamiento popular y que os mantengais en segundo plano por si Montalbán tiene ideas extrañas. Se nos ha pagado sustanciosamente para que os sirvamos, aunque Montalbán cree que hemos venido aquí para servirle a él...