Partida Rol por web

Pues bueno, un coche que seguramente no funcionaría.
En seguida desvió de nuevo su atención hacia el frente del camino y siguió caminando todo lo deprisa que pudiera entre la niebla, siempre en línea recta.

Con unos cortes sencillos, sacas un cuadrante y una tira de un mantel de plástico, con un estampado de frutas y el reverso blanco, quitas el polvo acumulado y haces un petate. Metes tu ración de comida y la de bebida, y el bote de plástico sin tapa. Algo se queda pegado a tus dedos, un pelo rojo y largo.

Cuando sales al otro lado, pasando entre dos tiras de plástico duro, frente a ti hay una reja, incompleta en muchas de sus partes, más allá está la niebla. A tu izquierda ves la fachada trasera de la Casa de los Espejos y un poco más allá parte de la estructura de la montaña rusa.  A la derecha hay un pequeño edificio, unos baños por lo que parece. 

Con tu tubería al hombro, compruebas que no hay luz, más allá de la que entra por los ventanucos de las paredes. Apoyado bajo uno de ellos, observas las esquirlas, parecen de acero, como las que saltarían de una hoja de espada mellada al interceptar un golpe.  

Sin hacer ruido, te escurres entre las barras de la estructura de la montaña rusa. Vista desde abajo, parece inestable y peligrosa. A tu derecha entre barrotes, escuchas el tumulto de la cornucopia. 

Continuas hacia el sur, hay más coches en un estado similar, ninguno lo suficientemente entero para funcionar. Ves cuerpos de hombres entrados en años, y algunas mujeres que sostienen sus niños en brazos con cara de terror. Parecen cubiertos de una capa de polvo. La humedad del ambiente ha hecho que la grasa de su cuerpo salga a la superficie, haciendo que los cuerpos queden conservados en una capa de cera viscosa.

-Vaya, ni si quiera hay luz en la zona...no podre electrocutar a nadie...una lastima...al menos tengo mi tuberia, lo mismo puedo provocar tal ataque de risa a un profesional que pueda escapar...

James fue a salir del edificio, nada mas se podia hacer alli y tenia que encontrar algo de comida, aquel lugar estaria bien para beber agua, al menos parecia ser buena, cogiendo con la mano James se la llevo a la boca para probarla y ver si era buena*

Te acercas el agua a la boca, pero en cuanto tus labios la tocan notas un intenso sabor metálico. Escupes rápidamente y te secas la boca. El espejo del lavabo en el que te encuentras se ha empañado de golpe, mientras estabas agachado y notas un escalofrío en la espalda, como si estuvieses siendo observado. Miras hacia atrás un instante, y cuando vuelves a mirar al frente, escrito en el espejo se encuentra. "Do not drink, go north Nº V". Después el espejo se resquebraja desde el centro y cae en pedazos en el lavamanos.

Elle tras un pequeño instante decide que lo mejor es desaparecer entre la niebla y esperar un mejor momento para aprovechar sus habilidades. Por lo que con paso firme se dirige hacia el hueco de la verja más cercano y lo atraviesa en dirección hacia la niebla.

La pobre niña, sintiéndose por momentos fuera del alcance de la matanza aprieta el paso hacia el exterior. 

-V...creo recordar que es un numero en romano, pero no estoy seguro de cual es

James empezo a salir del edificio y oteo el horizonte, no queria encontrarse con ningun profesional, si habian empezado a seguir a alguien y se lo encontraban de golpe seria dificil sobrevivir con ellos. Por lo que por el momento James se fue a revisar el otro edificio de baños que habia contiguo, por si hubiera algo diferente y tambien por si alguno con los que habia echo el trato aparecian por alli. No queria abandonar la zona tan pronto

-Significa 5...ahora me ha venido a la mente! Ve al norte, numero 5...que demonios significara el 5?

Esto no era lo mas peligroso, lo mas peligroso era confiar o no confiar en esos mensajes. Podria ser amistoso pero tambien podrian estar metiendole en la boca del lobo.

-Por ahora lo primero es lo primero...a ver que me encuentro en el otro edificio de al lado, aqui ya no puedo conseguir nada mas

Te adentras en la niebla que rápidamente te envuelve, es difícil ver más allá de la longitud de tu propio brazo. Bajo tus botas, un suelo fangoso hace sonido de succión cuando levantas los pies del suelo. Hay juncos por doquier y la tierra parece encharcada. No tardas en perder de vista la referencia de la valla. 

No hay nada en los alrededores, cuando sales, parece que nadie se ha acercado a la zona tampoco.  Te adentras en el otro baño, a diferencia del anterior no hay pared que parta el espacio por la mitad, pero hay dos hileras de lavabos y otras dos de asientos, algunos en mejor estado que otro. 
El frío remite.
 

Observo el pelo rojo de mi mano, me pregunto si será humano... la sola idea de que pueda pertenecer a otra criatura me estremece y agito la mano para que caiga al suelo.
Cuando me lo quito observo frenético mi cuerpo en busca de más cabellos. Dejo escapar un pequeño suspiro de satisfacción al ver que estoy limpio. Me vienen a la cabeza varias preguntas sobre de quien podría ser la sangre y el pelo, o de qué, no sería la primera vez que escucho historias de mutuos rastreadores lanzados a por los tributos en la arena...

ME tranquilizo a mi mismo pensando que es aún muy pronto para que eso ocurra, ha habido varias muertes, eso debería mantenerlos tranquilos y satisfechos.

Cojo mi nueva bolsa y miro hacia los lados, intentando discernir algo en la oscuridad de la sala y me muevo con sigilo hacia mi improvisada entrada al ver que no hay nada peligroso.
Un pensamiento me viene de repente a la cabeza; "agua". He de conseguir agua, no duraré mucho si no consigo algo para beber...

Intento pensar donde puede almacenarse el agua en una feria abandonada 

Si los baños funcionan deberían tener agua corriente, además hay una depuradora, por tanto tiene que haber un afluente en algún punto. Además la niebla se da en zonas húmedas.

Se llevó una mano a la boca intentando que las náuseas no se apoderaran de ella.
Había visto bastantes muertos a lo largo de su vida, pero aquello era tremendamente repugnante.

Siempre que encontraba algún bulto con forma humanoide con el rabillo del ojo se forzaba a no mirar, y si se lo encontraba de frente miraba hacia cualquier otro lado con disimulo y lo rodeaba mientras se dedicaba a pensar en cualquier otra cosa.

Desde recordar aquel día en que una de sus jefas del psiquiátrico, la más estirada y repelente, se cayó por las escaleras, hasta aquellos días que habían trascurrido en el Capitolio antes de entrar en el parque de atracciones.

Cualquier cosa sería más agradable que pensar en aquellos mocos con humanos pegados.

Con esos pensamientos siguió adelante, sin parar en ningún momento, con la esperanza de encontrar algún lugar seguro lo más alejado posible del mundo.

El frío recorre la espalda de Elle mientras se introduce en la niebla y empieza a notar que se dirige hacía un fangal, en ese instante recuerda el abrigo que se encontraba en la mochila y se lo pone encima para cubrirse.

Este pantano no estará sólo ... habrá sorpresas aquí.

Un instante de duda de Elle, consigue que se plantee que puede esconder sorpresas este pantano.

Quizás haya sobrevivido alguien del grupo ... quizás deba seguir el plan e ir al sudeste.

Elle, intentando orientarse en la inmensidad de la niebla intenta encontrar el sudeste para intentar comprobar si alguno de sus compañeros de grupo ha sobrevivido.

El olor caústico y jabonoso, similar al que quedaba en los pasillos del hospital después de que pasasen los grupos de limpieza, se queda atrás. Caminas por una carretera asfaltada de dos carriles, está resquebrajada y la pintura blanca de las lineas discontinuas había visto tiempos mejores. la propia superficie está abombada por la humedad. Algunos trozos parecen hundirse bajo el peso de la niña, como la plancha de alquitrán estuviera sobre arenas movedizas. A ambos lados de la carretera los juncos imperan formando una cortina, que junto a la niebla, hace imperceptible ver que hay más allá de los limites de la calzada. Hay fango entre las grietas de suelo.

Te mueves hacia donde tu crees que está el sudeste, tus botas se llenan rápidamente de barro, mientras caminas procurando no caer. Solo hay blanca niebla alrededor, y humedad en el suelo, que por los sonidos que hace, parece gemir cada vez que levantas la suela.