Desde afuera el Sabbat puede parecer una secta de brutales o maquiavélicos vampiros que sólo desean asesinar a sus enemigos y regodearse en su propia maldad, pero una mirada más cercana a estos monstruos podría acercar a los curiosos a la realidad de que no sólo es eso, sino que mucho, mucho más. El Sabbat es libertad, espiritualidad, monstruosidad, santidad, fraternidad, sabiduría y violencia, pero antes que nada Sabbat es guerra.
Guerra contra los Antediluvianos, monstruos caníbales de miles de años sedientos de la sangre de todos los cainitas que despertarán para sumir al mundo en un reinado de terror. Caín, el primer vampiro, creó a otros tres y fueron estos los que cometieron el error de crear trece más desobedeciendo a su padre: los trece se rebelaron contra los demás para devorarles y Dios desató el diluvio para terminar con la maldad que habían creado los trece malditos. Los padres de cada Clan todavía continúan en su parodia de vida: duermen y sueñan con la noche en que tendrán la fuerza suficiente como para volver a vivir y para desatar de nuevo la muerte sobre todos los cainitas. Dos de ellos, los antediluvianos padres del clan Lasombra y el Tzimisce, fueron destruidos a tiempo.
Guerra contra los Antiguos que les sirven como marionetas y que mantienen a la sociedad cainita amarrada a su poder y destino. Desde su sueño los Antediluvianos controlan a muchos de sus descendientes (algunos tienen sólo algunas décadas, pero otros son casi tan viejos como los propios trece: vampiros sobrevivientes de la época del Imperio Romano, de la Edad Media y de tiempos de oscuridad), y estos están trabajando para que sus maestros vuelvan a la vida. Sólo el Sabbat se interpone en sus objetivos, y la guerra es constante.
Guerra contra los infernalistas que desean un mundo atado a los poderes del infierno: los demonios son tan reales como los vampiros, y buscan corromper almas humanas mediante sacrificios y pactos que les den la fuerza suficiente para deshacerse de las cadenas que les atan al infierno y reinar en la tierra. Estas criaturas someterían a todos los cainitas si pudieran, y sólo unos pocos estúpidos deciden servirles para ganar algo de poder temporal.
Guerra contra los hombres lobo: hay bestias que caminan entre lo salvaje y lo civilizado, hombres y mujeres que se convierten en criaturas de brutalidad sorprendente y son capaces de destruir a varios vampiros con un sólo golpe. Los lupinos, como se les llama, han jurado una guerra eterna contra los cainitas por alguna razón ya olvidada y ahora sólo queda darles guerra para sobrevivir.
El Sabbat es una cruzada: no hay un único enemigo para los que han jurado lealtad a la Espada de Caín, todos aquellos que atacarían la libertad y el poder del Sabbat son enemigos a los que atacar. Algunos se han corrompido en su búsqueda de poder personal, pero un verdadero Sabbat es aquel que no se defiende a sí mismo o a su pequeño grupo: es el que defiende los ideales de libertad de la secta.
Lo Necesario para Ser Sabbat y sobrevivir una Noche...
Ser un Sabbat no es fácil, una vida tan repleta de violencia y agitación suele derivar en una rápida muerte-definitiva. La verdad es que la secta depende de esta misma estrategia para purgar a los miembros menos eficaces, a sus pretendientes más débiles, y es casi un principio selección natural (o Darwinismo Social): sólo los más fuertes y capaces sobrevivan, mientras los que se convierten en una carga para Secta desaparecen rápidamente dejando espacio para nuevos pretendientes. En el Sabbat no hay espacio para los débiles y torpes, esa es la primera lección.
Ritos de Creación, Ser un Sabbat Autentico
Muchos creen que para ser un vampiro sólo basta el abrazo, la verdad es que el Sabbat no considera cainitas a estos recién creados. Son "vampiros": criaturas tan cercanas al ser humano que sólo hay un puñado de características que los diferencian de la condición mortal. Un Verdadero Sabbat, un cainita, puede mandarles, alimentarse de ellos impunemente, se les puede enviar en una misión claramente suicida o incluso utilizarles para perversos juegos. En el Sabbat los Ritos de Creación son los que finalmente dejan en claro quien es y quien no es un Verdadero Sababat.
El rito suele consistir en una prueba que demuestre que el vampiro será un aporte para la secta: el rito significa el primer ascenso del cainita en su nueva vida en el Sabbat. La naturaleza y simbolismo del Rito suele depender de los gustos de Sire del pretendiente (al igual que el veredicto de si lo supera o no): algunos Tzimisce desfiguran horrendamente a sus chiquillos siendo la restauración de su apariencia natural el símbolo de que se han ganado su honor, algunos líderes militares consideran como Rito de Creación alguna batalla (aquellos que salen victoriosos son considerados Verdaderos Sabbat), aunque generalmente cada Sire tiene su propia marca personal.
Tras los ritos de creación el Vampiro es incorporado dentro de una cofradía (o, si tiene suerte, puede formar la suya propia) y sólo entonces comienza realmente su nueva vida.
Titulos del sabbat:
Arzobispo
Con muchas de las mismas atribuciones que un Príncipe, un Arzobispo es lo más parecido que el Sabbat tiene a este cargo. Se diferencia, sin embargo, en el hecho de que se preocupa menos de que se cumplan las Tradiciones y más de continuar su guerra santa contra los Antediluvianos y contra cualquier otro. Así pues, un Arzobispo es medio líder espiritual y medio señor de la guerra, avanzando los planes de la Espada de Caín y estableciendo la supremacía de los Cainitas. Esto último es una ardua tarea, pues no se reduce sólo a convertir una ciudad en un infierno y declarar que los vampiros gobiernan; las bases de la Mascarada y el inmenso peso de la población mortal implica que es una guerra que debe lucharse por etapas. Muchos Sabbat no pueden entenderlo, sobre todo los jóvenes, y pierden fe en su liderazgo porque son demasiado impacientes para jugar a largo plazo en la Jyhad. Esta subversión de la ignorancia es quizás el mayor reto que deben superar los Arzobispos.
Ductus
Líderes de las manadas, los Ducti se encargan de gestionar las acciones operativas de quienes tienen a cargo, de modo similar a un líder pandillero o al jefe de una tribu pequeña. En esencia, se trata de un título honorífico, dándole reconocimiento al miembro más destacado de la manada. El título comporta cierta autoridad, pero el Ductus que imponga su voluntad es muy probable que acabe tirado en una cuneta cualquiera, si no estacado para saludar al amanecer.
El Líder de la Manada es el líder de guerra de su Manada. No hay restricciones por sexo para ostentar este oficio en el Sabbat - el Regente actual es, de hecho, mujer, como lo es el Arzobispo de Los Angeles y muchos más. Sin embargo, el Líder se asegura que todos los miembros esten contentos y nunca se aburran, principalmente organizando Partidas de Caza, Juegos, y cosas por el estilo. El Líder generalmente es el guerrero más experimentado de su manada.
Sacerdote de manada
Los Sacerdotes se encargan del bienestar espiritual de sus manadas. Siendo el segundo al mando tras el Ductus, oficia todos los rituales que realiza la manada, y habitualmente crea otros nuevos para su uso exclusivo. Todas las manadas tienen al menos un Sacerdote, aunque algunas de las más grandes puedentener dos. Si muriera el Ductus, el Sacerdote ocuparía temporalmente la posición de liderazgo hasta que fuera nombrado un nuevo líder por parte de un Arzobispo, Obispo o, en las manadas autónomas, la propia manada.
Templario
También conocidos como Paladines, son una fuerza de guardaespaldas de élite nombrados por un Obispo o algún otro dignatario. Tienen varios deberes, todos relacionados con su capacidad marcial. La mayoría de los Arzobispos mantiene un cuadro de Paladines en su séquito para encargarse de algunos asuntos delicados que puedan resolverse con una aplicación sensata de la violencia.
Obispo
Los Obispos son quienes se encuentran inmediatamente por debajo de los Arzobispos en la jerarquía del Sabbat, con los mismos deberes pero con menos margen de maniobra. Un Obispo puede estar al cargo de un aspecto concreto de la sociedad Cainita de un dominio, o en un sentido más amplio puede ser un líder espiritual, un inquisidor contra el Infernalismo, un general militar, o cualquier otro aspecto específico dentro de los planes del Sabbat. Algunos dominios del Sabbat no tienen Arzobispos, y en su lugar están gobernados por un concilio de Obispos.
Priscus
A un nivel superficial, los Prisci son similares a los Primogénitos, pero nunca los nombra un Obispo o un Arzobispo; alcanzan su posición con el paso del tiempo y sin ningún criterio específico. Políticamente, un Priscus es un consejero de las autoridades locales del Sabbat, sin ningún papel formal dentro de la política de la Secta, pero de enorme influencia.
Abad
El Abad es el que mantiene unida la Manada. Acumula armas y suministros, afianza refugios para que la Manada se esconda en caso de emergencia, se asegura que hay siempre un suministro de Vitae disponible en caso de que algo vaya mal, y mantiene el Refugio Comunal - abierto a cualquier miembro de la Manada que desee usarlo. Este último es especialmente importante en cualquier ciudad sin Arzobispo que generalmente pone una ' Catedral' como refugio disponible a cualquier Sabbat de la ciudad. Hay otro oficio que realmente no es una posición de liderazgo, pero que no obstante es importante...
Cardenal
Los Cardenales supervisan los asuntos del Sabbat en amplias zonas geográficas. Como superiores de los Arzobispos, coordinan el Sabbat en sus ciudades y lo dirigen en la Jyhad. Más aún: es su deber someter a todas las ciudades de su territorio bajo el yugo del Sabbat. La mayoría del Sabbat ve como mucho una vez al año a los Cardenales, pues los deberes de su cargo los obligan a estar en permanente contacto con Obispos, Arzobispos, Prisci y el propio Regente.
Regente
El Regente es la autoridad última del Sabbat y gobierna la Secta desde su fortaleza en México DF. Todos los Arzobispos y Obispos en última instancia responden ante él.
Detalles...
Uno de los ejes de Vampiro es que en el juego se asume que el vampirismo pasa menos por los "poderes sobrenaturales" y más por una maldición: cuando una persona es abrazada se despierta en ella una "bestia" que es señal de que se ha convertido en un monstruo. Esta bestia es la sed de sangre, los instintos animales que ahora se vuelven más brutales (el deseo de responder a la agresión con brutalidad y a la humillación con la misma ferocidad que lleva a las personas normales al asesinato), y también hay una degeneración física que acompaña al vampiro cuando este pierde contacto con el ser humano que una vez fue.
Como saben hay un rasgo que representa lo cerca que uno está de los valores morales que se tenía cuando humano: Humanidad. Este rasgo es una medida de qué tan humano es el vampiro: a medida que va perdiendo contacto con estos valores no sólo comienza a perder los escrúpulos, pierde contacto con su condición física (la palidez, los colmillos a la vista y un aspecto que difícilmente puede maquillarse como una enfermedad cuando se está demasiado cerca de la Bestia) y muchas veces con la razón (una perdida de esos valores demasiado rápida puede quebrar la psique de una persona). Las reglas para simbolizar están en el manual básico, pero quería poner esto para resaltar la importancia de estas cosas a la hora de interpretar los personajes.
Vinculum
El vínculo emocional creado a través de la Vaulderie se llama Vinculum. Reemplaza a los vínculos de sangre tradicionales, ya que participar en una Vaulderie los destruye automáticamente, reemplazando los vínculos emocionales del vínculo con un sentimiento positivo general hacia otros participantes.
La primera vez que un Cainita participa en la Vaulderie, tira un dado para cada personaje cuya sangre forme parte del Rito. El número reflejara el Vinculum que el vampiro siente hacia cada uno.
Siempre que un vampiro participe en la Vaulderie deberá tirar un dado por cada Vinculi existente. Si el resultado es mayor que la puntuación existente con un determinado vampiro, aumenta en uno el valor (máximo de 10). Si el resultado es 1, reduce en uno la puntuación (mínimo de 1).
El valor del Vinculum representa el grado de lealtad y solidaridad que posee el vampiro hacia el otro vampiro determinado. Hay que señalar que estos sentimientos son artificiales, ya que han sido creados por la ingestión de sangre. Es muy posible que un Cainita odie totalmente a alguien por el que se jugaría la vida, igual que es posible sentir un amor inmenso por alguien hacia el que no se tiene ningún Vinculum.
Los Sabbat saben cómo de fuertes son sus Vinculi hacia sus compañeros de manada, pero no conoce la potencia de los Vinculi de sus hermanos hacia él.
Todos los Sabbat ejecutan la Vaulderie por lo menos una vez al mes, pero habitualmente más a menudo. En tiempo de Yihad, los Sabbat practican la Vaulderie cada noche y participan todos los miembros de la manada. Si un Sabbat no participa en la Vaulderie de forma regular sin una buena excusa, será castigado severamente.
10. Darás tu vida (o tomarás la de otro) por el sujeto.
9. Harás prácticamente cualquier cosa por el sujeto, incluso ponerte en un gran peligro.
8. Ofrecerás recursos o ayuda influyente por el sujeto.
7. Puedes ponerte en peligro moderado por el sujeto, y dependiendo de tu código ético, podrías matar por él.
6. Sientes un gran aprecio por el sujeto, y le ayudarás aún a tu costa. Lucharás por él.
5. Respetas al sujeto y le ayudas, siempre que no suponga un gran riesgo o una molestia importante.
4. Ayudarás al sujeto mientras no te pongas en peligro o tengas que alejarte mucho de tu camino.
3. Serás leal al sujeto mientras esto no interfiera con tus planes.
2. Sientes simpatía por el sujeto pero no harás nada por él a no ser que saques algo a cambio.
1. ¡Que le den! No sientes necesariamente hostilidad, pero a efectos del Vinculum no sientes nada por el sujeto, aunque puedes apreciarlo de forma personal.
A veces, un vampiro estará indeciso debido a un conflicto de valores de Vinculi. En caso de conflicto, el problema puede resolverse de la manera siguiente: el vampiro debe decidir del lado de quien se pondría si no tuviera la influencia del Vinculum. Esta parte recibe una dificultad de cinco; la otra parte recibe una dificultad de siete. El jugador tira un número de dados igual a su valor de Vinculum hacia cada parte.
La parte que reciba el número mayor de éxitos es el bando del que se pone el vampiro, correcta o incorrectamente. Si hay más de dos partes, se resuelve de la misma forma, pero sólo la parte más apreciada recibirá una dificultad de 5; los demás tendrán una dificultad de 7. Si la parte se compone de varios individuos con los cuales el vampiro tenga un valor de Vinculum, utilizar el valor de Vinculum del jefe del grupo o, si el grupo no tiene jefe, el valor más elevado de Vinculum.
Código de Milán
Por la solemne palabra del Regente Gorchist, el presente es único y verdadero Código de Milán, revisado a partir del manuscrito original en esta noche de 21 de Diciembre de 1933. Que naciendo de las cenizas de nuestra gran guerra, pueda reinar la paz para siempre.
Un juramento de sumisión ha sido pronunciado por el Regente y los Prisci, en presencia de los líderes de todas las facciones y otros 50 testigos, para seguir fielmente todas las regulaciones impuestas acerca de la dirección del Sabbat. Este Código de Milán revisado satisface a todas las facciones del Sabbat, incluyendo a las de los Cardenales Huroff, Bruce de Guy, Agnes y Carlos VI; los Arzobispos Beatrice, Una, Tecumseh, Toth, Aeron, Marsilio, Rebecca, Julian y Salluccio. Las facciones restantes deben declarar su apoyo a este Código de Milán revisado o separarse del Sabbat.
Estatutos de los que consta el Código:
I. El Sabbat permanecerá unido en su apoyo al Regente de la Secta. En caso necesario, será elegido un nuevo Regente. El Regente respaldará la lucha contra la tiranía, garantizando la libertad de todos los Sabbat.
II. Todos los Sabbat servirán a sus lideres lo mejor que puedan mientras dichos líderes sirvan la voluntad del Regente.
III. Todos los Sabbat observarán fielmente todos los Autoritas Ritae.
IV. Todos los Sabbat respetarán la palabra de honor prestada mutuamente.
V. Todos los Sabbat tratarán a sus pares con justicia y equidad, defendiendo la fuerza y unidad de la Secta. Si es necesario, proveerán a la necesidad de sus hermanos.
VI. Todos los Sabbat deben anteponer el bien de la Secta a sus propias necesidades, sea cual sea el coste.
VII. Quienes no sigan honorablemente este código serán considerados menos que iguales y por tanto indignos de recibir asistencia.
VIII. Como siempre ha sido, así siempre será. La Lextalionis representará el modelo de justicia inmortal al que todos los Sabbat deben recurrir.
IX. Todos los Sabbat se protegerán unos a otros frente a los enemigos de la Secta. Los enemigos personales serán responsabilidad personal, a menos que pongan en peligro la seguridad de la Secta.
X. Todos los miembros de la Secta defenderán el territorio del Sabbat frente a cualquier poder exterior.
XI. El espíritu libertario será el principio fundamental de la Secta. Todos los Sabbat tienen derecho a esperar y reclamar libertad de sus líderes.
XII. Los Derechos de Monomacia serán utilizados para resolver las disputas entre los Sabbat.
XIII. Todos los Sabbat apoyarán a la Mano Negra.
Addendum al Código de Milán:
XIV. Todos los Sabbat tienen derecho a vigilar el comportamiento y actividades de sus camaradas para conservar la libertad y seguridad de la Secta.
XV. Todos los Sabbat tienen derecho a convocar un consejo de sus pares y líderes inmediatos.
XVI. Todos los Sabbat actuarán contra quienes usen en beneficio personal y en contra de los intereses de la Secta los poderes y la autoridad concedida por ésta. Las acciones emprendidas en su caso seguirán solamente el curso.
* La Lextalionis es la ley del Talion: ojo por ojo, diente por diente.
Facciones del Sabbat:
El Sabbat es una secta en el sentido más amplio de la palabra. Y como toda secta, está compuesta mayoritariamente por fanáticos que creen estar en posesión de la verdad absoluta. Cada Cainita tiene su visión de lo que es la Verdad y no pocos matan por ella. En consecuencia, esto ha provocado la aparición de distintas corrientes de pensamiento que creen que su manera de entender el futuro de la secta es la correcta.
La Mano Negra: Funciona como una secta dentro de la propia secta. Generalmente sus miembros se infiltran en manadas del Sabbat compuestas por Vampiros que no pertenecen a este grupo. En esencia, es un ejército al servicio del Sabbat, ejerciendo todas las funciones que puede realizar una milicia: espionaje, intendencia, infiltración y, si es necesario, fuerza de ataque. A pesar de esa capacidad de acción directa, la Mano es un grupo discreto y semisecreto. Estos Vampiros, que llevan una una marca indeleble en su mano derecha, no suelen desfallecer en sus convicciones, lo que les hace especialmente valiosos.
Inquisición del Sabbat: Este grupo de Vampiros se encarga de limpiar la secta de infernalistas y herejes. Sus miembros son especialmente respetados y su voluntad tiene fama de ser inquebrantable. Sus métodos de interrogatorio y sus castigos son temidos incluso entre Vampiros inhumanos como son los que conforman el Sabbat. La Inquisición tiene una capacidad de funcionamiento casi autónoma, con gran influencia política y la capacidad incluso de derrocar a dirigentes de la secta.
Lealistas: Se consideran los auténticos seguidores del legado de los primeros miembros de la secta que se liberaron del yugo de los antiguos. Creen que cada Vampiro debe ser su propio amo y que tiene la libertad absoluta para hacer lo que desee. Esta ideología conlleva que carezcan de una verdadera organización interna, por lo que el comportamiento o afinidad de un Cainita concreto es lo que lo define como Lealista. Muchos de los miembros más jóvenes y anárquicos del Sabbat encuentran rápidamente simpatías por esta facción.
Status Quo: Esta facción agrupa por lo general a Vampiros de una edad respetable que consideran que las cosas están bien como están y no quieren estar permanentemente tensando la cuerda de la Jyhad. Rechazan cualquier cambio radical, aceptan y defienden el liderazgo general de los Lasombra y son partidarios de un cierto grado de autoritarismo que mantenga la secta unida y debidamente preparada para la guerra constante. Ahora bien, a diferencia de los líderes de la Camarilla, los dirigentes del Status Quo son Vampiros que han demostrado su valía para ganarse el puesto y que se cuidan mucho de subyugar en exceso a sus subordinados.
Moderados: Estos Vampiros creen que el Sabbat avanza hacia una rigidez excesiva y que los códigos y normas de la secta limitan la libertad de sus miembros. Se consideran a sí mismos el punto medio entre la actitud excesiva de los Lealistas y el autoritarismo incipiente del Status Quo. Reconocen que el orden y una cierta estructura son necesarios, pero sin llegar a convertirse en principios sostenidos bajo un dogma invariable. Sus alianzas son cambiantes y su pragmatismo les hace tener una influencia estable, aunque no demasiado grande.
Ultraconservadores: Los miembros más antiguos de la Secta no esconden su simpatía por un autoritarismo claro. Creen que el objetivo único y final de la secta debe ser el de convertirse en una efectiva fuerza militar en constante guerra contra los Antediluvianos y la Camarilla. Creen que los tiempos de la libertad total quedaron atrás. Evidentemente, para los miembros más jóvenes del Sabbat, hay pocas diferencias entre un bastardo gerifalte fascista de la Camarilla y un Ultraconservador. Para otros, son poco más que milenaristas trastornados.
Ortodoxos: Este grupo de Cainitas es partidario de fomentar la vertiente religiosa del Sabbat antes que la política. Consideran a Caín como un semidios que debe ser venerado y con quien los Cainitas pueden comunicarse a través de los Ritae.
Lideres del Sabbat
Regente del Sabbat: Melinda Galbraith
Clan: Toreador antitribu (Aunque la masa ignorante la cree una lasombra)
Faccion: Status Quo
Camino: Senda de Cain
Cardenal de Canada: Kyle Strathcona
Clan: Ventrue antitribu
Faccion: Moderados
Camino: Humanidad (Aunque casi todos creen que sigue la Senda del poder y la voz interior)
Arzobispo de New York: Francisco Domingo de Polonia
Clan: Lasombra
Faccion: Ultraconservadores
Camino: Senda del poder y la voz interior
Arzobispo y Cardenal de Madrid: Ambrosio Luis Monçada
Clan: Lasombra
Faccion: Ortodoxos
Camino: Senda del poder y la voz interior
Primera Guerra Civil del Sabbat
La Primera Guerra Civil del Sabbat comenzó en América del Norte en la época de la Revolución Americana. El conflicto comenzó cuando Lasombra y Tzimisce más jóvenes en el Nuevo Mundo se enfrentaron entre sí en competencia por los recursos mortales, recursos que se habían vuelto amargamente disputados a medida que más y más Cainitas emigraron de Europa o engendraron nuevos chiquillos.
Estos Cainitas más jóvenes tenían poca supervisión de sus mayores en Europa y poca conexión con el Sabbat fuera de las Américas; Como resultado, habían llegado con el tiempo para ver a sus compañeros Sabbat como una competencia más que como compatriotas. La lucha de esta guerra civil permitió que el Sabbat perdiera gran parte de su territorio en la costa este de los Estados Unidos por la Camarilla.
La guerra terminó con la firma del Pacto de Compra en 1803, que declaró nulas todas las quejas internas y decretó que cualquier Sabbat que emprendiera la guerra contra sus semejantes debía ser perseguido y destruido por todos y cada uno de los Sabbat. Después de esta guerra, la adhesión al Código de Milán se generalizó dentro de la secta.
Segunda Guerra Civil del Sabbat
Esta guerra ocurrió en México y Canadá durante los últimos años del siglo XIX. En general, se dice que el conflicto comenzó con el asesinato de Regent Gorchist por Ravnos antitribu en la Ciudad de México en 1863. El conflicto se exacerbó por las rivalidades entre Losombra y Tzimisce que habían estado hirviendo desde la Guerra Civil anterior. La lucha continuó hasta el 21 de diciembre de 1933, cuando el Código de Milán fue formalmente reconocido por la secta y revisado en su forma actual.
Tercera Guerra Civil del Sabbat
Esta guerra ocurrió en 1957 y duró solo cien noches. El conflicto comenzó cuando Brujah antitribu en Nueva York intentó un golpe contra los Lasombra y Tzimisce que habían dominado la secta desde su inicio. Esta guerra fue resuelta por la diplomacia, ya que Losombra y Tzimisce finalmente reconocieron a sus compatriotas antitribu como iguales dentro de la secta. Como resultado del éxito y la lealtad de la facción encabezada por el "antitribu" Caitiff Joseph Pander, al Caitiff se le otorgó un puesto como clan honorario dentro de la secta: los Panders.