Un horno, pensó el jedi, como Iridonia. En el fondo sería como volver a casa, pensó. Un lugar tan cercano y lejano a la vez como él mismo decidiese. Cuanto más pasaba el tiempo, más se convencía el zabrak de que estaba cerrando un círculo, un todo que le llevaría al lugar donde comenzó. Quizá fuera aquel el motivo de su existencia y la Fuerza tuviera después de todo una voluntad dispuesta a hacerse cumplir. O quizá todo fueran necedades y fuera mejor que se dedicase a averiguar todo lo posible sobre lo que verdaderamente importaba, que era atajar esa brecha y volver a sellarla, esta vez para siempre.
Y a pesar de ello, no podía evitar creer que había algo más en todo aquello que el tarsoniano no les contaba.
- La última parte del viaje esta por comenzar, cualquier idea de retorno no sería más que una quimera, aunque tenemos garantías de poder alcanzar nuestro destino no así para volver.
No se puede expresar con palabras la distancia que nos separa del mundo natal de los Ancestros, pero es tan sumamente basta que la palabra inmensa se queda corta para definirla. Nos enfrentamos a un viaje que desafía las propias leyes de la física y cordura.
La mayor parte de los presentes formamos los eslabones de una larga cadena, si cualquiera de esos eslabones se rompe entonces toda la cadena se fractura con el, no existen éxitos parciales ni segundas oportunidades, si fracasamos no solo fallamos a nosotros mismos sino que arrastramos al resto de la Galaxia conocida con nosotros.
Reunirles a todo ha sido tarea ardua, en donde los acontecimientos y legados de un pasado remoto han hecho acto de presencia, el tiempo ha estado jugando en nuestra contra en todo momento y aun lo hace, pero la precipitación no llevará a buen puerto esta empresa.
Nuestro destino se escapa de las rutas y formas de viajes convencionales, para saltar esas distancias tanto Verdaderos Sith como Ancestros empleaban unos ingenios espaciales llamados "Puertas Estelares", estás puertas crean un agujero de gusano estable en el continuo espacio tiempo por el cual se puede viajar de una parte del universo a otra de una forma endiabladamente rápida y eficaz.
Pero las Puertas Estelares se han perdido en la historia, como el recuerdo de esas dos razas primigenias, solo hay un testimonio en un viejo manuscrito de un mundo extinto en el que se menciona un artefacto que podría tratarse de una puerta a las estrellas. El secreto que se esconde tras esas páginas ha permanecido oculto y sin resolver a lo largo de incontables generaciones. Semejante misterio queda en las manos de Carr Junn, ya que ese libro pudo ser escrito por un miembro de su raza.
No obstante, la Puerta Estelar no deja de ser un método de viaje, y como he dicho antes puede ser una forma de ida, pero no de vuelta, ninguna vida mortal podría aguantar el tiempo bastante para retornar, consideren que vamos a otro universo.
Encontrar esa entrada no es suficiente, pues fue diseñada para las naves de los Sith y Ancestros, no hay navío preparado en esta porción de galaxia que pudiera resistir semejante travesía. Por ello he ido modificando la estructura y componentes del Primarca con vestigios de esa tecnología ancestral, únicamente para tener una diminuta probabilidad de resistir el viaje y alcanzar nuestro destino.
La comprensión de esos artefactos así como su uso son secretos que se han perdido el tiempo, solo alguien con el ansia de la verdad más absoluta puede esperar el comprender la inmensa complejidad que conlleva utilizar esas reliquias. Carr Junn deberá encontrar y comprender una maquina que fue diseñada para no ser entendida por nuestras mentes.
Cuando estemos dentro del agujero de gusano la nave se verá sometida a las energías del hiperespacio, pero de una forma tan salvaje que ni la explosión de varios hipernovas juntas puede compararse, ni el blindaje ni los escudos del Primarca soportarán durante mucho tiempo semejante exposición.
Por ello necesitamos a la única criatura perteneciente a una estirpe que a lo largo de generaciones y generaciones ha ido transmitiendo un don singular, la capacidad de alterar la inmensa tormenta hiperespacial mediante la concentración y pura fuerza de voluntad.
La Bruja de las Tormentas encontrará el parangón de estas una vez nos aventuremos en la Puerta Estelar, las energías liberadas y salvajes son una inmensa trampa mortal y es tarea de la Tora Naga el moldear esas energías para conseguir alcanzar el final del tunel. El castigo tanto físico como mental que va a experimentar hace que el infierno parezca el más perfecto de los cielos.
Tengo preparado un asiento singular, rodeado de monitores, esquemas, hologramas, en donde Lady Hagedis podrá comprobar si es que lo necesita las secciones del Primarca en donde más se este sufriendo el castigo por la tormenta, así como los puntos más vulnerables a lo largo del viaje.
El asiento tiene una doble función, no solo muestra a su usuaria el estado de la nave, sino que a la vez monitoriza las constantes vitales de quien se sienta en él, el cometido de la Bruja de los Tormentas requiere tal concentración que su mente no sera consciente del daño que pueda sufrir su cuerpo.
Manejar esas energías en bruto dañará a la Tora Naga sin ninguna compasión, cada segundo arriesgará su vida y el peligro crecerá exponencialmente para ella. Necesitamos al mejor sanador, en todos los sentidos... necesitamos a una persona tan altruista, tan dedicada a los demás que incluso su mera presencia hace que el dolor remita y la oscuridad se aleje.
Presenciará heridas que nunca creyó puedan existir, toda su maestría se pondrá a prueba mientras dure el viaje y será curando a un ser opuesto a usted en donde su entereza será puesta a prueba. Xsycissae será herida en cuerpo y alma, por quemaduras y rasguños que ni el más potente ácido puede igualar. Deberá preservar a cualquier precio la oscuridad que nos protege de la tormenta o nos veremos reducidos a moléculas dentro del túnel.
Lamentó comunicar que la tormenta no es el único peligro que nos espera, a lo largo del viaje las meras leyes físicas dejan de aplicarse, los conceptos del tiempo se fracturan sin sentido alguno, y es difícil concebir una existencia en donde no existe una dimensión imprescindible.
Seres de más allá del tiempo y las estrellas moran a lo largo del túnel, ideas inconexas, axiomas nunca vistos, horrores innombrables, restos del Big Bang, todo lo extremo mora en el agujero de gusano, allí no existen conceptos ni términos medios, blanco o negro, fuego o hielo. Nuestra forma de pensar, nuestros patrones de existencia, los axiomas físicos que definen nuestra existencia pueden quebrarse, borrando todo rastro de nuestra existencia.
Ignoró que peligros, o que verá a lo largo del viaje Sr. Tharen, pero la única criatura abordo de esta nave capaz de recorrer el minúsculo hilo del equilibrio es usted, deberá mantenernos a todos unidos en un sentido más que literal de la palabra, pues dentro del túnel cada uno corremos el riesgo de desintegrarnos en nuestra materia dominante, los Jedi en una explosión de luz abrasadora que muestra el reverso luminoso de la fuerza en estado puro, mientras que los que empleamos el reverso tenebroso nos veríamos reducidos a mera materia oscura, mero caos indómito e incontrolable.
Y si todos y cada uno de nosotros tenemos éxito en nuestra tarea alcanzaremos las cercanías del Edén o Gaía según se mire en la historia, el mundo natal de los Ancestros en donde el Perturbador MultiEspectral espera ser reparado por la sangre divina de un ancestro o en su defecto la última de sus descendientes directos. Viajamos para que Geela Ominia cierre para siempre el candado que dejé a los Verdaderos Sith presos en una cárcel estelar.
No soy tan necio como para no haber considerado más factores, podemos cruzar el túnel si... y encontrarnos en un inmenso yermo vacío de vida y planetas o puede que nos trague de bruces un agujero negro supermasivo, no hay manera de saber que queda en pie del viejo universo. Tal vez la última esperanza que necesitemos es creer con toda la fe del mundo en que el Edén nos esperé al final del túnel. -
Carr escuchó con asombro, y apretó el libro contra él inconscientemente, como si se tratara de la respuesta a todas sus inquietudes pasadas, presentes y futuras. En él se encontraba la respuesta, y de él debía extraer la información. No podían perder el tiempo, estaba claro que su cometido era el primero y que requería un duro trabajo hasta encontrar la verdad.
- Entonces permítanme que me ausente. Estudiaré cada punto y coma de este libro para desgranar la información que necesitamos. Espero tener acceso a un buen mapa estelar, sr. Dante, y también a los registros históricos que necesite. Sé que ya los he utilizado antes, pero en esta ocasión debo hacer un esfuerzo aún mayor para asegurarme de que no queda nada por averiguar, sino que ya está todo exprimido, y tenemos un rumbo seguro.
El zabrak se levantó con intención de ir a un lugar tranquilo donde poder estudiar el libro pausadamente.
Jarik estuvo callado durante la explicación de Alexander Dante. Incluso cuando el zabrak comentaba que se retiraba para estudiar el libro, seguí pensando en lo que se pedía del grupo.
Es prácticamente una misión imposible.
Capitán Dante, espera mucho de este grupo y espero que todos estemos a la altura de la tarea que tenemos asignada. Sin embargo, en caso de conseguir llegar con éxito a Gaia ¿sabe si lo que hay que reparar está a la vista? ¿tenemos de hecho los materiales necesarios para ello? Con esta pregunta, la mente de Jarik va hacia la tabla así como al tubo con la energía de los ancestros. Incluso se me ocurre la posibilidad de que haya una fuerza sith esperándonos en ese planeta o que los ancestros crean que no vamos a ayudar. Espero que no me considere el materialista del grupo si pregunto, en caso de tener éxito en todo y salir vivos ¿cómo regresaremos?. Usted mismo ha comentado que es un camino de ida, pero no tiene por qué ser de vuelta. ¿sabe si hay alguna otra manera de volver o es algo que tendremos que mirar llegado el momento?.
Las preguntas de Jarik, no eran ansiosas sino más bien meras dudas prácticas. Quizás con la visión de quién en todas las misiones en su vida eran así; una manera de llegar, realizar lo que había que hacer y una manera de volver. Teniendo en cuenta lo que estaba en juego, que todo el grupo muriera era un precio pequeño por el éxito de la misión; pero aún así sería conveniente tener pensado alguna forma de regresar, aunque fuera para tranquilizar a la última descendiente sobre una posible vida tranquila después de todo.
- Tiene unas dudas bastante justificadas Sr. Tharen, verá, los campos de gravedad que genera el perturbador deben estar colocados o bien en la atmósfera del planeta o tal vez en una estación espacial o incluso satélite, las energías que manipula son tan grandes que el instrumental de mi nave puede rastrear el dispositivo sin problemas estando tan próximo.
La maquinaria Ancestral esta programada para repararse, pero incluso dotada de esa función es necesario en muchas ocasiones introducir cálculos o volver a establecer ciertos parámetros y variables, pero solo reaccionará ante Ancestros o sus descendientes. No se trata de reparar un turbina ni nada parecido, sino de corregir el tiempo que ha estado desatendido por el cisma de los Ancestros.
Gaia siempre rechazó cualquier intrusión o presencia Sith, lo único de ellos que nos arriesgamos a encontrar es chatarra que antes fuera una nave integral de combate.
Respecto a desconfianzas de los Ancestros, poco probable, el planeta estará deshabitado, lo poco que debe quedar de esa raza son sus androides guardianes y custodios, como los que ustedes ya encontraron bajo Garos IV. De cualquier forma solo los usuarios del lado oscuro corremos riesgo de que nos maten, usted no está incluido Sr. Tharen, que la oscuridad esté en su interior no implica que esta le domine.
Su última duda, en el caso de que la puerta sea bidireccional solo habría que deshacer lo andado, portando ya la experiencia del primer viaje debería ser más sencillo para todos. De no ser así habría que buscar en el propio planeta coordenadas de otra puerta estelar que de a nuestra Galaxia. El casó más extremo sería recorrer el camino en el Primarca, tardaríamos miles de años y deberían pasar el tiempo en criogenización.
No puedo darles más garantías, incluso la nave Ancestral más rápida tardaría siglos en cubrir la distancia que separa nuestros dos universos. -
Xsycissae había estado escuchando en silencio toda la conversación que había tenido lugar en la sala. Había sentido tan claramente como si hubieran surgido de ella, los sentimientos de estupor, temor y determinación que había generado en el grupo la exposición de sus respectivos deberes así como de sus escasas posibilidades de éxito y supervivencia.
Alcabros en particular se encontraba al borde de la desesperación; se encontraba en un momento de su aprendizaje en el que se veía con un poitencial sin limites y se creía destinado a grandes cosas. Morir en esa etapa de su vida, cuando aún comenzaba a vislumbrar las posibilidades el Reverso Tenebroso de la Fuerza no entraba en sus planes y eso le frustraba y le llenaba de ira y miedo.
Esas sensaciones percibidas en su aprendiz disgustaban a la Tora Naga, pero no podia prestarles la debida atención en estos momentos, ella misma tenía que aplastar por completo la duda y sustituirla con la determinación fundada en el deber. Deber hacia sí misma, su visión de ella misma, deber hacia la Orden a la que aún pertenecía en su reptiliano corazón y cuyo orgullo no podía quedar empañado con un fracaso., deber hacia la galaxia que quedaría arrasada si ella fracasaba y deber ante la Fuerza, la marea que había guiado su vida desde su nacimiento, la corriente que había aprendido a esclavizar para dirigirla según sus intereses.
El destino, la Fuerza, cualquiera que fuera la inercia que la había llevado hasta ese punto, no podía ser negada. Vivieran o murieran probablemente nadie sabría lo que habrían hecho y sin embargo sus papeles probablemente figuraran entre los más importantes, los más necesarios en la historia de la Galaxia.
Ni siquiera necesitó ninguna tecnica de meditación o autocontrol para notar como la determinación endurecía su alma. Cumpliría su deber sin dudas y sin errores, sin importar los costes, loi que pasara después sería solventado después, una cosa al tiempo. Hazlo o no lo hagas, no lo intentes. Ella lo haría, no tenía ninguna duda.
Todos en la sala notaron el frio tempano de determinación que surgía de lady Hagedis y no pudieron evitar mirar hacia ella de reojo. Su voz no era un ápice más calida cuando al fin habló.
- Cumpliremos los destinos para los que hemos sido conducidos aquí, la Fuerza , todos los aspectos de ella nos guiarán. Será mejor que partamos cuanto antes, se ha repetido hasta la saciedad que el tiempo corre en nuestra contra. Muestreme esa silla y les llevaré a través de la Tormenta.
El caballero jedi emprendió su propio viaje por el interior de las entrañas de aquella nave que se retorcía como si estuviera viva. Posiblemente lo estuviera, desde cierto punto de vista. Con el libro bajo el brazo llegó a lo que parecía un pasillo que distribuía varias salas. Eligió una que parecía tranquila y tenía una mesa. Dejó el libro y comenzó a leer muy pausadamente
Buenas, seguiré echando un vistazo a los posts anteriores por si falta algo que se me haya pasado. Si me he inventado demasiado de la nave, modifica el post a tu conveniendia :D.
- Le llegará su momento Lady Hagedis, pero no habrá tormenta alguna hasta localizar los nubarrones negros. Todos los presentes aseguren sus asientos, saltaremos en breve al hiperespacio en busca de la puerta estelar.
Mientras tanto, sugiero que cada uno de los implicados analice su función y ahonde en conocimiento sobre ella, no habrá margen de error, y aunque puedo compensar levemente ciertos fallos carezco de los dones otorgados a los presentes.
Existe la posibilidad de encontrar naves Sith en nuestro destino actual, en ese caso cuento con ustedes para un combate. -
Esperemos que esto no suceda -dijo el maestro jedi, que había estado atento a la discusión técnica entre Tharen y Dante, aunque sin mucho interés, pues Tormak nunca se había sentido atraído a comprender la teoría física de cómo funcionaban las naves o demás máquinas. En cambio prestó más atención a la Tora Naga, en cómo el reverso tenebroso se arremolinaba a su alrededor, en cómo sacaba a relucir su impaciencia...
Tomó la palabra a Dante y se sentó en su sitio y cerró los ojos. A partir de ahora, sólo la fuerza guiaba sus destinos...
Capitán, por supuesto puede contar conmigo para el combate en caso de encontrarnos con naves sith. Ahora si me disculpa, iré a hablar con la última descendiente para ver cómo se encuentra. Todo lo que hagamos no servirá de nada, si después ella no es capaz de realizar su parte.
Dicho esto, Jarik se levantó y con un movimiento de cabeza le indicó a R2 que viniera con él.
Para Jarik aún había cosas que hacer; lo más importante tratar de asegurarse de que la última descendiente haría su parte, y después quería meditar para tratar de ver lo que le deparaba el futuro. No le había gustado lo que le tocaría hacer, pues controlar las acciones de jedis, siths o usuarios del lado oscuro en general sería muy complicado; más aún teniendo en cuenta que estarían todos juntos y eso podía ser un combinación letal.
Sin duda alguna va a ser toda una experiencia.
Jarik -dijo Tormak, poniendole una mano en el hombro con gesto afable-. Erianne está con ella intentando calmarla. Necesitará su tiempo y no la ayudaremos si la presionamos más. Erianne es una joven muy capaz, ya la conoces, quizá sería mejor darle un poco de tiempo...
- Geela Ominia acabará aceptado el papel que el destino le ha reservado, en el peor de los casos sera por puro instinto de supervivencia, ya que en caso de victoria Sith toda vida se extingue y ella no esta exenta de esa matanza indiscriminada.
Vamos a realizar en breve el salto hiperespacial, mientras tanto sugiero que el Sr.Tharen y su amigo rojo se conecten al computador y busquen algo de información en la holored, a ser posible sin dejar constancia de nuestra presencia, aunque actuemos al margen de la República y la Orden Sith sus movimientos siguen teniendo importancia táctica para nosotros.
Caballero Gorek puede enviarle un mensaje a su familia si así lo desea, Lady Hagedis es libre de moverse por el Primarca sin limitaciones, estoy seguro que conocer su estructura le ayudará de alguna manera en su cometido.
Sino hay más preguntas debo ponerme a realizar algunos cálculos de coordenadas, estén atentos para asegurarse cuando realicemos el salto, por lo demás... roguemos tener suerte si es que la fortuna tiene algún tipo de mediación en este asunto. -
Jarik asintió sin mirar a nadie en particular; gesto que respndía tanto a Tormak como al capitán Dante. Al primero respecto a dejar el tema de la última descendiente a Arianne, y al capitán por el doble asunto de Geela Ominia como respecto a la búsqueda de información.
Si le parece bien capitán, lo haré en mi camarote. Vamos R2.
Sin muchas más explicaciones, Jarik se dirigió a su camarote seguido por el pequeño androide astromecánico.
Iban a un paso rápido y llegaron en poco tiempo.
-beeepbop.
- Sí por favor. Conéctate. Busca la información que puedas sobre lo ocurrido en Garos IV y también en donde dijeron que hubo aquel ataque del que salió la twi'lek.
- boopbopbeep?.
- De momento busca los canales oficiales, para ver qué explicaciones hay. Después de todo, eso nos dará una idea de cómo se va a mover la flota de la República. Luego quiero que mires a ver si encuentras algo sobre naves destruidas en las cercanias de esos dos lugares. Sobre todo, en el caso de que sea en dirección a donde nos encontramos con el Primarca; aún recuerdo esa capacidad de poder rastrearnos y quiero mirar si tal vez pueden localizar naves incluso en el hiperespacio, aunque de ser así podría ser sólo la capacidad para el uso de la Fuerza. Ya veremos.
- beep beep bop.
- Sí, si hicera falta luego intentaremos introducirnos en algún banco de datos; incluso tal vez tengamos que ponernos en contacto con un viejo amigo.
- beep bop beep.
- Ya veremos si hace falta, o si el capitán no quiere que dejemos ninguna señal de dónde estamos o quienes somos todo el grupo. Sin embargo es posible que Kent Karrde pueda llegar a decirnos algo.
- beep bop beep.
- Si, sé que es un contrabandista pero le preocupa más la información y siempre nos hemos llevado bien haciendo negocios juntos y nunca ha traicionado su palabra; además, el hecho de que los sith acaben con todo no es bueno para los negocios de nadie.
- bop boop bep.
- ¿por qué quiere tanto la información? No estoy seguro, pero por lo que detecté con la Fuerza parecia venir de familia. Venga basta de charla, hay mucho que hacer.
Con ello el androide dejó de preguntar y se puso a trabajar.
Tharen no estaba acostumbrado a que R2-T4 se mantuviera callado mucho tiempo. En las escasas ocasiones en que el androide centraba su atención en una tarea era el haber encontrado algo que atraía poderosamente su atención.
El conector de datos del Primarca no parecía distinto a los muchos que había visto en su vida. Pero evidentemente la programación y el método de funcionamiento de aquella maquina eran totalmente extraños para el pequeño androide, sus pitos bajos e intermitentes revelaban un estado de profundo trabajo, a medida que la unidad astromecánica pasaba los protocolos de seguridad del Primarca hasta lograr una conexión fiable con la Holored.
- ¿Dificultades T4? -
- Duoooo, bip, bip -
- Piensa que esta nave es más complicada que los diseños Calamari. Viva puede que sea una exageración, pero dotada de consciencia seguro que no. -
- Bip, bip. -
T4 continuó su trabajo, confirmando todas las sospechas del caballero gris acerca del funcionamiento alienígena de la nave. Como habría logrado fusionar tecnologías tan distintas era un prodigio de la ingeniería naval, o tal vez una absoluta insensatez.
Al poco uno de los paneles superiores se abrió mostrando un amplio monitor. El pequeño androide conectó otro de sus dispositivos y la pantalla se iluminó dejando caer una amplia gama de titulares y portadas que sin duda había sido noticia durante todos los días pasados.
La República ordenaba el estado de excepción, movilizando a toda la flota, en el senado se debatía incansablemente sobre el mejor curso de actuación. Todas las noticias iniciales apuntaban a la autoría Sith de los ataques. Pero siempre había apuntes a informaciones reservadas y de última hora que parecían abrir distintas ramas de debate.
No había pauta alguna en las apariciones y ataque de los Sith, la flota aparecía ignorando todos los métodos de detección, normalmente cerca de la órbita planetaría. En la mayoría de los casos permanecían unos minutos estáticos, vaporizando cualquier defensa, pero sin explicación ninguna la flota se retiraba sin realizar un bombardeo planetario.
Los planetas carecían de relación alguna, desde mundo limítrofes pasando por colonias precarias, asentamientos agrícolas, planetas factoría, etc. Ningún curso de acción, los Sith destruían las defensas que los atacaban ignorando las refinerías espaciales, astilleros, escudos terrestres, etc. El modus operandi desmentía que se tratara de la Orden Sith, famosa por sus ataques quirúrgicos y totalmente precisos.
Un comunicado decretaba como nueva amenaza esta misteriosa flota fantasma, pero aun así instaba a una vigilancia específica en los sectores fronterizos. En donde las informaciones afirmaban que los Sith sufrían también ataques por aquella misteriosa flota fantasma.
Quizás la información más preocupante eran las grabaciones de una monstruosa nave de combate construida en forma de dodecaedro, con un tamaño equiparable al de un Destructor de la clase Eclipse, su estructura parecía estar hecha de roca o tal vez obsidiana, pero ningún caza había logrado acercarse lo suficiente para obtener datos más precisos. Invulnerable a los sensores y las baterías terrestres, la nave había sido visto en Corelia y en Mon Calamari, para luego volver a desaparecer en el continuo hiperespacio.
Los paneles de aviso del Primarca se iluminaron con precisión matemática. El aviso de salto al hiperespacio era claro. Cada tripulante debería asegurarse donde pudiera, evitando de ese modo accidentes desagradables.
Carr Junn quizás fuera el que más tardó en darse cuenta del aviso, concentrado en la densa lectura del libro. Pero aun así las luces de advertencia no le encontraron desprevenido, el Zabrak no se complicó en absoluto, su asiento estaba dotado de cinturones que abrochó metódicamente, asegurando bien los cierres.
Marcó la página del libro antes de cerrarlo, posando ambas manos sobre la cubierta. Mientras esperaba pacientemente la aceleración de la nave. En cuanto los pilotos luminosos cesaran su aviso retornaría la extensa lectura con quien sabe si mayor tranquilidad.
Por su parte Jarik Tharen tuvo que dar por terminadas sus pesquisas, tal vez fuera algo prematuro o incluso brusco. Pero su interlocutor entendería que no era factible hacer caso omiso de un salto hiperespacial. Además, a lo largo del túnel viajando a la velocidad de la luz las comunicaciones con el exterior eran inútiles.
El Caballero Gris aseguró sus cinturones a la par que comprobaba los últimos informes de su módulo de datos, tendría que compararlos con las averiguaciones de T4 y sus propias teorías. Esperaba lograr algo en limpio aunque si bien era difícil informarse de algo ocurrido en el otro extremo de la Galaxia.
Tormak continuó su charla con Gorek dotado de una calma imperturbable, ante los avisos de seguridad el Maestro Jedi se limitó a buscar los cinturones de seguridad para su posterior colocación sin que ello interrumpiera el debate que sostenía con su Padawan.
El viaje traería una serie de consecuencias inevitables, pero el motivo de su conversación no eran las implicaciones más inmediatas, sino las futuras, el que ocurriría dentro de muchos años cuando algunos Jedi o puede que Sith rememoraran el viaje que personas tan dispares habían emprendido por tal vez motivo distintos.
Finalmente la Bruja de los Tormentas tuvo que cesar su lento paseo por los interiores del Primarca, Alcabros la acompañaba de cerca, apuntando con vehemencia datos estructurales que la Tora Naga dictaba con inusitada precisión, el aprendiz era muy consciente de que Lady Hagedis no repetiría ni una vez cualquier medida estructural. Ya estaban registradas en su mente y aun así le servirían para probar a su aprendiz y constatar sus propios datos.
Tenía un serio trabajo por delante, incluso mientras utilizaba los cinturones de seguridad inconscientemente no dejaba de pensar en su tarea, la estructura del Primarca era una locura en cualquier concepto de ingeniería naval. Pero la Bruja de las Tormentas conocía de sobra la mente Tarsoniana y su imprenta en cada modificación de la nave era visible.
Las luces de advertencia fueron cambiando a medida que la aceleración del Primarca crecía, hasta que finalmente el último piloto se encendió en el mismo instante en que la nave se lanzaba al hiperespacio en uno de sus últimos vuelos.
Pasaremos a la escena de Gundrak. Esperen a mi post, dejaré esta abierta un par de días por si alguien quiere añadir algo. Luego la cerraré.
En el momento en que el Primarca saltó al hiperespacio, Xsycissae se aferró mentalmente a la idea de la nave. Sintió con precisión milimétrica la torsión a la que era sometida cada arist del carguero. Se dejó llevar por sus elegantes líneas, por el modo en el que cada porción de metal iba resistiendose a las tensiones del espacio entre los espacios. Se concentró hasta el punto de sentir que su Yo se desvanecía dentro del Primarca hasta formar parte indisoluble de la nave.
Ya no era Hek Onwee, la Bruja de las Tormentas, sino que era el Primarca, notaba su inteligencia artificial como si fuera una consciencia viva dentro de su cráneo, cada panel era un músculo, cada pasillo una arteria de su propio cuerpo.
La Comunión pareció durar eones, sin embargo solo duró los escasos segundos en los que la nave no estuvo realmente ni en el espacio normal ni en el azulado contínuo del hiperespacio. Su despertar fue brusco y fructífero: Había alcanzado una compresión muy íntima de la estructura y consciencia del Primarca y, asi mismo, había tomado la medida de lo que realmente le exigiría mantener de una pieza el carguero a través de la Tormenta.
Tan pronto como pasó el peligro de accidente por descuido, el caballero abrió de nuevo el libro y centró su mente en las palabras y en los recuerdos. La conexión debía estar allí, aunque notaba que aún quedaban cosas por saber. Se interpuso al avance de la impaciencia. Él sabía que era un momento demasiado crucial para dejarse llevar por cualquier emoción. Ahora más que nunca, el antiquísimo código jedi tenía sentido para él. No hay emoción, hay paz.
Pasó una y otra hoja, rememorando, estudiando, pensando, analizando, reflexionando y uniendo cada pedazo hasta lograr, o eso esperaba, formar una respuesta.
Puff...tengo que mirar bien todos los posts para ver si consigo aclararme, compañero. Aún me da que me falta algo por averiguar. A ver si hay suerte y doy con la clave :)
El salto al hiperespacio apenas llevó unos pocos segundos, pero para cada integrante el tiempo pareció lentificar su paso hasta que lo efímero se torno eterno.
Las piezas estaban sobre la mesa, carentes de orden, pero con una pauta ya establecida. Comenzaba el último viaje por la Galaxia conocida, su destino, un mundo muerto, un infierno de calor y ceniza en donde tal vez encontraran la última puerta a la esperanza.
Cada uno a su manera esperaba que la fuerza los acompañase a todos.
Incluido R2-T4.
Escena Cerrada. Pasamos a Gundrak.