Partida Rol por web

Se acerca aún más y mira a Arza-Está bien, confiaré en vosotros, y en caso de que esté equivocado, no tengo nada de valor dice mientras escondia sus anillos que podais robarme. No pareceis mala gente. Además, tengo hambre. Jeje su expresión había cambiado. De desconfianza había pasado a alegría. Os sigo.-dice mientras guarda la honda que tenía en la mano y sube a su montura.

¡Un Gnomo! ¡Y encima druida! Esto se pone interesante...una cosa es segura ¡Que pedazo de vista tengo! ¡Anda que no es dificil ver a uno de estos,jejjeje! ´-Observo durante un instante a su animal maravillado por su naturaleza salvaje-Encantado de conocerte Gliriel el Druída, ciertamente la brisa del bosque ha llegado contigo y siempre es bienvenida su frescura. No temas, no somos ladrones. Ven, sigue a Arza y entra con nos en la tasca, dentro conocerás al resto de aventureros. Estoy seguro que Rakas, nuestro valeroso bárbaro, escuchará atento tu historia de los trasgos.

- No, no, no - mientras movía graciosamiente sus manos arriba y abajo, Valerio intentó explicarse - No es que haya algun monstruo en particular. Eso sería peligroso. Si fuera así yo no estaría aquí, solo. Pero los ... eh... no me acuerdo como se llamaban. Este grupo, se ocupaba de acabar con cualquier animal ó monstruo ó algo así si se volvían peligrosos -

- Ellos no trabajan "para" el conde - les aclaró a continuación e intentó explicar lo poco que sabía- Son defensores de la naturaleza, pero no les gustaba que se talaran los arboles, por lo que le pusieron como condición para seguir ayudándolo, que el impidiera la tala. Fue un problema para el mesón, pero creo que en el lugar de él yo hubiera hecho lo mismo - El posadero se siente, por un momento avergonzado porhaberse puesto en el lugar del señor del lugar y baja la cabeza

- Pero no hablemos más de eso. Diganmé que les parece la sopa. La receta era de mi padre y la sigo tal cual el me la enseñó -

- Hummm...vaya! entiendo... - Las palabras del joven acaban diluyéndose en un mar de pensamientos en su cabeza.

-Así que el caso es que con bichos en la zona se fastidia el conde, sin bichos pero con explotación se fastidian los druidas y sin bichos y sin explotación tú, hmmm hm...-

Coge el cuenco de sopa con las dos manos y pega lo que en principio iba a ser un trago de cortesía.

-¡Esta sopa esta de muerte! -Sin soltar el cuenco y pegando un nuevo trago apurando hasta el final.- MMMMMM! ¿Y cuanto dinero necesitarías para empezar de nuevo en otro sitio? ¿1000.000.000 de piezas de oro?¡El mundo se merece que esta receta no caiga en el olvido! - Pone cara de circunstancia esperando que Valerio no haya prestado demasiada atención al último comentario y se lo tomara a mal.Que no se vuelva a echar a llorar porfavor porfavor porfavor

Acompañados de su "nuevo compañero", el pícaro y el explorador se dirigieron hacia el frente de la cabaña. Allí vieron a "Restos" el caballo que llevaba los huevos, atado a un palo y la puerta entornada.

Mientras se disponían a entrar escucharon, además de algunas voces conocidas (excepto para el druida) una nueva voz, que conversaba con el resto.

- 1000.000.000 mo, no por cierto. - contesta Valerio con una risita histérica - Mucho menos -

Luego bajando la voz, continúa - Si, mucho menos. Solo lo necesario para poder llevarme mis cosas y pagar a algunos artesanos para que me construyan algo. Quizás 1.000 monedas en total. Quizas bastante menos si consigo buenas recomendaciones y los artesanos trabajan a cuenta de futuras comidas. Saben. Así hizo mi padre para construir esto -

- Pero cuentenme. Y uds. que hacen por aquí? No es normal ver un grupo de aventureros en esta zona -

-¿Nosotros?- Tanteando frenéticamente en busca de algo de pan por encima de la mesa para rebañar el cuenco - esto... ¿Hay pan? Bueno si, nosotros vamos en busca de una especie de seeñor de los pajaros queee... bueno que te lo explique Dramir que él lo sabe mejor que yo.-Y antes de darle tiempo ha contestar continúa - AH! Y el pan y una cerveza por favor no se te olvide.-

Arza avanzó delante del gnomo y de Menzo, dirigiéndose hacia la posada. Por el camino colocó de nuevo la ballesta para no mostrarse amenazador, no era conveniente entrar en un sitio armado con, posiblemente, mucha gente en él que se lo podía tomar mal.
Según se acercaban se oían los gritos de los que hablaban, o más bien gritaban.
Al llegar a la puerta espero a que se acercaran un poco los otros dos, para asegurarse de si venían o no. Aún veía a la cabra de Menzo cerca de este, y Arza se preguntaba si Menzo tenía pensado meterla dentro.

La puerta de la posada se abre, y Arza se queda en el umbral, como si estuviera esperando a que se acercara alguien.

Al ver a los animales no puede evitar quedarse un rato contemplandolos y acariciando a la cabra. Son amigos de los animales... Eso es bueno. Puedo confiar plenamente en ellos... O por lo menos... Eso espero...

Un gnomo entra en el lugar, casi seguido por un perro. ¡Quieto! vigila que no venga ningun trasgo.-le susurra antes de que toque la madera del piso. La criatura, como si entendiese todo lo que estaba diciendo, se fue hacia afuera a vigilar.

Una vez presta atención a los que estaban dentro, los mira y analiza a todos. Hola...-dice con algo de timidez al ver que todas las miradas están posadas en él-Mi nombre... Yo soy Gliriel, el druida.. no dice más y mira hacia atrás esperando a que entre Menzo y Arza.

Ante la entrada del semielfo en primer lugar y del desconocido gnomo en segundo, el posadero vuelve a hablar - Entrad, entrad, ya os traigo vuestra sopa. Vuestros amigos me indicaron que venían - comenta Valerio, feliz de cambiar de tema y dejar de hablar de su futuro.

Muchas gracias amigo, pero aún queda otro que esperaré a ver si viene. En seguida iré a la mesa para que no se acaben la cerveza. Responde Arza con una sonrisa.

Después se gira de nueva para esperar a Menzo; si se le deja mucho tiempo a su aire, seguro que se le ocurre alguna de las suyas y mejor estar atento a ello.

Un primer vistazo superficial hizo a Gliadel confundir la silueta del gnomo que acababa de cruzar la puerta con la de su amigo Menzo, pero la breve presentación que les dirige le saca de su error.

¿Eh? ¿Gliriel?.¡Este es nuevo!

-¡Vaaaya!-Se acerca asombrado al hombrecillo hasta tener que agachar la cabeza para mirarle a la cara.

-¿Así que tu eres un druida? No pareces tan malo...¿Por que no dejáis al pobre Valerio ganarse la vida con la explotación?-
Cruza los brazos y le dedica una mirada intensa y reprochadora.

-¡Lo esta pasando muy mal sabes!-
Señalando con el brazo y el dedo indice hacia el posadero mientras este se dirige a la cocina a por la sopa.
-¡EEY!¡Y el pan y la cerveza Valerio!¡No se te olvide por favor!-

¿que?... no entiendo qué quieres decir.-se aleja un poco del clérigo-No conozco a ningún Valerio... ¿Es ese que se parece a un gnomo? el que está afuera... el druida estaba un poco confundido.
Yo no le he hecho nada. Y si no me crees, fijate afuera. El perro no te hará daño...

Por cierto... ¿No habreis visto algun trasgo ultimamente?-esto se lo decía a Rakas, Dramir y Ecthelion.

-Bueno esta claro que no sabes nada de la explotación pero espera...¿Gnomo?-Inclina la cabeza como para observarlo mejor.-Ah es verdad! Eres un gnomo! jejeje nunca había visto ninguno...bueno fuera de los libros quiero decir.He oido que os gustan mucho las bromas,¿es verdad?.-Le tiende la mano amistosamente.

-Yo soy Gliadel, clérigo de Pelor...-Pero de pronto hace una extraña mueca mirando justo detras del recienllegado.-¡CUIDADO UN TRASGO!-

Rakas había estado en silencio mientras sus compañeros indagaban sobre los problemas del posadero, la verdad es que tenía poco interés en ayudarlo, aunque cuando habló de monstruos, la sed de aventuras del bárbaro hizo que prestara algo más de atención. Por lo que había sacado de la conversación, la única ayuda que podían prestar era económica y no veía ningún beneficio en ello.

Hasta la entrada del Gnomo, Rakas había centrado su atención en el plato de sopa, bastante rica por cierto, y en su jarra de cerveza. Sin embargo la aparición del druida y su perro despertarón el interés del bárbaro.

-Gliadel deja al Druida, no creo que él haya causado ningún mal al posadero, es más estoy deacuerdo con que protejan el bosque.- Tras este comentario el joven se levantó y tendió u brazo para saludar al gnomo.-Yo soy Rakas Krormar, no hagas caso a mi compañero parece que él también tiene sangre gnoma y gusta de las bromas. De momento no hemos topado con ningún trasgo, de momento únicamente hemos luchado contra Kobolds y buitres gigantes.

- Otro? No eran seis? - el pobre valerio no sabrá mucho de aventuras ni de armas, pero de números si que entiende. Le dijeron seis, hay seis, y parece que falta uno más, así que supone que a los pobres aventureros que tiene delante no se le dan muy bien las cuentas. Encogiéndose de hombros, le sirve un plato a los recién llegados y aprovecha para mirarlos con cuidado

La cara del posadero al mirar al gnomo daba cuenta de que el tampoco lo conocía. Sin embargo le acercó un plato de sopa de cebollas - No parece tan malo - lo oyeron murmurar, mientras acercaba, a continuación, un jarro de cerveza para cada uno de los presentes y un enorme plato de pan que puso en medio de la mesa.

Gliadel sintió una punzada en su corazón al ver como el aparentemente apacible gnomo convirtió su expresión facial en una grotesca mueca de odio al oir la palabra trasgo en boca del clérigo.No es miedo es rencor lo que siente este hombrecillo por los trasgos.

-Perdóname Gliriel, como bien ha intuido mi amigo el gigantón solo quería probar vuestro mítico sentido del humor.Os pido disculpas en nombre de mi y de mi sagrada orden.¿Porque no me dejas que te compense con esta sabrosa sopa que ha traido el tabernero para vos?.Comed hasta que reventeis, corre de mi cuenta.Sentaros con nosotros por favor.-

El elfo no dejaba de comer la sopa mientras presenciaba toda la escena y le hacía un gesto a Valerio levantando el cuenco y la jarra para que le sirviera algo mas de sopa y cerveza. A su mente volvía la palabra paranoicos, ante la palabra monstrusos por poco nos ponemos en pié y sacamos todas las armas. - El grupo paranoico - dice en un susurro.
Ante la invitación de Gliadel se apartó a un lado y le hizo un sitio al recien llegado para que compartiera la mesa del grupo. - ¿Trasgos?, no, en realidad nunca me he tropezado con ninguno. ¿tienes algún problema con ellos? -