Parece que lo que fallaba era que al abrirse el cliente de correo y cerrarse, pedía confirmación aunque no hubiera tareas pendientes si no se habían recibido mensajes en esa sesión. Eso parece que confundía a Windows.
Lo que hace el programa es aplicar un logaritmo muy complejo que hace "aparentemente" aleatorio el número, tras redondear hacia abajo los decimales. El primer número sí es aleatorio. Te gustaría saber quién ha programado semejante chapuza.
Pues si no ha sido la tal Angela Klamery, el programador andará dentro de su grupo de amiguetes. Vuelvo a comprobar que ahora todo funciona bien y si lo hace, me dirijo a mi pertinente superior (o a quien crea oportuno) y le comento que el servidor de seguridad ya esta arreglado y le cuento un poco todo lo que he hecho y porqué fallaba. Cuando le cuente que el servidor envía un Mail a aklamery@abb.org con el primer numero aleatorio de la serie de los sensores fotoeléctricos, me gustaría leerle la mente, a ver si él sabe algo o también piensa que es un chanchullo o si la causa de ese Mail, está justificada (independiente de lo que me diga, ya que podría mentirme).
"Joder" piensa tu jefe. "La ex-secretaria de Williams."
-No te preocupes. Les pasaré el mail a la gente de Zafon's y que se ocupen ellos de presentar una denuncia si quieren. -
Le comento que precisamente el problema está arreglado, es decir, si lo dejo tal y como está, mandará los mails a la persona pertinente. No creo que eso sea una de las funciones del servidor de seguridad. Propongo desinstalar dicha rutina (la que hace que se envie un correo) instalar el programa de números aleatorios original (por si acaso se hubiera instalado una versión con "modificaciones") e investigar en el resto de los ordenadores de seguridad, por si se ha hecho algo similar y en caso afirmativo reimplantar los programas originales. A pesar de todo también aconsejo revisarlos periódicamente y cambiar la clave de Administrador.
Bueno, el tipo balbucéa un poco. Tu "scan" detecta que no tiene claro cuánto puede meterse en el tema sin cabrear al cliente. Finalmente, te dice que sí, que hagas eso pero que no cambies la clave, que esperes a que él le diga algo a los de Zafon's.
Resuelves por tanto el probelma y dejas el marrón en manos de tu jefe. Antes de marcharte, decides echarle un ojo a los objetos de la subasta, consultando un catálogo que ya se ha maquetado e impreso y han dejado en el hall del edificio.
Los siguientes días los pasas trabajando en tareas bastante rutinarias y luego disfrutando de un fin de semna tranquilo en el que te aclimatas a Nueva York, recorriendo un par de sitios emblemáticos, como el Zoo del Bronx o el estadio de los Yankees.
El lunes 11 de septiembre te levantas temprano y coges el periódico del domingo para entretenerte en el trayecto en metro al trabajo.
Consulta la noticia en Guía Umbría de Nueva York.
Jooooooooooosssssss, os, os, os, os...
Toy haciéndome la ficha. Espero responderte en breve, esto es, en el dia de hoy.
Lamento las molestias.
Hola holita. Tu pj me parece bien. Adelante con el posteo.
Javier queda con una sensación desagradable al leer la noticia.
¿Pero que coño le pasa al mundo? ¡Espera! ¿La subasta Zafon’s? ¡Caramba! Si estuve a punto de ir. Menos mal que tuve que currar o es posible que me hubieran secuestrado a mi.
Javier suspira aliviado, sin encontrar ningún patrón o explicación a los asesinatos. A pesar de todo, al salir del Metro, no puede evitar mirar alrededor suyo buscando alguna furgoneta de color azul. Cualquier azul.
Viendo que el periódico le ha dejado un poco paranóico, dedice relajar su paso, intentando concentrarse en las posibles tareas rutinarias de hoy en la oficina.
Al llegar al trabajo te encuentras un ambiente agitado. Notas cómo instintivamente la gente evita el despacho del jefe y que todos hacen lo posible por mostrarse ocupados. Cuando preguntas de forma casual, te enteras de que la casa Zafon's no anda muy contenta con lo ocurrido, aunque entienden que no es culpa de la seguridad informática actual, sino un problema anterior lo que hizo que alguien tuviera acceso a códigos necesarios para entrar al asalto en Zafon's el pasado viernes. Aun así, no hay buen ambiente.
"No me extraña que no haya buen ambiente. Le dejo el marron al jefe y la caga. Menudo pinche sangrón." Piensa Javier, mientras resopla.
Decide pasar del asunto, hacer sus tareas rutinarias y hacer como que está ocupado, como el resto del mundo.
En algún momento de descanso, busca en algunos de los periódicos de prestigio si se sabe algo de los ladrones que pillaron en la subasta Zafon's.
Los periódicos comentan que dos de los ladrones murieron en el tiroteo y otro resultó herido y detenido; el resto, huyeron sin botín. No se dan muchos datos sobre quién respondió al asalto, así que supones que se ocupó la seguridad interna, aunque no te pareció tan numerosa como para detener a un equipo de media docena de hombres... ¡con subfusiles! ¡Granadas de humo! ¡Explosivo plástico! ¿Quién cojones era esa gente?
El jefe sale del despacho. Su cara no es de enfado, pero sí de determinación o incluso de tensión. Se dirije directamente al centro de la sala y tras mirar alrededor, a todos los cubículos en los que os agazapáis, dice -¿Alguien conoce a un buen detective? ¿Un amigo que trabaje en eso, con licencia, que me pueda recomendar?-
Estooo, no me mates, pero juraria que yo no conozco ningún Detective ¿verdad?
Y me he releido la historia y todo.
Nop, no conoces a ninguno en persona. Aunque sabes positivamente que algunos miembros de tu "organización" ejercen como tales usando sus poderes.
¿Qué tal Málaga, bribón? ¿Todo bien? ¿Eh? ¿EH?