En el interior de la Cabina de la Capitana, se encontraba el Señor Bigotes, este quizás estaba ahí para buscar un sombrero de Capitana de repuesto que probarse o quizás para buscar el cofre donde la anterior capitana había requisado las pistolas de todos... o joyas que hubiera... a saber...
Busco joyas o algo valioso.
Motivo: buscar joyas
Dificultad: 0
Habilidad: 8
Tirada: 5 5 10
Total: 5 +8 = 13 Éxito
Escondido bajo la mesilla de noche al lado de la cama, tras apartarla, el Señor Bigotes pudo encontrar un pequeña cofrecito repleto de monedas de oro y pepitas de distintos tamaños de este mismo mineral. Realmente parecía ser dinero suficiente para empezar una buena nueva vida, aunque solo una.
Viendo que mi compañero encontró ese oro decidí que lo mejor que podía hacer era quitarle de encima esa pesada y molesta carga, por lo que sin dudar ni un solo segundo de ello, simplemente esbocé una sonrisa y le sugerí que me entregara el oro de forma un tanto amenazante.
-Dame ese oro. Ya lo llevaré yo. -Comenté mientras extendía mi mano- Vamos a irnos ya. No quiero que vuelen por los aires el barco y nos pille la explosión. Aunque sé que no tienen huevos a hacerlo...
Motivo: Intimidar
Dificultad: 0
Habilidad: 7
Tirada: 5 9 10
Total: 9 +7 = 16 Éxito
Con la caja en mano, me dispongo a abandonar la habitación, realmente no parecía que fueramos a encontrar nada más allá asi que no iba a perder mi tiempo estando en un lugar que, de un momento a otro, iba a volverse una trampa mortal, una bola de fuego o un barco fantasma.
Y así fue como este dúo de piratas que compartían un gusto similar por el tipo de sombrero que se marcharon en dirección a la cubierta en donde tenían ya el bote salvavidas más que dispuesto para zarpar. Aunque claro, aún faltarían unos cuantos arreglos, como soltar cabos, o asegurarse de prepararse para un escape exitoso.