(Fecha, invierno)
Fig 1. El Chisme. Rasgos generales.
Fig 2. El Chisme. Detalle del motor.
Fig 3. Operaciones matemáticas. Cálculo de eficiencia de carbón bituminoso y antracita.
Fig 4. Ilustración de mi persona a día de hoy: sin cejas y con la mitad del pelo quemado. Gracias, DG.
Y, por fin, después de tanto tiempo, DG y yo hemos terminado la forja de las piezas básicas (Fig 1). El chasis del Chisme es alucinante, francamente. Dice "velocidad" con sólo mirarlo. Bueno, sólo con mirarlo y sólo en general, porque por ahora todavía no hemos conseguido que se mueva a una velocidad digna de ese nombre. Si mis cálculos (Fig 3.) son correctos -y lo son- debería ser capaz, cuando terminemos y lo pongamos a punto, de alcanzar la, atención, salvaje velocidad de... ¡55 puñeteros kilómetros por hora! ¿No es brutal?
Ooops. Oigo gritar a Padre. Parece que DG se ha vuelto a dejar encendida la forja. Puñetero capullo ignífugo, anteayer perdí las puñeteras cejas y la mitad del pelo.
(Fecha, invierno)
Fig 5. Grabado a plumilla del aspecto de los acantilados junto a la colonia en invierno.
Fig 6. Pistola de cargador largo Perpetradora. Rasgos generales.
Fig 7. Pistola de cargador largo Perpetradora. Detalle del mecanismo de disparo.
Fig 8 .Pistola de cargador largo Perpetradora. Detalle del cargador.
Fig 9. Pistola de cargador largo Perpetradora. Detalle de la mirilla y el sistema de apuntado.
Y aquí tenemos, finalmente, a Áspid. Este puñetero trasto con cargador de varias balas revolucionará el mundo de los suicidios. ¡Ahora la gente podrá dispararse hasta diez veces sin tener que parar a recargar! Es imposible fallar, incluso si se tienen los dedos morcillones de DG. Una nueva era para los hastiados de la vida comienza ahora.
En otro tono menos cabrón, estoy muy contenta con este proyecto. Ya tengo en papel todo lo que necesitaba; cálculos, diagramas y diseños. Perfecto. Estoy forjando varias pruebas para el cañón. Si el metal es fino, favorece la potencia; si es más grueso, la puntería. Aún tengo que llegar a un compromiso, o quizá desarrollar a Áspid en dos versiones: para torpes o para los que quieren atravesar el metal. Nunca se sabe.
Fig 10. Incordio. Planos generales.
Fig 11. Incordio. Detalle
Fig 12. Incordio. Detalle.
Y hete aquí el Incordio. Un vehículo diseñado para alcanzar velocidades alucinantes ¡¡70 km/h!!, que finalmente lo ha conseguido... para a continuación detenerse hasta que el motor queda limpio. Sí, utilísimo. Puto cacharro de mierda.
(Fecha. Invierno)
Figs. 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20. Ilustraciones de vestidos élficos y detalles de los mismos.
Ha venido la esposa de padre. Es guapísima, y es la primera vez que la veo en mi vida. Me ha mirado con conmiseración, como si yo fuera una cucaracha en un plato de nata, y me ha dicho: ¿cómo puedes vivir vestida con esa ropa?
Me ha regalado unos cuantos vestidos, como si me estuviera dando limosna. Son blancos. Blancos. No sé que coño cree que voy a hacer con ellos.
No me ha caído muy bien, así que me he ido a nadar toda la tarde.
Atractivo: Muy buena.
Carisma: Buena.
Conexiones: Regular
Coraje: Buena
Educación: Buena
Esgrima: Regular
Físico: Buena
Gracias sociales: Regular
Habilidades atléticas: Buena
Hechicería: Mala
Ingresos : Regular
Interpretación: Mala
Mecánica: Excepcional
Medicina: Regular
Percepción: Regular
Puntería: Buena
Puños: Mala
Sigilo: Regular
malo
regular
bueno
muy bueno
excepcional
extraordinario
Por cada mala, una muy buena.
Dos malas, una excepcional.
Tres malas una extraordinaria.
(Fecha. Invierno)
Uno de los problemas de ser humana entre enanos es ese desagradable asunto del envejecimiento. Sí, vale, hay cosas que un enano aprende a los 50, 100 y 150 años. ¿Y yo qué?
Padre me encontró cuando era un bebé, eso lo sé. Pero se niega a hablar más del tema. Tampoco es que tenga importancia, no es más que un pasado del que no recuerdo nada. Aquí, en la colonia, todos son mis amigos, mi familia. DG es mi hermano, diga lo que diga la sangre.
Pero... hay cosas. Soy la única del género femenino de toda la colonia. Eso significa que el día que me bajó la regla, fue casi un Acontecimiento. Significa que todo el mundo tiene barba que mesarse, menos yo. Significa que a veces me doy con el techo. Significa que yo sí me quemo en la forja.
Cuando me miro al espejo, sé que soy diferente a todos los demás.
(Fecha. Invierno)
Necesito un apellido.
(Fecha. Invierno. Francia, camino de la guarida del dragón)
ODIO. LAS. COLES.
(Fecha. Invierno. Francia, camino de la guarida del dragón)
Acabo de revisar mi equipaje.
HAY UN VESTIDO.
Mi madrastra me ha metido uno de sus vestidos en el maldito equipaje. Una... cosa inútil blanca y esponjada, perfecta para tropezar con ella si intentas correr y para que dificulte todos tus malditos movimientos. Y los puñeteros zapatos son de TELA. Y tienen TACÓN.
Si lo vendo fijo que me saco una pasta.
No esperaba que el dragón fuera así. Tan... tan... y cuando me habla, me sube una cosa... es como un... así... escalofriante, pero como cuando te metes en el mar y te encanta.
Fecha. Invierno.Guarida del dragón)
Vale, el dragón es muy alto. También tiene que influir el hecho de que en la colonia todo el mundo que me rodea es jodidamente más bajo que yo, ¿no? Que digo que ahora me resulta sorprendente. Y es perturbador, todo el tiempo mirándome, escuchando cada palabra, como si quisiera absorber el universo... pondría nerviosa a una esfinge.
Hace 18 años.
Llueve.
A cántaros. Es una noche espantosa.
***
Charles y Madeleine se dirigen a su hogar. El viaje ha sido un incordio, pero ya casi están llegando. Acaban de desembarcar de nuevo en la amada inglaterra, y su cochero los lleva a la velocidad del rayo a su casa.
La zona no es peligrosa, por lo que Charles, pese a ser un excelente espadachín y un tirador más que competente, no va armado más que con el inevitable estoque-bastón. No, la zona no es peligrosa y la gente se siente segura; por eso los bandidos han escogido este lugar. Esperaban este carro. Esperaban a sus ocupantes. Esperaban sus bolsas llenas de chelines.
Un tiro llena el aire, como un trueno, y el cochero cae. Sus propios caballos lo pisotean. Después, se detienen.
Quédate dentro, Maddie, dice Charles. Y Maddie obedece. Aprieta contra el pecho un bulto envuelto en fino lino.
Charles sale, con el estoque. Es consciente de que la vida de su esposa pende de un hilo, así que decide no optar por bravuconerías. No han visto a Maddie; si les da el dinero y no miran dentro del coche, no la verán. Porque si la ven... Maddie es muy hermosa. Y el bulto que aprieta contra el pecho es muy valioso.
Doscientos marcos. Éste reloj vale mil más, es una antiguedad.
El rifle hiende el aire una vez más. Charles cae al suelo. Su último pensamiento consciente es el deseo de que saqueen su cuerpo y no miren en el carro.
Miran.
***
El carro queda volcado, ardiendo. El escudo del ducado de Hastford grabado en los laterales se consume lentamente. Entre las llamas, sólo se intuye el lloro tímido de un bebé.