-Gratitud, Su Majestad.
Ésa fue la réplica de Lord Evan, seguida de una reverancia. Se mostraba calmado, pero su sangre estaba hirviendo. Necesitaba salir de aquel salón y reunirse con los suyos para preparar la defensa.
La celebración continuó después de que el Rey tomara la resolución de celebrar una audiencia formal en la que se expusiera el caso como se debía. Hubo más baile, vino, comida y se agasajaron con todos los honores a los campeones del torneo. Tras ello, Lady Dannett fue acompañada por un Capa Blanca y varios sirvientes a los aposentos que el Rey había mandado disponer para ella, y otro Guardia Real y otros sirvientes hicieron lo propio con los Crogall, que fueron conducidos hasta el ala este de la Fortaleza Roja donde había una gruesa puerta de madera que daba acceso a un corto pasillo en el que se agrupaban cuatro aposentos que quedaron a disposición de la familia. Ante la puerta se apostaron un par de guardias y les informaron que tendrían un servicio de criados a su disposición para atenderles en lo que precisaran. Al margen de eso, les dejaron acomodarse y disponer de las habitaciones como ellos consideraran.