Partida Rol por web

Entre los dos apenas podíamos mover al pedazo de carne, aunque había más progresos que por separado así que al menos eso me confirmaba que deberíamos ser capaces de subirlo al carro con algo de trabajo en equipo. Mientras seguía intentando hacer eso escuche de fondo como Yumei comenta la ausencia de nuestra líder, Touma pudo notar como en ese momento deje de hacer fuerza por un momento mirando al suelo para coger aire y continuar tirando del Pokémon.

- Tutha, vente aquí anda... Esa siesta te ha ayudado para recuperar energías ¿no? Pues échanos una mano a mover esta mole anda -le dije señalando al Tauros a mis pies, indicándole a Touma con las manos que descansara un momento, pasé la mirada por el resto del grupo buscando a mi próxima víctima entreteniéndome un momento en ver la gema verde- O podemos venderla y tener el dinero para poder sobrevivir unos cuantos días sin problemas... siempre y cuando no perdamos el dinero -propuse imaginando que no les gustaría la idea mucho, pero entonces apareció por mi vista periferia una llorona ya muy demasiado familiar- Si, soy un hombre horrible ¿pero tienes alguna idea mejor para recuperar a Goldy que seguirme? O otro tema ¿tienes un sitio donde pasar la noche? Porque sin dinero esta complicado. Porque si no tienes dependes de todos nosotros que podemos ofrecerte un techo, así que a trabajar -y obviamente señale al Pokémon- Ketten, vente tu también cuanto acabemos con esto antes podremos buscar a Aneko, antes podre ocuparme del problema con esta chica y sobretodo antes veré de nuevo a Oki.

Aquella muchacha había sido derrotada en el campo de batalla por ver quien curaba más y mejor primero, así como ahora había sido apaleada verbalmente por Levan Audex.

-Sniff... -Se sonó los mocos mientras se alejaba del muchacho- No... -Tras decir esto, la muchacha se dirigió directamente al carro tirado por el Ponyta y se tumbó ahí mismo, a la espera que entre tres pudieran cargar con el Taurus muerto y subirlo. -Quemé todos los puentes con el Santuario de la Suerte cuando me fui y mi grupo aún no vuelve de la Capital; necesito recuperar mis Pokemon.

Ayudaba a cargar aquel mastodonte no era fácil pero al menos podíamos dividirnos el peso entre los dos en un momento sentí como todo el peso del Pokémon termino sobre mi use mis limitadas fuerzas para déjalo caer con delicadeza -Para la próxima avísame un poco antes- Observe la gema con cierta curiosidad -Lo de venderla me parece bien aunque no puedo dejar de pensar que se muy extraña, es probable que realmente tenga propiedades únicas como dicen las presuntas eruditas- Dije con algo de ironía la ultima parte admirando la joya.

Tuatha se arremango mientras se acercaba al grupo que movia al tauros

-Ta bie, ta bie, ya voy, ni una sieta se pue da una tranquilamente, sempre mue eso, muee lotro, soy ina señorita, no deveria dacer esta cosas.

Dijo mientras comenzaba a cargar el Tauros junto al resto del grupo

Entre Levan Audex, Eula Lawrence, Tuathanach Glasraich y Touma Makoto, los cuatro pudieron subir a aquel pesado -y envenenado- Taurus dentro de aquella carreta, en la cual casi aplastan a una depresiva Yuri Takamiya, aunque por fortuna para esta, su depresión no llegaba a tal punto de dejar que un Taurus muerto -y envenenado- la aplastara.

Ahora con todos curados, con el carromato lleno con el Taurus, podían continuar con el viaje hacia el pueblo si deseaban, o si querían hacer otra cosa podían separarse nuevamente... aunque con lo bien que les fue la última vez quizás se lo replantearían un poquito.

Por fin logramos meter al Taurus en la carreta. Tan pronto como lo conseguimos volvía a coger a Lumi y emprender la marcha.

¿Entonces qué hacemos? ¿Vendemos el Taurus conseguimos  a oki y vamos a recuperar a nuestras compañeras? O tenéis otra idea.

   No se... - comentaba tras la idea de vender aquella piedra bonita - pol lo genelal a los ances'los no sel muy bondadoso con aquellos que no 'oman encelios legalos de la 'ierra..., mas vale sacarle buen uso... que pa algo es un legalo... - sería lo ultimo que opinaría, a fin de cuentas eramos un grupo y lo mejor era saber la opinión de todos antes de elegir que hacer.

   Del resto simplemente me limite a mover de arriba hacia abajo la cabeza, pues con el Tauros ya montando, lo mejor era recuperar cuanto antes el compañero de joven juglar antes de dar cualquier asalto al nido de los bandidos.

No tarde ni cinco segundos en sentarme en la parte delantera del carromato en cuanto soltamos al Tauros en la trasera del mismo vehículo, agarré las riendas y miré un rato en silencio hacia el camino frente a nosotros que recorría el bosque, baje la mirada y suspiré. Me gire sobre mi mismo hasta mirar a Yuri- ¿Quieres llevar las riendas tu esta vez? Te enseñare un poco como hacerlo -le propuse como intento por animarla un poco- Por lo menos sabes que esa chica no va a hacerle nada malo a Goldy, no es como si hubiera caído en manos de alguien maltratador o algo así -esta vez mi tono de voz si que fue mucho más suave e incluso le esbocé una bonita sonrisa

- Ese era el plan -le respondí a Eula- Yuri perdió a su Psyduck en una apuesta y llegamos al acuerdo de que para recuperarlo quería a cambio varios de otros Pokémon o alguno más valioso así que podemos capturar los que pertenecen a los bandidos y dárselos a la estafadora.

Aquella muchacha parecía que en un principio iba a rechazar la oferta de Levan Audex de ayudarla a aprender a manejar aquel carro y a aquel Ponyta, a fin de cuentas, su estado anímico estaba por los suelos, pero la actitud abierta y consoladora del joven, hizo que esta lo reconsiderara.

Aún temblando y aguantando las lágrimas este se acercó al asiento donde Levan Audex estaba sentado y agarró de sus manos las riendas de aquel carro, dispuesta a hacer caso a las indicaciones que este domador Pokemon le indicara.

-De acuerdo... -Comentó con un hilo de voz- Sí, Goldy seguro que estará bien... Pero... ¿Y si se resfría?... Estará estornudando todo el rato...

Y así fue como, con el Tauros cargado en el carruaje, y con los heridos también encima del mismo, estos marcharon en dirección al pueblo, siendo guiados por la llorona de Yuri Takamiya, siendo esta guiada por las indicaciones y el control atento constante por parte de Levan Audex.

Aquel grupo salió del Pueblo Papaya siguiendo el camino contrario al que habían tomado por el "Sendero Sandía". Este sendero nacía del Camino Carambola, también llamado "Camino Estrella" por su popularidad entre los viajeros que se movía de norte a sur siguiendo la costa y que también daba a la "Ciudad Calabaza" y que se movía hacia el interior, dando, entre otros lugar al "Pueblo Papaya", que era de donde salían. También un pequeño camino lleno de maleza se conectaba hacia, perdida en el bosque, su Guild se encontraba.

Tras los árboles en una curva, en el suelo a unos 15 metros de distancia enfrente de aquel grupo, bloqueando el paso, se encuentra una carreta que no dejaba el paso por el Sendero Sandía. Esta carreta la pudieron reconocer como aquella que habían visto minutos atrás tirada por el Taurus (que ahora evidentemente faltaba).

En este lugar los bosques se cierran en torno a la senda, con un empinado terraplén y densos matorrales a cada lado.

Aquel grupo, cada vez más grande, llegaría a la zona, junto a ellos la Tabernera Mei-chan Dri los acompañaba junto a su Ponyta para ayudarles a reparar el carromato. Además de eso, también se encontraba Yuri Takamiya, agarrando bien fuerte a Redy para que nadie se lo robase. Pues aún tenía un pacto con Levan Audex.

Deteniéndose al lado del carro, Mei-Chan Dri echó un vistazo a la estructura y tras examinarla durante algunos segundos, esta se giró hacia los miembros de la Guild con una mirada esperanzadora para los planes que tenían. A fin de cuentas, tratar de hacerse con el carro era algo válido y una buena adquisición.

-Creo que podré arreglarlo, -comentó sin rodeos- podría intentar colocarlo recto y llevarlo al pueblo con mi Ponyta, o puedo hacer el camino contrario, ir al pueblo, comprar una rueda que pueda servir, -dijo mientras medía el diámetro de las otras ruedas- ahora que vi como es, y colocarla en el carro. 

Sin perder de vista a Redy y poniendome en la zona contraria del carro de ese tipo rarito que tanto estaba echándole ojitos a su querido Ditto, Yuri Takamiya también alzaría la voz al respecto. A fin de cuentas, ella claramente no era alguien de demasiada utilidad en combates Pokemon, pues sus conocimientos en Pokemon eran bastante escasos.

-Yo me quedo con ella. -Comentó apuntándose a la idea de no entrar en combate, probablemente por ver todos los signos de lucha que había por los alrededores- No puedo ayudar en combate y Redy está teniendo un ataque de ansiedad.

Por su parte, Redy estaba en el balde de agua, ahogándose de forma tranquila. Como hacía siempre, por lo que ataque de ansiedad poco o nada. Por lo que si Yuri Takamiya quería usar de excusa al Pokemon como una madre usa de excusa de que sus hijos están "cansados" para irse antes de los lugares, esto así no le iba a funcionar.

.  .  .

Viendo como Redy al parecer no quería seguirle el juego, de forma sigilosa esta empezó a agitar el balde de agua hacia todas las direcciones, manchando y mojando a quien estuviera cerca de ella, vaciando parcialmente el cubo, más aún de lo que ya estaba. Tras aquel pequeño arrebato.

-He dicho que Redy está con un ataque de ansiedad. -Volvió a repetir mostrando a su Pokemon.

Redy estaba en un pequeño ataque de ansiedad. Por lo que no iba a ser útil en combate ni testificando ante un jurado popular sobre los abusos psicológicos y físicos que estaba sufriendo de su domadora Pokemon; pero como estos son tiempos medievales, esto no parecía importarle a nadie, así que prosigamos.

¡  .   .  .  !