Partida Rol por web

En mitad del basto desierto de Las Brasas, lejos de cualquier civilización y oculto de ojos curiosos, se encontraba una pequeña base de la Resistencia de Ilya. El calor abrasador del sol era insoportable durante el día, y las temperaturas heladas de la noche hacían castañear los dientes debido al frío. Pero era lo mejor que tenían, y lo mejor que podían desear.

Allí residían unos cuantos ordinarios, vulgares, escondidos de los Ilyrios y del filo de la espada de su Ejecutor. Sabían que, si eran descubiertos, ese final les esperaba. Tras el desastre que resultó del intento de motín, en eso se habían convertido sus vidas ahora, esa era su nueva realidad.

Sin embargo, al igual que el sol volvía a salir cada mañana, había un rayo de esperanza para ellos. Makoto Khitan y Adena March habían llegado hace poco hasta este refugio con muy buenas noticias, pues habían logrado reunir a una serie de valientes, nuevos postulados para formar parte de las filas de la Resistencia.

Esta serie de personas fueron guiadas hasta el corazón de Las Brasas, hacia el que sería su nuevo hogar, en el que recibirían entrenamiento y serían instruidos para conseguir ser dignos luchadores.

Los días se transformaron en semanas, y todo parecía ir bien para ellos. La rutina era dura y exigente, y el ambiente desolador hacía juego con sus corazones, pero estaban vivos. O al menos por el momento. La paz que tanto ansiaban, y que ya casi parecían tocar con la punta de sus dedos, desapareció súbitamente una mañana, junto con los primeras luces del alba.