Me quedo atónito ante el despliegue de violencia sin control. Justamente cuando he dicho que aventurarse a ejecutar sin analizar la situación, va y la chica no solo mata a varias personas pero todas eran enemigos. Me quedo mirando la situación sin saber qué decir.
Veo la matanza, uno a uno. Mi cara se queda blanca y vómito...
-Miauuu, ¿había tantos tipos malos? Miauu
¡Ay no! - La reacción de Alice podría ser miedo por las muertes Pero ese pensar cambiaría para los presentes cuando se dieran cuenta que realmente estaba preocupada por la limpieza - Saben lo difícil que es la Sangre - en un minuto ya tenía preparado un bote con agua y un cepillo con el que empezó a limpiar.
Con aquel despliegue de sangre y muerte, el horror de la situación que estaban viviendo parecía más real de lo que nunca había sospechado Saorise. Sin embargo, su manera de ser estaba muy alejada de las preocupaciones.
-Bueno, pues sí eran malos, mucho mejor, ¿no? Yo diría que -Sveiki Atsisveikink es nuestra heroína, la que nos defenderá de todo mal. ¡Hip hip, hurra! ¡Hip hip, hurra! ¡Hip hip, hurra! -exclamó, dando saltitos y elevando el puño hacia el cielo.
Miró entonces a su alrededor.
Seguro que hay más malos. Ese puñal tiene que buscarlos pero ya. Venga, bonito. Encuéntralos. Si acabaste con el que yo había votado significa que el tun tun también funciona, así que a ver quién es el siguiente. Pito, pito, gorgorito...
Me mantuve en silencio durante todo el día. Ya era mala la situación de la votación que se nos llevarán, como para que encima hubiera unos psicópata disparando a la gente por qué si o por unos motivos tan banales como esos.
Lo... Lo siento. No me presente durante el día me llamó reika. No tenía muchas ganas de hablar antes.
MIré en dirección a los cuerpos, lo peor de todo es que matando al tuntún se ha cargado alguno de los enemigos que teníamos que encontrar.
¿Como demonios lo hizo?
-Pe-pe-Pe-pe-Pe-pe-Pe-pe-Pe-pe-Pe-pe-Pe-peeee...-Agitaba las manos y las palabras no le salían presa del pánico, esa supuesta adorable niñita acababa de matar a tres de ellos sin mas, ¿Por simple diversión? Y no muchos parecían sorprenderse, ¿Estaba entonces rodeada de locos? -Tal vez nunca debí unirme a esta locura... primero asesinos entre nosotros y ahora asesinos a plena vista de la que hacen la vista gorda... Están todos locos...-Musitaba Aya, mordiendo la uña de su delgado dedo gordo aun mirando los cuerpos del chico gordo y la de pelo de chicle y la otra de negro.
Has matado a mas personas que nadie, eres sospechosa.
No, no, no, Sveiki Atsisveikink solo ha dejado que ese precioso cuchillo ataque a los malvados -dijo Saorise, mirando a todos como si estuviese dando una clase, señalando con su dedo índice a los demás -. Y el tun tun dice que acertó de-lle-no. Ahora estamos maaaas tranquilos, ¿verdad, verdad?
En silencio, empezó a contar la gente que quedaba todavía por allí, quince, incluyéndose ella. Si seguía aquel ritmo, seguro que dentro de poco serían... como mucho, diez.
-Hay que seguir escogiendo. Pito, pito...- y empezó a marcar uno detrás de otro, señalando finalmente a... -¡¡ESE!! ¡¡ESE TIENE QUE SER MALVADO TAMBIÉN, SEGURO!! ¡Mañana tendremos que votarle o nos matará a todos!
Su dedo había apuntado a Lemier.
Esto es una locura, que alguien la detenga. Nos va a matar a todos.
Dije alarmado frente a la muerte Jesulín Matalacastaña.
Es que nadie, va hacer algo. Bueno, yo estoy algo tocado de la espalda.
Tosí, para ocultar la mentira obvia. Ni loco me iba a acercar a una tipa con un cuchillo y ganas de usarlo.
Luego recapacité; vi y oí lo que decía el resto.
A así que eran malas, quiero decir, era obvio que eran seres malignos. Bien hecho, Sveiki Atsisveikink.