Partida Rol por web

-¡Auuu! *Pippi se ha llevado por sorpresa un latigazo de campeonato con su propia honda que le hace sangrar la nariz, que le pica como si le hubieran dado una trompada.*

TURNO 29 - VÀNIMA

La elfa asintió. Se habían librado de los rivales de aquel espacio... pero habían sido descubiertos, aunque no localizados, lo cual parecía una contradicción. Le parecía correcto eliminarlos poco a poco, a poder ser, pero en cualquiera de los casos, su asentimiento era hacia Brecca, indicando que si, que subiría con él, y estarían apuntando a los enemigos desde arriba. EN cualquier caso, lo importante era no delatarse, y dado el caso, hacerlo sólo cuando estuvieran divididos. 

- La altura nos dará una ventaja visual, pero nos hará más visibles, posiblemente. En cualquier caso, sólo deberíamos atacar, como dice Odvarr, cuando los enemigos estén divididos, y entren en alguna de las torres a buscar. - La guerrera miró hacia su hermana, y le interrogó con la mirada, a ver cual era su opinión. En el combate la noldo había dejado que su instinto guerrero y su orgullo la guiasen, pero no quería que eso la cegase. En cualquier caso, tomó una flecha para tenerla armada en cuanto subiera al exterior. 

Además... además... su cara tenía un aspecto de preocupación y hasta de miedo que no le habían visto hasta el momento, y había ocurrido en la propia torre tras el combate, por lo que subió con rapidez, con la mirada preocupada, buscando a su hermana para hablar a solas con ella un momento. 

TURNO 29- B - VÀNIMA

- Hermana, - dijo acercándose a su oído, intentando que no le oyera nadie más - ¿Has visto y oído eso? Esos seres de penumbra, espectros, han pasado... ¿profetizan o sólo vienen a asustarnos? ¿A nosotras? ¿A insinuar que abandonemos esta empresa? - Su mirada tenía un cierto deje de pánico, de terror. No del tipo cobarde, si no de aquel que los elfos Noldor llevan inscrito en sus almas por enfrentarse al Señor Oscuro y su siervo Sauron. Le recordaba que sobre su raza pesaba el Hado de los Noldor... - Ha hablado del Señor Oscuro. Está, está creciendo. ¿O sólo intenta atemorizarnos?

TURNO 29 - Dromri

El enano guardo nuevamente su hacha y tomo su martillo nuevamente, lo reviso para comprobar su balance y confirmar que no fuera un daño en el arma lo que lo estaba llevando a fallar tanto.

Escucho lo que dijeron todos y aporto algo de su opinión.

Me parece buena idea, los que puedan atacar a distancia al techo, los demás vamos abajo y cuando pretendan entrar a por sus atacantes los emboscamos en la entrada y no los dejamos pasar, lo siento Odvarr pero prefiero enfrentarlos que estar preocupado de que me puedan llegar por la espalda en cualquier momento.

Tras hablar, comenzó a caminar hacia la puerta sin esperar respuesta, si alguien le decía algo se detendría, de lo contrario comenzaría a bajar, hasta el cuarto de olor rancio y ahí buscaría donde esconderse para emboscar a quienes pudieran entrar a aquella sala.

TURNO 29 - ELANOR

Las voces me inquietan porque revelan lo que es el destino de muchos de nosotros, una oscuridad que te acecha, te abraza y te pierde en su infinita maldición. Por ello es que cierro los ojos por un breve instante, esperando que aquello simplemente pase mientras mi corazón está en vilo. Allí desde las alturas ya se divisa lo que se viene, otra batalla más de las que llevamos en la espalda y cada vez siento que nos cuesta más. 

No obstante ante las palabras de mi hermana y los planes del grupo, estoy de acuerdo con usar las alturas y también favorecernos con la estructura en sí como si fuera nuestro fuerte. 

—Hermana, perece. Nadie nos va a hacer mal, estamos juntas y juntas venceremos. 

Una vez susurro a mi hermana, intento esconderme de la exposición que representa el estar en las alturas. Cruzando el lado de la ventana y disparar con la varita desde ese lugar, sería un buen punto. Menos desgastante también, que son muchas batallas ya. 

La lluvia caía con fuerza. Nubes de vaho salían de los rugidos de Ukzuuk y los demás orcos, que seguían al acecho de los intrusos que habían entrado en aquella fortaleza. Las pisadas chapoteaban en el barro acompañados de los tintineos de las armas y armaduras.

Elanor pegó su espalda a la torre donde se encontraban sus compañeros. En menos de unos segundos, sus ropas se empaparon por la lluvia. La luz se disipó por las nubes, haciendo que todavía estuviera más oculta. Pero a pesar, de no ser vista por el momento, no tardarían en descubrirla.

El cansancio se hacía con los músculos y los huesos de los aventureros, habían pasado duros combates durante mucho tiempo y ahora otro gran enemigo se hacía ante ellos. La esencia de la Sombra se hacía en aquella fortaleza abandonada y se estaba apoderando del ánimo de cada uno de ellos.

Pero no se rindieron.

El montaraz y la Noldo, duchos en el arte del arco, salieron al exterior. Una gran bofetada de aire y lluvia se encontraron. Bajo ellos, a un metro, sobre el muro destruido, Elanor. Dromri comenzó a bajar la torre siguiendo los pasos que lo habían guiado hasta allí, decidido. No tanto Ódvarr, más partícipe de buscar una salida para ir acabando con cada uno de ellos poco a poco. Pippi, también dudosa y algo aturdida por el golpe, esperó unos segundos para decidir si subir o acompañar al enano y por consiguiente, también al guerrero si se decidía.

Los ojos de Elessäl traspasaron los de la maga bajo su capucha. Elanor, pudo escuchar el sindarin de su voz en sus oídos. Las palabras fluían en su mente, haciéndola sentir segura.

- No temáis dama Elanor... Saldremos victoriosos... Solamente no debemos rendirnos, el futuro de los Pueblos Libres empieza aquí...

Bajo la lluvia, en la torre opuesta a ellos, se alzó una figura encapuchada. Su silueta les era familiar. Alto y con un cuerpo atlético. Colocó el índice en sus labios, pidiendo silencio...

- ¡Gash, por allí, ve con Osdurg! ¡Gurur, con Yakna! Los demás, a la otra torre. ¡Vigilad las almenas, que no escapen!

Los orcos asintieron, las pesados pasos comenzaron a sentirse en la fortaleza. Ukzukk seguía blandiendo su espada a dos manos mientras miraba a los lados, estático. Por ahora, sus súbditos avanzaban en busca de los aventureros.

Vánima hizo gestos de que había visto a la figura que tenían de frente, y se quedó a la espera, cargando el arco. Quería que los orcos terminaran de dividirse, y quería saber cuáles eran los planes de su miesterioso acompañante reaparecido, para darle apoyo y que de ese modo, pudieran cumplir el plan de que al dividir al enemigo lo tendrían más a su merced. En cualquier caso, miró alrededor, con su arco tenso, en espera preparada y dispuesta. 

TURNO 29 - Brecca

Lluvia, la presencia del agua era a un tiempo una bendición y un estorbo, la lluvia serviría para ocultarlos pero también dificultaba el tiro con arco, afortunadamente sabía cómo compensarlo. Observó al enemigo moverse y cuando estuvo seguro de que el jefe no se movía del medio, asintió a la figura encapuchada y se parapetó detras de una almena para cargar el arco. Sonrió cuando vió que Vánima hacía lo mismo con su arco, aunque prefería mantenerse al descubierto y confiar en la naturaleza para que cubriera su figura.

- Cuando disparéis, vayamos a por el jefe, si lo matamos rápidamente se desmoralizarán. - susurró a la elfa y a la hobbit, a quienes tenía al alcance de la vista.

TURNO 29— ELANOR

Aquel susurro que llega a mis oídos me roba una sonrisa mientras inhalo profundo, de alguna manera aquello logra la calma de mi inquieto corazón y al ver que dentro de poco estaré más que expuesta salto la ventana para quedar del otro lado de la pared y tener ese punto estratégico para atacar, cubrirme y ver su avance. 

La situación es compleja, pero confío en mis compañeros así que en cuanto Vanina me indica, estoy en posición y espero la señal de ataque por parte de ella ya que la tengo más cerca. 

—Cuando digas, hermana. 

—Gracias a Iluvatar que estás aquí... —digo sincera, aliviada—Me debes un paseo a solas en el bosque Elessal.

TURNO 30 - Ódvarr

Ódvarr creía que el resto de sus compañeros había tomado una decisión completamente equivocada y estúpida. Le había entregado las flechas negras a su compañero, pero estos solamente pensaban en los orcos que habían visto en el patio, nadie sabía si había incluso más orcos que aquellos que estaban por ahí. Bajo las gradas con el enano, y, buscando el lugar más oscuro de la habitación que tenía un olor asqueroso a vino pasado, se ocultó entre las cajas, preparándose para emboscar a cualquier nuevo enemigo que apareciera.

TURNO 30 - Dromri

El enano una vez estuvo bajo la escalera y poco antes de ponerse a acechar, se apresuró tumbar uno de lado uno de los barriles de vino más cercano a la puerta, con la intención de tender una “trampa improvisada” , sus años de bebida le decían que el vino rancio prendía fuego con mayor facilidad y les serviría de cobertura si tuviesen que huir, luego tomo posición tras otro barril desde donde pudiera ves la puerta.

TURNO 30

La lluvia y la visibilidad por la niebla se hizo espera, pero a pesar de eso, Dromri y Ódvarr asomaron el rabillo del ojo entre la apertura de lo que era la puerta de la torre donde se encontraban. Aunque pudieron oír las órdenes de Ukzuuk en el patio, no habían podido ver hasta ahora lo que les esperaba en el patio.

El líder orco seguía en el centro de la fortaleza, mirando hacia los lados. Hacia la posición donde se encontraban el enano y el guerrero, se dirigían dos de los orcos. Los enemigos caminaban cautelosamente, armas en mano, y emitiendo sonidos guturales que los aventureros no sabían si eran indicaciones, maldiciones, o que simplemente aquellas criaturas eran así.

TURNO 30

La maga saltó hábilmente como una sombra por la ventana de la torre. Sacudió la capucha para quitarse el agua que había cayendo sobre ella para después quedarse alerta mirando por la misma ventana por donde había entrado. Brecca, Pippi y Vánima, seguían en la parte superior de la misma torre, esperando el mejor momento para atacar a los enemigos.

El líder orco seguía en el centro de la fortaleza, mirando hacia los lados. Hacia la posición donde se encontraban los aventureros, se dirigían dos de los orcos. Los enemigos caminaban cautelosamente, armas en mano, y emitiendo sonidos guturales que los aventureros no sabían si eran indicaciones, maldiciones, o que simplemente aquellas criaturas eran así.

Hacia las otras torres, otros dos enemigos.

La figura seguía en la misma posición, pero ahora empuñaba un arco, listo para disparar. Asintió hacia los aventureros, como dando conformidad y esperando a actuar cuando ellos lo decidieran.

TURNO 31 - Dromri

Dromri espero dentro del recinto a tener a alguno de los orcos a su alcance, los orcos tendrian que adentrarse al menos un tercio del cuarto para que el enano los pudiera golpear. para poder atacarle con su martillo.

TURNO 29 - Brecca

Brecca asintió cuando la figura lo hizo y apuntó al tal Ukzuuk, exponiendose brevemente al salir de detás de la almena, y con un nuevo asentimiento y un susurro - Ahora - dejó volar la flecha hacia su destino.

TURNO 31 - ÓDVARR

Ódvarr se quedó oculto, a la espera de que uno de los enemigos entrara al lugar. El esperaría el momento propicio para atacar a su enemigo, solamente cuando estuviera a la espalda de uno de estos, o bien, ellos detectaran a su compañero enano y esto le diera una oportunidad para atacarlos por la espalda, actuaría. Si la situación se llegaba a presentar los atacaría sin piedad.