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TURNO 5 - Dromri

El enano sonrió antes las palabras del posadero y se relajó mientras le atendían. Una vez la chica terminara el enano tras un buen sorbo de cerveza le agradece... 

Gracias jovencita, muy amable... y dicho esto se volvió hacia el posadero... ah ver te propongo un trato temporal, tú me das un techo por unos días, y yo me encargo de que en tu taberna no pase nada como esto nuevamente... y te digo unos días porque voy de paso, al menos mientras consigo algún encargo para seguir mi camino te puedo ayudar... 

El rostro del enano era sincero... 

Ah y yo pago mi comida y bebida... dijo mientras sacaba su pipa y tabaco 

TURNO 6

En ese momento, un hombre de mediana edad entró cargando varios palos de leña y un saco colgado a la espalda. Tenía el cabello lacio y se parecía al posadero. El enano pensó que podría ser el hijo que había mencionado antes del rifirrafe.

- ¿Qué ha ocurrido aquí? - su aspecto era sorprendido, pero no preocupado. Dejó la leña en el suelo y avanzó mirando a los lados.

- Hijo… - dijo el posadero con rostro serio mientras salía de la barra – Hemos temido problemas esta noche, ya sabes, viajeros de paso… Por suerte este señor enano le hizo frente.

Dromri lo miraba desde la barra mientras seguía en manos de la jovenzuela. El hombre se acercó.

- Estamos en deuda con usted, mi nombre es Haldan – y alargó la mano. Dromri la estrechó con fuerza -. Gracias por su ayuda.

Poco a poco el ambiente de la taberna comenzaba a recuperarse y el enano sintió que ya dejaba de ser el centro de las miradas, lo que hizo que pudiera relajarse y disfrutar de la cerveza. Haldan hizo un gesto a una de las criadas y subió por las escaleras a la planta superior. La chica que cuidaba a Dromri también se retiró, dando la curación por finalizada.

- Ruego se hospede esta noche en una de nuestras habitaciones, señor, no aceptaré un “no” por respuesta – el posadero sirvió una espumeante jarra a su hijo. Haldan dio un sorbo generoso -. Que menos después de ayudar al negocio familiar. Los días que llego más temprano intento ocuparme yo de los maleantes, pero no soy un guerrero, me defiendo. Mi padre prefiere dejar que se peleen entre ellos a que me enzarce y resulte herido, ya tuvimos un susto hace un tiempo. Así que su proposición podría ser una buena idea, tendré que comentarlo con mi padre.

El posadero dejó un par de cuencos con sopa de patatas y verduras.

- ¿Qué le trae por Minantir, señor Dromri? – y Haldan comenzó a beber de la sopa.

TURNO 6 - Dromri

Escuche atentamente a aquel chico.

Ninguna deuda joven ya todo fue hablado y acordado con tu padre, ademas que ya me ofreci, mientras este en el pueblo os puedo ayudar solo pido un techo, ya el resto me lo costeo por mi cuenta...

Luego lo termino de escuchar, un largo trago a la cerveza y respondió...

Aventuras, no aquí claro esta, no es por desprestigiar vuestro pueblo pero es bastante tranquilo, supongo por lo pequeño, voy de paso soy un errante ... pauso un momento para dar una probada a la sopa... me dedico a buscar una aventura que me llene los bolsillos hasta que ya no quede espacio... hasta ahora sin suerte he de aclarar.

TURNO 7

Haldan sonrió ante la tozudez de Dromri, que ni siquiera lo miraba mientras comía de un cuenco y de otro, tranquilo.

- Ya veo que es difícil hacerle cambiar de idea, señor enano - el hombre miró su cuenco mientras le daba vueltas con una cuchara de madera -. Está bien, no seré yo quien le lleve la contraria. Ha aceptado la habitación y con eso nos conformamos. Qué menos que le demos descanso a esas heridas. Le estamos agradecido.

Una de las hijas del posadero se acercó para retirar los platos y cuencos vacíos. Al segundo, volvió con una trapo mojado y recogió la mesa con el mismo cuidado que habilidad. La taberna ya tenía esencia de taberna. La música iba de un lado a otro, algunos se animaban a hacer tímidas palmas y un murmullo de conversaciones ajenas se mantenía en el salón. 

Haldan miró al enano como preparaba su pipa. Después de la generosa cena, era una rutina muy satisfactoria. El humano lo imitó con la suya.

- Ya veo - dijo haciendo referencia a su comentario sobre las aventuras -. Aunque no le falta razón. Minartir no llega a ser una aldea, tampoco es un pueblo muy amplio - dio una calada a su pipa y apuró la jarra de cerveza -. Su proposición es digna de aceptar, pero podría sacarse algunas monedas más con algún que otro encargo. Yo conozco a alguacil del pueblo. No es que tengamos un aprecio más allá de lo normal... como ya sabe, tampoco recibimos mucha ayuda cuando ocurren trifulcas en nuestra posada - Haldan se recostó en la silla, que crujió - Si mañana se despierta convencido, podemos ir a verlo. A él le interesa mantener la tranquilidad en la zona. Quizás tenga algún encargo.

Haldan se levantó y metió su silla bajo la mesa.

- Una hora después del alba estaré aquí para tomar el desayuno. No se preocupe ahora por saldar cuentas, mañana se le cobrará a la mañana. Su habitación está preparada. Aunque vea dos camas será solo para usted, no se preocupe. Que tenga buena noche.

Dromri, se despidió y terminó su pipa mientras observaba el ambiente. Al rato, y todavía dolorido por el combate, subió las escaleras dirección su habitación.

TURNO 7- DROMRI

Dromri llega a su habitación, se descalza las botas y estira los pies, de inmediato toma sus armas y comienza su "ritual" nocturno, aunque no las use le da mantenimiento a su equipo, se asegura que las astas estén firmes, que no haya oxido, que los filos no se hayan mellado con algún golpe, finalmente prepara todo para la mañana siguiente y se recuesta, le cuesta un poco dormirse, aquel combate le había pasado factura... Maldita sea y era apenas un borracho... que diría ella... un viejo recuerdo aterrizo en su mente, aquella vecina... una sonrisa picara le acompaño el rostro hasta que callo dormido... no durmió particularmente bien pero tampoco mal, simplemente descanso. sin mayor inconveniente, por la mañana se despertó, se vistió y se preparo para bajar. 

Minartir, posada “La Cruz Blanca”, al amanecer (Gondor)

Ninui (Invierno), 5º día, año 2898 (Tercera Edad)

TURNO 8

La luz del alba entró por la ventana, acariciando el duro rostro del enano. Y aunque el invierno era frío tras los muros de la posada, el cálido rayo de sol despertó de manera agradable a Dromri. Tras unos momentos desperezándose, el enano se puso en marcha tras asearse y recoger todas sus pertenencias.

El salón principal de la posada dónde había tenido lugar el enfrentamiento tenía el mismo aspecto, a diferencia que faltaban varias mesas y sillas, las cuales reparaban el posadero y un señor de aspecto forzudo con el pelo bastante corto. El posadero saludó con la mano al enano, quien se dirigió a la misma barra de siempre.

La hija del posadero, que curó al enano de sus heridas, estaba atendiendo a la poca clientela que se dejaba ver a esas horas de la mañana. Con una sonrisa, dio los buenos días al enano y le preguntó qué le apetecía desayunar.

En ese momento, Haldan entró en la posada. Portaba de nuevo leña, como la vez que se vieron el enano y él por primera vez. La apiló en una esquina y se dirigió a su padre y al ebanista. Tras unos segundos, se acercó hacia Dromri.

- Buenos días, señor Enano - le dijo amablemente -. Espero que la habitación haya sido de su agrado.

Haldan y Dromri compartieron un desayuno agradable. No tenía una prisa especial, así que no se levantaron inmediatamente. Además, el enano prefería fumar de su pipa antes de ponerse a realizar las tareas del día.

- Y bien, señor Dromri, ¿le parece bien lo que comenté anoche? ¿O prefiere ocuparse de algún otro asunto que tenga en mente antes de hablar con el alguacil? - Haland se reclinó en su silla, esperando la respuesta del enano.

TURNO 8

Aun algo atontado y lento por lo temprano, volteo a ver a Haldan y tardo un par de segundos en responder...

Si si muy buena la habitación, un poco suave la cama para mi gusto, estoy mas acostumbrado a la roca y el suelo pero no me lo tome como queja... la sonrisa tras la barba denotaba algún intento de humor por parte de Dromri.

Desayuno con calma para levantar el animo, finalmente se fumo una pequeña porción de su pipa y finalmente quedo totalmente despierto... cuando murmura para si mismo hora de comenzar el día... en este momento Haldan le hace una pregunta.

Pues la verdad a menos que venga algún borracho a buscar pelea no tengo nada que hacer, así que te tomo la palabra, vayamos a ver a este alguacil a ver que tiene que ofrecer, dijo estas palabras mientras golpeaba sus rodillas al ponerse en pie con bastante entusiasmo dando un micro salto al terminar de extender las piernas.

TURNO 9

Tras un breve desayuno, Haldan y Dromri se prepararon para acudir en busca del alguacil. Haldan, aunque no albergaba muchas esperanzas en el alguacil pues su relación con él no era más allá, sentía que debía de devolver el favor al enano en forma de encargo. 

La ciudad lleva un par de horas con sus quehaceres diarios. Se veían puestas de fruta y verduras, de especias y de huevos. Aldeanos y aldeanas iban y venían con cestos, dándose los buenos días. En cielo nublado, se podía ver el humo de las chimeneas. El frío de la mañana azotó al enano en la cara, y aunque acostumbrado a las Montañas, hizo que se sobrecogiera un poco.

- Buenos días, señor Aendor - saludó Haldan al entrar en lo que pareció al enano un pequeño puesto de mando.

El alguacil, que estaba colocando varias espadas en unos estantes se dio la vuelta. Aendor era un hombre de la edad de Haldan, pero con un aspecto algo más envejecido.

 - ¿Qué necesitas? - preguntó frío y cortante. 

- Anoche este buen señor enano se hizo cargo de un forastero que andaba buscando problemas en mi posada. Está de paso y necesita algo de dinero y pensé que quizás hubiera algún encargo que tus hombres no pudieran hacer.

Aendor miró a Dromri, quien permanecía callado. El alguacil pudo ver las moratones y las marcas en su cara.

- No podrá solo - y se dio media vuelta, cogiendo un escudo al que empezó a pasar un paño -. En realidad, ahora solo me preocupan los saqueadores de la zona, pues con el invierno asaltan almacenes y granjas para pasar los meses fríos - Aendor soltó un escudo por otro para repetir la operación -. Y como puedes ver, aquí en Minantir no hay ladrones; de donde tengo obligación.

- Que no los tengas hoy no significa que los tengas más adelante, acabamos de empezar el invierno - contestó Haldan, a él le interesaba limpiar la zona de saqueadores, pues en alguna ocasión hacían paso en su posada para engañar clientes o hacerse con información.

- Te he dicho que no podrá solo. Ni solo, ni contigo - dijo cortante Aendor -. Conozco de una guarida que hace un par de días varios de mis hombres me dijeron. Ya te digo que mientras no pasen por Minartir no vamos a hacer nada, por tanto, no voy a pagaros por deshaceros de ellos. Si queréis ir por vuestra cuenta y quedaros con lo que encontréis por el camino, perfecto. Pero si vais los dos solos - y miró al enano - por mucho que manejéis el martillo, no saldréis con vida. Necesitaréis tres o cuatro hombres más.

TURNO 9

El enano vio a aquel hombre arrogante y amargado (al menos en su opinión) y se sintió menospreciado Buen hombre, dejadme a mi preocuparme por mi vida, se agradece la advertencia y sera tomada en cuenta, pero al menos indicadme donde esta esta guarida y permíteme hacer al menos un reconocimiento, que anoche quede así simplemente por no querer usar armamento contra un pobre borracho.

Dicho aquello miro tranquilamente al alguacil, por su tono de voz se podía presumir que el enano de suicida no tenia nada y era mas bien una persona justa, solo quería información para tomar su propia decisión.

Y si es posible información de alguna victima reciente, si bien tu decides no pagar por no ser tu problema aun, igual quizás alguna victima decida pagar por recuperar lo que le haya sido robado.

TURNO 10

Aunque Aendor no pudo decir que las palabras de Dromri fueron maleducadas, supo que tampoco iban con el sentimiento con las que se las había dicho. El hombre frunció el ceño, mientras dejaba el escudo y se acercaba lentamente al enano y a Haldan.

- Está bien... - dijo sentándose sobre una pierna en una mesa de madera cercana -. Sobre el mediodía - comenzó a decir con un deje resignado - un grupo de exploradores llegarán con nuevas sobre los alrededores. Como os he dicho, se avistó una actividad sospechosa en un mausoleo que podría ser una guarida. Solo maleantes tendrían los escrúpulos de vivir y almacenar allí sus botines -. Aendor se levantó, para mirar a través de la ventana -. Como os he dicho, no voy a mandaros en misión ni pagaros por ir, así que con la información que os proporcionen los exploradores tenéis más que suficiente. Lo que encontréis allí podéis quedároslo, solo me interesa que los maleantes no vuelvan a aparecer o que tarden lo menos posible.

El hombre volvió al escudo.

- Y ahora, sí me permitís.

Dromri y Haldan salieron al aire libre. El frío volvió a recorrer toda la plaza donde se encontraban.

- Ya te avisé - comentó Haldan-. No es una persona amable, pero con la información de los exploradores ahorraremos tiempo y podremos ser previsores. 

Haldan abrigó su cuello cerrando su chaqueta.

- No vamos a perder toda la mañana hasta que vuelvan los exploradores, ¿verdad, señor enano? - dijo dándole una palmada a Dromri - Vamos a entrar en calor, ¿me echa una mano? Tengo todavía que recoger algo más de leña para la semana.

TURNO 10

El enano escucho, definitivamente aquel alguacil no le caía nada bien, entendía que o contara con suficientes recursos pero la estrategia la tenia en el cu..., exploradores... puff ya veremos que tan fiable sera la información...

Salio del sitio y escucho a Haldan afirmando ante sus palabras Hace ya un buen tiempo que no recojo leña pero venga te ayudo... y dicho esto acompaño al hijo del posadero a hacer sus tareas de la mañana.

TURNO 11

Dromri y Haldan pasaron por la posada tras hablar con Aendor. El enano, no muy convencido de la comitiva que había enviado el alguacil, salió resignado; por ese motivo y por la actitud del mismo. A Dromri no le había agradado mucho la forma de hablar de Aendor. No obstante, no le dio mucho importancia, pues eran asuntos de hombres, él solo quería ganar unas monedas.

- Tiene pinta de que su infancia no se la ha pasado cortando leña, señor Dromri - dijo divertido Haldan, dando por hecho la naturaleza enana relacionada con la piedra y las minas -. No obstante, veo que sus brazos podrían llegar a partir un árbol joven de una sentada. Seguro que se le da bien. ¿Cómo fue su infancia, señor Dromri?

Antes de partir, pasaron por la posada para recoger algunas herramientas y un par de fardos para transportar la leña. El enano y el hombre conversaron de camino a las afueras de Minartir. Dromri contaba orgulloso sus inicios y sus buenas aptitudes relacionadas con la piedra, en su tierra natal.

- La verdad es que es una historia fascinante, señor Dromri - dijo Haldan remangándose, a pesar del frío invierno - pero en tierra de hombres, ¡hay que saber desempeñar otras tareas! Vayamos allí, estuve anoche - dijo el hombre mientras señalaba una zona poblada de árboles.

Cuando llegaron, dejaron el petate en el suelo y se prepararon. En el suelo se podían ver grandes tocones preparados para despedazar. El hombre señaló a Dromri uno y él se acercó a otro. Prestó un hacha al enano.

- ¿Cree que fuerza podrá con mi habilidad, señor enano? ¡Veámoslo! - y Haldan lanzó un tajo con el que partió el tocón.

TURNO 11

Contó alegremente su infancia, nada había que ocultar el la consideraba feliz pero también aburrida nada excepcional, ningún secreto oscuro ni nada por el estilo, finalmente llegaron y aquel hombre no pudo mas que retar al enano, en serio? un duelo con hacha?

Ja venga que lo mio no es solo fuerza hombre, llevo hacha en mano mas años que tu de vida probablemente... y dicho aquello lanzo preparo y lanzo un buen golpe al tronco.

TURNO 12

El enano sonrió tras la proposición de Haldan. Era verdad que no era un experto en talar árboles y recoger madera, pero su manejo del hacha y su constitución le hacían un temible contrincante.

Resultado: 59(+25)=84, 58(+25)=83, 74(+25)=99 (Suma: 266)

- ¡No está nada mal, señor enano! - dijo mientras se concentraba para no perder el ritmo -. ¡Esto no es como empieza, es como acaba!

Resultado: 61(+20)=81, 76(+20)=96 (Suma: 177)

Dromri había apilado más leña que Haldan, pero todavía no había terminado este reto. El humano seguía golpeando con fuerza los tocones que se partían con fuerza, salpicando astillas.

TURNO 12

Pues veamos como avanza y mejor como termina La sonrisa del enano era amplia, realmente estaba disfrutando de aquel momento de sana y tranquila competencia.

TURNO 13

El humano miraba de reojo al enano, que con gran destreza y fuerza partía leña a un ritmo alto. Haldan tuvo que esforzarse para seguir el ritmo, estaba sorprendido por la habilidad del enano.

- ¿Seguro que no quiere ganarse la vida con esta profesión, señor Dromri? - le dijo con gracia -. ¡Creo que podría sacarse más monedas que yendo de aventuras! 

El enano soltó una carcajada, notó que Haldan era un hombre de buen corazón.

TURNO 13

Dromri escucho atentamente, aquel era definitivamente un hombre bueno, pocos como el había conocido.

Quizas saque mas monedas, pero como vereis no estoy en esto por el dinero ... otro leño cae... me dedico a esto por la emoción, y la aventura en si... no por la recompensa final aunque se aprecie esta, pero cuando busque retirarme quizás me lo piense.

La sonrisa del enano era amplia.

TURNO 14

Haldan miró de reojo a Dromri para ver como el enano apilaba leña a sus pies. Dromri parecía disfrutar del reto y su sonrisa lo demostraba. Cada golpe de hacha era un golpe efectivo que hacía que la madera cayera con un corte limpio. 

- ¡Está bien, señor enano!¡Queda contratado! - dijo amistosamente Haldan, jadeando con los brazos en jarra.

Resultado Dromri: 695

Resultado Haldan: 555

Miraron las dos pilas de madera, y aunque la diferencia entre ellas no era excesiva, la del enano era notablemente más abultada. El enano soltó una carcajada que arrancó otra al humanos.

- No creo que después del esfuerzo vaya a rechazarme una jarra bien helada, ¿verdad, señor enano? - a pesar del frío del invierno, Haldan había sudado por el esfuerzo. Se pasó la manga por la frente -. Recojamos esto y volvamos al pueblo, no me gustaría perderme la información que el señor Aendor nos dijo.

Cuando Dromri y Haldan llenaron los petates lo suficiente, partieron hacia el pueblo para reponer fuerzas y conocer las nuevas de los exploradores.