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TURNO 9 - VÀNIMA

ASALTO 2

Vànima había golpeado al orco sin demasiado problema, pero este había descubierto la realidad, eran atacados. De modo que la Noldo se preparó para continuar la pelea con el orco al que había golpeado fieramente. En cualquier caso, preparó su defensa contra este, pues sabía que la paciencia, con una compañera que le apoyaba, debería funcionar. Y la confianza. El que no pudiera, ella sola, vencerlo todo. Se preparó para defenderse, sabedora de que el otro orco estaba a unos pocos metros detrás suya. 

Decidió, para atacar, dar otro golpe de cimitarra, esta vez desde el otro lado, para intentar que el orco, ya mermado, se despistase completamente. Miró a Elanor, y asintió. Sabía que estaba bien cubierta

TURNO 9

ASALTO 2

Elanor, todavía aprovechando al cobertura que le daba el muro de piedra de la amplia sala, esperó unos segundos a que el otro orco estuviera a tiro. Pero la velocidad de éste le sorprendió y la flecha pasó volando a pocos centímetros: los orcos ni se habían percatado de la presencia de la maga aún.

Resultado: 0 pv (Orco 2, 0/? pv)

Vánima, por su parte, encaraba a un orco herido que seguía combatiendo como podía. El gran tajo en la espalda que le había hecho la guerrera lo había debilitado. La guerrera se puso en guardia y esquivó el ataque.

Resultado: 0pv (Vánima, 0/38 pv)

La guerrera devolvió el golpe al orco, un golpe débil pues Vánima priorizó la defensa, inteligentemente. La cimitarra de la elfa voló por encima de la cabeza de su contrincante.

Resultado: 0 pv - (1 pv/asalto, -5 actividad) (Orco 1, 18/? pv)

Aprovechando la inercia del giro del ataque, la elfa se agachó, esquivando la hoja del nuevo enemigo. Retrocedió un par de metros y se colocó de cara a ellos, evitando cualquier ataque por sorpresa por la espalda.

Resultado: 0pv (Vánima, 0/38 pv)

Todo había pasado en cuestión de segundos, pero la suerte, por ahora estaba del lado del Bien.

TURNO 9 - ELANOR

ASALTO 3

De momento no me han visto y la flecha que sagaz ha cortado el aire en su andar, no impactó en el objetivo, dando por resultado un nefasto intento de ataque. Tengo que aprovecharme de las sombras que me ofrece la posición en la que estoy y decido intentarlo nuevamente, cargar el arco y disparar. Sé que Ilúvatar vela por nosotros, sé que somos sus guerreros contra la oscuridad y sé que Manwë le dará el curso idóneo mi flecha para que dé en el corazón. 

Tengo fe, tengo a mi hermana, lo tengo todo. 

- Resiste hermana. - apenas digo. 

Como un susurro entre las sombras, como si fuera la motivación necesaria, el grito de guerra que te insta a pelear. Ella es una Noldor, sabe lo que hace y mi confianza está puesta en su experiencia. No obstante tras disparar esa flecha llena de determinación, espero que simplemente suceda y dé en el blanco. No me atrevo a revelar mi ubicación con magia, pero de ser necesario, lo haría. 

TURNO 9 - VÀNIMA

ASALTO 3

La noldo había evitado los ataques bastante bien, pero sabía que eso no podía durar si no eliminaban a alguno de los orcos, y ello les permitía la ventaja numérica. Así pues, decidió defenderse del mismo modo que en el caso anterior, y atacar al orco herido de nuevo, y esperaba acertar esta vez. Esperaba lo mismo de su compañera, que acertase. Tenían que dar la vuelta a ese combate rápidamente. Sabía que los Valar se fijaban en ellas, las habían reunido, y decidió confiarse, incluso aunque fuese herida. 

De todas formas, Vànima enfatiza al atacar: -¡Elbereth! ¡Por los elfos! - Sabiendo que los orcos odian la luz que la que gobierna en Taniquetil con Manwë ha puesto en las estrellas. COnfiaría, y golpearía con fe. 

TURNO 9

ASALTO 3

La gravedad de la situación hizo que Elanor volviese a cargar su arco con rapidez, pero no con eficacia. La maga, que todavía se mantenía en el silencio de la noche erró de nuevo en su disparo, que salió muy desviado.

Resultado: 0 pv (Orco 2, 0/? pv)

Vánima, tanteando a sus dos enemigos, empuñaba su cimitarra, blandiéndola de lado a lado intentando intimidar a los orcos, quien pensando que seguían en superioridad se avalanzaron sobre la elfa. El orco herido, lanzó un flojo espadazo que la guerrera esquivó con rapidez. Aún así, el orco herido pudo esquivar el ataque de Vánima. Esta sorprendida, no pudo entender como seguía con tanta agilidad.

Resultado: 0pv (Vánima, 0/38 pv)

Resultado: 0 pv - (1 pv/asalto, -5 actividad) (Orco 1, 19/? pv)

El orco, flanqueando a la guerra, intentó sorprenderla con un golpe lateral que Vánima esquivó dando un paso hacia atrás.

Resultado: 0pv (Vánima, 0/38 pv)

TURNO 9 - VANIMA

ASALTO 4

 Las dos habían fallado, y eso era peligroso, porque los orcos podían atacarla, y sobre todo, descubrir a Elanor, que no estaba en la mejor de las posiciones. Finalmente, los orcos no la alcanzaron, pero ella pensó que no sabía cuanto tiempo podría seguir esquivando los ataques de dos de los orcos. 

Vànima miró rápida y fugazmente a su compañera, diciéndole que confiaba en ella y que estaba todo bien, que estaban tocadas por los Valar y que ya llegaría su momento. De este modo, se enfrentó al orco al que había herido previamente, elevándose en toda su altura, y mirando severamente, descargó la cimitarra contra el debilitado orco, con el deseo de acertar, ayudando a la eliminación del mal en la Tierra Media. Se confió plenamente, y atacó. 

TURNO 9 - ELANOR

ASALTO 4

Y sigo intentando, pero hay algo que me está pasando porque cargo rápidamente y los disparos no salen como quieren, así que deberé dejar el arco y usar mi magia. No encuentro otra alternativa debido a todo lo que está dando mi hermana Noldor al luchar contra los orcos. 

Intento concentrarme, no preocuparme en exceso y entender que aquí la vida de ella está en juego. No voy a rendirme ante las fuerzas oscuras. No debo, no puedo. Es terminar con el mal que a ellos, mis hermanos le acecha. Es cortar con la esclavitud que azota sobre ellos. Estoy haciendo el bien, Ilúvatar me acompaña, guía. 

Yo puedo, ella puede. 

- No te rindas hermana, juntas lo haremos. - susurra cual sombra. 

TURNO 9

ASALTO 4

La maga volvió a cargar rápidamente otra flecha en su arco. Su intención de ayudar a Vánima se imponía ante sus habilidad con el arma, y esa prisa, hizo que errara. Los movimientos de ataque y defensa de sus enemigos no facilitaban la tarea, y la flecha de la maga salió desviada.

Resultado: 0 pv (Orco 2, 0/? pv)

En cambio, Vánima notó como a cada segundo las fuerzas del orco herido iban deteriorándose. Y controlando la distancia con el otro enemigo para no sufrir un ataque por el costado, blandió su cimitarra contra el orco herido. El tajo fue descomunal, a la altura del muslo. Un reguero de sangre salpicó a la guerrera, tiñendo la parte baja de su armadura de rojo. El grito quebrado del orco levantó a las aves que descansaban en la torre destruida.

Resultado: 15 pv, C - Crítico: 6pv (Orco 1, 30/30 pv, muerto)

Pero el ímpetu del ataque, al igual que había tenido éxito, descuidó la defensa y el orco aprovechó la posición poco defensiva de la elfa para lanzar un tajo con su espada corta. Vánima retrocedió lo justo para no sufrir el ataque en el abdomen. Un corte de esas dimensiones la hubiera abierto de lado a lado. La hoja, impactó con tal fuerza en el muslo de la elfa que, entre gritos de dolor, echó mano a su pierna herida. Vánima miró al orco apretando los dientes y jadeando mientras retrocedía poco a poco dando pequeños saltos sobre su pierna sana, pues poco podía hacer: el dolor no le permitía devolver el ataque.

Resultado: 10 pv, B - Crítico: 6pv, 1pv/asalto, -10 actividad, 2 asaltos aturdida (Vánima, 16/38pv)

TURNO 9 - ELANOR

ASALTO 5

Algo en mi interior pulsa por salir, es la necesidad misma de liberar mi poder y hacer justicia. Lo del arco no estaba funcionando y necesitaba hacer algo más. No puedo permitir que mi hermana libre esta batalla con mis intentos fallidos, no. Ni por Ilúvatar sería capaz de permitirlo. Claro que no. 

Así que decidida a salir de las sombras, a despojarme de mi escondite y mi seguridad, cierro mis ojos por un breve instante mientras la energía comienza a emanar de mi. Suavemente como si fuera una extensión, como si la misma magia de mi tierra, de mis propios ancestros y dioses, estén allí presentes para iluminarme. Y lo logra.

- Y se hará la luz, que la oscuridad desaparezca. Eternamente. - susurro decidida. 

Hasta que libero aquel rayo, furioso, lleno de sentimientos y de justicia.  

TURNO 9

ASALTO 5

Vànima cayó al suelo, del golpe que había recibido. No era muy usual perder así la concentración, y se maldijo por ello. Había hecho una victoria, pero más grave habría sido su descuido... si no llega a estar allí Elanor. La elfa se mostró, finalmente, como una poderosa hechicera, y así pues desató su poder.

Vànima era consciente de que no podía hacer nada, y agradeció a los Valar y a Eru Ilúvatar que tuviera una compañera de esa guisa, que la había salvado de pronto en aquel momento. Sintió un agradecimiento hacia ella que no había visto hasta entonces, y se dio cuenta de la sabiduría y la necesidad de su encuentro: Si no llegan a encontrarse y cruzar las miradas en aquel bosque, quizás ella ahora estuviera a merced de los siervos del enemigo, e iría a los salones de Mandos, sin haber podido redimirse. 

Todos esos pensamientos pasaron por su mente mientras aquel rayo alcanzaba al orco que la había herido. 

TURNO 9

ASALTO 5

Vánima observaba al orco, que caminaba acercándose poco a poco. Su rostro estaba desfigurado, le faltaba un ojo y en su lugar había una gran cicatriz. Abría la boca soltando un vaho que se perdía en la oscuridad de la noche. Sus colmillos, amarillentos, unían hilos de saliva por todo la boca. La guerrera podía escuchar la respiración ronca y gutural de su enemigo.

Pero de repente, una luz se iluminó tras la espalda del orco. El reflejo, azul y potente, se reflejó en la cimitarra de Vánima y cegó por un instante a su enemigo. El orco se giró, completamente sorprendido.

Elanor, que susurraba palabras en élfico que se metían como cuchillos en los oídos del orco, comenzó a gesticular con las manos. Una electricidad, relampagueando alrededor de la maga, comenzó a deslizarse entre sus dedos. La luz desapareció súbitamente. El orco y Vánima, cegados por la luz repentina no veían en la oscuridad. Al instante, un rayo salió disparado de la palma de Elanor, impactando en el orco. Una descarga recorrió todo el cuerpo de la criatura oscura, hiriéndole gravemente. Vánima tuvo que cerrar girar la cabeza por la impresión de la electricidad. El orco, desconcertado y dolorido se retorcía de dolor mientras miraba a la maga con asombro.

Resultado: 12pv, C - Crítico: 9pv, -10 actividad, 1 asalto aturdido.

Vánima respiró aliviada y su gesto se tornó esperanzador, por un segundo, estuvo en graves problemas. Elanor, parecía en aquel momento dos metros más grande y más aterradora.

TURNO 9 - VÁNIMA

ASALTO 6

Había visto el rayo, claro, pero no se había dado cuenta real de lo que implicaba, hasta que le cegó por completo aquella poderosa fuerza. Las palabras élficas que había dicho tuvieron un gran poder, y electrizaron el ambiente, y Vànima cerró los ojos, pero se sintió menos dolorida. No es que hubiera algo curativo en ello, más allá de la sensación de alivio y de apoyo que Elanor le acababa de demostrar. 

Vànima se levantó, un poco a trompicones, para girarse hacia el orco, diciendo: - Gracias, hermana...  - Pero la voz se le fue quedando en silencio al darse cuenta de que una imponente presencia estaba en la sala. Pensó que habría algún enemigo más, pero era la demostración del poder de la elfa sindar, y, por un breve momento, pudo ver más allá del velo material que las cubría a ambas en la Tierra Media, y vio el espíritu luminoso que era, grande y poderoso, brillante, señalado por los Valar. Era una Eldar, y se alegró de que los designios de los señores de la Tierra Media incluyeran su encuentro.

TURNO 9 - ELANOR

ASALTO 6

Nunca debo negar lo que soy y de donde vengo, porque sería negar mi existencia. Es duro pensar que una intenta ser como los demás y luego la realidad te da esa bofetada para darte cuenta de que no, Tierra Media necesita de elfos como yo, como Vánima, entonces negarlo sería no corresponder al designo de Ilúvatar. 

Por esa razón en medio de aquel destello azulado que como descarga eléctrica, impacta en el orco. No me detengo y el agradecimiento de mi hermana, es la confirmación necesaria para aceptar que en mi destino está el poder de la magia. No puedo negarlo, hoy está salvando una vida. Pero no puedo avanzar con ello ahora mismo, el uso de esta habilidad me desgasta mentalmente, así que prefiero coger el arco y disparar una flecha con la intención de terminar con aquel Orco definitivamente. 

Hay más confianza, hay más fe. Yo puedo.

TURNO 9

ASALTO 6

Elanor se había vaciado de magia para salvar la vida de su nueva compañera, pero había merecido la pena. Al igual que la guerrera se había enfrentado cuerpo a cuerpo a los dos enemigos, incluso llegando a acabar con la vida de uno de ellos, Elanor le devolvió esa valentía en el momento oportuno. La maga, volvió a cargar su arco y apuntó al orco, quien todavía desprendía un ligero humo del rayo eléctrico que había recibido. La flecha voló para clavarse en el hombro de su enemigo. El orco, con un grito agudo, retrocedió un paso por el impaco del virote. Después, mientras miraba a la maga con un grito amenazador, partió la flecha lanzándola al suelo. Sin pensárselo, y a pesar de las heridas de la sangre que cubría su rostro y su cuerpo, se lanzó hacia la maga, espada en alto.

Resultado: 4 pv, (-10 actividad, último asalto aturdido) (Orco 2, 25/? pv)

Por otro lado, y aunque la herida de Vánima seguía sangrando y la limitaba en los movimientos, comenzó a recuperar la orientación de la situación del combate y fue incorporándose, lentamente, ayudándose del muro de piedra de la estructura que tenía tras de sí. El orco, que se dirigía hacia Elanor, volvió a darle la espalda dándole una oportunidad de atacar sin ninguna defensa.

Resultado: 1pv/asalto, -10 actividad, último asalto aturdida (Vánima, 18/38pv)

TURNO 9 - VÁNIMA

ASALTO 7

En aquel momento, Vànima pudo recuperar entereza suficiente como para mirar a su alrededor y pensar rápidamente. Ahora por mi, luego por ti, pensó, mientras veía como el orco ahora deseaba atacar a su compañera Elanor, que le había dado el tiempo suficiente para poder reincorporarse a la lucha. Así pues, la elfa noldo sacó fuerzas de flaqueza, y empuñó su cimitarra, aún agarrada a la pared que le había ayudado a levantarse. 

Vio como aquel orco, pese al dolor y al flechazo, seguía dirigiéndose hacia la maga, y decidió sacar fuerzas de flaqueza. Debía salvarla, o al menos distraer al orco. Todavía estaba débil, de modo que cuando fue a descargar el golpe, este fue más bien un simple aviso, y Vànima rabió por dentro. Maldición, cuando debes ayudar, fracasas... notó como se sentía tentada de caer en su propio orgullo... 

TURNO 9 - ELANOR

ASALTO 7

- No, yo puedo con él. Hermana, tranquila. - susurro en calma. 

No hay tensión en mi rostro, ni siquiera cuando sujeto el arco y tenso la cuerda. Es todo paz y armonía, ya más confiada en mi misma luego de haber revelado mi secreto. Ya no existe miedo alguno, no sólo porque estoy luchando contra la oscuridad, sino porque sigo siendo yo misma en medio de todo esto. Trabajando con Vánima mano a mano, sin diferencias, sin problemas que duelan en el corazón. 

Somos hijas de Ilúvatar y ahora sí que nos merecemos su perdón, por nuestros hermanos que jamás han sabido aceptar las diferencias y trabajar en unidad. Somos el claro ejemplo y también sabemos contra quien es esta lucha, no contra nosotros, es contra la oscuridad, contra el mal que acecha en nuestra tierra. Por ellos, por los que han caído, por los que caerán, nosotras unidas los venceremos. 

Que así sea...

Y no lo pienso más, disparo aquella flecha. 

TURNO 10

Mientras que Vánima volvía al combate con una mueca de dolor, el orco se dirigía hacia Elanor en un último intento desesperado por quitarle la vida a la elfa. El grito gutural y seco del orco levantó el silencio de la noche. La maga pudo ver su rostro desencajado por la desesperación, empapado en sangre. 

Elanor cogió otra flecha de su carcaj y la puso en su arco. La madera crujió al arquearse por la tensión de la cuerda, que finalmente silbó como un latigazo. Sabía que no podía fallar, un pues un ataque del orco podría dejarla malherida. 

Resultado: 6 pv, (Orco 2 30/30pv, muerto) 

La punta de hierro atravesó el cuello del orco, que soltó el aire de golpe. Su expresión, con los abiertos, fue lo último que vio la maga antes de que el corco cayera de espaldas. Vánima, que ya estaba descargando su cimitarra en la espalda del enemigo, vio como el cuerpo del orco caía a plomo encima suya. El peso del mismo y la herida en el muslo hizo que cayera con el cuerpo sobre sí misma, quitándose de un empujón.

La guerrera envainó su cimitarra y quedó sentada, jadeando. Las dos elfas se miraron. Elanor se agachó sin mover a su compañera, su herida, sino se trataba, seguiría sangrando. Vánima iba notando la pérdida de sangre y su expresión, que había tornado algo pálida la delataba.