Partida Rol por web

El gigante te escuchó y siguió andando con tranquilidad, pero mientras lo hacía, no tardaste en darte cuenta de que…efectivamente, estaba siguiendo el camino hacia las madrigueras Yeti y lo más importante…habían pisadas recientes, ¿significaba que la princesa andaba cerca? El gigante siguió tarareando una canción con tranquilidad mientras avanzaba sin pararse, pisando montículos de nieve, apartando ramas de árboles y adentrándose cada vez más en el bosque.

Al final, llegasteis a una pequeña montañita, parecida a donde vivía el gigante, pero a la vez diferente. Habían muchas más cuevas que se adentraban en la montaña, en el suelo, en las piedras, incluso en algunas partes superiores. Ahora había que actuar con prudencia.

Farnad trató de escudriñar si las huellas que parecían humanas se dirigían hacia alguna de las cuevas...

- Goorg, ¿puedes ver si estas huellas se dirigen a alguna de estas cuevas? - preguntó esperando que el gigante estuviese mejor adaptado a la visión en estas circunstancias... en cualquier caso lo primero era avanzar con cuidado, puesto que todavía no sabían a cuantos enemigos tendrían que hacer frente...

El caballero avanzaba junto con el semidemonio y su gigante compañero lentamente mientras sujetaba con fuerza el pomo de su espada para poder defenderse rápidamente...

Cuando hablaste con el gigante, el susodicho se rascó la cabeza con fuerza.-Hmmm…huellaz…-Susurró por lo bajo mientras se inclinaba levemente y comenzaba a respirar.-Huele a chica…¿ez la mujer que buzcaz?.-Preguntó ladeando la cabeza.-Porque creo que ha entrado en laz madrigueraz yetiz.

Aquello podía ser realmente peligroso, ¿estaría la princesa en peligro?, ¿y si los yethis la habían cazado? podría ser una mujer de armas tomar, pero aquello parecía ser realmente peligroso, no había tiempo que perder.

Farnad no pudo ocultar en cierta manera su alegría por haber encontrado una pista al fin... aunque podría no ser la princesa, y ser una muchacha de alguna aldea secuestrada, en cualquier caso había que actuar rápido... - ¿Hacia que cueva se dirigen las huellas? - preguntó con cierta premura mientras desenvainaba lentamente su arma...

Debían ser rápidos, posiblemente su fuego les sería útil contra criaturas adaptadas al frío así que debían aprovechar el factor sorpresa... aunque cuando pensó en su improvisado compañero... perdió algo de sus esperanzas de no ser visto, y sonrió con cierta ironía...

Le preguntaste al gigante por las huellas, el cual se inclinó levemente hacia delante, provocando que casi salieras disparado del interior de su ropaje.-Hmmm…creo que la cueva de abajo…la que entra hacía allí.-Exclamó señalando con aquel enorme dedo a la abertura baja que se encontraba en el centro de la montaña…¿sería la princesa tan descuidada o valiente como para meterse en un cubil yeti?  

-Yo ahí no puedo entrar...ez muy pequeño para mi...¿entraraz tu zolo?

Farnad observó la entrada de la cueva... - Sí, temo que entraré yo solo... pero trataré de sacar a la chica lo antes posible, y de luchar con los yetis, los atraeré hacia aquí para combatirlos juntos... - dijo el caballero según se adentraba en la cueva lenta y sigilosamente...

Una vez dentro de la cueva empezó a caminar con sigilo, tratando de no prender fuego a su espada a no ser que la visión fuese imposible... y atenuándolo lo más posible para no llamar la atención...

El enorme gigante te miró unos segundos, como si estuviera analizando tus palabras tomándose todo el tiempo del mundo, así que asintió con la cabeza y te sacó de sus ropas, sentándose a continuación en la nieve, cruzándose de piernas y brazos.-Aquí te ezpero.-Sentenció con toda la seriedad del mundo mientras tu te disponías a adentrarte en aquella cueva.

Nada más salir de las calientes ropas del gigante, no pudiste evitar notar una ráfaga de aire frío, el cual golpeó tu rostro como un autentico puñetazo…aquello no era bueno, más te valía adentrarte lo más rápido posible en la cueva o acabarías congelado. Así que no tardaste en sumergirte en aquella oscuridad, pero sin luz era algo difícil ver donde te encontrabas o hacia donde te dirigías.

A lo mejor podrías arriesgarte con tu espada llameante o seguir tus instintos, pero aquel lugar…te podría saltar uno de aquellos seres en cualquier momento y descuartizarte, ¿es lo que le pasó a la princesa?, esperemos que no.  

El caballero con un pequeño gesto con la mano, que consistía en pasar la punta de sus dedos sobre el filo de su espada, aumentó la potencia de sus llamas levemente, para poder iluminar lo suficiente su camino... Los Yestis podían ser grandes y fuertes, pero no dejaban de ser bestias y temerían el fuego... La prioridad era adentrarse lo suficiente para ver si podía escuchar algo que pudiese delatar la localización de la princesa... o muchacha... puesto que nada le garantizaba que la princesa se encontrase allí...

- Bueno... vamos allá... - se diojo a si mismo casi susurrando mientras seguía avanzando...

Hiciste que tu espada empezara a arder levemente, lo suficiente para ver por donde caminabas. Tenías la certeza de que los yeethees se asustarían por el fuego, a fin de cuentas eran bestias, ¿verdad? Así que comenzaste a adentrarte, pasando por cientos de huesos, de todo tipo de animales. Solo que estos...bueno, eran parecidos a los de la cueva del gigante, pero aun así...estaban rotos, aplastados, posiblemente en un intento de succionar el tuétano y no dejar siquiera nada para los carroñeros .

La cueva era alta...muy alta, con grandes estalactitas de hielo y piedra colgando del techo, además de diversos túneles que parecían estar relacionados con las demás entradas de la cueva. El que más te llamó la atención fue el del centro, los demás parecían descender y subir, en cambio este...este se adentraba hacia el centro de la montaña. No pudiste evitar acordarte de aquel lugar donde rescataste al demonio, solo que aquí...aquí hacia un frío de narices y estabas seguro de que en cualquier momento un terrorífico depredador se lanzaría sobre ti.

Farnad empezaba a preguntarse si volvería a encontrarse otro compañero de desventuras... después de tantos imprevistos ya se esperaba cualquier cosa... no pudiendo evitar acordarse de sus compañeros del otro grupo "espero que ellos estén teniendo más suerte..." pensó para sus adentros Farnad mientras seguía adentrándose en las cuevas...

A pesar de todo seguía confiando en su buen instinto que lo advertía del peligro... el problema sería el número de Yeethes que pudiesen atacarlo...

Mientras avanzabas en la oscuridad, no pudiste evitar pensar en tus compañeros, tendrías que encontrarte con ellos en un par de días y te preguntabas como estarían…¿bebiendo y festejando?, ¿o en una mazmorra?, tu de momento estabas en una cueva hedionda y peligrosa, posiblemente plagada de peligros…y así fue.

Conseguiste verlo antes que el a ti. Enorme, delgado, cubierto de pelo blanco, con dientes afilados y entre su pelaje, se encontraban huesos de sus victimas, sujetos por el pelo y los restos de aquello que pudiera ser. No estabas seguro, pero jurarías que clavó sus luminosos ojos azules en ti.

Ahora llegaba el momento de la verdad, ¿saldrías corriendo o atacarías?

El caballero apretó el pomo de su espada con fuerza y determinación mientras incrementaban las llamas de su hoja... ¿Huir? Esta era su misión... y la vería cumplida o moriría en el intento... Farnad empezó a aproximarse a Yeethe prestando atención a sus alrededores... en caso de que apareciese alguna otra de esas criaturas, retrocedería hasta la entrada donde el gigante podría ayudarlo con la lucha...

Farnad se colocó en pose de combate, y lazó una fuerte estocada contra la criatura, esperando clavar con gran fueza su espada flamígera en el cuerpo de aquella abominación...

Te aproximaste a aquel ser con cautela y cuidado, preparándote para asestarle un golpe mortal, pero aquel ser no era ciego, cuando notó el calor y vio la luz anaranjada de su espada, no tardó en girarse y soltarte un fuerte rugido a la vez que intentaba echarse a un lado para esquivar semejante golpe. Pero no tuvo tanta suerte y cuando recibió aquel golpe, su sangre negra manchó el suelo de la cueva y tu espada.

Soltando otro fuerte y asombroso rugido que hizo retumbar la cueva, lanzó un fuerte golpe con sus garras en dirección de tu rostro.

Farnad trató de parar el golpe con su espada, pero al clavarla con tanta fuerza sobre la criatura, quedó trabada el tiempo suficiente como para ralentizar la reacción del caballero que trató de interponer su arma entre las garras de la criatura y él, pero fue tarde, recibiendo el golpe en el proceso y haciendo retroceder al caballero debido a la fuerza de aquella abominación...

Aquel golpe te dio, causándote una buena herida en la cara, pero tu no te detuviste ahí, usando tu espada para darle su merecido y pagarle con la misma moneda. Tu movimiento fue rápido y casi letal, dejando a aquel ser arrodillado con un tajo que iba desde el muslo a la cara. El ser te miró con violencia y odio a la vez que soltaba un atronador rugido, ni siquiera tuvo fuerzas suficientes para atacarte.

Era una presa fácil, tu te habías convertido en el cazador.

Farnad trató de esquivar el nuevo golpe que trató de dar torpemente la criatura, pero el anterior golpe en la cabeza dejo al caballero algo aturdido y volvió a recibir otro golpe, con menos fuerza que el anterior, pero no dejaba de ser un golpe, el caballero con sus fuerzas ya algo mermadas asestó otro golpe al Yeethe, esperando que por fin cayese...

Solo cabía que después de aquel rugido, no hubiese atraido a más de aquellas criaturas...

Aquel ser cayó innerte frente a tus pies, dejando escapar un ultimo gruñido mientras la vida dejaba su cuerpo. Habías sido muy rápido y letal, pero a pesar de ello, esperabas que aquel rugido no atrajera a más de esos, así que seguiste avanzando por las cuevas, escuchando en la distancia algún que otro gruñido, traído a ti por los ecos de aquellas bóvedas y angostos pasillos de piedra…hasta que viste una extraña luz más allá, ¿una antorcha?

Entrecerraste los ojos para poder ver mejor y si...era una antorcha, la cual parecía adentrarse en un pasillo, ¿sería un aventurero?, ¿tu compañero?, ¿o tu objetivo?