Hola Joan. Te has enterado de todo lo de lso puntos de experiencia y demás. Estoy esperando que te pronuncies sobre los mismos antes de abrirte una nueva escena con el nuevo día.
Te escribo por esta escena, no vaya a ser que no estés recibiendo las notificaciones de las otras.
No sé cómo añadirme los puntos ni qué hacer con ellos XD. Los apunté en la ficha pero no revuerdo dónde.
Siento mi ausencia estos días. Están siendo complicados.
Buenas noches, caballeros Y parece que las palabras tienen en mí un efecto hipnótico. Bostezo tapandome la boca con la mano con la que posteriormente me despido. Me doy media vuelta y me dirijo a la moto para irme a casa.
En la escena "Evolución de los personajes - Puntos de experiencia" tienes la explicación de cómo utilizarlos. Si tienes dudas, puedes hacerme todas las preguntas que quieras, que para eso estoy. Si lo que no tienes es tiempo, puedes decidir guardarte los puntos para más adelante.
De momento no hay prisa, así que ya me dirás.
Llegáis a la plaza. El tipo ha caminado a tu lado, aunque medio paso detrás de ti. De camino a la plaza, se ha quitado la americana y se la ha plegado sobre el brazo. Te ha asombrado que tuviera pelotas para lanzar aquella amenaza, pero ahora que lo piensas quizá sólo lo oyeras tú con claridad y los demás anduvieran preguntándose qué narices había dicho.
Sea como fuere, allí llegáis. Hay menos gente en la plaza de la que te hubiera gustado, dadas las circunstancias. Al poco de sentarte en el banco del parque, el coche negro hace acto de presencia por una de las calles y aparca a pocos metros de ti. Estás sentado. El tipo que ha caminado contigo te está mirando, de frente, con su americana doblada sobre el brazo y sus manos, cruzadas ante él, quedan ocultas por la americana. Detrás de ti y de tu banco, a unos cinco metros, el coche no apaga el motor. Oyes el zumbido mecánico de una de las lunas tintadas bajando.
- Espero que éste lugar le parezca bien a su excelencia. - El tono sarcástico hace que tuerza el gesto en una mueca que pone aun más en evidencia su cicatriz. Sin esperar respuesta, continúa hablando - No vamos a alargar mucho la conversación, que tengo cosas mejores que hacer. Así que vamos al grano. ¿Qué coño hacías esta mañana en el Campus Médico? Y no me digas que fuiste a matricularte por que eso no se lo cree ni mi abuela.
Tirada oculta
Motivo: Descubrir de Negro, más un grado de dificultad por tener al tipo a la espalda.
Dificultad: 18
Tirada base: [10], 8, 7
Modificador: +5
Resultado: 30, Fracaso
Perdón el retraso.
"Prepararme el M.I.R., no te jode..."
La pregunta del mafioso me pilla por sorpresa. Me imaginaba algo más relacionado con el despacho de Zafra que con el Campus. Pero claro, allí empezó todo... o acabó para Ramón. Frunzo el ceño un momento, preguntándome si esta gente tendrá algo que ver en la muerte de mi amigo. "Si es así..." pienso notando el peso del arma enfundada en mi tobillo.
- Me llamaron para decirme que un amigo se había suicidado allí - contesto. - ¿Sabes algo de eso? - Mi tono es algo más desafiante de lo que debería con esta gente, pero si tuvieron algo que ver con la muerte de Zafra, es posible que la conversación acabe bastante mal. La mera idea de que eso ocurra hace que me calle una pulla sobre su improbable licenciatura en medicina.
Me pregunto cómo me habrán reconocido, pero no fuimos especialmente discretos allí y, pese a llevarla tapada por mis gafas de sol, la cicatriz sobre mi ojo llama sólo algo menos la atención que la de este tipo.
No pasa nada, yo también he tenido unos días muy liados... ;-)
Se le endurece el rostro cuando le preguntas.
- Mira, chaval. Aquí soy yo quien hace las preguntas. Lo primero que tienes que hacer es bajar ese pié al suelo. No te daría tiempo ni a pensar en sacar ése arma. - Desplaza un poco la americana hacia un lado y una pistola con silenciador reluce en sus manos. En seguida vuelve a deslizar sus manos y pistola bajo la americana.
- Sólo te lo voy a preguntar una vez y quiero que desembuches. ¿Qué habéis averiguado sobre el... suicidio de tu amigo?
Tirada oculta
Motivo: Descubrir del Mafioso para ver si se de cuanta del arma
Dificultad: 15
Tirada base: [5], 1, 9
Resultado: 15, Éxito
Tuerzo el gesto en una sonrisa cínica mientras bajo el pie al suelo tal y como me ha pedido. Si este tipo es medianamente inteligente sabrá la fama que tengo en el barrio, pues más de una vez alguien se ha llevado una paliza por tratar de colarse en el Orión. Tal y como dice, yo no llegaría a sacar el arma, pero está muy equivocado si piensa que, a esta distancia, él tendría tiempo de apuntarme con la suya antes de que le parta el brazo.
- No hemos averiguado una puta mierda - contesto. Y lo que más me jode es que es verdad. - Pero guárdate tu pipa, colega, que no es la primera que veo hoy... - "Y empiezo a estar hasta los cojones de que me amenacen con un arma..."
Lanzo el cigarro al suelo sin preocuparme por darle una última calada y lo piso con mal humor, sin dejar de mirar al mafioso no sea que se le ocurra hacer alguna tontería. Está siendo una mierda de día y la conversación con este gilipollas no sirve precisamente para mejorarlo. Su duda antes de decir "suicidio" no me ha pasado desapercibida y después de varios intentos infructuosos de conseguir información, parece que el tipo que tengo delante es lo más próximo a una pista que he encontrado en todo el día.
- ¿Qué sabes de la muerte de Ramón? - insisto. Si no le gusta que pregunte, que se joda y no conteste, pero no me voy a callar por eso. No después de todo lo que he pasado hoy, después de que un hombre haya muerto por mi culpa.
Su cara permanece impertérrita. Se limita a asentir sin dejar de mirarte
- Entiendo. No... habéis... sacado una mierda. - Hace caso omiso de tu recomendación sobre lo de guardarse el arma. - Supongo que te refieres a ese amigo tuyo, ¿verdad?. El tal Arnau. - Observa detenidamente tu cara, como esperando una reacción, pero continua en seguida - La liasteis parda en el despacho de Zafra, ¿cierto? ¿Tampoco averiguasteis una mierda allí?
Habla con tranquilidad, como sopesando las palabras.
Estoy cansado. Ha sido un día largo y duro y, pese a que la adrenalina me impida notar el cansancio en estos momentos, no ayuda precisamente a disminuir mi mal humor. Tal vez haya perdido el curro por este tío y me toca las narices que ignore mis preguntas y siga con la pistola en la mano. Además, su referencia al despacho de Zafra consigue ponerme aún más nervioso. Si esta gente sabe qué ocurrió allí es posible que la policía también esté al tanto.
Contesto sin pensar, pues de haberlo hecho probablemente mis palabras habrían sido completamente distintas.
- Sí. Descubrí que los gilipollas que llevan pistola con silenciador a veces se pasan de listos...
Le miro desafiante. La referencia a su arma es evidente y mi insulto está destinado a hacerle dar el primer paso. "Si mueve la mano de su arma le arranco el brazo", me digo sin dejar de observarle. Elevo el tono ligeramente, no demasiado, pero sí lo suficiente como para que la gente que está a un par de metros de nosotros me escuche y se gire para mirarnos.
Doy un paso hacia un lado, colocando al mafioso entre el coche y yo mismo, más para vigilar también lo que ocurre en el vehículo que para interrumpir una posible linea de tiro. Estamos en un lugar público, me encargué de eso antes de venir, y la por la reacción que tuvieron en frente del Orión parece que no quieren llamar la atención más de lo inevitable. Mucha gente me ha visto venir hasta aquí con ellos y podrían relacionarles fácilmente con Don Víctor. Si no me he equivocado, no les interesa montar demasiado jaleo. Si no me he equivocado...
Frunce el entrecejo. Parece que tu reacción está desatando otra en él. Ves que las manos se mueven bajo la americana. Crees que es hora de saltar hacia él.
Entonces los acontecimientos se interrumpen por una voz potente que sale del coche aparcado junto a vosotros.
- ¡Ya basta! - Tras una breve pausa, quizá para comprobar que realmente se había detenido lo que fuera que estuviera a punto de ocurrir - ¡Ven!
Notas como su cuerpo se relaja, pero la expresión de odio de la cara no desaparece. Sin quitarte la mirada de encima, se aproxima a la ventana, como buen perro a la orden de su amo. Acerca la cabeza para escuchar lo que fuera que le dicen y vuelve a incorporarse para dirigirse de nuevo a ti.
- Seguid con vuestras cosas. Volveréis a saber de nosotros, Negro.
La ventana del coche se cierra y el mafioso lo rodea para entrar por la puerta del copiloto. Todo ello sin dejar de mirarte, caminando hacia atrás cuando es preciso para no perderte de vista.
El coche arranca en cuanto el tipo se sube a él y la cotidianidad de una noche de juerga en una plaza de botellón comienza a envolverte como si de un mal chiste se tratase.
Tirada oculta
Motivo: Descubrir de Negro
Dificultad: 18
Tirada base: [8], 10, 6
Resultado: 24, Fracaso
Tenso todos los músculos, a punto de saltar sobre el mafioso como un muelle cuando lo comprimes. Pero alguien le llama antes de que termine de sacar la pistola. Sin relajarme, dejo que se aleje un paso en dirección al coche. No le pierdo de vista más que para intentar ver el rostro de su interlocutor a través de la ventanilla parcialmente bajada.
Se despide con una promesa de reencuentro. Sí, esto no ha terminado... Pero la próxima vez que nos encontremos no tendré el arma en el tobillo...
Apunto en el móvil el número de matrícula del coche mientras se aleja y un momento después me dejo caer sobre el respaldo del banco. Me duele todo por la tensión acumulada y noto cómo mi corazón late mucho más deprisa de lo normal. Cuando saco el paquete de tabaco me doy cuenta de que me tiembla ligeramente el pulso.
Inspiro un par de veces, tratando de tranquilizarme antes de encender un cigarrillo. Sonrío al ver el mensaje escrito en el paquete. "Fumar mata". ¡Qué cachondo! Al paso que vamos estaremos con Zafra antes de que la mierda esta nos afecte los pulmones... Pienso mientras enciendo el zippo y acerco la llama a la punta del cigarro.
Trato de relajarme y pensar. Apoyado en un banco, fumando solo, no tarda demasiado en acercarse alguien para preguntarme si estoy pasando hierba. Le mando a tomar por culo, casi esperando cabrearle para empezar una pelea. Me vendría bien partirle la cara a algún niñato pijo para relajarme un poco, pero decido largarme antes de seguir llamando la atención. Estoy a unos metros cuando el chaval se decide a contestarme, pero una mirada por encima del hombro interrumpe su insulto. No tengo cara de muchos amigos, precisamente.
Llego a la moto y tiro el cigarro al suelo. Si las copas de esta tarde se me habían subido ligeramente, la adrenalina se ha encargado de acabar con el alcohol. ¡Joder! Estoy cansado, pienso mientras pongo en marcha la motocicleta.
Llego a mi apartamento. Me quedo parado en el pasillo y doy media vuelta. Meto la llave en la cerradura y le doy dos vueltas, por si acaso. Luego voy a mi habitación y me dejo caer en la cama. Empiezo a repasar mentalmente los acontecimientos del día, pero el agotamiento finalmente me vence y me quedo dormido.
El calor y los sueños se encargan de que no descanse bien.
Me guardo los puntos