Partida Rol por web

- ¿Por qué tengo la sensación de que mis pies me llevan a donde no quiero?

Mientras me debato entre seguir o no a Gallagher, Martin corre tras de él. Mi voluntad está lejos de mi en este momento y le sigo a todo correr. No creo en lo que estoy haciendo pero igualmente lo hago. Ya hemos visto que este loco puede descuartizarnos con sólo desearlo y no puedo imaginar que más puede hacer esta bestia. Probablemente sólo estemos soñando así que, no puedo perder esta oportunidad...

- ...será una buena historia.

Corro detrás de Martin y me encaramo a la escalera; subiendo tras de Martin:

- ¿Soy sólo yo quien piensa que esto no esta pasando? Quizá por eso estemos siguiendo a un tipo que puede destrozarnos con sólo imaginarlo...

Cuando empezáis a subir por las escaleras de incendios, alzáis la cabeza y ya no véis al bueno de Gallagher.
Seguís subiendo rápidamente, el sudor os recorre el rostro y os cae por las mejillas. A pesar del sofoco, el frío es intenso, y congela vuestro sudor, helándoos la cara.

El vaho escapa por vuestra boca y vuestra respiración es agitada. Menos mal que ya estáis llegando a la azotea del edificio. Mientras subís, escucháis las voces de la gente celebrando la nochebuena, risas y juerga.

Una vez arriba, tenéis que descansar, extasiados.

No está, solo véis la oscuridad. Una brisa helada os recorre el cuerpo, cuando alguien os habla, la voz suena quebrajosa, rasgada, y un tanto grave.

Quienes soys y qué queréis ?

han pasado más de 20 minutos desde que Ignacio y Martín se fueron a comprar las botellas al chino. Qué les habrá pasado ??

No es normal que tarden tanto, habrán encontrado alguna furcia barata de camino ??

A Brice le parece poco probable, pues su barrio no es de ese tipo de zonas, no obstante, algo ha ocurrido.

Vosotros seguís con las chicas, Bruce coquetea mientras Gary se abstiene un poco y se muestra más comedido.

Son aproximadamente las 3 de la mañana.

Doy un respingo cuando oigo la voz de no se donde:

- ¡Ey! ¿De donde has salido tú? -, digo sin pensar un segundo en mis palabras.

Hago una pausa; escucho latir mi corazón y me extrañaría mucho que Martín no lo escuchara también. Los nervios se apoderan de mi, tengo ganas de gritar y saltar abajo pero rápidamente descarto esa idea. Sigo convencido de que estamos en un sueño, pero no puedo, siquiera por un segundo, arriesgar nada de mi vida.

- ¿Qué qui...quién so... soy? - , mi voz sueña temblorosa, - me llamo...mo...mo Igna..Ignacio.

Mis pupilas se dilatan, ¿con quien estoy hablando?

- ¿Qui...quién eres tú?

Miro alrededor mientras tomo aire, intentando localizar de dónde viene la voz...

No se cuanto tiempo ha pasado. Puede que una hora o tan sólo unos minutos, no se.
Por fin los sollozos que sacudían mi cuerpo han cesado y suelto la mano fría de Brian que he estado apretando durante todo este tiempo.
Me paso la mano por el rostro manchado de nieve y, poco a poco, me pongo en pie.

Por un momento he vuelto a ser el niño de diez años que encontró los cuerpos sin vida de sus padres en ese callejón de Edimburgo. El chico que no pudo hacer nada, que no llegó a tiempo.

Pero quien se pone en pie sobre la nieve es un nuevo Patrick. Alguien a quien ya no le queda nada en el mundo sino solucionar un último caso...

Patrick Dingwall abre los ojos. Unos ojos duros y fríos. A través de esos ojos no ve a su hermano muerto ante él. Ve el escenario de un crimen.
Y empieza a actuar como un policía.

Para Gary el tiempo que habia pasado poco le importaba esta noche tenia hambre y hacia rato que su presa se movia muy cerca de el. Ademas no sabia a cuanta distancia podria estar aquella supuesta licoreria.
"Vamos Gabriel, tu sabes que ella esta interesada"

Riendo el ultimo comentario de ella, y ofreciendo lo que quedaba de su copa se acerco a ella, y mientras la miraba apoyo sutilmente su mano en el fornido muslo de ella, la dentuda amiga habia pasado ya a un segundo plano y esa voluptuosa pelirroja de complice mirada era su unica obsesion ahora mismo.
Le susurro algo cerca del rostro, sin llegar a tocarla pero si para apreciar su perfume y que ella supiera de su interes.
"Joder que bien huele, este Bruce sabe como elegirlas..."

El silencio no se hace esperar mucho aunque dura poco. La voz de gallagher se hace apeseumbrada, histérica, rozando la locura, producida tal vez por la incomprensión.

Qué ? Porqué me seguís ? Sois vosotros los que me seguísteis, los que estábais en aquel hospital... no sé... no sé qué me pasa... pero, no es nada bueno. Su voz es, a la vez, pausada.

Será mejor que os marchéis... La luz de la luna produce un leve resplandor que da forma a la silueta de Gallagher.

Éste, se agazapa sobre sí mismo, con las palmas de la mano sobre su cabeza, en un gesto abominable.

- Gallagher. Es cierto, estábamos en el Hospital. Fuimos a verle. No le estamos siguiendo: Queremos ayudarle. Estamos intentando descubrir qué le ocurre. Queremos ayudarle, Gallagher...

"No hagas movimientos bruscos. Mantente siempre donde te pueda ver. No rompas el contacto visual. Por Dios, Martín, sal de aquí cagando leches..."

Me acerco lentamente, con los ***vos de corbata...

Te encuentras ahora mismo en la parte exterior de la casa, en un lateral, bajo la ventana por la que asombrosamente saltaste sin lastimarte.

No ves nada nuevo, tras un pequeño estado de shock tras descrubrir las mortales heridas de tu hermano que, casualmente, se parecen bastante a la forma de morir que tuvo Walter Mason, el contrabandista de arte.

No ves nada en el cuello, mordiscos como los que tuvo Mason, Gracias a Dios, piensas. Aunque recapacitas sobre si es a Dios a quien hay que darle las gracias tras lo vivido últimamente.

Ves que aún en la muerte, sujeta una Cruz de tamaño considerable.

Arggg - Gallagher suelta un gruñido acompañado de un fondo gutural que realmente asusta a estas horas de la madrugada.

Ignacio está verdaderamente asustado, y es Martín quien lleva las riendas del asunto, usando dotes psicológicas y aprovechando su carisma social para no alarmar al bueno del teniente.
Gallagher parece cada vez más alterado, en ocasiones parece estar a punto de estallar. no obstante, las palabras de Martín parece calmarle de vez en cuando.

Entre todos los sonidos espantosos que emite Gallagher, conseguís descubrir que se siente raro, no sabe que le pasa, lleva desde que escapó del hospital sin comer... y aunque está hambriento, no consigue encontrar nada que sacie su sed de hambre.

Poco a poco va acercándose a vosotros, sigilosamente, pero sin esconderse.

Ohh... - parece más tranquilo, aunque casi parece que hable para sí mismo... hubo alguien... me siguió... un hombre santo... un mensajero de Dios... que me ha dado la vida eterna...

De pronto, parece levantarse, en un gesto rápido, tan rápido que parece anormal. Suelta un gruñido y se lanza a la carrera hacia vosotros !!!!

No pueden haberse perdido, ¿no? pregunto a Carol inocentemente. De hecho creo que desde la buhardilla puede verse hasta la calle de Woo. Lo siento, Carol, querida, con lo que a tí te gusta el Vodka... De todos modos arriba debo tener una botella de Peppermint. ¿Me acompañas para localizarla y de paso miramos por la ventana a ver si vemos a estos chicos que se han perdido?

Te voy a enseñar la cama que tengo en la buhardilla. Y dejo a tu amiga Emma que haga buenas migas con Finnie y con Gary, que parece que se caen muy bien.

Durante un momento me quedo totalmente quieto. Mi cuerpo no quiere reaccionar, no sabe reaccionar. Tras esos segundos de confusión comienzo a correr escapando de este engendro que tenemos delante:

- ¡CORRE MARTÍN! NO PARECE QUE QUIERA SER TU AMIGO.

Después de unos segundos de carrera mi mente comienza funcionar:

- Quizá fuera mejor escapar de su vista y examinar sus reacciones. Quizá si conseguimos saber porqué se comporta así podemos dominarle.

Doy un vistazo alrededor y busco un buen sitio donde esconderme para vigilar a Gallagher.

El poli recoge con cuidado la cruz, usando para ello un pañuelo para evitar dejar huellas, recordando la posición exacta en la que estaba por si tiene que volver a dejarla para los del Yard cuando examinen el escenario. La exama con cuidado, memorizando todos los detalles en su mente y la guarda en un bolsillo.

Sus ojos observan los alrededores del cadáver. Si fue asesinado aquí, sobre la nieve, el atacante tiene que haber dejado un rastro de huellas.

Patrick busca ese rastro...

Quiero apartarme en el último momento y ponerle la zancadilla.

Primeramente, y tras recuperarte mínimamente del shock, observas con cuidado los alrededores del lugar así como los del cadáver. El viento es usual aunque no parece que haya borrado ninguna huella, simplemente no existen tales huellas.

Se habrá tirado ? Es una posibilidad, pero porqué ?

ves la cruz, y decides cogerla, a simple vista parece solo una cruz, eso sí, muy antigua. Hay unos extraños simbolos grabados en ella. En el extremo inferior puede observarse una formación similar al filo de una daga, con una pequeña diferencia, este filo no sólo perfora, si no que además corta, estando, por cierto, muy afilado.

Al poco de tener la cruz, notas en la mano cierto cosquilleo...

Subo las marmóleas escaleras de mi céntrico dúplex en dirección a la buhardilla del amor, llevando a Carol de la mano. Por un instante pienso que me estoy volviendo algo loco, pues hace unois minutos y de repente me vino a la mente la imagen de Dingwall saltando por una ventana. No lo di importancia, pero ahora siento de repente como que algo malo le va a pasar a Patrick.

Ese tipo es un saco de desgracias..

Sacudo la cabeza alejando de mi estos pensamientos ridículos e intrascendentes y abro la puerta del dormitorio VIP abuhardillado #4, y tras encender la luz me aparto para dejar paso a Carol.

Desde aquella ventana tenemos una panorámica perfecta de todo Wilton Crescent y debería poder verse hasta la calle donde está la tienda donde han ido a comprar el vodka. ¿Puedes verles desde allí?

Habrán entrado en un club, a beberse mis 30 libras. Vaya unos cabrones españoles. Borrachos ignominosos. Carol se acerca a la ventana y mira con curiosidad. Me acerco por detrás y según está observando el oscuro panorama de la tranquila Belgravia nocturna, rozo suavemente su nuca con mis labios.

PFFFFFF!!!!! ¿que perfume te has puesto? no lo había captado hasta ahora pero es una bazofia barata y agresiva para mi pituitaria. ¿Eau de Toilette Tesco Value? Con las libras que manjea tu viejo podrías permitirte un Chanel #5 y no esa bazofia.

Intentas coger la cruz y durante un par de segundos consigues sostenerla y observarla, pero acto seguido sientes como comienza a arder sin emitir llama alguna hasta que finalmente tienes que soltarla por acto reflejo, dejándola caer a la nieve, cerca del cuerpo de Brian.

Ignacio se oculta entre las sombras cuando Gallagher sale disparado hacia él y Martín. Éste, en un ágil movimiento conducido por un acto reflejo ante la premeditada acción del ex teniente, se tira al suelo y coloca su pierna consiguiendo zancadillearle.

Gallagher cae al suelo, entre las sombras, pero lejos de emitir un tufido de dolor o asombro, comienza a reirse diabólicamente que produce cierto cosquilleo en vuestros estómagos.

Oh... ja ja ja ja. Un hombre santo... un mensajero de Dios... que me ha dado la vida eterna... - las palabras salen como diciéndolas para sí mismo, como extasiado.

Tras ello se levanta, no observa movimiento en vosotros y se da media vuelta, no sin antes miraros, y salta diciendo:

Me marcho de ésta maldita ciudad, tengo que llegar... a tiempo.

Tras ello, tan solo oís en la lejanía la muchedumbre celebrando la navidad.

Son las 4 de la madrugada.