Partida Rol por web

Miro con atencion a aquel anciano asi como su extraño brillo en sus pequeños ojos.
Se toco tres veces el menton antes de volver a tomar la palabra y antes de que su anfitrion se despidiera de ellos.
-Me esta diciendo, NO, insinua que usted tiene ese tipo de informacion sobre, los secretos de la humanidad y los compartira conmigo a cambio de mi ayuda, ¿Es eso? MMmmmm... No quiero poner en duda su palabra... Y sus ojos me piden que no lo haga... Mmmmm...-Se encoge finalmente de hombros, con una sesgada sonrisa.-De acuerdo, les ayudare, confio en que efectivamente la editorial Merrik tenga mucho que ofrecer... ¿Aunque sabe? Con financiarme las investigaciones de mi proximo año y posteriores me hubiera convencido mas rapido.

Volvio la mirada a sus compañeros mientras por la doble puerta de roble desaparecia aquel enigmatico anciano.
"Espero que no sea un senil mas... No se porque siempre me dejo engañar por los viejos... Abuelo... Mira en lo que me has convertido..."

-Bueno, parece que estan faltos de colaborados para esta campaña y me han tenido que llamar a mi, creo que estare un poco mas de tiempo con vosotros. Aunque no creo que sea de mucho ayuda, sera un placer compartir una copa con vosotros una vez mas, y con el impetuoso amante de su auto.-Alzo tu taza para celebrarlo y bebio de ella.

"Bej... Hacer un brindis con simple te de yerbas es estupido... Empiezo a cansarme de este salon"

-¿Walter? Yo si dormire aqui, como a sugerido el señor, si puede enseñarme la habitacion... y servirme una botella de tequila o en su defecto whisky, se lo agradeceria.

Parece que no hay nada mas que añadir.

Una vez que Walter me da el número de teléfono y la información solicitada, me retiro al Ritz Edimburgh, donde he reservado una habitación con un nombre falso, no sea que mis viejos se enteren que he venido hasta Lothian y no les he llamado. Tampoco me apetecía mucho verles.

En la cafetería del hotel me tomo una copa para dormir mejor y si hay alguna chavala entre 18 y 40 años la entro a ver si esta noche hay plan.

Y a la mañana siguiente salgo a eso de las 07:30 con un sueño de la hostia para estar en Luton a eso de las 13h. para recoger a los demás cuando llegue su avión. Y paro en Carlisle a desayunar un gigantesco desayuno británico. Una vez en Luton me pongo a leer el Times mientras almuerzo una ensalada y un sandwich de ensalada y queso libre de grasas para no saturar demasiado mis venas tras el copioso desayuno, y así espero a que llegue el resto.

(Imagino que me dará tiempo. Lo que realmente ralentiza el viaje es la entrada en londres, no en el extraradio)

Al abrir la puerta de la salida, notas como el frío te hace estremecer, además, hace bastante viento y los copos de nieve caen en ráfagas junto a éstos.
Walter de ofrece una tarjeta.
Señor Douglas, te dice mientras inclina ligeramente la cabeza. Después, añade. Es nuestra línea directa con el bibliotecario, pero recuerde las fechas en las que estamos. Su gesto es serio, siempre lo es.

Que tenga buena viaje, señor.
Tras esto, la puerta se cierra y el impecable Jaguar se encuentra ahora frente al edificio cubierto ligeramente de nieve.

Veis como el mayordomo despide a Bruce Douglas y cierra la puerta tras de sí. Estáis a pie de la escalera principal situada en el descansillo que hay al entrar por la puerta principal. El aspecto de la merrick es acogedor, pero en medio de la escasa luz que relucía a esas horas le daba un aire siniestro y misterioso.

Les llevaré a sus habitaciones. Mañana les dejaré servido el desayuno en el salón y les daré sus billetes de avión. Como ha dicho el señor Klodzinsky, si necesitan alguna cosa se la ofreceré tras el desayuno., hace un gesto reverencial y se pone en marcha por delante de vosotros escaleras arriba.

La noche trascurre con normalidad, incluso os levantais como nuevos, sin duda la calefacción general y los cómodos colchones de la Merrick están a buen recaudo.

Conforme os levantáis y aseáis adecuadamente, os dirigís al salón donde Walter os ha preparado un desayuno de lo más moderado. Ahí os vais encontrando conforme llegáis.

Gracias Walter. Feliz Navidad. digo mientras me arrebujo en mi abrigo.

He estado a punto de darle una propina, pero luego recordé su condición de mayordomo y no de botones y me abstuve a tiempo.

Abro la puerta del coche color esmeralda edición limitada. Una magnífica pieza del fabricante de Coventry.
Les mantendré informados. digo antes de montarme y en el momento en que Walter se dispone a retornar al interior de la casa.

Pongo la calefacción y enciendo la radio para seguidamente dirigirme al Ritz.

La tercera taza de café solo y los croissants empiezan a despejarme un poco y me ayudan a quitarme las telarañas de los ojos. Saludo soñoliento al resto de los comensales que van llegando a la mesa: Gary, Ignacio, Martín. ¿Dónde está Bruce? ¿Habrá salido ya y estará en la carretera?

Un pinchazo en el costado me despierta de golpe, recordándome que no debería haber dormido en el sofá, que eso sienta fatal a mi pobre espalda. Entonces aprovecho que Walter pasa por allí para pedirle que me indique dónde tienen un teléfono, ya que deseo hacer unas llamadas. El vuelo sale a las doce y media, y no tengo equipaje para facturar por lo que aun tenemos unas horas antes de partir hacia Londres.

Es hora de hacer una llamada a la ex señora Gallagher, a ver qué puedo averiguar. De pronto caigo en la cuenta de que debo llamar también a casa, para revisar en el contestador si hay algún mensaje de Brian.

Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm, café....

Cojo un croissant y ojeo la prensa mientras esperamos al resto.

- Habrá que hablar con el agente de Scotland Yard, imagino. ¿Alguien ha mirado el horario de visitas del Manicomio? También me gustaría ver el informe de policía de los casos, a ver si encontramos alguna pista sobre qué pudo afectar a un agente de la ley como para que acabase encerrado... ¿Señor Dingwall podría...? Oh, perdón...

Le hago un gesto de que no hay prisa. ;ientras termina su llamada, miro la clasificación deportiva mientras apuró la taza.

Después de un rato dando vueltas por la habitación, por no salir al salón demasiado temprano, termino de escribir unas líneas de mi libro y voy al salón.

- Buenos días caballeros, busco a Walter con la mirada, buenos días, Walter, y muchas gracias por estas viandas.

Tomo una taza de café y algo para comer.

- Y bien, definitivamente, ¿cómo vamos a enfocar este asunto? No he participado nunca en ninguna investigación de este tipo con lo que espero que comprendan que me deje llevar en un principio. Como le dije ayer al señor Klodzinsky, me interesa el tema por inspiración para mi próximo libro y, además, después de ver los hechos me pica la curiosidad, hago una pausa, por cierto, ¿qué fue de Bruce, finalmente se fue en su coche? Vaya, menudo loco fetichista. Hubiera ido con él si no fuera tan fanático.

Apuro el croisant y el café y me pongo las gafas para ojear la prensa de la mañana.

23 de Diciembre, Merrick House.

10:33 h.

El nuevo día amanece sombrío, en el interior de la Merrick notáis la confortable temperatura ambientada con el sistema de calefacción, pero una rápida ojeada por la ventana os descubre como el aire y los copos de nieve arrecian en la calle.

En el salón está encendida la chimenea y la luz que cuelga de la lámpara del techo. Walter os da los buenos días mientras rellena la bandeja de los croissants y le da a Patrick Dingwall un teléfono portátil de considerable tamaño.

... la línea suena aguda y con ruido en las comunicaciones. Por un instante, piensas si llegará a ponerse alguien al otro lado del teléfono. De pronto, alguien habla.

Residencia de los Donaldson, al habla Sonia, digame ..?

Es la voz de una mujer, madura y a la vez suave y encantadora.

23 de Diciembre, En algún lugar de la autovía hacia Londres

LLevas ya unas horas al volante, y aunque la calefacción del coche te mantiene caliente, ves como en el exterior el viento sopla fuerte acompañado con ráfagas de nieve que comienza a cubrir parte de la carretera.

Te encuentras parado, y la cola parece no tener fin. No estás seguro de llegar a la hora prevista.

Mientras, recuerdas la noche anterior.

¿Señora Donaldson? Buenos días. Me llamo Patrick Dingwall y soy uno de los detectives de Scotland Yard que trabajó para su exmarido en el cuerpo.

Modulo mi voz para que suene muy formal, pero que se pueda percibir una honda preocupación.

Lamento importunarle, pero me encuentro en estos momentos de baja del servicio y acabo de enterarme de lo que le ha ocurrido a su exmarido por lo que estoy muy afectado. ¿Podría explicarme qué ha sucedido? No he podido contactar con mis compañeros de trabajo y quisiera saber si puedo visitar al teniente Gallagher en el hospital donde ha sido internado...

Menos mal que tengo unas casettes cojonudas para pasar el rato. Malditos laboristas, seguro que han organizado otra huelga y sus piquetes me han cortado la autopista.

O quizás es por una avería. ¿A quién se le ocurre sacar esa mierda de vehículos baratos a la autopista un día como hoy? Aston Martin, Mercedes Benz o Jaguar saben hacer motores resistentes a las inclemencias climatológicas, pero ¿sacar un Vauxhall o un Rover? se le gripará el motor, se le parará en medio de la autopista y provocará situaciones como ésta. Como me encuentre a ese desgraciado que me tiene aquí parado dentro de unos cuantos kilómetros, no se si me podré contener para no usar el juguete que me traje de Belgrado.

Pongo a Phil Collins y me relajo y me tomo con calma la situación.

Total, Klodzinsky ni siquiera me iba a pagar. Quizás tendré que ir directo al sanatorio.

Abro la guantera con el kit de emergencia para situaciones como éstas. Mi mano busca a tientas y palpa el teléfono celular, la funda de la Tula, la Tula, la radio de emergencia, la pistola de bengalas y ... y por fin encuentra lo que estaba bsucando.

La Game Boy.

Gary lleva a la mesa "rascandose" el pelo, a pesar de tener un peine siempre a mano, no parece satisfecho con haber pasado diez minutos peinandoselo.

Sienta en la primera silla libre que ve y ojea el desayuno.
"Croissants y cafe... que triste desayuno... Es verdad lo que dicen, cuando has probado tanto, lo usual te parece basura"

Llena una taza de cafe para poder despejarse del todo y un plato con un unico y triste croissant, juguetea con el cuchillo y su desayuno sin saber si comerselo y darselo a algun perro hambriento.

Al fin alza la cabeza y saluda al resto de los alli presentes
-Buenos dias caballeros, ¿Han dormido bien? Yo desde luego que si, mis felicitaciones al servicio Walter, e dormido como hacia mucho que no lo hacia... Reconfortantes vuestros colchones...

Levanta su insipido croissant con el cuchillo para dejarlo finalmente en el plato, y bebe un largo trago de cafe recien servido.
-¿Bueno alguna novedad?-Pregunta, sin reparar si estan o no todos.