Escena privada para James T. Crowley. Momentos de intimidad, dudas, ideas... Todo lo que ocurre cuando está sólo, o dentro de su cabeza.
¡Tienes escena! La explicación de la misma es bastante clara. También servirá para resolver dudas sin llenar las escenas de juego de mensajes privados. Ahora, con mis dudas:
Tienes 'familia'... Dos chiquillas caprichosas y un ghul. No sé si quieres que entren en juego, que se produzcan interacciones con ellas, o prefieres tenerlas en un plano de anécdota. Si es el primer caso, te puedo dar dos opciones: La primera es que las monte como PNJs y, cada tanto, juguemos las escenas de 'bienvenido a casa'... la segunda es que te de de alta varios PJs más para que juegues por tí misma todo eso. Cualquiera de ellas me vale. Ojo, que todo esto sería para enriquecer al personaje... sería difícil que entraran en la trama general, de base. Siempre puedes optar por dejarlas en anécdota y, si el momento llega en que tiene sentido meter a estos personajes, decidir si serán PNJs o PJs. Si son PJs, no te pediría ni que hicieras ficha ni nada complejo, sólo que dibujaras sus personalidades a grandes rasgos para que tuvieran una coherencia... no te digo nada que no sepas.
La verdad es que en principio sólo los puse como parte del trasfondo, algo que usar para las quejas constantes de Crowley de "qué dura es mi vida " xD aunque reconozco q es tentador tener un PNJ de Jeffrey su antiguo ayudante de cuando era un mago decente con público admirador (un período anterior a cuando empezó a emborracharse y joderla como mago). Mi idea era que Crowley habia convertido a su ayudante en un Ghoul por obligación del propio Jeffrey, que le presionó para ello y ahora el pobre Crowley lo tiene viviendo en casa a su costa, pero a cambio de hacerle de "criado/mayordomo".
Aún así, creo que de momento es mejor que queden como anecdotico si con el avance de la partida se hiciera necesario PNjotizarlos pues siempre se está a tiempo, tp quiero cargarte con más pnj's de los necesarios ^^
Por cierto, tengo algunas dudas yo tb xD
1. cual es el sueldo de Crowley
2. Christine es mi ayudante o sólo una curranta más del equipo?
3. la he elegido yo via curriculum o me la han impuesto?
4. Aunque tenga encantamientos y demás totalmente absurdos sigo pudiendo usar las técnicas clásicas de la Taumaturgia, como hacer hervir la sangre a la gente? :P
Merciiii
Buenas preguntas... Odenadamente, se responde mejor a todo:
Respecto a Jeffrey, me parece correcto lo que dices. No me asusta mucho cargarme de PNJs... y ya vllevo una pila interesante. En cuanto le necesites, con que me definas algunso rasgos de personalidad y alguna descripción física para que pueda encontrar un avatar adecuado (o encontrarme tu uno, que también valdría!), alcanzará para ponerle en juego. Ya he visto algunas cosas interesantes de ese PNJ... ayudante de mago que chantajea a su maestro Vampiro para ser convertido en ghoul... es como la relación inversa a la que tienen Lorne Michaels y François.
En esencia, cuando le necesites, o cuando vea yo que puede entrar, le damos un par de pinceladas y le meto en juego... al fin y al cabo, tú le conoces mucho mejor que yo! ;D
Ok, pues entonces te dejo aqui las pinceladas de Jeffrey para cuando sea necesario ^^ más que nada pq a posterior tendré muchisimo menos tiempo para ponerme a hacer perfiles de personajes asi que prefiero dejarlo listo aquí para cuando sea necesario ( o no) :P
Nombre: Jeffrey Jones
Edad: 35 (en apariencia)
Aspecto: afroamericano. Alto, delgado, de ojos oscuros. Al ser Ghoul mantiene muy bien su aspecto lozano, a pesar de su edad avanzada.
Personalidad: extravagante, quisquilloso, rencoroso, chantajista, presumido, metomentodo, orgulloso, aunque también es generoso, creativo, y autodidacta. A pesar de todo, Jeffrey es tremendamente leal a Crowley (simplemente le adora por alguna estupida razón).
Historia y detalles:
Jeffrey fue el primer y último ayudante de Crowley cuando éste era mago así que ha vivido su mejor y su peor época como tal. Era casi un crío cuando empezó a actuar en los números de magia, se le daba especialmente bien hacer de ayudante sufrido en el número de desaparición y el truco de la caja y las espadas, por su gran flexibilidad en espacio pequeños. Cuando Crowley se arruinó y lo perdió todo, Jeffrey se quedó sin trabajo. Aún así, decidió quedarse con Crowley, así que fue el único que le aguantó las enormes borracheras, le limpió el apartamento lleno de botellas vacias de alcohol y restos de comida mohosa. Pero un buen día su jefe desapareció. Simplemente se fue de bares y no volvió. Jeffrey se hundió en un enorme pozo al desaparecer su adorado mentor que le había abandonado vilmente! Tuvo que buscarse la vida como pudo como chapero, camello, dependiente de un MacDonald's, peluquero,... Pasó por decenas y decenas de oficios y varios amantes, todos masculinos (Fue un milagro que no pillara el Sida...).
A los 35 años había conseguido instalarse como estilista en una Peluqueria Fashion de L.A. en plena década de los 70, los años del amor, la purpurina y la heroina a dojo. Uno de sus clientes le invitó a una fiesta con famosos, donde reencontró a su antiguo Jefe. Crowley estaba realizando una de sus misiones para el Clan Tremere y Jeffrey metió las narices de pleno, se sentía tan resentido por la desaparición de Crowley que no paró de seguirle durante toda la fiesta. Obviamente eso no podía acabar bien así que acabó cruzándose en el camino de otra criatura de la noche. Crowley se vio obligado a salvarle y a curar sus heridas con su propia sangre. Jeffrey se pegó a él como una lapa. Su jefe no habia envejecido ni un día desde la última vez que le vió, 20 años atrás. Así que le pidió ser su "criado" y así cuidar de él durante el día.
La nueva vida con Crowley le abrió un mundo tremendo, como el de no envejecer, eso es algo que lleva muy mal, saber que dejará ser "carne fresca" en el mercado... Así que le pidió reiteradas veces que le vampirizara y ante la negativa absoluta de Crowley, al final consiguió acordar con éste en que le convirtiera al menos en su Ghoul (básicamente le chantajeó diciendole que o le convertia en alguien como él o hacia pública su existencia vampirica, a Crowley no le quedó mucha opción, especialmente cuando llegó esa parte en la Jeffrey dijo "si muero las fotos de tal y tal saldrán a la luz en el diario de mañana!". Si, ese momento fue muy embarazoso para el pobre Crowley, un humano tan listo y amoral contra un vampiro con sus capacidades...)
Actualmente, Jeffrey es el Ghoul más feliz del mundo, la sangre de Crowley le mantiene vital, joven y perfecto. Gluteos redondos y turgentes, ni una arruga en el rostro, cuerpo musculoso y joven... PER-FEC-TO. Aún así, a Jeffrey le gusta torturar a su modo a Crowley por despecho y rencor por abandonarle a su suerte y no llevarselo consigo y por tener a esas dos rameras horribles metidas en casa, Anne Marie y Caroline. No le gusta tener que compartir las atenciones de su jefe con más gente.
-Y no! No estoy enamorado de mi jefe! vale que es un oso de peluche con colmillos, pero no estoy enamorado de él!- cinco segundos después- bueno, quizás un poco. Bueno, sí, vale, tal vez esté enamorado bastante de mi jefe pero es que es mío! Yo lo ví primero!
Ala, ida de olla total al final xD espero q no te horrorice demasiado ^^u
¿Horrorizar? ¡Está estupendo! XDDDDD Si, es un personaje con todas las de la ley. Creo que va a ser divertido hacerle aparecer cada tanto... ¡Gracias!
xDDD me alegro que te haya gustado, la verdad es que es un personaje gracioso, además de exhibicionista, exagerado y drama-queen. Tiene su punto ^^
Por cierto, jus, el jefazo es 7ª generación y con telepatia, q bestialidad xD menos mal q mi pj tiene más sangre fría que yo xD
Hum! Lo de la telepatía se lo ha sacado de la manga. No me parece mal, pero le pondré ciertas limitaciones para que no destroce el juego... si nadie puede tener secretos para él, será todo muy complejo. Sí, es un 7ª... en algo debe notarse que es el jefe, aunque no hay que olvidar que es uno entre tres... hay dos jefes más, que todavía no han aparecido... no se lo pondrán fácil... }:D
Sales del plato, intentado seguirle el paso a Aridne, que se mete en el ascensor antes de que te de tiempo a entrar. ¿Por que esos ascensores siempre te atacan de esa forma? ¿Por que siempre se cierran justo cuando tu, de entre todos los trabajadores de SNL, vas a entrar? Maldices en voz baja y te diriges al despacho de Villepame, con la esperanza de coger la senda de Christine, tu nueva empleada. No hay nadie dentro, ni François ni ella. Te das cuenta de que estas, por primera vez en esta nueva temporada, solo en vuestra planta del Rockefeller Center. Hace casi cuatro meses, al terminar la temporada anterior, ya le habias pillado el gusto a esto de quedarte aislado del mundo exterior, en este espacio de oficinas, platos y despachos imposibles, en el que la luz se apagaba por si misma a las 5:30 de la madrugada e, incongruentemente, se volvia a encender a las 7:30. El hecho de que las luces parpadeen un segundo y desaparezcan te da la pauta para irte.
Los malditos ascensores parecen decididos a hacer tu existencia miserable. Aprietas el boton insistentemente, pero nada sucede. Con una molestia considerable, bajas los 22 pisos a pie y tomas un taxi para volver al hogar tras una noche de celebraciones y reencuentros. En casa te aguardaba el caos habitual, gritos, molestias y reproches.
Actualizacion tardia... disculpeme la demora y la falta de tildes!
Mañana te actualizo mas. Si quieres detallar cosas que sucedan en tu hogar, hazlo a gusto. Si no... lo hare yo por mi cuenta!
Había sido una noche dura, especialmente con los malditos ascensores que siempre parecen odiarme por algún extraño motivo. Tras no conseguir nada de nada, ni acompañar caballerosamente a Ariadne ni asegurarme de que la nueva ayudante esté bien, simplemente me resigné a marcharme a casa.
"Home Sweet Home" rezo mentalmente al conseguir girar la llave de la puerta de casa, un precioso ático en Brooklyn, con todas la comodidades necesarias para que una criatura de la noche como yo pueda descansar sin ser incordiado por la luz diurna. Técnicamente tanto mi ayudante Jeffrey, como Anne Marie como Caroline deberían estar durmiendo o al menos ocupados en otras cosas como para prestar ninguna atención a su llegada...
En cuanto cruzo el umbral de la puerta compruebo cuan equivocado estaba... Las luces de la casa me deslumbran por completo al entrar.
-Os creeis que soy millonario o qué! No podeis ir malgastando electricidad de este modo! No es el estadio de los Yankies!- gruño, ante la ceguera luminosa.
Los conciudadanos de tu pequeña república bajan la cabeza, pero no mucho. Apagan algunas luces y, durante unos escasos minutos, callan. Sin embargo, no tardan en volver a bombardearte con preguntas, gritos, quejas, anécdotas que no te interesan... La música de la cocina se mezcla con la tele del salón y el sonido del portátil. La cacofonía es totalmente enloquecedora... el hogar, al fin y al cabo. Sólo hay un sitio donde refugiarte, un lugar donde no te persiguen ni te acosan: tu despacho. Esa pequeña habitación, generalmente destinada a guardar alimentos o a almacenar ropa sin planchar, donde apenas cabe media mesa y el espacio para sentarse es más que limitado. En cualquier caso, es el único sitio donde puedes encontrar algo de paz. Entras atropelladamente, tratando de huir del estrés que te produce tu propia vida. Te sientas. Suspiras. Notas volver tu templanza y te espíritu positivo... ese que huyó de ti hace décadas.
La felicidad, no obstante, se te hace escurridiza cuando tus ojos se posan sobre la mesa. Encima de tus papeles, de tus 'proyectos personales' abocados al fracaso, encima de todos tus sueños incumplidos... hay un maletín negro. No sabes cómo ha ido a parar ahí, ni qué contiene. Ni siquiera te puedes imaginar cuál de tus congéneres puede haber confundido tu templo de la soledad con un almacén de maletas. El caso es que está ahí. Y te perturba.
En el último post dije 'mañana te actualizo'... podría justificarme tirando de astronomía (mañana significa 'al día siguiente', y en algunos planetas eso puede suponer años o, como en el caso de Mercurio, una eternidad), pero creo que es vulgar y barato. Back in black, volvemos a volver. Espero no seguir volviendo, que llega a ser tedioso estar desapareciendo para reaparecer luego tantas veces. En resumen: disculpa el eterno retraso. ;)
"Argghh!!! Volver a casa para esto!" me lamento mentalmente al ser de nuevo bombardeado por mis dos chiquillas, Anne Marie y Caroline, y por Jeffrey. Había conseguido unos segundos de calma con mi entrada malhumorada pero pronto me veo arrollado por todas sus quejas acerca de ropa nueva, facturas, un tanga?! Es tal la marabunta de cosas que me dicen entre los 3 que simplemente hago oídos sordos y trato de huir a mi pequeño refugio.
-I'll be in my bunk- simplemente respondo, escuetamente, y a paso acelerado dejo atrás el ruido de risas enlatadas de la tele, las protestas de los 3 y el reinicio de sus peleas entre él y ellas. No quiero saber nada, sólo quiero un rato de paz antes de que salga el Sol y tenga que meterme en mi mullido refugio diurno, para un descanso placentero y muy deseado. La muerte temporal nunca me pareció tan deseable como esta noche.
Finalmente alcanzo mi pequeño despacho y cierro la puerta detrás de mí, apoyando la espalda contra la puerta, bloqueándola, aún oigo las protestas y lamentos de Jeffrey al otro lado de la madera. No me aparto de la puerta hasta que dejo de oirle y oigo sus pasos volviendo al salón o a donde sea que se haya ido. "Respiro" aliviado (bueno, vale, los vampiros no tenemos respiración, todos lo sabemos pero es una expresión humana difícilmente olvidable o traspasable al mundo de los no-muertos, así que sí, respiré aliviado!).
Me acerco a mi silla, que ha visto mejores tiempos pero sigue siendo igual de cómoda, y me siento, tratando de recuperar el equilibrio de mis chackras y de mi zen (realmente un no-muerto como yo puede tener de esas cosas? a veces me pregunto absurdidades como esas, pero Anne es tan adorable cuando se pone en plan New Age que simplemente asiento y me trago esa basura pseudo-filosófica suya). Me masajeo las sienes con sumo cuidado, como me había enseñado miles de veces Anne Marie y recupero poco a poco mi calma habitual.
Me recuesto cómodamente en el respaldo de mi butaca de despacho y me quedo mirando mi pequeño santuario... Total y Absolutamente Profanado por aquellas criaturas. "Que demonios hace la maldita tabla de planchar en mi despacho?!! Y ese montón de bragas de colores?! Joder!". Estoy casi a punto de salir de mi despacho a pegarles algunos berridos más cuando veo el maletín negro sobre mi mesa. Me lo quedo mirando dubitativo. No recuerdo tener ninguno de estos, y tampoco haber visto la compra de ninguno a cargo de mis cuentas de las tarjetas Mastercard...
"Alguien más ha profanado mi casa, mi santuario, mi Fortaleza de la Soledad?!". Lo que me faltaba ya! Siento una punzada en el estómago, mi úlcera vuelve a hacer de las suyas, saco mi bote de almax y lo abro. Cojo un par de pastillas y me las meto en la boca.
Me dirijo hacia la puerta de mi despacho y la abro.
-Jeffrey! puedes venir un momento?- llamo a mi antiguo ayudante y actual "criado", aunque a veces tengo mis serias dudas de quien es el amo y quien el criado, cuando aquí la vaca a desangrar soy yo...
perdona q tardara en responder, me despisté, semana de cierre de nóminas, lo aparqué para ayer viernes pero estaba taaaan molida de toda la semana que no tuve fuerzas para ponerme a escribir nada (si te sirve de consuelo no he respondido en ninguna partida xD).
Espero que estés ya más recuperado de la enfermedad que te postró en la cama ^^
Jeffrey se acerca a la puerta de tu despacho, sin llegar a entrar dentro. Principalmente porque, dadas las medidas del mismo, no cabríais los dos dentro.
- Mira, James, yo sé que tienes muchas cosas que hacer, pero no puedes permitir que Caroline acapare la televisión por cable; se pasa la noche viendo videoclips de Hip Hop. ¡Tienes que hacer algo!... Bonito maletín.
Se queda mirando el maletín negro, con cierta curiosidad.
Las dos pastillas de almax se van deshaciendo poco a poco en mi boca, dándome cierta sensación de alivio, mi úlcera parece que deja de doler tanto. Me quedo mirando a Jeffrey cuando aparece.
-Entonces no sabes quien lo ha traido? Ha entrado alguien en casa que no seais vosotros tres?- le pregunto, sospechando cada vez más que alguien había entrado en mi santuario, lo había asaltado vilmente y encima me había dejado un "regalito"...
"Será una de esos maletines-bomba?!", pienso paranoicamente por unos segundos. "Aunque también podría ser uno de esos maletines llenos de billetes con números no consecutivos para sobornarme por "algo"..." se me ocurre después. "Mierda! pueden ser muchas cosas y ninguna buena del todo! Debería librarme del maletín, quemarlo o tirarlo por el puente de Broocklyn, al río!".
Me quedo mirando a Jeffrey a los ojos, esperando alguna respuesta coherente a todo aquello, ellos tres estuvieron en casa, deberían haber visto entrar a alguien... que no fuera yo, para eso están, maldita sea!
Jeffrey se queda mirando el maletín una expresión algo bovina, como de vaca, sin saber qué decir, hasta que repara en tu cara.
- Hey, a mí no me mires. No he visto a nadie entrar ni salir. Nada de nada. Cero. Kaput. Te lo habría dicho, James. No sé de dónde ha salido eso, pero igual sería buena idea ir saliendo de aquí... podría ser una bomba, o algo.
Tu ayudante empieza a perder los nervios. No parece muy confiado. Ves que retrocede un par de pasos tentativamente.
- En serio. ¿No lo oyes? Seguro que hay algo haciendo Tic-Tac ahi dentro... o quizá sea de esas que se activan con móviles... haría un ruido como 'tac-tac-ta-tac-tac-ta-tac', como de interferencia. Dios. Vamos a morir. Y nunca he ido a Tailandia. Joder, ¿Por qué me pasan a mí estas cosas? Tampoco se hacer sushi... siempre he querido aprender a hacer sushi... no es justo... no...
Farfulla estupideces mientras miras el maletín. No escuchas nada parecido a un Tic Tac ni nada. Sólo es un maletín cerrado. Sin trabas. Encima de tu mesa. Nada más.
Suspiro exasperado ante la reacción desmesurada de Jeffrey.
"Ya ha entrado en su modo drama-queen, no hay nada que hacer para impedir lo que va a venir...".
-Está bien, está bien, Cálmate Jeffrey, coge a Caroline y a Anne Marie e iros a tomar algo al Hard Rock Café de enfrente. Iros los tres, llevate tu móvil, os llamaré cuando haya revisado el maletín y el piso y vea que no hay peligro, de acuerdo?- le insto, acompañándolo con un gesto de la mano, para que se vayan. Sólo espero sobrevivir realmente a lo que sea que hay en el maletín y no morir definitivamente, porque para que vamos a engañarnos, aunque muchas veces odio mi situación de no-muerto, he de reconocer que no quiero irme todavía, hay cosas que aún me divierten, como tocarle la moral a Villepame, encontrar nuevos objetos para mi colección de cosas de famosos, comer sandwiches de cangrejo... ese tipo de pequeñas cosas que llenan mi vida de criatura de la noche.
Cierro la puerta de mi despacho de nuevo y espero hasta oir como se cierra la puerta del apartamento antes de dirigirme hacia el maletín y revisarlo de arriba a abajo antes de decidirme a abrirlo.
-Si sobrevivo, voy a pedir explicaciones a quien sea que haya entrado en mi casa sin previa invitación- murmuro por lo bajo. Llamádme "celoso de mi intimidad"...