Partida Rol por web

Dejo a John en el suelo a medio comer y me dirijo a la salida. Apenas unos pasos más adelante por el pasillo de la derecha llega Akasha enfurecida. No le falta razón Le he fallado. Me sujeta de la chaqueta y me levanta unos centímetros del suelo. Pese al casco no sólo me reconoce sino que me infunde temor y un profundo sentimiento de vergüenza.

Dejo mis brazos caer a ambos lados del cuerpo y agacho la cabeza. -Lo siento mi amor, he hecho todo lo que he podido. Algún guardia inepto se acercó a su celda y consiguió escapar. La perseguí hasta la sección 2 Norte, pero allí había dos cazadores con ella. Conseguí abatir a uno, pero ella me dejó muy malherido. -Levanto la cabeza para mirarla a los ojos -Tuve que retirarme para poder perseguirla en mejores condiciones. La enfermera me recuperó un poco y pude seguir a dos cazadores más que habían entrado al recinto. Iba a salir por ahí para matarles -Señalo la puerta -Cuando una patrulla entraba guiada por ese otro cazador disfrazado de soldado. Los guardias fueron donde les indiqué y tras descubrir que este tipo no era un soldado tuve que matarle. -Vuelvo a agachar la cabeza -Creo que los cazadores han escapado y la sujeto número 2 también. Ya no oigo disparos ahí fuera y los soldados no han vuelto...

-Te he fallado mi amor. Aceptaré cualquier castigo. -Me quedo a su merced para que haga conmigo lo que quiera mientras una lágrima recorre mi mejilla.

-Parece evidente que no ha sido suficiente- te espeta mientras coge el apreciado colgante que llevas escondido bajo la ropa y lo arranca dejándolo caer al suelo, estallando en varios pedazos para después arrojarte a ti con violencia y fuerza sin igual, quedándote empotrado en el agujero que tu propio cuerpo ha formado en la pared.
Te duele cada músculo y cada centímetro de tu cuerpo ahora más que nunca, ella se te vuelve a acercar con paso tranquilo y apenas eres capaz de moverte.

-Ya no me perteneces, pero has sido útil y por éso seré magnánima en tu derrota. Vete de aquí, no vuelvas. Si sobrevives a la sed y a tus heridas podrás formar una nueva vida... ¡Largo!- te saca del hoyo y después de unos segundos observándote con sonrisa burlona se marcha alejándose por el pasillo, dejándote a merced de tus heridas.

Akasha me deja tirado en el pasillo. Observo lo que queda del frasco y levanto la mirada para ver como mi reina se va por el pasillo sin mirar atrás. "Ya no me perteneces" Esa frase se repite en mi cabeza mientras recojo los trozos de cristal del suelo. Me corto las manos al intentar coger los más pequeños, pero ya poco más pueden hacerme en mi maltrecho cuerpo.

Me quito el caso y el chaleco. Ya no tiene sentido esta lucha, ya no es mi lucha. Me siento en el suelo y observo mis manos llenas de cristales y de sangre. El símbolo de nuestra unión ha quedado hecho pedazos. Los dejo cuidadosamente en el suelo formando un pequeño mosaico de caos y me levanto.

Camino lentamente, no sé donde voy ni qué voy a hacer. Me agacho a recoger el arma que está en el suelo. Clavo la rodilla en la tierra debido al dolor y a las pocas fuerzas que me quedan. No más sangre, no más Akasha. Me dirijo hacia la puerta de salida. Ya no sé cual es mi sitio. Y no ha habido rival digno que me de muerte en la batalla. Salgo fuera abriendo la puerta. Empieza a llover, la noche empieza a ser clara, el sol asoma y la lluvia y las nubes se encargan de que no sea un día agradable. Hoy no es un buen día. La lluvia moja mi cuerpo aliviando el dolor de las quemaduras. Las gotas veloces golpean mi piel produciendo dolor en las heridas. Sostengo el arma con apenas dos dedos, sin ganas, sin fuerzas, sin motivos.

¿Tendrás los cojones Stan de hacer lo que ella no ha hecho?