Eshara corría como alma que lleva el diablo. El sol, se filtraba por la espesa capa verde del bosque. Sus pulmones estaban a punto de estallar. Cada bocanada de aire entraba con dificultad en sus pulmones. Las ramas la arañaban la cara y la herida del costado la dolía horrores pero no podía permitirse mirar atrás y menos detenerse. Sabía que sus perseguidores estaba cerca...
Podía oírlos. Podía sentir su maldad acercándose a grandes saltos. Por más que corría y corría, sus perseguidores estaban cada vez más cerca. Cada vez más cerca.
Masacres Yren (TM) Presenta:
SOMBRAS SOBRE BRECILLIA