Partida Rol por web

-¡A sus órdenes!- responde entre marcial y burlonamente el general a Korrigan, acercándose más al estrecho pasillo utilizado en la dársena de Dardos para depositar a los soldados y las víctimas teletransportadas.

La puerta tarsera se abre con cierta lentitud, quedando a un metro escaso del suelo, por lo que el resto del grupo sencillamente debe saltar, con ayuda o no del resto, y subir al Jumper con relativa facilidad.

-Si nos damos prisa cruzaremos el Stargate antes de que se den cuenta, vamos, ¡vamos!- echa un vistazo hacia atrás apremiando al resto. Los primeros en embarcar son Radek y Rodney, los dos científicos, seguidos de cerca por dos soldados de Morke de aspecto pálido y asustadizo, ayudados por el arqueólogo y Mars; pero entonces O'neill frunce el ceño volviendo a mirar la puerta por la que entró el grupo.

-¿Dónde demonios está el rastafari?- pregunta al darse cuenta de que no hay rastro de él, aunque la verdad es que no le sorprende demasiado... sencillamente le fastidia. Podría apostar a que se ha quedado rezagado matando wraiths a mordiscos.

El arqueolgo que no esta demasiado comodo colgado de una nave en medio de la madriguera de unos seres chupa sangre se percata tambien de que Ronon  no esta por ningun lado. Cuando Jack lo comente y sin parar de ayudar a subir a los soldados de M1P-327 se paro a preguntarle a el joven Mars.

Bueno, poyo, a donde has dejado al gallito del corral, ¿es que ha salido ha hacer turismo o que?

Mientras esparaba la respueta le indico a uno de los soldados que se sentara y se agarrara a las tiras negras de las estanterias que habia colocados en los jumpers. Para que se quedara sentado y no estubiera por en medio.

Luego miro hacia afuera buscando con la vista a mas supervivientes. Tenian que encontrar a Ronon antes de irse. Y el que no estubiera complicaba bastante las cosas.

Todo estaba perdido. En aquella maldita nave, que olía a podrido, sin posibilidades de defenderse siquiera.

Espero que al menos sea rápido e indoloro...

Mientras estos pensamientos aciagos corrían de un lado al otro de la mente de Radek, una explosión lo echa al suelo y aparece la silueta de un Jumper, desde cuyo portón trasero el arqueólogo hacía aspavientos. Si bien no entendía lo que decía (el pitido en sus oídos debido a la explosión, suponía), estaba claro que había que subir al vehículo.

Y sin pensarlo 2 veces, Radek se lanza adentro saltnado más de lo que pensaba que podría hacer. Una vez dentro parecían reducirse todos los ruidos, y aunque el pitido de sus oídos remitía, ahora le sonaba más alto. Aún así, ya oía lo que decían los demás.

De repente, a Radek le cambia la cara cuando el general O´Neill nombra a Ronon. En verdad faltaba, y debían esperarle cuanto fuese necesario. Una idea le pasó por la cabeza.

General, rápido, ajuste el rastreador de vida a tod la nave. Sé que Ronon está vivo, tiene que estarlo. Y si es así, sabremos donde está porque a su alrededor irán desapareciendo poco a poco los puntitos de los wraith. - Radek señala los puntitos azules de la pantalla a medida que el general ajustaba el escáner. - Seguro que está de camino, debemos darle tiempo. Mientras nosotros podemos volver a activar el camuflaje y controlar esta dársena para limpiar la huida.

Radek mira a todos, esperando la crítica, como no, de Rodney, y la aprobación de los demás, ya que no había un plan mejor.

-¡Hmph...! No me imaginaba a ese grandullón con ganas de hacerse el héroe...- admite O'neill levantándose de su asiento para acercarse hasta la parte trasera y ayudar a subir a Mars al Jumper -Iré a buscarle cuando me diga donde, así que dése prisa- apremia a Radek, el cuál no pierde ni un instante en correr ahsta el detector de vida de la nave, el cuál no reacciona en absoluto debido a su carencia de gen ATA... pero el capitán enseguida le echa una mano con eso y entre ambos conisguen dar con el origen del satedano, no demasiado alejado de vuestra posición pero con más soldados acercándose hacia él.

-De acuerdo, vosotros permaneced aquí, el capitán Mars se encargará de pilotar la nave y huir hacia el Stargate en caso de peligro- mira a todos con seriedad, más de la habitual, dejando claro que no se trata de una broma. Comprueba su P90 y se dispone a bajar, pero entonces se gira un segundo -Ah, y es una orden- acaba por añadir por si alguien tenía intención de alegar lo contrario, saltando entonces sí hasta el suelo para correr por la compuerta que pocos minutos antes había volado con un dron.

Korrigan estaba asombrado. No estaba seguro de que dejar que el único buen piloto de la nave, saliera al rescate dejándolos a todos al descubierto. Había visto volar a Mars, no era mal piloto, pero estaban dentro de una nave colmena, no era como para dejar nada al azar.

Jack, me parece una mala idea que vaya usted solo. Pero haga lo que tenga que hacer.

Luego se quito de la puerta. Por el momento no podía ayudar en nada más. Quizás los soldados quisieran ayudar.

Oídme, no sé exactamente qué es esto, pero ese hombre de ahí es un gran general de la guerra, si queréis podéis ayudarlo. No os obligo a nada, pero toda ayuda será poca. Cuando esto haya acabado os dejaremos en vuestra casa.

Mientras hablaba con los soldados de Morke enseño el martillo de Thor, quizás así sintieran algo más de vehemencia en sus palabras, si se quedaban donde estaban tampoco se los reprocharía. El mismo se iba a quedar en la nave, no es que fuera ningún héroe. Pero el tenia otra cosa en mente.

Se acerco a la parte delantera de la nave.

¡Radek!, necesito que localices el armamento que pueda explotar dentro del hangar. Que lo selecciones para que cuando salgamos de aquí podamos destruir la nave, o al menos hacerla caer. Sabes a lo que me refiero, hacer un gran ¡boom!.

Lo miro como si el pobre ingeniero pudiera leer su mente. Solo necesitaba los depósitos de combustible, o las armas. Algo que explotara, como en la guerra de las galaxias con la estrella de la muerte. Salir era solo la primera urgencia. Luego tendrían que deshacerse de aquel monstruo de acero.

Mars parece que va a replicar contra lo dicho por O'neill, pero en cuanto éste aclara que es una orden no le queda más remedio que gruñir por lo bajo con frustación y volver hasta el asiento de pilotaje de la nave.

Los soldados se miran entre sí dubitativos, murmuran cosas extrañas por lo bajo pero cuando Korrigan les muestra el colgante ya no hay duda posible, abren los ojos de par en par y asienten enérgicamente, saliendo del Jumper con agilidad y decisión, como si su propia Emperatriz les hubiera dado una órden directa importante.

-Vaya, vaya... menudo poder de persuasión, doc- el joven Mars arquea la ceja y mira con mayor fijeza al arqueólogo, sobretodo al collar que pende de su cuello. Nunca ha sido demasiado detallista pero diría que no llevaba eso antes de partir de Atlantis.

-Eso será si tenemos suficiente tiempo para escapar... se acercan patrullas...- el capitán frunce el ceño observando el detector de señales de vida que Radek ha conseguido calibrar hace apenas unos minutos, concentrándose largos segundos para conseguir establecer el campo de invisibilidad Jumper, quedando después bastante más agotado de lo que le gustaría admitir.
Más les vale que se den prisa o eso se convertirá en una maldita ratonera...

Korrigan estaba en tension, su cerebro hervia buscando soluciones.

Bueno, si se acercan quizas podamos hacer algun truco, como los que hacen ellos para atraerlos a sitios donde sean mas vulnerables.
Algo como aparecer y desaparecer y acercalos a algun sitio que explote y abrir fuego. De esa manera podriamos librarnos de ellos. Tactica sorpresa, ¿no?

Y tan sorpresa, no creo que eso saliera bien ni ensayandolo.

Estaba que se subia por las paredes, encerrados en una pequeña nave, y sin poder ayudar de verdad. Al menos las palabras del arqueologo habian servido de motivacion a los soldados de M1P-327 para que ayudaran a Jack. Seguro que luego se lo agradeceria con alguna frase del estilo: " gracias por mandarme a unos tipos que por armas llevan palos". O alguna cosa por el estilo. Pero viendo la situacion, cualquier ayuda seria poca.

-Algún sitio que explote... eso nos incluiría a nosotros, ¿no? No sé doc, quizá las tácticas militares no son su fuerte...- Zac mira de reojo a Korrigan y después a los científicos, los cuáles permanecen pálidos y bastante inmóviles en los asientos del Jumper debido al miedo y la tensión. El joven capitán niega con la acbeza, intentando armarse de una paciencia que en realidad no tiene, pero entonces repentinamente se levanta de su asiento, alterado.
-¡¡Ahí vienen!!- exclama emocionado y sonriendo mientars abre la compuerta de la pequeña nave Antigua.

O'neill, junto a uno de los soldados de Morke, carga con el corpulento cuerpo de Ronon hasta el Jumper, momento en el que todos ayudáis a cargarlo en la parte trasera. Zac no pierde más tiempo y enseguida hace arrancar la nave, saliendo disparada de la dársena de Dardos. La idea de las explosiones sin duda no ha acabado de convencerle y se dirige directamente al Stargate para volver a "casa". Por el momento será lo mejor, al menos según su opinión.