Llegas rápidamente a tu laboratorio, que está, por supuesto, lleno de máquinas de todo tipo. De hecho, puede que esté demasiado lleno, ya que apenas puedes moverte por la sala sin chocar con algún aparato. Y eso que la habitación es realmente enorme... pero es que realmente necesitas toda esa maquinaria, es imprescindible para tus investigaciones.
Parece ser que tu alumna no está allí. En cambio, escuchas ruido viniendo de la sala contigua, una pequeña habitación con una mesa que usáis como comedor. ¿Estará desayunando?
Entras al laboratorio con cuidado, pues aquello está tan lleno de máquinas de todo tipo que apenas puedes dar un paso sin chocarte con algo. Por suerte, logras que la bandeja no se te caiga.
Efectivamente, el profesor está allí. Parece recién levantado.
Parece que tus sospechas eran ciertas y Liz estaba desayunando, pues aparece por la puerta del comedor, cargando una bandeja y gritando alegremente Buenos días, profesor ~.
Liz entró torpemente en el laboratorio, con cuidado de no chocarse con ninguna de las máquinas que habían por allí desperdigadas. Se golpeó la cadera un par de veces, pero logró estabilizarse y salvar el desayuno que le había preparado al profesor. Adoptó una posición firme y le extendió la bandeja a Kitsuke con una radiante sonrisa de éxito.
- ¡Buenos días! Le he hecho el desayuno. - Liz sostenía una bandeja con una taza de café y una manzana pelada. Apartó unos cuantos cachivaches de una mesa, de los cuales ignoraba su importancia y la colocó sobre esta. Acercó una silla y se sentó junto al profesor con los ojos brillando de emoción.
- ¿Vio ayer la lluvia de estrellas? ¡Fue impresionante! - Cada vez parecía más excitada por el asunto. - Y estoy segura de que se donde fue a caer una de ellas, distinta a las demás... Tal vez podamos ir a verla.
Al ver entrar a Liz con esa bandeja llena de cosas tambaleante entro en pánico. La alumna tambalea y se golpea con los equipos. Tres veces estoy apunto de saltar para atajar algún objeto, me tiro los pelos, me agarro la cabeza, todo conteniendo el aliento. Finalmente la chica consigue llegar entera y sin tirar nada, suelto el aire en un sonoro soplido que desparrama todas mis notas por el piso... En fin.
Liz es una de las pocas personas que me ha visto alguna vez nervioso o histérico que es mi estado habitual dentro del laboratorio, afuera soy sereno y muy serio. Una vez que recupero la compostura vuelvo a mi tranquilidad.
-Muchas gracias Lisbeth - tomo la taza de café y utilizo mi balanza de alta precisión para medir la cantidad exacta de azucar deseada - desgraciadamente no he podido ver la lluvia de estrellas, me encontraba totalmente exhausto anoche. Pero el hecho de que conozcas la localización de una de ellas es una maravillosa noticia. - revuelvo tranquilamente el café - En el día de ayer he hecho un descubrimiento fascinante que puede avanzar enormemente nuestra investigación. - Con una mano sosteniendo la taza y la otra atrás camino muy derecho de un lado al otro de la habitación, Liz sabe perfectamente que cuando empiezo a hacer eso se viene una perorata que puede durar un largo rato - Me encontraba reflexionando a cerca de la naturaleza del virya y de las ciencias que estudiamos en general. Pensaba que cada ciencia abarca un sin numero de factores, la alquimia cada uno de los materiales y sus transformaciones, la física los efectos de la naturaleza en los materiales e incluso la magia en su estudio de las distintas formas en que puede ser manipulada. Sin embargo, la llegada del virya a obligado a replantear y modificar todas nuestras teorías anteriores en todas las ciencias. - Hago una pausa dramática con los ojos cerrados en pose de reflexión que sólo vuelve más aburrido el monólogo. - Cada ley de la ciencia debió ser cambiada y no es que estuvieran desacertadas, es que no se aplicaban al virya. Entonces tuve la revelación. - Nueva pausa dramática.- Nuetras teorías y leyes no pueden aplicar al vyria por que son leyes basadas en lo que conocemos, nuestro propio mundo. !Entonces el virya debe provenir de otro mundo! Pase todo el día comparando los componentes del virya con materiales encontrados de meteoritos y las conclusiones son muy alentadoras. Necesitamos algunos fragmentos más para hacer nuevos estudios y podremos confirmar esta teoría.- Al terminar de hablar respiro profundo y miro a Liz esperando una respuesta digna de mi alumna.
Liz escuchó atentamente al largo discurso del profesor sentada en su silla. La teoría tenía bastante sentido, lo cual hizo que la mente de Liz se desplazase a pensar en otras posibilidades ignorando inconscientemente parte de la explicación... las palabras "Meteoritos" y "de otro mundo" rondaban por su cabeza. Una vez el profesor hubo terminado, Liz aplaudió con una cara forzada de admiración y con su brillo característico en la mirada.
- Entonces... - Ahora le tocaba exponer a ella su teoría, más bien algo que recordaba. - Durante la lluvia de estrellas estoy segura de que la estrella que vi caer era distinta a las demás... era blanca y redonda, y había caído cerca de Menhiss... ¿Será esa "sustancia de otro mundo"?
La chica se levantó de la silla y se estiró un poco. - ¿Cuando cree que podríamos ir a ver...?
Halagado por los aplausos que inflan mi ego digo a la alumna antes de ponerme yo mismo a guardar algunos instrumentos:
- Pues en cuanto tengas todo listo para partir Lisbeth
- Ya estoy casi completamente lista... siempre es bueno llevar armas por si acaso, así que vengo ahora.
Liz salió del laboratorio a prisas, volviéndose a chocar con las mismas máquinas que obstruían el camino de salida del laboratorio. Tardó pocos minutos en rebuscar entre sus cosas, encontrar su arma y bajar nuevamente a la habitación en la que se encontraba el profesor con una sonrisa amplia en su rostro. Siempre le gustaron las expediciones, y más acompañada `por el profesor. Levantó el puño energéticamente y dio un pequeño salto.
- Lista... ¡Vamos!
Pongo que va y vuelve aquí para no hacer dos post cortos.
Su arma (Si es posible) sería algo así: (Guadaña de forma extraña)
Bueno, en realidad los paladines equipan espadas y escudos...
Por cierto, ¿queréis salir del laboratorio ya?
- Como siempre rápida para salir del laboratorio. - Suspiro - Bien aguárdame que iré por mis cosas.
Recojo rápida pero prolijamente mi espada y mi capa de viaje, la Liz tiene razón, es mejor siempre salir bien preparado. en un momento ya nos hemos encontrado en las puertas del edificio listos para partir.
Perrdon por el retraso!! Los finaes de semana se me complica.
Pues ya dirán los masters..