La imagen había acelerado el corazón de Junne. Sabía que podría ser algo fuerte, pero jamás pensó que sería algo tan macabro. Pero qué coño... El corazón se le aceleraba cada vez más, y se afanaba porque no se le notase demasiado... El llanto de un niño fue la guinda al pastel, que daba un tono aún más extraño y surrealista al caso que investigaban. Junne miró incrédulo a Clavo.
McKenzy observaba cómo los soldados inspeccionaban los cuerpos. El sargento había visto cosas a lo largo de su vida, pero esta escena parecía sacada de la mente de un psicópata. Cadáveres destrozados que hacían a soldados languidecer, todos distribuidos como si en una macabra reunión estuvieran. La voz radiada de Skar le devolvió a la realidad del momento, aunque en realidad se podría decir que fue el extraño llanto.
Intentando recuperar el control de sí mismo, el sargento se dirigió a Clavo y Drest, que mantenían una conversación.
- Es cierto que las luces nos facilitarían bastante, pero la aventura puede ser arriesgada. Díaz, si se ve capaz de llegar a los generadores suplementarios y activarlos, le doy luz verde. Busque a la escuadra de Stone, debería ser útil en los trabajos de mecánica. - en un principio el sargento no quería separar a las escuadras tan rápido, pero la brutalidad de la escena que tenían ante ellos le hizo cambiar de idea.
Tras esto, McKenzy se volvió hacia los miembros de su escuadra, e intentando disimular el escalofrío que le recorría todo el cuerpo les dijo:
- Bien, vamos a subir y a averiguar quién hace ése ruido. Rasali, dirija la marcha y tenga esa escopeta a punto. Vyacheslav y yo le cubriremos la espalda. Una vez hayamos discernido este misterio podremos examinar... esto. - finalizó el sargento haciendo un gesto con la mano abarcando la dantesca escena.
Jefe ¿me voy con mi escuadra o prefiere que me quede cubriéndoos desde esta sale he investigado esto mejor? Aqui hay otras escaleras que bajan y tal vez pueda venir alguien desde ese punto -intervino la soldado desde la puerta.
-Esta bien sargento, así lo haré. Díaz No sabía lo que se encontraría, pero lo único que tenía en ese momento en la cabeza era ese maldito llanto. Por supuesto esperaba que fueran supervivientes, pero no quería hacerse esperanzas tan fácil, algo le decía que no era así.
Por otra parte, su actual misión era de vital importancia, si fuera posible encender las luces...
Díaz respiró hondo y pronunció las palabras que tenían que salir de su boca: -Buscaré a Stone y arreglaré las luces, no tardaré mucho, estaremos en contacto, pero necesitaré un compañero, Junne, ven conmigo, no conviene ir solo por aquí, por lo que veo...
El sargento respondió a la pregunta de Thobi.
- Es mejor que no rompamos la escuadra. Viaje con su grupo, ya encontraremos nosotros una manera de cubrir esa escalera. - se volvió hacia Serghey - Vyacheslav, estaremos justo encima de usted. Vigile esa escalera y en caso de cualquier contacto avísenos, estaremos en un instante de nuevo aquí.
Os divido pues. Volvéis a vuestras escenas de escuadra individuales. Cierro la escena.
Justo cuando recuperas el control de esta sala ves como el sargento McKenzy, el soldado Kai y tu enemigo Serghey bajan al interior del piso 0 por las mismas escaleras por las que tu huiste.