Wilhenmina frunció el ceño, meditando lo que había dicho y pasando por alto el chiste deliberadamente.
—Y mi gente no es lo suficientemente rápida, ¿no? —Sacudió la cabeza con una mueca rancia en el rostro que no pegaba en absoluto con su cuidada y airada apariencia—. No hay tantas opciones con esa sangre, O'Connor. Si crees que salió de aquí, o es el tebo o el demiguise y en ambos casos no hay muchos magos o brujas capaces de manejarlos. Haz la suma.
Daire alzó las manos en actitud conciliadora.
-Nadie ha dicho eso. Ya sé que sois más que capaces de rastrearlos, y que no necesitáis ayuda. Pero el follón del sábado ha desbordado a todo el mundo, y no hay manos suficientes para arreglarlo solos, ni en el Ministerio ni en el Santuario. Mira, si encuentro a alguno de los dos bichejos al final del rastro de migas, te aviso de inmediato, ¿Ok?
Wilhenmina se incorporó dejando caer los brazos con pesadez.
—No lo decía con esa intención, O’Connor. Evidentemente necesitamos ayuda, ¿vale? Este es un proyecto muy bonito y también muy difícil de llevar. Solo, haz tu trabajo que para eso te pagan, y cualquier cosa que puedas hacer, —se llevó el puño cerrado al pecho— eternamente agradecida. Ya lo sabes. Y me aseguraré de preguntar por tu árbol.
A Daire no le gustaba la idea de acabar con una sensación tan agria en los labios, así que intentó devolverle su mejor sonrisa y restarle importancia al asunto. Apreciaba a Scamander, quizás no como a una amiga pero sí como a una persona íntegra y experimentada, que tenía que lidiar con una desproporcionada e injusta cantidad de quebraderos de cabeza a diario. Y tampoco era la primera vez que las fricciones entre el Santuario y el Ministerio le salpicaban de un modo u otro.
-That's grand*. Y no le des más vueltas a lo de la sangre, probablemente el asunto no tarda en resolverse por sí solo.
Se giró hacia los Thestrals, o hacia el lugar que deberían estar ocupando... Probablemente.
-¿Terminamos con esto?
Lo cierto es que, se acababa de dar cuenta, había perdido suficiente tiempo ya con esa visita...