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Tenebris diebus - El ladrón de humo

VII — Asuntos del Ministerio

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22/08/2019, 20:42
Narradora

Notas de juego

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  • Siguiente escena de Arthur y Daire aquí
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26/08/2019, 23:40
Raine Doe

El frío de aquella niebla terminó de encender mis alarmas. La parte de mí que se alegraba de haber acertado con aquella sala de repente tuvo sus dudas sobre si no habría sido mejor haber estado equivocada. No supe qué hacer. Aquello era... Terrorífico, como mínimo. Nunca había sentido algo así.

Al oír aquella voz di un respingo. De no haber estado segura de que no se trataba de un hechizo, directamente habría dado por hecho que alguien estaba jugando conmigo. No era una idea descabellada. Quizá se habían metido en mi mente.

Entonces di un paso atrás. Una parte de mí, la que quería saber qué había sucedido, la que quería saber de mi pasado, quería asentir ante aquella pregunta. La otra, la cauta, sólo me pedía salir corriendo. Pedir ayuda a las personas que había encontrado cerca.

Miré a un lado, en la dirección de la que había venido. Abrí la boca para llamarlos... Pero luego volví a mirar al frente, al origen de esa niebla, con una pregunta en mente: ¿qué haría una Inefable? Probablemente no estaría aquí sola, sino con un compañero. Pero dejando eso de lado... Al final la decisión se tomó sola. Había mirado en la fuente de Geraldine. Había querido ver más allá, siempre. Dejar de hacerlo ahora, a pesar de que la curiosidad matase algún que otro gato, no era una opción.

Avancé con una mezcla de resolución y miedo, varita en ristre, como si esta me fuese a servir de algo.

—Por supuesto —dije con determinación.

- Tiradas (1)
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03/09/2019, 16:51
Narradora

A pesar del peligro, de las advertencias y del sentido común, Raine supo cuál era su deber y la razón por la que había llegado hasta aquel lugar en ese momento. Si había algo que podía ser de utilidad, debía encontrarlo y nada ni nadie se iba a interponer entre ella y su destino, entre ella y el camino que había escogido para sí misma. Los años le habían enseñado lo que era sobrevivir sola, sin apoyo y en constante renuncia, y aún así había llegado hasta aquel momento. No se iba a echar atrás.

Avanzó hacia la puerta con precaución pero decidida, adentrando los pies en la niebla. Dejó que aquel frío antinatural reptase por sus piernas y trepase por sus huesos, envolviéndola con una suave tiritona bajo la ropa. Aún así, mantuvo su varita firme y lista para cualquier acontecimiento, como Christine le había enseñado durante años. No era solo cuestión de rapidez física, sino también mental. Cuando uno no sabía qué esperar, debía estar preparado para cualquier cosa… Eso lo había aprendido de Fíonn y sus duros entrenamientos como Cazador. Pero ninguno de los dos estaba allí en aquel momento. No. Estaba sola frente a lo que quiera que el destino le deparaba.

La habitación estaba tal y como la recordaba; una estancia pequeña labrada en piedra, con sus cubículos y sus tarjetas, y los objetos pertenecientes en cada uno. Lo único nuevo era aquella niebla dichosa que emergía de uno de los cubículos. Caía hacia el suelo en una cascada de lento movimiento y en su interior, cuando uno miraba fijamente, Raine pudo reconocer dos puntos brillantes como la luna llena en una noche oscura. Dos puntos que la observaban con fijeza…

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03/09/2019, 16:51
Reginald Nott

La figura emergió acelerando hacia ella, mostrando toda su corpulencia en un despliegue aterrador del que sólo los fantasmas eran capaces. La figura del señor Nott se alzó por encima de la niebla con un grito desgarrador y tormentoso. 

¡Nunca! Maldita bastarda de sangre impura. ¡Eres la desgracia de esta familia!

Su abuelo siempre había sido causa de mil tormentos, henchido por una ira que Raine no llegaba a comprender y dispuesto a seguirla hasta el fin del mundo. La magia de su Departamento era totalmente ineficaz, y aunque no podía tocarla ni agredirla físicamente, sus palabras herían mucho más de lo que cualquier daga habría hecho jamás. Era la penitencia de un pecado que no entendía, el castigo de su mera existencia, y por más que preguntaba tan solo recibía hirientes palabras cargadas de asco y repugnancia. No había muros ni puertas que pudiesen encerrarlo lejos, atado por una clase de magia que escapaba a su comprensión y a la de muchos otros.

El fantasma extendió sus manos hacia ella como si quisiera asir su cuello y retorcerlo, con unos dedos largos y nudosos mientras seguía profiriendo toda clase de juramentos y maldiciones.

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14/09/2019, 14:34
Raine Doe

Con el corazón en la garganta me adentré en aquella habitación... Y la verdad es que me sorprendió verla tal y como la recordaba. En mi fuero interno casi esperaba que ahí dentro estuviera el ladrón, esperándome, maldiciendo por haber sido descubierto. Sin embargo, había algo claramente diferente: la niebla. Llevé los ojos hacia su origen y me acerqué como una idiota, dispuesto a investigarlo con más detenimiento... Cuando todo cambió.

Di un paso atrás cuando aquella figura aceleró hacia mí, impresionada, y en ese momento la sorprendida fui yo. ¿Cómo había podido ser tan idiota? Ahí no estaba el ladrón. Aquello era, como mucho, una distracción... O ni siquiera eso. Quizá me había equivocado en todo y aquello no tenía que ver con el caso. El nudo que sentía en la garganta se volvió más real al escuchar sus palabras y ver cómo se acercaba a mi cuello.

Di otro paso atrás, queriendo apartarme. Siempre había recibido desprecio y desdén de aquel hombre por el simple hecho de haber nacido. Y lo peor era que daba igual el tiempo que pasase: ante él volvía a ser una niña asustadiza.

—¡Déjame! —le pedí, sintiendo cómo mis dientes empezaban a castañetear y un sudor frío empezaba a helarme—. No he hecho nada, señor Nott, para merecer esto.

Eso era lo peor. Daba igual cuánto me torturase: me era inevitable tratarle con respeto. Quizá por el miedo que sentía hacia él, hacia mi pasado, quizá como una forma de intentar calmar su rabia. Por las barbas de Merlín... ¿Qué diría Geraldine si me viera en esa situación? Un rato atrás ya había notado su presencia y había logrado ignorarla. Pero esto era distinto. Una cosa era sentirlo en la piel, y otra... Esto.

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14/09/2019, 19:10
Reginald Nott

La figura de su abuelo se abalanzó sobre ella, y Raine sabía que no podía alcanzarla pero aun así, el miedo, el frío, la desolación de aquel castigo se apoderó de ella como lo habrían hecho las pesadillas con un infante. Raine era una persona fuerte, con una determinación de acero, pero todo el mundo tenía un talón de Aquiles y aquel… Aquel era el que había heredado de alguna parte. Había tratado de entenderlo, de razonar, de luchar. Lo había intentado todo pero no había nada que apaciguase la ira de aquella manifestación. Ni siquiera la magia más poderosa. ¿Por qué? ¿Qué había ocurrido? ¿Qué clase de poder lo mantenía atado allí en aquel desespero?

¿Y por qué ella?

La puerta se cerró tras ella con un golpe ensordecedor, y la luz pereció devorada por la figura del señor Nott dejándola prácticamente a oscuras.

Maldita mal nacida. ¡Mira lo que has hecho! ¡Tú y tu sangre podrida! ¡Tú y tu codicia! ¡Tú, monstruo de las profundidades! —gritó en un despliegue de locura e ira.

Quizás. Quizás con una voluntad más fuerte podría haberlo ignorado. Quizás con más entrenamiento. Quizás con una mente más estoica. Quizás… Quizás… Pero no podía, sintiendo que se ahogaba en aquellas palabras que parecían puñales. Pero tenía… Tenía algo más importante que hacer. Tenía que salir de allí. No podía quedarse atrapada en aquello. La vida de gente dependía de sus capacidades y…

Notas de juego

1/2

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14/09/2019, 19:10
Liz Fawley

Un estruendo sonó a su espalda y la cerradura reventó, abriendo la puerta y liberando aquella marea de niebla que empezaba a acumularse en el interior como agua en un estanque. Su abuelo emitió un grito ensordecedor, un sonido estridente de uñas arañando pizarras y cristales arrastrados. Un sonido que reverberó por la estancia haciendo eco más allá de las paredes.

¡Por las barbas de Merlín! ¿Pero qué diablos…? —masculló una voz a su espalda.

Y tan rápido como había empezado, terminó. La silueta se disolvió, o quizás se perdió atravesando alguna de las paredes o el techo. Se esfumó dejando aquella neblina espesa que a cada segundo se fue volviendo más y más clara hasta casi desaparecer por completo.

Lizeth Fawley estaba junto a la puerta, perpleja, varita en ristre y una expresión difícil de describir que bailaba entre el asombro y el terror. La pequeña bruja manoteó intentando deshacerse de la niebla, y seguidamente lanzó un hechizo de luz que iluminó la estancia.

¡Doe! ¿Se encuentra bien? —preguntó, acercándose a ella, preocupada—. ¿Qué demonios era eso…?

Notas de juego

2/2

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14/09/2019, 21:42
Raine Doe

Al oír cómo la puerta se cerraba detrás de mí me sobresalté, llegando a dar un respingo en el sitio. Sin embargo, no miré atrás. No podía apartar la vista de aquella presencia. Aunque no quería hacerlo escuché sus palabras. No sabía por qué, pero una parte de mí le escuchaba, como siempre. Una parte de mí, la que aún era esa cría, pensaba que quizá tenía parte de razón.

Cuando me di cuenta estaba apretando tan fuerte mi varita que no me habría extrañado que se rompiera. La tensión se extendía hasta mi mandíbula. Y al final, la pregunta que me había hecho antes cobraba fuerza, y era la que por mi propia reacción no quería responder: ¿qué pensaría Geraldine de lo que estaba haciendo?

Eso fue lo que me hizo darme cuenta de que no estaba siendo la Raine que quería ser. Había gente pendiente de mí. No sólo Geraldine, sino todos los afectados directa o indirectamente por el robo. Tenía que estar por encima de aquello.

Y justo cuando estaba recuperando el valor oí cómo se reventaba la cerradura. Ahí sí aparté la vista de Nott y la llevé atrás. Mis manos fueron a mis oídos en cuanto llegó el grito del fantasma, y cuando mis ojos encontraron los de Fawley probablemente lo hicieron mostrando lo aterrada que estaba. No me gustaba que me viera así. No me gustaba mostrarme débil. Por eso en cuanto ella empezó a manotear para disipar la niebla yo enderecé mi postura y miré un instante al suelo, recuperando la compostura.

—Estoy bien, gracias —afirmé con educada y profesional cordialidad—. Eso era algo con lo que, por desgracia, tendré que lidiar más adelante. Pero no se preocupe.

Intentaba mostrarme firme. Normal. Sin embargo, aún sentía mi rostro carente de sangre por el terror. Probablemente estaría pálida.

—Ayer la refriega fue justo ante esta puerta —le recordé a Fawley, que ya debía saberlo—. Creí que quizá querían algo de aquí, pero les habían sorprendido antes de que se lo llevaran.

Tras esas palabras volví a examinar el cubículo del que antes venía la niebla. ¿Había algo allí que hubieran activado recientemente? ¿Qué demonios estaba sucediendo?

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15/09/2019, 22:23
Liz Fawley

Lizeth centró sus esfuerzos en manotear la niebla, ignorando a Raine deliberadamente, dándole así unos segundos de privacidad para enderezarse. Quizás no entendiese lo que acababa de pasar, qué significaba aquella presencia para la futura Inefable, pero entendía otras cosas más profundas como sentirse débil delante de los demás, o no dar la talla frente a aquellos a los que debía respeto.

Se apartó el flequillo de la frente por enésima vez, y la miró un instante, seria pero con un atisbo de sonrisa comprensiva asomando en la comisura de los labios.

Todos tenemos monstruos que batallamos en solitario —musitó a media voz en un tono que desentonaba con la mujer que impartía órdenes varios pisos más arriba—. Y no me cabe duda de que usted les da lo suyo. No todo el mundo es recomendado para ser Inefable, Doe. Es un gran mérito.

Después escuchó con atención a su explicación, enderezándose también y poniéndose aquella máscara de profesionalidad de la que tanto dependía. En la estancia apenas quedaba rastro de la niebla ya, como si nunca hubiese ocurrido. Como si Nott jamás hubiese estado allí. Una pérdida de tiempo, porque todo parecía estar tal cual lo recordaba, y Raine contaba con una buena memoria visual para aquel tipo de cosas. Había sido un buen presentimiento, pero no parecía haber sido el movimiento de los atacantes.

Entiendo —dijo, tomándose un momento para meditar—. Si cree que es un punto flaco asignaré una patrulla para que vigilen esta zona, pero a usted la necesito arriba. Pawl y la auror que estaba guardando su casa han aparecido malheridos; han atacado su hogar. Ambos han sido llevados a San Mungo de inmediato. Fawley está revisando la escena del altercado y O’Connor y Kane están con Marcus, asegurándose de que no queda desprotegido. Creo que ha sido un golpe de suerte que no lo hayan asesinado... Esos bastardos nos llevan ventaja y no sé por donde van a salir. Necesito una mente como la suya para recuperar terreno, alguien que piense en diagonal. Tenemos que empezar a atar cabos —explicó, claramente agobiada por la situación pero manteniendo la compostura.

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17/09/2019, 01:47
Raine Doe

Agradecí el tiempo que me dio Fawley, aunque no lo hice en voz alta. Sin embargo, ese gesto contribuyó a mejorar la impresión que tenía de ella. Al volver a mirarla y encontrar en ella esa sonrisa, sin embargo, me costó no ponerme a la defensiva e interpretarla como condescendiente. Estaba tan acostumbrada a crear una barrera a mi alrededor, que yo misma me ponía la zancadilla. Sus palabras, sin embargo, ayudaron a que lo viera como una muestra de empatía, de comprensión, quizá, por más que no buscase que me entendiera.

Lo que no me esperaba era que reconociese el mérito en la recomendación para ser Inefable. Carraspeé mientras asentía, esperando que el mérito no se quedase sólo en eso. Había oído de pocos, si no de ninguno, que se hubieran quedado donde yo estaba. Probablemente porque de fracasar no sabía si podría seguir trabajando en el Ministerio. ¿Sabía ya demasiado? Y si no lo hacía, ¿tendría sentido, si mi meta se convertía en inalcanzable?

—Si le sobra personal, asigne la patrulla —le dije no como una orden, sino como una recomendación—. Podría ser eso, o podría ser que simplemente pasaban por este lugar. O que ya se han llevado lo que fuera. Fuese cual fuese el caso... No creo que lo que comenta haya sido un golpe de suerte. Uno no planea un golpe como este, con criaturas mágicas de por medio, irrumpiendo en el Ministerio y todo lo demás, dejando que la suerte decida cómo salen las cosas.

Cambié el peso de pierna, valorando cuál era el paso siguiente que deberíamos dar. Lo mejor sería interrogar a Pawl, claro... Pero seguramente su estado lo impedía. Eso no podía ser casualidad. No sabía si nos hacían perder tiempo, si habían terminado con él o si simplemente no les importaba lo que le pasase porque en su estado no podría decir nada de utilidad... Pero quizá había otra opción. Y las palabras de Fawley hablando de la mente me dieron una idea.

—¿Conoce algún legeremante? —pregunté a Fawley—. Sé que no es el método más común, pero podría ser la única forma de obtener información de Pawl por ahora, y cada minuto podría ser importante. —Hice una pausa, al caer en algo que había dicho—. ¿Pawl estaba entonces en su casa? ¿Lo ha estado todo este tiempo?

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19/09/2019, 18:14
Liz Fawley

No, desde luego —afirmó Fawley ante su comentario sobre el golpe de suerte, asintiendo levemente varias veces mientras enfundaba la varita en la manga de su túnica. Parecía estar de acuerdo con su hilo de pensamiento. —Asignaré seguridad de inmediato.

Sus ojos oscuros la observaron, consciente de que rumiaba algo más y a la espera de escucharla. Tenía una mirada inquisitiva a la vez que expresiva, un poco como Daire y su desparpajo irlandés. Sin embargo, Lizeth hacía el notable esfuerzo por encajar, por fundirse con su entorno tratando de demostrar que valía su peso en Galeones.

¿Legeremante? —Sus cejas se alzaron ligeramente, pero decidió responder a sus preguntas primero—. No, no lo parece. Por lo que pudo decir McLaggen, la auror al cargo, acababa de aparecerse y se disponía a trasladarlo al Ministerio cuando aparecieron los asaltantes. Y respecto al legeremante, pedir uno sería un proceso tedioso, pero hay un par de personas que me deben favores. Creo que podría conseguir uno en la próxima media hora, lo que sería realmente útil porque Pawl no parecía en su mejor estado —comentó con un suspiro hastiado. Todo lo que podía salir mal parecía estar cumpliéndose a rajatabla, y ni siquiera llevaban doce horas en el caso. Pero había movimiento, y eso era bueno.

Lizeth le hizo un gesto para que la siguiese, dejando aquel lugar atrás y con ello el fatídico encuentro con su ancestro. Las preguntas de Raine se arremolinaban en su cabeza, ansiando una respuesta que sabía que no iba a llegar. Aquello llevaba ocurriendo demasiado… Toda su vida, y no parecía tener intención de parar. Debía hacer algo, ¿pero el qué? Theodore había agotado sus recursos en la Academia, buscando cualquier resquicio que pudiese ayudarla. Estaba sin ideas, y eso para un profesor de Defensa contra las Artes Oscuras no era exactamente normal.

Cuando estaban ya casi en las escaleras que daban al noveno piso, una lechuza revoloteo alrededor de las dos mujeres posándose en el suelo junto a Fawley, lanzando un picotazo al aire. La mujer se agachó para recoger la carta, cuyo remitente era Fawley. La leyó con rapidez antes de tendérsela a Raine.

Para Fawley de Fawley:

Los atacantes de la casa Pawl son un grupo que aparentemente actúa de manera coordinada e implacable usando magia oscura. Me dirijo a San Mungo para interrogar a la bruja guardiana, aconsejo redoblar la vigilancia sobre el hospital y sobre el Ministerio. En cuanto sepas qué ha sido de Doe házmelo saber.

Atte.

Nicholas Fawley

Notas de juego

Tú estás más al día que ella, ya que no habéis tenido tiempo de comentarle nada. Te dejo libertad para que respondas y vayas donde creas oportuno, o si quieres proponer algo nuevo. Arthur y Daire se supone que están con Pawl y Nicholas, pues lo que dice la carta.

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24/09/2019, 21:55
Raine Doe

Asentí ante la decisión de asignar seguridad. Ella era mi superior en este caso, no quería decirle directamente qué hacer... Pero era la decisión correcta.

Poco después, al oír su respuesta sobre lo demás, volví a asentir. Incluso apareció en mi cara el principio de una sonrisa triunfal al oír lo de los favores.

—A ver si con eso podemos empezar a recortar algo de ventaja —comenté mientras empezaba a seguirla.

Al ver llegar la lechuza detuve mis pasos y dejé que Fawley procediese. Cuando me tendió la carta, la leí con interés.

—Si ha sido un grupo —dije frunciendo el ceño—, eso confirma por completo que no se trata sólo de un asaltante. Iré yo misma a San Mungo, si le parece bien. Allí pondré al día a Fawley —enuncié, dispuesta a dirigirme al hospital en cuanto la mujer diera su aprobación.

—Y por cierto —añadí después—. Gracias por lo de antes.

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26/09/2019, 12:05
Liz Fawley

Perfecto— añadió la bruja con un asentimiento. Después, cuando se tomó aquel momento para agradecerle lo que había hecho, sonrió levemente —Por supuesto, para eso estamos.

En ese momento pareció recordar algo, y se detuvo un instante.

Ah, Doe. ¿Me puede hacer un resumen de lo que ha encontrado aquí?*

Notas de juego

*Perdona, me acabo de acordar que al final no te dio tiempo a hablar con ella. Si te apetece rolearlo, estupendo. Si no, me vale con que pongas "le cuento X y Z" :)

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26/09/2019, 23:53
Raine Doe

Ya me disponía a irme tras asentir a las palabras de Fawley cuando ella habló... Y lo cierto era que tenía razón: no había llegado a contarle anda. No sabía si los otros lo habían hecho o no, pero sí me pareció relevante ponerla al día, al menos de mi parte.

—Veamos... Para empezar, he visto que la confrontación se produjo cuando ya se marchaban el supuesto Pawl y la criatura que lo acompañaba —empecé—. Se me hizo extraño el lugar de la escaramuza al no estar de camino a las escaleras, por eso creí que quizá querían robar también algo ahí, que quizá les habían pillado antes de que pudieran hacerlo, porque no habían llegado a entrar. Por eso ahora fui a comprobarlo. Además la criatura fue herida por accidente en la batalla, aún era invisible cuando la alcanzaron. El intruso, además, tenía el aspecto de Pawl, pero no su varita, por eso estaba segura de que no era él. Cosa que ya hemos confirmado, supongo, ahora que ha aparecido el verdadero.

Miré a Fawley tras ese escueto resumen.

—No sé si ha hablado con las Guardianas que me envió, pero fuera quien fuera el que se coló, tenía información sobre la seguridad del Ministerio. Que no saltasen las defensas ni las alarmas... Al principio pensaba que o era alguien de dentro, o había otra persona implicada. Pero ahora que sabemos que son todo un grupo, las cosas parece que pueden ser más difíciles. —Entonces se me ocurrió algo—. Supongo que no se ha reportado la desaparición de ningún trabajador, ¿no es así? ¿Alguien enfermo que no haya venido, y al que puedan haber obligado a dar esa información?

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01/10/2019, 03:59
Liz Fawley

La bruja asintió de tanto en cuando, emitiendo sonidos que daban a entender que seguía su hilo sin intervenir. La miraba con fijeza, pero poco a poco sus ojos se volvieron huecos, perdidos en un pensamiento más profundo. Uno casi podía ver la maquinaria dentro de su cabeza girando y girando. Tan solo pareció regresar cuando Raine le hizo la pregunta, cambiando el peso de pierna y negando.

Nada fuera de lo usual, quiero decir. En tu Departamento siempre hay alguien de baja porque no-se-qué criatura le ha echado un escupitajo de vete-tú-a-saber. Habría que comprobar coartadas, gente de vacaciones y todo eso. Lo anotaré en la lista por si nos quedamos sin hilos de los que tirar. —Sacó una pequeña libreta en la que escribió un par de garabatos a toda prisa. Después se apartó el flequillo de los ojos y se cruzó de brazos, mirando a Raine—. O sea que tenían información y trataron de dar un golpe limpio. Hay algo que me resquema de eso. ¿Tanto cuidado y tanta perfección para después aparecerse varita en mano y atacar a diestro y siniestro? Por lo poco que han dicho, fue un ataque abierto, magia oscura incluida. Me pregunto si Pawl logró escaparse, si sabe algo... Si se están desesperando.

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02/10/2019, 00:28
Raine Doe

Asentí a lo primero que dijo Fawley, consciente de que comprobar lo que decía podía ser complicado... Pero pronto fruncí el ceño al darme cuenta de que no me había explicado bien. Iba a aclararlo, cuando ella misma dijo algo que era interesante.

—Puede ser eso. Probablemente tuvieran un plan b, un plan c... Y han tenido que pasar al plan z. Eso, o ya tienen lo que buscaban las ventajas de exponerse superan a los inconvenientes. Espero que fuera lo primero.

Cambié el peso de pierna, dándole vueltas a aquello.

—En cuanto a las ausencias de trabajadores, me refería a las de aquellos que puedan tener conocimiento detallado de las defensas y alarmas del ministerio. Supongo que esos serán más fáciles de comprobar que todo el departamento de Criaturas Mágicas.

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02/10/2019, 05:52
Liz Fawley

Durante un segundo, Lizeth la miró con sorpresa hasta que logró salir de aquello.

Claro. Por supuesto —reafirmó, sacudiendo la cabeza para volver en sí misma. ¿En qué andaba pensando?—. Bueno, acuda donde Fawley y avísele de las nuevas. Yo me uniré a ustedes tan pronto como consiga un Legeremante y dejaré una orden para que me busquen quién ha faltado hoy en mi Departamento. Por favor, dígales que me esperen allí. Necesito poner todo en común antes de seguir moviéndonos en todas direcciones.

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02/10/2019, 09:39
Raine Doe

Notas de juego

Ahora no puedo postear, pero si quieres acelerar puedes moverme. Raine se va.

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02/10/2019, 17:47
Narradora

Notas de juego

No problem! Si quieres postear aquí, bien, si no cierro con un post yo y listo. Lo que prefieras :)