Partida Rol por web

Siempre le había parecido bastante ridículo que hubiera cosas ilegales en una noche donde matar y torturar era legal. Era bastante evidente que habría gente que no respetaría siquiera esas reglas. No quieres estaban lo bastante decididos a hacer algo, y matar la hija de uno de los responsables de que esa noche existiera en primer lugar era sin duda un objetivo por el que a pocos les importarían las consecuencias. "¿Parece?" Pensó con sarcasmo, a él mismo le gustaría acabar con los nuevos padres fundadores, pero para eso tenía que tenerlos en frente, matar a una niña no arreglaría nada. 

Caminó con cautela hacia la bolsa de deporte que había visto en la entrada, si era una bomba, de que tipo sería? Una que se activara en cuando la movieran no tendría mucho sentido. Ajeno a lo que pasaba con los demás intentó escuchar si algún tipo de sonido venía de esa bolsa, y con la idea de abrirla con cautela en cuanto estuviera cerca. -¿Alguno de ustedes valientes sabe como desactivar una bomba? - Preguntó en voz alta mirando por encima del hombro hacia la gente que estaba enojada con el médico - ¿O al menos alguno puede responder por esa bolsa? -Insistió recorriendo las caras con la mirada buscando algún signo de reconocimiento. 

La mandibula del médico se tensó como si hubiera recibido un golpe. Uno bien fuerte. Desde luego, Blue Velvet sabía cual era su punto débil. La última pregunta lo desconcertó - Solo tenemos el lavabo de.... - su mirada fue un segundo a la puerta del fondo pero rápidamente se arrepintió.

Tampoco tuvo más tiempo de nada... algunos de esos tipos que os rodeaban se abalanzaron sobre él. A golpe de puñetazo le exigian que contara donde estaba la chica cuando de repente, las palabras de Nicolas lograron que todos comenzaran a correr despavoridos, sin orden ni concierto.

Algunos no tenian remordimientos en empujar, golpear o saltar por encima de quien fuera para acceder a los ventanales de la planta baja. Otros se dirigian a la unica puerta secundaria que existia... De repente

BOOOOOOOOOOOOOOOOOOM

Sin dudarlo se habia acercado a Nicolas, estirando un brazo para impedir que se acercara demasiado. Duke le seguía detrás - Ten cuidado. Será mejor que te apartes - su rodilla derecha tocó el suelo mientras apoyaba el antebrazo en el muslo de su pierna izquierda y comenzaba a abrir la bolsa muuuuy despacio tras asegurarse que la cremallera no tenia nada extraño.

- Hay que salir de aquí - hablaba sin mirar a nadie - No se como de seguro es manipu.... -

BOOOOOOOOOOOOOOOOOOM

Una de las vidrieras del ala inferior izquierda voló por los aires. A los gritos de pavor se aunaron los de dolor. Mucha gente cercana habia sido alcanzada y parte del mobiliario improvisado estaba tiuado por el suelo, humeando o incluso ardiendo. El humo comenzaba a formarse espeso y denso.

- ESTO SOLO ERA UN PUTO AVISO. ¿DONDE COJONES ESTÁ LA CHICA? TENEIS DIEZ MINUTOS. BUENO, MEJOR CINCO -

William corrió a todo lo que daban sus cansadas y doloridas piernas. Y para su desgracia aquello no pareció ser suficiente, puesto que nada más alcanzar la escalerilla con la punta de sus dedos, sintió la mandíbula cerrarse al rededor de su pierna.

El agente de policía trató de encañonar y abrir fuego, pero lamentablemente los reflejos animales superaron los suyos

El dolor ascendia por tu pierna como una corriente eléctrica. El can, con sus mandibulas apretadas alrededor de tu gemelo comenzó a tironear de ti, sin lograr que tu mano se soltara de la escalera, aunque el ligero sudor que perlaba tu piel iba logrando que la superficie se volviera más resbaladiza.

Sentiste como la piel iba desgarrandose y sabías que aquello no pintaba bien. Nada bien. A lo lejos, vislumbraste un resplandor azulado, como si se tratara de una ambulancia, pero... no habia servicios de emergencia aquella noche, no?

Con el perro fírmemente agarrado a su pierna, desgarrando piel y carne en el proceso, a William no le quedó otra que tratar de utilizar la escopeta a modo de cachiporra, golpeando repetidamente al can en la cabeza y hocico, intentando que aquella presa se liberase lo justo como para poder subir la pierna lejos del alcance de la bestia peluda.

Se incorporó como un resorte ante el estallido. En su rostro se veía la sorpresa y el desconcierto porque no hubiera estallado la bolsa y si algun explosivo colocado en el exterior de uno de los ventanales. Sus ojos volaron buscando a cierta persona, y quizás por eso se dió cuenta de que Nicolás estaba a punto de ser arrollado por la gente histerica que corria por el interior del sagrado edificio sin orden ni control. Sujetó con fuerza los hombros del chico, mientras rotaba sobre si mismo para que fueran sus anchas espaldas las que recibieran los fuertes empujones.

Blue Velvet por su parte vió volar coloridos cristales, trozos del mobiliario sanitario.... y sangre también. Varios de los que golpeaban al médico habian recibido algunos de esos proyectiles improvisados pero el peor parado fue el sanitario. Un trozo enorme del marco de la vidriera se habia ensartado por un costado del cuello, atravesándolo de forma grotesca y matándolo al instante. Los gritos ensordecían y embotaban los sentidos de la joven pero eso no le impediria reaccionar como creyera conveniente

El perro no pensaba soltar el trozo de carne que tenia bajo el poder de sus caninas mandíbulas. Y siguió tirando, tirando hasta que te arrancó un trozo del gemelo. La sangre comenzó a manar lentamente indicativo de que al menos no habia desgarrado la arteria femoral pero desde luego, el sigilo y la ocultación no serían ahora tu mayor virtud.

Intentaste golpear al chucho en un fútil intento de devolverle parte del daño que te habia ocasionado, pero fallaste. Pero al menos volvias a ser libre allí, en lo alto de la escalera de aquel edificio. Las luces que habias divisado estaban cada vez más cerca y lograste ver el vehículo y a dos personas en su interior. El conductor era un tipo calvo y el copiloto una chica jovencita y menuda.

Lo primero que vio Sandy fueron cristales volando, gente siendo herida y... al médico. Apartó la mirada tragando saliva para no vomitar. Sabía lo que debía hacer. Lo que había hecho en tantas otras ocasiones, dejar que su coraza la aislarse del dolor del mundo.

Blue Velvet siempre estaba muy cerca de la superficie el día de la purga. Incluso llevaba toda la noche asomando y escondiéndose de nuevo. Pero ahora sería distinto. Probablemente tardaría muchas horas en volver a quitarse aquella coraza.

Cuando se recompuso tras la explosión ya no era Sandy, volvía a ser Blue Velvet.

Haciéndose una composición de la escena, se acercó a la puerta.

Antes de llegar intercambió algunas palabras con el grupo que habían formado. Primero se dirigió a los tres nuevos. Los dos negros y el de la cara pintada.

Vosotros, aseguraos de que podéis calmar a la gente. Pegad tiros al aire si es necesario, pero si salen en estampida morirán.

Tú - Dijo dirigiéndose a Nicolás y señalando una puerta al fondo de la sinagoga - Busca una salida alternativa. Si es una que puedan usar grandes grupos mejor. Hay sumideros que dan a las alcantarillas en el lavabo del fondo. Empieza por ahí.

Por último se giró hacia X.

Busca a la chica. El único que sabía donde estaba está ahí plantado - Dijo señalando al médico - y hasta donde sé, tú le conocías. Siento tu pérdida, pero mueve el culo y encuentrala o todos moriremos aquí, ella incluida.

Yo intentaré comprar tiempo. 

Llegó junto a la puerta y la abrió ligeramente. Alzando la voz se dirigió a la voz del exterior

¡Eih, colega! ¿Me oyes? ¡Bien!

Mira, tu pequeña explosión ha causado un buen revuelo aquí dentro. Aquí había cientos de personas que ahora mismo tenemos que calmar para que no salgan corriendo por esta misma puerta haciendoos perder tiempo, balas e incrementando la posibilidad de que la rata huya.

Ademas, el único que sabía donde está la chica ha muerto y ahora tenemos que empezar por buscar a esa maldita desgraciada.

Estamos contigo en esto, pero necesitamos unos minutillos para encontrar a esa rata. ¿Qué te parece si volvemos a los 10. Si en 10 minutos no la tienes aquí delante yo misma saldré para que tus chicos me violen antes de pegarme un tiro, ¿hace?

Bajo la voz para que solo Nicolás pudiera oírla.

Más te vale que encuentres esa salida alternativa rápido, amigo.

No había hecho tiempo ni a agradecerle a X antes de que la sinagoga entera se sacudiera, por un segundo estuvo seguro que la bolsa había explotado y no entendió como aún podían verse uno al otro y no eran un montón de restos de carne esparcidos por las paredes. Todo lo que escuchaba era un zumbido agudo y sus propios latidos, pero pronto fueron reemplazado por los insultos y alaridos, de aquellos que no habían contado con su suerte. Miró alrededor aturdido volviendo lentamente en sí, cuando se vio una vez más rescatado por el hombre que acababa de conocer. 

-Gracias... por ambas salvadas - Agradeció sinceramente al hombre con media sonrisa, mirando alrededor una vez que la multitud se calmó lo suficiente para moverse sin peligro de ser aplastado. Si no solucionaban eso rápido la gente ahí dentro iba a volverse más peligrosa que quienes esperaban afuera. Era imposible saber cuantos explosivos tenían, si es que siquiera tenían otro, pero si sabía que tenía muchas personas muy asustadas y que muchos parecían no tener problema en arrojar a los demás por la puerta hasta dar con la chica que buscaban. Observó a la mujer de antes acercarse y asintió de inmediato a la orden que le fue dada. Lo que no se esperó fue que saliera alegremente a ofrecerse así misma como premio consuelo para los cabrones de afuera. La miró ligeramente boquiabierto, antes de sonreírle con renovado respeto. -A sus ordenes, madam - Respondió con igual tono escabulléndose camino al lavabo que le habían indicado, para buscar alguna salida posible. 

Herido como estaba, si pretendía prolongar su cacería debería antes tratar de contener la hemorragia provocada por aquel puto chucho adiestrado.

En otras circunstancias se habría planteado ocultarse en las azoteas hasta la llegada de la sirena que anunciase el fin de la Purga, para encaminar luego su maltrecho cuerpo hasta casa. Pero con la oportunidad que le brindaba la llegada de aquellos temerarios montados en la ambulancia, quizás valía la pena replantearselo.

Si lograba un remiendo digno para su pierna, aún tendría energías para tratar de cazar un poco más, pero todo dependía de la predisposición de aquellos supuestos sanitarios.

Decidido, alzó ambos brazos, gesticulando para tratar de llamar la atención del vehículo.

Tanto Duke como su compañero intentaban desesperadamente que la gente se calmara. Con algunos lo consiguieron, con otros no tanto. El miedo y la desesperación es un arma demasiado peligrosa y aquella mujer del exterior parecia parecia saber bien como manejarlo.

Nicolas podía ver claramente la puerta al fondo, cerca del arca, aunque las sabanas que habian colgado para convertir aquella sinagoga en un hospital ilegal , ocultaban la belleza arquitectonica y religiosa de aquel elemento.

Blue por su parte se acercó a la puerta para intentar razonar. X, ignorando por completo sus ordenes, y al desconocer sus intenciones, fue tras ella hacia la puerta con gesto alerta y desconfiado, pero dejando distancia con la joven. Por un momento el silencio se hizo eterno. Pero solo fue un momento

- ¿Colega? - parecia que saboreaba esa palabra pensativa - ¡Claro! ¿Porqué no? - su tono sonaba alegre en demasía y chirriaba a los oidos de todo aquel que estuviera atento a aquella conversación entre Blue y aquel ¿megáfono?

- Te doy esos diez minutos, bonita, pero como estes engañandome la que te va a violar soy yo. Si lo hicieran mis chicos seguro que te gustaria, zorra - la última palabra fue pronunciada con rabia - yo me encargaré de que duela, en cuerpo y en alma, porque lo grabaré para que lo disfruten esos sádicos cobardes de los Padres Fundadores. Oh si. Vas a aullar tanto que hasta te van a oir detrás de los carisimos sistemas de seguridad que protegen sus mansiones de lujo - El odio hacia la NFFA era bastante evidente

Tuviste que hacer esfuerzos para contener al hombre, que se habia pegado a tu espaldam, en un intento de salir al exterior al escuchar las desagradables palabras que te habia dedicado la desconocida.

Nicolas ya se habia alejado hacia el fondo de la sinagoga

Te costó ligeramente abrirte paso hacia el fondo de la sinagoga, pero finalmente atravesaste la puerta que daba a una pequeña habitación donde el rabino tenia su despacho. Un pequeño baño mostraba lo que estabas buscando, el lavabo. Parpadeaste sorprendido al ver enfrente unas piernas enfundadas en unos carisimos vaqueros colgando desde una pequeña ventana en lo alto de la pared enlosada de aquel baño. Parecia que le costaba llegar al exterior

La joven copiloto te habia visto, y con gesto preocupado, llamó la atención del conductor, señalandote. Tras eso, la chica se pasó a la parte de atrás de la "ambulancia", la cual redujo bruscamente la velocidad cuando el enorme tipo que la conducia se aseguró que te adelantaba por escasos metros.

El motor permencia a ralentí  mientras las puertas traseras se abrían, dejando a la vista que aquel vehículo tenia estanterias ancladas a los laterales del interior con multitud de material sanitario. No habia camilla como tal, pero si un colchón tirado en el medio con unas sabanas menos blancas de los que uno desearia

La joven sonreia con amabilidad y confianza, tendiendote la mano para ayudarte a subir. El tipo de delante se habia girado sobre su asiento para mirarte algo más amenazador - Cómo se te ocurra hacer alguna tonteria... -