Partida Rol por web

Aquella mujer no podía entender que estuviese tan tranquilo a pesar de haber recibido diversas inyecciones de a saber qué, para mí no era la primera vez que me inyectaban sin saber que era lo que me estaban metiendo. Parecía mentira que alguien se pudiese acostumbrar a algo como aquello, pero si el General no me daba respuestas yo aun contaba con la CIA que me debían una por mi participación en su programa y de no encontrar ayuda me la buscaría por mi parte.
Pero aquello ahora no importaba lo que importaba es que había miles de personas muriendo todos los días por la locura de un chalado con aires de grandeza.

El resto del trayecto voy bastante "placido" salvo algunas turbulencias ocasionales.

Las horas pasaron y llego el momento de saltar.

- Señores, esto es todo lo que puedo acercarme sin convertir el pajaro en un colador. Agradecemos que tomaran aerolineas Stark y esperamos que repitan la experiencia.- dijo como deseandoos que volvierais de una pieza.

- Tienen los paracaidas al fondo. Su contacto les estara esperando y les dara instrucciones. Se camuflaran dentro de un circo ambulante que va por los pueblos y espera debutar mañana en Berlin. Mucha suerte señores. Cuenten hasta 10 y tiren de la anilla... si no se abre no cuenten otra vez, tiren, tiren sin miedo....si no se abre no hay problema, todo tiene garantia, les devolveremos el dinero.- bromeo.

Hanna se desperto por la voz de Stark. Le escucho... miro por la ventana, al mismo nivel que las nubes.

- ¿Vamos a saltar desde tan alto?.- pregunto mirando al hombre negro que habia tomado como un hermano mayor. - Ryu no tiene miedo de saltar, Ryu es muy valiente pero yo no estoy segura... Ryu podria romperse.

Brown abrió los ojos al momento agradecido de tener una escusa para moverse. Con un cuidado extremo como si temiera romper a Amuro o que esta le pegase algún tipo de enfermedad infecciosa despertó a la muchacha que ya se estaba despertando y apoyó la espalda de la chica contra el fuselaje del avión.

De inmediato se levantó y con la precisión fruto de la práctica -mas teórica que real- se colocó el correaje del paracaídas. Tiró de las cinchas y se aseguró que estuviesen bien cordadas, luego con uno en la mano se acercó a Amuro para ayudarla a colocarse el paracaídas.

-A ver... ¿Me entiendes chica? Tengo que colocarte esto para saltar.- Brown hablaba lento y elevaba el tono como si aquello hiciese que se le entendiese mejor a la vez que señalaba la mochilla del paracaídas. Gírate y eso... Ryu -Añadió- No se romperá.

Taylor se levanto en silencio y se coloco el paracaidas. De tanto en tanto miraba furtivamente a la chica y al tipo negro con poco disimulo.

- ¿Les importa que salte el ultimo?.- pregunto con voz temblorosa.- Es por el equipo, tengo que asegurarme que la emisora llegara de una pieza... si les parece bien.

Las palabras de Stark me sacaron de mi sueño ligero. Me desperecé con calma, en breve ya no tendría tiempo de descansar y quise disfrutar de los últimos segundos. Acto seguido, mientras Brown colocaba el paracaídas en la espalda de la muchacha japonesa, cogí el paracaídas más cercano y lo comprobé antes de colocármelo con rapidez y eficiencia a la espalda. No era la primera vez que usaba uno.

Enganché las cintas y apreté hasta que todo quedó bien sujeto. Luego miré al resto y me preparé para saltar.

Eché un vistazo a Brown y Peterson y le dirigí unas palabras al último antes de pegarme junto a la puerta de salto:

- Aseguraré el perímetro. - Esperé una confirmación aunque fuera visual por parte del superior y salté sin pensármelo dos veces aferrando el rifle con ambas manos.

Instantes antes de que nos avisara el Sr. Stark que el momento de prepararnos para el salto había llegado aproveche para cambiarme de ropa, me puse unos pantalones negros y una camisa de un tono gris claro, una chaqueta también negra y unos zapatos negros de lo más corrientes, doble con cuidado mi uniforme y lo deje en mi asiento, dejando allí todo lo que pudiese ser susceptible de destapar nuestra tapadera.
Cogí todas las armas que podía llevar con comodidad pero camufladas en mis ropas y munición.
Una vez termine me puse en pie mirando a los allí presentes.
Señores y señorita… Debemos pasar inadvertidos, por lo que dejen aquí cualquier cosa que nos pueda delatar, estoy seguro que el Sr. Stark cuidara bien de nuestras cosas y nos las entregara una vez terminada la misión. Aprovecho para comentarles que desde este instante no se dirigirán a nadie por su graduación ni le saludaran militarmente, yo me dirigiré a ustedes por sus nombres o sus apellidos depende de lo que demande la ocasión por lo que pido actúen de la misma forma.
Sr. Brown recuerde que si me ocurriese algo usted está al mando.
Sr Murphy usted saltara primero, será nuestros ojos por lo que manténgalos bien abiertos durante el descenso, cuando llegue a tierra tome posiciones y asegure la zona para el resto.
Señorita Amuro, no se separe del Sr. Brown y mantenga oculta esa espada pero este en alerta.
Yo saltare después de Murphy, Señorita Amuro y Brown los siguientes.
Mi rostro cambio totalmente, aquel hombre ya había demostrado su cobardía repetidamente desde que salimos y a cada momento me caía peor, pero intentaba disimularlo.
Sr. Taylor no tengo inconveniente en que sea el último, pero espero que por su bien salte o nos volveremos a ver cuando termine esta misión y no creo que le gustase.
Me acerque a la cabina donde estaba la Rachel mirándola con indiferencia, mientras me colocaba mi paracaídas.
Señorita Rachel ¿Ha decidido que va hacer? ¿Regresa con el Sr. Stark o tendremos la suerte de que nos honre con su compañía?

Miré a Stark y sonreí.

- Espero verle de nuevo. - Le guiñé un ojo sensualmente, el viaje a fin de cuentas se me hizo corto.

Luego me giré hacia Ethan. - Les honraré con mi compañía por esta vez. A fin de cuentas nuestra misión es de vital importancia.

La idea de saltar en paracaídas me llamó la atención, es una experiencia que siempre había querido vivir.

-A sus órdenes señor- Respondió lacónicamente a las órdenes de Peterson.

Negando con la cabeza Brown y con rostro completamente serio se dedicó una vez comprobado por segunda y tercera vez su paracaídas y el de Amuro a asegurar los demás paracaídas con quien no supiese como hacerlo. No dijo nada, simplemente se prestó al trabajo para acelerar el salto. Cuanto antes meterse en la mierda antes se ahogarían o saldrían de allí.

Uno a uno saltasteis del avion.

El aire frio, la sensacion del vertigo de la caida y el miedo a que alguno de los paracaidas no se abriera os sobrecogio.

Escuchasteis el sonido de los antiareos disparndo rafagas sobre el avion de Stark mientras caiais, el avion giro pero no supisteis si fue alcanzado. Era de noche y estabais cayendo en caida libre.

Los dioses escucharon a medias, algunos paracaidas se abrieron, otros tuvieron problemas....