El sonido de la musica hizo que tus ojos se abrieran de golpe.
Sentiste como si hubieras dormido dos dias seguidos pero tu ultimo recuerdo era el de la caida en paracaidas. No obstante te encontrabas en una habitacion bonito, con cortinas blancas y mucha luz. No era una habitacion de hospital, era mas como la habitacion de una casa lujosa. La cama era mullida y aunque estabas entumedico podias moverte.
En el brazo notaste nuevas marcas de pinchazos y las venas mas inchadas de lo normal pero ese era todo el daño que habias recibido.
Sobre la mesa del precioso escritorio de madera una radio antigua sonaba. No estaba alta pero a ti te retumbaba cada nota en la cabeza. El resto del moviliario era sencillo, el corriente de la epoca. Un armario grande, con una puerta abierta, te mostraba tu ropa bien planchada. Lo que tenias puesto era una especie de pijama en un tono azulon.
Olia a limpio, todo olia a limpio y nuevo.
Abría esperado despertarme en una sucia celda atado de manos y pies o en una silla a la espera de ser torturado para obtener información, por lo contrario me desperté en lo que parecía ser la habitación de una casa lujosa, me senté en el borde de la cama y sacudí la cabeza las notas de la canción que sonaba en la radio retumbaba en mi cabeza.
Examine mi brazo me habían pinchado a otras tantas veces y mis venas estaban mas hinchadas de lo normal.
Intente ponerme de pie, los primeros pasos fueron un poco inseguros pero poco a poco empezaron a ser más firmes.
Me encamine a la puerta de la habitación, necesitaba respuestas de quien estuviese allí. ¿Qué había pasado?, ¿Dónde estaba?, ¿Dónde estaban mis hombres? Y ¿Qué me habían inyectado?
Tocaron a tu puerta y sin esperar respuesta esta se abrio. Era una puerta pesada, metalica pese a parecer madera por fuera.
Un tipo alto, rubio y de ojos claros entro vestido con una bata blanca pero sin distintivo de ningun hospital o un estetoscopio colgando. Tenia un aire de cientifico mas que de medico.
- Buenos dias, señor Paterson. Soy el doctor Schuler... no se asuste, lo unico que tengo de aleman es el apellido. Esta usted en suelo patrio.- aseguro con una sonrisa.- ¿Como se siente?¿Tiene tirones?¿Dolor de cabeza?¿sensacion de mareo?.- pregunto sacando una tablilla para apuntar tus respuestas.
Al ver aquel hombre con bata blanca, pintas de científico me puse en guardia intentando centrarme y averiguar qué demonios estaba pasando, donde estaba y donde estaba el resto del equipo.
¿ Schuler? Quizás no era alemán pero a mí me sonaba a muy alemán ¿Suelo patrio a qué se refiere?¿dónde estoy?¿quién es usted?¿Esa puerta parece metálica significa eso que estoy prisionero?
No tenía intención de contestar a sus preguntas sin que contestase las mías primero y aun así si las respuestas no me gustaban no respondería tal y como lo haría al ser capturado por el enemigo y a pesar de ser la prisión más bonita que había visto, una prisión es una prisión.
Tranquilicese, señor.- pidio el tipo con un gesto.- Se encuentra en una instalacion militar de los estados unidos. No es prisionero de nadie pero debe entender que en el transcurso de su mision sufrio un... incidente. Creemos que el efecto secundario mas extendido es la perdida parcial de memoria. Podria decirme ¿Que es lo ultimo que recuerda?
¿Pero qué demonios creía ese tipo? Me había despertado en una habitación descocida en un lugar desconocido, tras haberme pinchazo a saber cuántas veces cuando debía estar cumpliendo una misión y entra es tipo con bata el cual dudaba que fuese medico y ahora por las buenas debía contarle todo lo que recordaba, pues si de verdad creía eso estaba perdiendo el tiempo. Hasta no estar seguro de que estaba pasando mi boca estaría sellada.
Mire Sr. Schuler si es cierto que estoy en una instalación militar de los Estado Unidos y que no soy prisionero ¿no le importara que salga a dar una vuelta y asegurarme de que me está diciendo la verdad?
Si decir más me levante y me dirigí hacia la puerta, Tranquilo si lo que a dicho es cierto volveré en unos minutos y hablaremos.
Dicho eso trate de salir por la puerta, aunque no estaba convencido que me dejasen salir.
La puerta mas que cerrada estaba sellada, parecia que algun mecanismo metalico la tenia atrancada.
El doctor quedo palido por un momento.- Señor, esto es una instalacion de alto secreto, no se permite que la gente salga y entre como quiera, comprendalo. Por otro lado usted paso demasiado tiempo en manos alemanas y como entendera la confianza es un tanto precaria ante su persona. No sabemos porque los nazis decidieron no matarle y conservarle.... Algunos tienen teorias conspiranoides, ya sabe.- dijo en un intento de explicarse.
El reloj de su pulsera emitio un pitido y el doctor miro la hora.- Lo lamento, tengo que irme, intentare volver lo antes posible. Usted descanse.
El doctor te dio una suave palmadita en el brazo, un gesto amistoso de no ser por que sentiste un pinchazo, como si llevara una chincheta pegada a un anillo por la parte interior. Era una broma estupida o asi lo habrias pensado de no ser por la potente droga que te dejo inconsciente de nuevo.
Era algo fulminante....
Pero tu sistema ya se habia habituado a ese tipo de jugarretas y despertastes solo unos minutos despues, sobre la cama... solo que esta vez el medico habia salido corriendo y dejado la puerta abierta. El muy memo debio pensar que dormirias horas o dias...
Algo habia pasado fuera, las sirenas de alarma sonaban potentes en el exterior. Miraste fuera. Jeremiah vestido con un pijama igual que el tuyo tenia a una mujer apresada en el pasillo. Ella tenia el pelo corto y maldecia como un camionero mientras Jeremiah era rodeado por numerosos efectivos armados.
Pasamos a escena 4