Partida Rol por web

El sonido de la musica swing hizo que tus ojos se abrieran de golpe.

Sentiste como si hubieras dormido dos dias seguidos pero tu ultimo recuerdo era el de la caida en paracaidas. No obstante te encontrabas en una habitacion bonito, con cortinas blancas y mucha luz. No era una habitacion de hospital, era mas como la habitacion de una casa lujosa. La cama era mullida y aunque estabas entumedico podias moverte.

En el brazo notaste nuevas marcas de pinchazos y las venas mas inchadas de lo normal pero ese era todo el daño que habias recibido.

Sobre la mesa del precioso escritorio de madera una radio antigua sonaba. No estaba alta pero a ti te retumbaba cada nota en la cabeza. El resto del moviliario era sencillo, el corriente de la epoca. Un armario grande, con una puerta abierta, te mostraba tu ropa bien planchada. Lo que tenias puesto era una especie de pijama en un tono azulon.

Olia a limpio, todo olia a limpio y nuevo. Incluso la biblia que alguien habia dejado en la mesilla parecia no haber sido abierta jamas.
 

Hanna abrio los ojos con el sonido de esa musica. No recordaba como habia llegado alli. Su mente era un nubarron negro.

Se sento en la cama y trato de pensar. Se restrego los ojos, le costaba hasta recordar su nombre. Le dolia la cabeza como si le hubieran metido un taladro y los venas de sus brazos inchadas eran una sensacion desagradable áñadida.

Se incorporo despacio y miro su ropa como si fuera la primera vez que la veia. La cogio y se vistio con ella de nuevo solo porque le gustaba mas que lo que llevaba puesto

En cuanto terminaste de vestirte notaste que te faltaba algo, tu espada. La buscaste por la habitacion pero no encontraste ni rastro de ella.

Cuando estabas mas desesperada la puerta de la habitacion se abrio y entraron dos tipos con un uniforme negro, pegado al cuerpo, que no pertenecia a ningun ejercito que conocieras.

- Calmase señorita, venga con nosotros.- dijo uno de ellos. El otro arqueo la ceja y replico

- Esta es la loca.- dijo agarrandote por el brazo.- Seguro que ni te entiende.

Hanna sintio la presion de una mano en su brazo y reacciono soltandose con gesto rapido. Giro y con una llave apreso al soldado.

- ¿Donde esta Ryu?.- pregunto enfadada pero ese hombre no parecia saberlo. De pronto Hanna comprendio que era prisionera y que Ryu tambien lo era y estaria en otra parte de ese lugar... tal vez el hombre de piel oscura tambien estuviera alli.

Sintio ganas de escapar y buscarlos, empujo al soldado retenido contra el otro, con todas sus fuerzas y corrio al exterior de aquella rara habitacion.

Te sorprendio la habilidad con la que te desprendiste de ellos. Tus facultades y reflejos habian mejorado mucho. Ya no te sentias una niña perdida, solo te faltaban recuerdos.

Imagenes sueltas de ti y Jeremiah te acorralaron en un instante. Tu paracaidas se rompio, mas bien lo sabotearon, Jeremia se jugo la vida para salvarte. Caisteis mal, tu te llevaste la peor parte pero el cuido de ti hasta que te recuperaste por completo. Taylor habia resultado ser un traidor, os vendio como el agente doble que era y caisteis en manos alemanas.

Recordaste especialmente a un general aleman, Adler Freedom, un cabron que te chantajeo con la vida de tus compañeros para ganarse tu cooperacion. Los metio a todos en unos tubos congelandolos y dijo que mientras le sirvieras vivirian pero le traicionaste terminado en uno de esos tubos.

Mientras recordabas a duras penas llegaste al pasillo. Uno de los guardias estaba dando la alarma...

Hanna corrio por los pasillos tratando de ocultarse de los soldados. Miro sobre su cabeza, los conductos parecian un buen sitio para ocultarse, como hacian los ninjas en la epoca feudal, ocultarse y actuando.