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Las defensas de Venus.

Tras las distinciones en la conquista de Terra, lo lógico era continuar con el resto del sistema solar y entre esas campañas, la de Venus prometía ser complicada por las defensas automáticas del planeta, así que a nadie le extrañó que varias legiones fueran repelidas, incluída la gloriosa VII.

Repliegue de la Puerta de Idunn

Venus estaba demostrando ser un hueso muy duro de roer. La XVI necesitaba reagruparse urgentemente, pero la ayuda de la XVIII y la VII no llegaba. Los venusianos habían conseguido contener a ambas legiones e impedir que llegara apoyo para la vanguardia. Los astartes se acantonaron en sus transportes y repelieron oleada tras oleada, sufriendo unas bajas atroces.

Pacificacion de Venus

Aprovechando las distracciones que los legionarios de la 16ta y la 7ma ofrecian en su asedio a las fortalezas venusinas, la 18va legion ideo un plan para infiltrarse por los acueductos y cloacas de las diferentes localizaciones. Un plan de lo mas grotesco y efectivo, puesto que los astartes emergieron, literalmente, de los inodoros enemigos, destruyendo su cadena de mando… de el vientre para afuera…

Sellado de las Cámaras de Moravec

Un destacamento de la XVI, que se recuperaba de las batallas de Venus, fue destacado junto al Emperador en su último viaje a Marte. Estos astartes fueron requeridos para culminar uno de los últimos puntos del Tratado de Olympus: el sellado de las Cámaras de Moravec, un lugar secreto y declarado herético por los magos rojos. Del centenar de marines espaciales que marcharon por el Planeta Rojo, sólo una veintena regresó, pero su sangre rubricó la alianza entre el Imperio y el Mechanicus.

Sin embargo, Marte era una nación peligrosa: algunas de sus facciones se rebelaron contra el Emperador. Y en Marte,  los rebeldes pueden ser muy grandes. 

La Legio Apocaliptica de titanes no tardó en desplegar a sus bestias de guerra, monstruos mecánicos del tamaño de montañas que barrían todo a su paso. Surgiendo desde sus fortalezas ecuatoriales , los titanes rebeldes arrasaron Arcadia y Tefrúmenes antes de que se pudiera organizar una defensa. 

Ruinas de Arcadia. 

Varios miembros de la 13ra compañía de la 18va Legión murieron casi al instante. La fuerza del enemigo era tal, que uno de aquellos colosos de acero, Titanes, podía barrer con un escuadrón entero con una sola ronda de su cañones. 
El condecorado sargento Belgrane y varios más fueron aplastados bajo el peso de los pies de las terribles bestias de acero de los rebeldes de Marte. 

La Batalla de la Planicie de Hélade

Las fuerzas de la XVI buscaron un lugar ventajoso donde morder a los dioses-máquina. Debían frenar su avance mientras los magos rojos alzaban al resto de Legiones Titánicas contra los rebeldes. Fue en la Planicie de Hélade, en una tormenta de polvo rojo que cegó los sensores de los titanes enemigos, donde lograron esa pequeña gran victoria. Allí, quinientos astartes contuvieron a las máquinas más temibles de la Galaxia, y se llevaron unas cuantas por delante sufriendo pocas bajas en comapración. El aquila resistía en Marte.

La caida del Dios-Maquina

El Machina Dictatio era un titan unico en su clase, un modelo Apocalipsis Ultra de mas de seiscientos metros de altura y una potencia de fuego simplemente inconmensurable. Albergaba simultaneamente el gobierno central de la Oligarquia Deucalionis, su ejercito y varios miles de ciudadanos. El coloso barrio a su paso cuantos destacamentos de astartes el Emperador envio contra el. Entonces llamo a los Subyugadores. La IX no tenia a su primarca y aun tardaria varios años en desarrollar su obsesion por la tecnologia armamentistica. La expresion "Daños Colaterales", en cambio, la desconocian por completo.

Primer asalto a Deimos

La luna Deimos se mantuvo independiente del Tratado Olympus. Sus manofactórums, de importancia capital incluso en cómputos marcianos, siguieron produciendo arsenales prohibidos y sistemas de Inteligencia Abominable. El Emperador ordenó a la XVI, que había recibido nuevos reclutas, que se desplegara contra Deimos y tomara sus fábricas. Las armas heréticas de los sacerdotes rebeldes de Deimos perforaron los cascos de muchos transportes de tropas, y los Huérfanos comunicaron que necesitaban apoyo para entrar en la luna marciana.

Asalto a Europa.

Júpiter era un planeta inmenso cuyo asalto y condiciones meteorológicas eran una tarea titánica, de ahí que fuera necesario mantener una base estratégica en las cercanías, no sólo para los intentos de colonización del planeta, sino también como punto de asalto a los límites exteriores del sistema solar. Y para completar el asalto en la luna del gigante planeta, sólo había una legión posible para la tarea, de ahí que la VII no contemplara siquiera retrasos en su campaña.

Tempestad imparable habían permanecido en Terra, no habían participado en su misión. Eran unas legiones algo hurañas hasta que un soldado ascendió a capitán y se alzó entre todos. Era Adolf Wicker, venido de germania.

Para primera misión puso su dedo en un planeta, Saturno. En concreto la luna de Mimos. Fue una batalla sin cuartel donde el bombardeo fue crucial.

Campaña de Ío

Mientras un destacamento de la XVI combatía en Deimos, otro fue enviado a Ío, una de las lunas más pobladas de Júpiter. El Emperador había sido muy explícito sobre aquel ataque en concreto: las habilidades de los Huérfanos en el vacío serían vitales. Ninguna otra fuerza astartes habría podido abrirse paso por los anillos de defensa y aterrizar en las ciudades de la luna. Sobre lo que encontraron allí, se les ordenó guardar silencio, aunque el Sigilita les concedió grandes honores.