Partida Rol por web

- "Que los dioses lo vean, valeroso Mailcom. Que los dioses lo vean.

¡Sarum será un gran guerrero! Doblegará a gigantes con su maza y su hacha." -

con una sonrisa sarcástica ante el comentario de Blaine respondo:- Entonces sobrepasara a su padre en gran medida, ¿o tienes previsto alguna andanza en esos bosques peligrosos?

- "¿Acaso te parece poca gesta nuestra hazaña en la reciente batalla, cuñado? De todos modos, la respuesta es sí, estoy seguro que bajo las órdenes de nuestro señor el Conde de Salisbury aún tenemos que hacer grandes gestas." -

- Acabas de decir gigantes, y un gigante es un gigante, ya tiene que entrenar Sarum para eso, pero por ahora, lo que le interesara sera comer, dormir y llorar.

Se había separado del grupo, sonriendo a ver como su hermana y su hermano disfrutaban de la presencia de su pequeño hijo, incluso el rudo Blaine parecía ahora un hombre de corazón dulce contemplando a ese pequeño niño, al que ella había traído a la vida, había sido el rostro de la joven el primero que había visto en este mundo, y eso hacía sentir a Alanna en conexión con ese pequeño niño. Sonrió, y se escabulló hasta donde su amado laúd estaba, lo tomó entre sus manos, y comenzaría  a tocar para animar la velada, y claro, acompañar a su familia en ese momento tan feliz.

Tocaría la joven, sus dedos se desplazaban entre las cuerdas de su amado instrumento esperando que el resto de las personas escuchara lo que estaba tocando, amaba tocar música, eso la calmaba y suavizaba su propio ánimo que se volvía lentamente mas y más alegre y apacible. Alanna guardaba un secreto de felicidad, un secreto que pronto revelaría.

Me sorprendió la música cual viento repentino. Mire a mi hermana y como sus dedos se movían gráciles por el instrumento como Sarum movía los ojos al escucharlo. Era un sonido tranquilo melódico y acompasado. Y me hacía evocar tiempos más antiguos en los que siendo niña empezaba a tocar.