La joven levanta la cabeza buscándote con la mirada, quizás algo sorprendida y alivia porque no la hayas mandado a saber donde de primeras...
Parece que su padre quería que ella le devolviera un objeto que le regaló hace tiempo, una pequeña cruz de madera que encontro en las obras de su nueva casa en Frnacia... pero ella insiste en que no era su padre quien se lo pedía, sino una sombra que se había metido en su cuerpo me rasco la cabeza, y mi mirada casi una disculpa, la historia no tiene ni pies ni cabeza... Se que no tiene sentido, pero estaba muy asustada...mucho...
Un resoplido y no se como continuar...Si, Parminder es mi amiga... nuevamente bajo la mirada, buscando la bebida... Nunca la había visto así...
La mención de la cruz de madera hace que un extraño presentimiento se presente de modo imprevisto en la cabeza de Alice. Es curioso que en tan corto espacio de tiempo, una cruz haya tenido un significado tan inquietante, tanto en el episodio que acaba de vivir, como en el que le está planteando su amiga. Algo además completamente surrealista. Pero también el tiroteo lo ha sido... Y ya no digamos la curación que parece haber mediado de algún modo.
Sin casi darse cuenta lleva la mano a su bolsillo, para cerciorarse que el rosario está allí, y palpa la pequeña cruz.
-¿Una sombra... metida en su cuerpo? Explícame mejor eso, Keira. Y... sinceramente: Me gustaría conocer a Parminder.
No he encontrado dónde ponía que guarda el rosario. Imagino que lo lleva en el bolsillo aún, si no es así, edito.
Me encojo de hombros ante la pregunta de Alice...Una sombra...no pudo o no quiso darme más detalles sobre lo ocurrido, dice que sólo vió eso, una sombra que entraba en el cuerpo de su padre... bebo un sorbo de la Coca Cola mientras muevo nerviosamente mi mano entre mi pelo...
Ufff...conocer a Parminder...pero si lo haces, sabrá que he venido a pedirte ayuda... la indecisión se refleja en mis ojos, lejos de aquella chica segura que se supone que soy...
Esta bien, creo que es justo que quieras conocerla antes de ayudarla... me levanto de la silla como un resorte, la idea de que Parminder se sienta traicionada me aterra...se cerrará en banda...
Vayamos pues... digo mientras dejo un billete de cinco libras en la mesa...pero dime...¿por qué tanto interés?
Postea tu respuesta aqui y en función de lo que decidas hacer te mandaré a una escena u otra...
Aprieto los labios mientras trato de precisar mi respuesta. En realidad...
-No es que tenga un interés enorme en conocer a Parminder. No es eso. Lo que me ha sorprendido es que en poco tiempo ya van varias cosas que suceden a mi alrededor que no parecen... normales. Vale, no me refiero al tiroteo. O sea, claro que no es normal...
Me estoy explicando muy mal. Estoy nerviosa, el mundo es un sitio muy distinto a como lo he conocido hasta hace muy poco, y encontrarme con interrogantes para los que no tengo respuesta, preguntas que ni se me habria pasado por la cabeza hacerme hace bien poco, es algo que me trastorna enormemente.
-...pero me refiero a lo... paranormal. Lo de la sombra meterse en su padre... Me gustaría preguntarle sobre ello. Que ella me lo contara, con sus palabras, con sus impresiones. Y, bueno, no sé... que me hable de la cruz, y de esa casa en Francia.
Miro de nuevo a Keira directamente a los ojos, después de haber dado mil vueltas con ellos, de la mesa al vaso, del vaso a la calle, de la calle a mi reloj. Mientras lo hago acaricio el crucifijo del rosario, en mi bolsillo. Una cruz de madera...
-¿Crees en esas cosas, Keira? O sea, a ver, sé que no creo en cosas así, cruces, magia, incluso la religión es algo que... pero...
La curación de aquel hombre sigue pulsando en mi cabeza. Aquellos ojos abriéndose justo delante de mi...
Miro a Alice con extrañeza, sosteniendo su mirada, algo confusa con su interés por saber en lo que creo y en lo que no…de la cruz, de ¿la casa en Francia?...como no sea para comprarse una…
Yo no creo en esas cosas…eso es evidente, nunca lo he hecho…pero…si hubieras visto la cara que tenía Parminder cuando llegó…uff, algo raro había pasado, eso es evidente, o por lo menos, para ella había pasado algo extraño acaricio una de mis trenzas mientras recuerdo su expresión…
Estaba realmente aterrorizada… suspiro e incito a mi amiga a levantarse, la cafetería empezaba a agobiarme…me paro y miro a Alice mientras… Dime, ¿Qué ha pasado?, ¿por qué me haces esa pregunta?
No tengo una clara respuesta. ¿Cómo le digo a Keira la verdad? Además, ¿qué verdad?
Me froto la nariz, pensativa.
-Pues... verás... no sé cómo explicar eso... pero, después del tiroteo... con la gente muerta, o muriendo a mi alrededor... era espantoso, dantesco. Pues... bueno. En fin. Hice algo... o no, no lo sé, quizá fué una coincidencia. La cuestión es que uno de los heridos, uno que estaba realmente mal... le toqué, y no sé... el hecho es... que se curó. Parece como si yo...si yo fuera la que... le hubiera curado.
Miro a mis pies, estoy casi avergonzada de lo que digo. Sólo que, puesto que siento que es cierto, estoy tan extrañada que casi no acierto a sentir otra cosa que perplejidad.
-No digo que tenga poderes... pero algo sobrenatural sucedió... necesito entender. Quizá tu emiga... Parminder... quizá comprenda...
¡Dios mío! Debo sonar a absoluta locura. Finalmente, me atrevo a mirar a Keira a los ojos...
El escepticismo es notable en mi cara a pesar de que intento ocultarlo, devuelvo la mirada a Alice, sus ojos casi parecen suplicar ser creída, o por lo menos no tachada de lunática…pero me resulta realmente difícil dar veracidad a sus palabras…
Alice… pongo mi mano sobre su brazo, en un gesto protector… en esas situaciones, todo es muy confuso, y las cosas no son lo que parecen, no sé lo que pudo suceder, pero la gente no va por ahí curándose milagrosamente, eso seria estupendo, pero…no pasa… sonrío ligeramente… seguro que hay una explicación lo que me faltaba, dos amigas que se habían vuelto locas… ya sabes, una lógica que te tranquilice…¿no pretenderás hacerme creer que te has vuelto una santa?, que yo te conozco de tu época del instituto, no podrás engañarme… sonrío ahora con más ganas…
-No, no, jo, claro... No es eso.
Miro de nuevo a mis pies, luego mis uñas. La mano izquierda sigue en mi bosillo, rozando el rosario. Levanto de nuevo los ojos, es tontería, no puedo pretender que nadie me entienda, estoy sola en esto. Lo estoy hasta que no haya encontrado a alguien que haya pasado por algo similar... y eso es demasiado difícil. Desde luego, no Keira.
-Olvídalo. Es sólo una sensación incómoda, que tu amiga y su experiencia me ha hecho revivir. Nada más. En fin, si quieres, me gustaría hablar con ella. Pero lo dejo a tu elección. Intentaré ayudarla de todos modos, veré de qué dinero dispongo ahora mismo...
Gracias Alice, muchas gracias me siento algo culpable por no creerla, pero tampoco puedo mentirle y decirle que si que la creo...
Salimos del local y la guió hasta mi coche, un pequeño mini de segunda mano de color azul oscuro, pongo rumbo a mi piso mientras hablo con Alice...
Recuerda que Parminder está algo traumatizada, si dice o hace algo que no debiera, por favor, no se lo tomes en cuenta conduzco durante unos diez minutos hasta llegar a la puerta de la casa...
te dejo por si quieres comentar algo más antes de entrar...
-Bien, vale. Lleva tú la conversación al principio, no quiero aturdirla. Preséntame como alguien que puede ayudarla, y que ha pasado por una experiencia traumática y... o sea... inexplicable, como la suya. Como ella. A ver si sale de ella hablar, y no la pongo nerviosa con preguntas, ¿entiendes...? Ya vendrán luego, las preguntas. Sin hacerlas no voy a quedarme...
Salgo del coche, y me quedo junto a Keira, con la duda reflejada en mi cara. En realidad, ¿qué puedo decir...? Si ni mi amiga me cree, ¿qué espero sacar de una desconocida...?
He trasladado la escena a Apartamento de Keira