Partida Rol por web

Notas de juego

Mi niña.... KKKKKKKKKKK.... Gracias por todo... (sin palabras).

¿Quién invitó a esos pollos epilépticos? XDDDDDDDDDDDDDDDDDD.

Notas de juego

YIIIIIIIIIIIIIIIIJAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. El pistolero desenfunda sus pistolas y dispara al aire lleno de goce. Treinta y un disparos. (Tengo balas infinitas :P) La última bala va acompañada de su sombrero que se despega de su cabeza y surca el aire en post de un destino desconocido. Sus pies comienzan a moverse a un ritmo trepidante... frenético. Las pistolas retornaron raudas a las fundas que pendían de sus caderas.

Se aproximó bailando a su querido amigo el indio que lo observaba con divertida expresión. Su brazo derecho lo envolvió por encima del hombro obligándole a unirse al trepidante paso que marcaba sus veloces pies. JAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU.

Ambos, a un ritmo acompasado, se aproximaron a la zombie que recelosa de participar en semejante espectaculo de tan poco clase intento rehusar... las huestes del pistolero (los pollos epilepticos) le cortaron el paso. Cuando se dió cuenta la zombie estaba bailando como la que más envuelta con el otro brazo del pistolero. BUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU Sin saber que gritaría una zombie bien valía el alarido de un fantasma.

El ritmo se mantuvo sin descanso. El trio sonriente marcaba los improvisados pasos enfrente de la iceni, que espada en mano observaba con delirio la escena. Su preciosa y contagiosa sonrisa ilumina su cara. Sus indómitos rizos comienzan a mecerse al ritmo que marcan sus cada vez menos tímidAs cadera. Sus ojos miel despertaban el apetito de congratulado. POR BADB GUERRERA!!!!... ÚNETE AL CORRILLO. Le espetó el pistolero con entusiasmo rebosante de felicidad. Y así hizo la gracil guerrera tras envainar su hermosa espada. Sus pies se unieron al de los otros tres dando más alegría al paso... formando un corrillo de cuatro... un corral.

Entre chistes... diversión... risas... alegría... besos... abrazos... y alguna que otra lágrima (porque no decirlo) covertida en sonrisa, el corrillo daba vueltas sin cesar, reteniendo con cariño en su interior aquellas muestras de afecto incondicional que habían surgido espontáneamente de un puñado de letras reflejadas en una pantalla.

Os quiero a todos.... muchísimo. Ojalá pronto formemos ese corrillo completo del que hablo. Gracias a los tres... Raul, Ana y Maite.