Fuego,Oscuridad y Destrucción

Intro...

Me manifiesto en el templo tras una excursión particularmente prolongada por el mundo onírico. He logrado picar algo aquí y allí, pero estoy aun hambriento. Solo el nuevo trofeo que adorna mi cinturón me hace sonreir de forma amplia. He ampliado mi colección y al final no ha sido tan duro como pensaba. Recordaba a la espíritu zorruna mas fuerte. Quizás se este ablandando.

Entro en la estancia central flotando bocabajo y doy un potente silbido.

FIIIIIIUUUU....Hay alguien en casa?.

Me encontraba tenso en ese momento, ya llevabamos horas jugando y no acababa de entender completamente las normas. Delante de mi habia un tablero de juego llena de piedrecitas blancas y negras. Yami lo habia llamado "go" o algo parecido. Segun el me ayudaria a no quemar las cosas y concentrarme ya que requeria que no quemara las piedrecitas y tampoco el tablero. No escuche las voces de Lucius llamar por si habia alguien en la casa. Solo veia colores en mis ojos.
Lentamente mezcle las piedras en mi mano y coloque una temblorosa piedra en el tablero. Yo manejaba las blancas, aunque la mayoria ya estaba grises o de un color oscuro por haber pasado por mis manos. Mi adversario me miraba divertido. Se lo estaba pasando bien. Al acabar levanto la mirada y puedo ver de nuevo la sala.
Te...toca. con un susurro de voz, aun no estaba acostumbrado a hablar muy seguido.

Llevaba mucho rato jugando al go con Ogami. Entrenar la paciencia del espíritu era algo complicado, y el juego resultaba un ejercicio adecuado. Se notaba que aun requería mucha más practica pero de momento estaba contento con los progresos. Ogami, estaba concentrado en el juego. Seguramente porque de tanto en tanto, aprovechaba las sombras para hacer trampas, y ponerle más nervioso. Hacía rato que tuve que abandonarlas para reducir el estrés. Aunque no puedo evitar sonreír divertido por la concentración que aplica el muchacho y por el juego en sí.

El silbido de Lucius y sus voces, se escuchan por toda la casa. Pero decido no prestarle atención. En este momento me parece mucho más interesante continuar la partida. Observo las fichas, tratando de predecir los movimientos de Ogami.

Escena Cerrada