Partida Rol por web

Después de salir de la atmósfera de Tauron, perseguidos por una flota de raiders cylon, la Olympic Carrier retransmitió a la Argo Navis, a Gaheris, al viper de Apolo y a todos los raptors y shuttles las coordenadas de un nuevo rincón del universo. Tras el salto, se reunieron con la Colonial One, y con otras naves civiles que habían sobrevivido a la evacuación. Los exiliados fueron repartidos entre la flota, y los pasajeros de la Olympic Carrier regresaron a su nave.

Habían sucedido "cosas" importantes. La primera de ellas es que los héroes habían podido dormir y recuperarse en parte de las heridas, de mano del Doctor Fallter. Durante el descanso llegaron a sus oídos rumores (sobretodo gracias a las azafatas)...

-Todd Tarner había sido capturado, y permanecía atado a un asiento en la sala de seguridad de la nave. Tenían sospechas de que podía tratarse de un gemelo malvado, pero no sabían si era un agente durmiente inconsciente de su condición, o realmente tenía algo que confesar.

-Danna Biers también había sido trasladada al Olympic Carrier, y permanecía recluída en uno de los escasos camarotes de la cubierta VIP por orden de Apolo, hasta que se aclarase la situación sobre sus cintas de video.

-Los hermanos Wings (o Zorbis, como realmente se llamaban), fueron "ascendidos", y ahora se les permitía estar en el bar de la Olympic Carrier, en compensación por todo lo mal que lo habían pasado en Tauron.

-La Carina había enviado un raptor para comerciar. Estaba atracado en la bodega de la Olympic Carrier, y traía cosas chulas y de contrabando: droga de estracto de kamala, chalecos antibalas, granadas (explosivas), granadas (la fruta, altamente afrodisiaca), cartuchos de dinamita, motosierras, rifles de francotirador, lanzacohetes (para montar en el raider de Gaheris), piezas de recambio de distintos tipos... Después de todo lo que habían hecho, la sobrecargo Willmourd les dió permiso a los voluntarios de la misión Dédalo para intercambiar pistolas y munición por lo que más quisiesen.

-El Doctor Amarak, revisando su equipaje, había encontrado una misteriosa cinta de video con imágenes distorsionadas, que estaba tratando con filtros para saber de qué se trataba.

La sobrecargo pidió un esfuerzo a sus campeones y les pidió que dejasen la enfermería un momento para ir a la sala de control. Allí abrió un canal de videollamada con la Colonial One. Un chico joven, con cara de pardillo, fingía que leía unos documentos antes de dirigirse a la cámara.

¿Sí? Hola... Precisamente quería hablar con ustedes. Para felicitarles, ya saben. Ops, olvidaba presentarme... Mi nombre es Billy... quiero decir, Bill... William. Soy el presidente William. Sí, eso es. Presidente en funciones William, por lo menos hasta que la señora Roslin se recupere del atentado. Oh, tranquilas... ella está bien. Todo lo bien que se puede estar después de que te hayan disparado, pero que les voy a contar que ustedes no sepan. Bueno, es delicado de explicar. El Doctor Fallter tuvo la amabilidad de viajar a la Colonial One y operar a Laura... a la Presidenta. La bala ya está extraída. El terrorista que intentó matarla se llama Aaron Doral, un relaciones públicas de aspecto inofensivo, que ya ha sido transportado al Reina Astral.

Durante el trayecto de vuelta Jisoo ayudó como pudo a Karen, no tenía muchos conocimientos pero al menos podía limpiar alguna herida, pasarle vendas o apretar cuando su amiga se lo indicara. Eso le sirvió para no centrarse en el bamboleo de la Argo Navis, que no sabía si era propio de la nave o estaban bajo el fuego de los enemigos. Para ella fue una ventaja que los contenedores no tuvieran ventanas, si iban a morir allí prefería no verlo venir o se pondría a gritar como una loca.

De vuelta en la Olimpic pudieron descansar, dormir y también darse una buena ducha, cosa que les hacía mucha falta. El Doctor Fallter se hizo cargo de sus heridas y aunque su trabajo había sido impecable Jisoo no paraba de quejarse de la pequeña marca que le había quedado en el lateral del hombro por uno de los disparos que había recibido.

-Jo tías... Se acabaron las camisetas de tirantes y nada de irnos juntas de vacaciones a la playa, yo con esto aquí no me pienso quedar en bikini. -Tampoco era probable que se fueran de vacaciones a la playa nunca más, aunque eso no era mucho consuelo para Jisoo.- ¿Habéis escuchado los rumores?

Era difícil no oírlos con las enfermeras entrando y saliendo mientras hablaban. Ahora la población humana era muy pequeña y las informaciones entre las naves se expandían con rapidez. Uno de los rumores era sobre los hermanos Wings, Jisoo se alegraba en parte que se les hubiera compensado con todo lo que habían hecho, pero sentía que debían hablar con ellos de lo que había pasado en Tauron. Cuando tuvieran algún momento libre tendrían que plantearse si ir a verlos. Otra de las buenas noticias fue la llegada de una nave comerciante que se había dedicado al contrabando, sobre todo cuando la sobrecargo les dijo que podrían ir a echar un vistazo y coger lo que quisieran, era lo más parecido a ir de compras que Jisoo había vivido desde el ataque.

-¡Es genial tías! ¡Estoy deseando ver que tienen! -Su entusiasmo duró el mismo tiempo que tardaron en llegar a la nave y ver que no había bonitos vestidos, pantalones y camisas con las que sustituir las que iba perdiendo en cada combate. Solo armas y cosas para la guerra que no quería. Finalmente y aunque nadie les había dicho nada tuvo que asimilar que ahora todos los humanos eran parte del ejército y ya no había civiles, así que no le quedaría otra que equiparse bien, sobre todo conociendo a Dido que se tiraría de cabeza a la siguiente misión que les encargaran y seguro que Karen también iba a atender a los heridos, así que ella no pensaba quedarse en la nave esperando a que regresaran.- Chicas, tenemos que llevar uno de estos cada una. ¿Me ayudáis a probarlo? -Jisoo había cogido uno de los chalecos anti balas. Eran feos y antiestéticos, pero prefería ir un poco fea antes de que volvieran a agujerearla. Entre Dido y Karen se lo ajustaron y se sintió muy incómoda.- Esto me queda fatal. Menos mal que tengo las tetas pequeñas porque si no... -Jisoo se dio cuenta que Gaheris las estaba acompañando y se puso roja como un tomate por hablar de sus pechos delante de él. ¿La habría escuchado? ¡Que vergüenza! Esperaba que no.- Ufff... no me queda bien, no voy a ser capaz de moverme con esto puesto. -Por no hablar de la pérdida de glamour que conllevaría y para Jisoo ese apartado ya estaba bajo mínimos. Sin embargo un rifle de francotirador le llamó mucho más la atención, cogió uno para probarlo.- ¿Qué os parece? -Jisoo las miraba a través de la mirilla del rifle.- Con uno de estos podremos matar a los cylons antes de que se acerquen siquiera, ni nos verán llegar.

El rifle le pareció un buen cambio, todo lo que supusiera poder disparar a los enemigos desde más lejos le gustaba, así que dejó su pistola y la intercambió por aquel arma. Prestó especial atención a las piezas de recambios, quizás alguna sirviera para intentar arreglar los trofeos que habían sacado del estadio y sustituir a la cython, aunque la serpiente y el escorpión seguirían ocupando un hueco en su corazón que sería difícil de reemplazar. Y como buena friki de la mecánica y de la tecnología que era Jisoo les hablaba con pasión de otro de los rumores que había escuchado, aunque probablemente al resto no le llamara mucho la atención.

-Dicen que el Doctor Amarak encontró una cinta misteriosa en su equipaje pero que no ha conseguido ver nada aún. ¿Creeis que cuando me recupere del todo podré ir a ayudarle? ¡Sería genial! Una vez nos fuimos las amigas de la universidad de excursión a... no recuerdo el nombre, pero había una cascada supermona y era todo como de selva ¿Sabéis? Teníamos un vídeo superguay allí bañándonos y tirándonos al agua desde unas rocas. Yo llevaba un bikini supercuqui, era negro y con unas flores de colores que ahora... -Jisoo gruñó y se miró su hombro herido.- El caso es que la cámara se cayó al agua y pensábamos que habíamos perdido todo. ¡Fue super fuerte! Pero después en la uni pudimos recuperarlo.

En este caso parecía que el mismo Doctor Amarak, toda una eminencia, estaba teniendo dificultades así que la dificultad para recuperar aquellas imágenes sería elevada. En cualquier caso le encantaban aquellas cosas así que si tenía oportunidad no dudaría en desaprovecharla. No estuvieron mucho tiempo en la enfermería pues de nuevo parecían necesitarlos, así que acompañaron a la sobrecargo a la sala de control. Lo que presenció la dejó un poco fuera de sitio.

¿Ese es el presidente? Pero si... ¡Es demasiado joven! 

Miró a sus compañeros con incredulidad, aunque estaba claro que aquello no podía ser ningún tipo de broma, la señora Willmourd no los habría sacado de la enfermería para eso. Abrió la boca como para decir algo pero siguió mirando a la pantalla y a sus amigos hasta que se dio cuenta que debía tener una expresión bastante estúpida en aquellos momentos.

-Esto... ¿Señor Presidente? ¿Cuantos años tiene? -Su curiosidad era mayor que su saber estar y además le resultaba demasiado raro tratar de usted a alguien que quizás era más joven que ella.- Esto... Gracias, solo hicimos lo que había que hacer, nos alegra que la Presidenta esté bien y que hayan detenido al terrorista.

Aquello eran buenas noticias y eso la alegraba, últimamente no abundaban de esas.

¿Mi edad? Erhm... voy a cumplir veinticuatro años. Es como el discurso del difunto Presidente Adar en la Universidad de Cáprica: "el futuro lo construyen los jóvenes"-citó.

Pero mi videollamada no es solo para charlar. Quisiera pedirles que vayan a la Reina Astral, una nave de transporte carcelario, para interrogar a Aaron Doral. Cómo consiguió el arma, si tiene algún cómplice... Pueden llevar a la periodista Danna Biers. Transparencia, todo legal, para que sea testigo y que no se nos pueda achacar que hemos obtenido un testimonio mediante la coacción o la tortura.

Bueno... eso si aceptan.

-Señor presidente... En funciones.

Pongo mi voz más sensual. Demasiado tarde soy consciente de que siempre que lo intento me sale voz de criador de cerdos aficionado a la bebida.

-Ejem.

Quiero pensar que me he convertido en una curtida guerrera. Una mujer segura de sí misma que aprovecha sus oportunidades para cenar con gente interesante. Pero, seamos sinceras, me mueve el hambre y seguro que el menú presidencial está de rechupete.

-Iremos si nos invita a cenar en la nave presidencial. Nos da igual antes o después.

 Al escuchar al tal Billy, respondí por radio:

 - Aquí el sargento Kanos, voy en camino a la Reina Astral. Avíseles que voy en un caza Cylon requisado, así que no se alarmen a verme y que no me disparen.

 Solo faltaría que, después de todo lo que he pasado, me derribara nuestros propios aliados.

¡Vaya, veinticuatro años....!

Su edad y la referencia al discurso del Presidente en la universidad la llevaron a pensar que ella debería estar allí en aquellos momentos y que probablemente andaría junto a Dido babeando por chicos de último año como él. Sacudió la cabeza intentando centrarse en las palabras del chico, pero sus hormonas estaban un poco alteradas y echaba de menos los flirteos típicos de la sociedad "normal". ¿Y ahora que era? ¿Una pobre víctima de la guerra? ¿Un soldado? ¿Una rebelde o proscrita? ¿Una interrogadora de prisioneros? Estaba hecha un lío y encima el chico guapo, bueno quizás no era tan guapo, pero no es que tuviera mucha competencia últimamente,  quería enviarlas a una nave llena de presos, eso le daba mucho miedo a Jisoo. Fue Dido la que nuevamente la hizo reaccionar con su petición. Abrió la boca en una expresión de sorpresa y se la tapó con la palma de la mano mientras miraba a su amiga y se ponía colorada.

-Eso es... ¿Como una cita? -Jisoo se quedó callada, pensando seguramente en cosas importantes sobre la misión.- Y... ¿Qué me voy a poner?

No todos los días una cenaba con el presidente de la humanidad y gracias a Dido ya había conseguido cenar con el mejor de todos los actores, aunque ciertamente había resultado algo decepcionante.

-¿Interrogarlo? ¿Nosotros? -Jisoo no entendía nada. Quizás  Gaheris tenía experiencia en ese tema, pero ella solo había visto películas.- Bueno... Por una cena quizás lo hagamos ¿No? -Miró a sus compañeros indecisa, aún no tenía claro aquello.- Y... ¿La nave carcelaria no será peligrosa? ¿A quien tienen allí? ¿Colaboradores cylon?

Y allí estaba ella, una simple estudiante negociando con el presidente de toda la humanidad, si es que había algo que negociar y no era una de esas peticiones educadas a las que uno estaba obligado a aceptar.

Cómo se notaban los ricitos estilo Jonas Gladstone, que hacían que Billy tuviese tanto éxito con las mujeres. ¿O era la comida gratis?

Ehm... ¿una cena? Uf. ¿Los dos sol...? Bueno, ¿todos juntos? Sí, sí. Claro. Mandaré que preparen la cena para cuando vuelvan del Reina Astral. La señorita Willmourd se encargará de comunicar qué naves irán.

Gloria, la sobrecargo, asintió.

Sobre los peligros... Hasta donde yo sé-famosas últimas palabras antes de cometer una equivocación-, la Reina Astral está asistida por unos funcionarios de prisiones competentes y bien entrenados. Los prisioneros son presos ordinarios, y el único colaborador o presunto colaborador cylon sería el propio Aaron Doral.

Eso es todo. Recuerden llevarse a Biers. Cambio y corto... Eso es todo. Fin de la transmisión.

Tori, apaga...

El monitor de la videoconferencia se apagó.

Síganme.

Gloria Willmourd abandonó la sala de control y empezó a zigzaguear en los pasillos de las dependencias de la tripulación. Les llevó hasta la cocina, pasando por delante de la sala de seguridad.

¡Esto es un grave malentendido! ¡Yo no debería estar aquí! ¡Eh! ¡Eh! ¡Por favor, llévenme con ustedes!

La puerta entreabierta, además de los monitores y Stan, mostraba al vendedor de electrodomésticos aprisionado en una silla adaptada que recordaba a los asientos de una atracción, con un armazón que le aprisionaba los hombros y el torso.

Podrían llevárselo. En teoría era clon de Aaron Doral, así que Todd podría servir para confrontar versiones.

Después de cruzar la cocina, en la que Gaheris quedó aislado en ingravidez al principio de la aventura, se subieron al ascensor con Gloria. Llegaron a la cubierta VIP, y dentro de esa cubierta, hasta el bar-restaurante.

Bsss, bsssss, bsss...-susurró al oído de su hermano-Jijijiji...

Ella estaba sentada junto a su hermano, y su mano estaba bajo la mesa, acariciando el muslo de Robin. En serio, la relación entre esos dos hermanos era muy rara. Lo peor de todo era que Gloria les dejó allí esperando, delante de otro ascensor y a solo quince pies de la mesa de los Wings. A Jisoo se le había pasado por la cabeza hacerles unas preguntas, pero ahora tan de cerca intimidaban un poco más.

Gloria no tardó en regresar, acompañada de Danna Biers.

¡No sabéis quién soy yo! ¡Pienso hacer un reportaje de todo esto! ¡Libertad de prensa ya!

El Presidente Billy dijo que la llevasen, pero el interrogatorio iba a ser muy somero si aquella periodista iba a fiscalizar todo el proceso.

¿Alguien quiere explicarme a dónde vamos?

Si la dejasen en la Olympic Carrier, el Presidente Billy no tendría porqué enterarse.

La explicación de Billy sobre la nave a la que debían ir no es que la tranquilizara mucho, los presos comunes le daban miedo, incluso se preguntaba si más que los cylons, al fin y al cabo contra las hojalatas no tenía ningún reparo en disparar para defenderse, pero contra humanos... Eso cambiaba mucho.

Espero que todo vaya bien y no haya ningún problema.

En mitad de un conflicto como aquel que hubiera humanos que no estuvieran luchando por ayudar a sobrevivir le parecía inaudito, pero nada podía hacer, así que intentó centrarse en la misión.

-Parece que nos hemos ganado una cena. -Jisoo sonrió y miró a sus amigos, sobre todo a Dido y Karen.- El presidente es guapo ¿Verdad? Y casi estuvo a punto de ofrecerte una cena a solas Dido, quizás si nos la ganamos no deberíamos aparecer y dejarte con él, es muy mono.

Tras el corte de la conexión siguieron a la señora Willmourd y Jisoo se asustó un poco al ver a Todd Tarner atrapado en una silla muy extraña, pero que servía para mantenerlo allí quieto. Sus súplicas la enternecieron un poco y se preguntó si no merecería la pena llevarlo. ¿Qué pasaría si ponían a los dos clones uno frente al otro? Una vez en el restaurante se encontraron con los hermanos Wings. Jisoo avanzó decidida a decirles algo pero cuando se acercó vio como Pixie tenía la mano debajo de la mesa y acariciaba el muslo de su hermano, eso la detuvo y fue dando pasitos cortos hacia atrás.

-Auuuughhhhh... Eso es muy raro -Dijo con cara de repugnancia.- ¿Verdad?

El regreso de la sobrecargo acompañada de Danna Biers la dejó sin saber muy bien que cara poner, aquella mujer estaba demasiado alterada y eso no le parecía muy bueno.

-¿Estáis seguros que es buena idea llevarla? Supongo que se ganó el derecho al llamarnos para salvar a la gente de Tauron, si es que no era todo una trampa, por fortuna nos salió bien esta vez. -Tragó saliva. Salir bien había significado perder a buenos amigos y algunos buenos recursos como la cython, pero al menos seguían vivos y habían sacado de allí a un montón de gente condenada a morir.- Y... ¿Qué hay de ellos? -Señaló a los dos hermanos.- ¿Nos los llevamos? Quizás en algún momento del viaje podamos hablar con ellos. Chicos yo me siento mal con todo este asunto, es algo que tengo que sacar, pero no ahora, no quiero interrumpirles. -La chica los miró de reojo esperando que hubieran parado de hacer esas cosas raras.- ¿Y a Todd Tarner? Es el clon, si el interrogatorio va mal podemos ponerlos frente a frente a ver como reaccionan.

De pronto tengo una intuición. El presidente interino es un empollón como mi Jisoo y ¡Pegan un montón! Me río ante sus palabras inocentes, no sabe lo equivocada que está. Ese pipiolo le pertenece a ella.

-Pero Jisoo, si te estaba haciendo ojitos.

Luego la cosa sigue y nos topamos con los hermanos metiéndose mano. Le contesto a mi amiga con una broma.

-Si lo piensas bien, habrá que repoblar el mundo y seguramente no serán hermanos biológicos... En fin ¡No seré yo quien le ponga puertas al amor!

Y me río por lo bajini. Cuando entra la periodista finjo seriedad. Presiento que mientras que no aparezca por allí Rudi Biante, todo saldrá bien.

Decisiones, decisiones, decisiones... Tras ponerse de acuerdo en las personas que les acompañarían, el grupo tomó el ascensor hasta la bodega de la Olympic Carrier. Además de los contenedores con maletas, dos cylons de museo y dos cylons dañados, allí estaban atracados los siguientes vehículos: el raptor del Olympic Carrier, el raider de Gaheris, la carretilla y el raptor del Carina.

La piloto del Carina empezó a recoger las cajas de su mercancía. Aún había allí varios pasajeros VIP paseando, que habían bajado para ver qué podían comprar.

¡Ey, Jisoo!-hizo un chasquido con la boca, imitando el martilleo de un arma, mientras apuntaba con los dedos a la chica-¿Qué tal el rifle? Si bienes a hacer más trueques, date prisa, o me iré con mi cargamento a otra parte. ¿O necesitas que te lleve a otra nave?

Jisoo fue la única que se interesó en su momento por las compras, así que era la única cara amiga que Kat reconocía.

Me llamo Kat, encantada-se presentó a los demás.

-¡¿A mi?! -Bueno, en realidad desde la pantalla podía estar haciéndoselos a cualquiera, Karen y Gaheris incluidos.- No se... ¿Tu crees? -Jisoo se ruborizó y miró a sus compañeros a ver si todos eran de la misma opinión.- Es mono. ¿Verdad?

Ya comprobarían aquello si al final conseguían ir a cenar a la nave presidencial, entonces pensaría en como encontrar algo bonito para vestirse y en que peinado llevaría. Ahora tenían otras cosas en las que pensar y la explicación de Dido sobre los Wings la hizo poner una mueca de repugnancia.

-Aggghhhhh... Que asquito Dido.

Prefería no pensar en eso tampoco y quizás era mejor dejarlos allí si iban a seguir así de cariñosos durante el viaje, prefería no verlos. Enseguida bajaron a la bodega de la Olympic y allí alguien llamó su atención. Al reconocer a Kat sonrió, cogió el rifle que se había colgado a la espalda y lo abrazó contra su pecho.

-¡Es genial! Espero no tener que usarlo mucho, pero creo que es mejor que una pistola, al menos podré disparar desde más lejos. Oye Kat, si encuentras algunas armas chulas por ahí piensa en nosotras. Y quizás podamos traerte alguna cosilla si nos mandan a otra misión. -Y hablando de misiones Jisoo recordó otra cosa.- Oye Kat. ¿Podrías conseguirnos unos vestidos elegantes? Y también un traje para Gaheris. No queremos ir así vestidos siempre ¿Sabes? -Esperaba que pudiera conseguirles algo para ir a cenar con Billy. Sonrió cuando se ofreció a llevarlos, le caía bien Kat.- ¡Eso sería perfecto! ¿Podrías acercarnos a La Reina Astral?

La enfermera había estado abstraída todo el rato, pensando en las consecuencias de su misión de salvamente. Seguro que ahora las tostadoras estaban mucho más cabreadas.  También estaba el hecho, ya inequívoco y cierto, que había espías entre los humanos.

Kat, seguro que nos puedes proporcionar también algo de ropa menos elegante y más funcional. El otro día, en la escaramuza tuve que arrodillarme un par de veces y el pantalón sea roto con los escombros. Dijo en contra posición a las palabras de Jisoo, que solo pensaba en su futura cita. No podía juzgarla por ello, era necesario que hubiera algo de esperanza entre tanto caos.

Claro, troncas. Tengo la ropa en el baúl azul. Echad un vistazo durante el viaje a ver si algo os convence. Una bala por prenda de tela. Las balas son la nueva moneda, es el futuro. Cada vez que disparéis una pistola contra un cylon seréis una bala más pobres. Jajaja...

La ropa era decepcionante. En solo un baúl no había variedad suficiente para que las chicas encontrasen su talla. Lo más genérico y unitalla de todo el inventario consistía en un mono de mecánico que a Jisoo le quedaba grande y un peto vaquero ajustable. Luego había un poco de ropa bonita, cogida de aquí y de allá, que con un poco de ingenio podía combinarse para la cena. Un cinturón ancho y hortera podía tapar la cintura para que una falda de mujer y un chaleco de hombre del mismo color pareciesen formar la misma pieza de un vestido de fiesta, pero el chaleco sin nada debajo quedaba muy escotado. Había una blusa bonita, de ejecutiva, pero tenía un manchón de salsa en un costado que se podía esconder abrochando encima una flor de un sombrero estrambótico.

Gaheris, al empeñarse en seguir a Kat en el raider, se perdió todo el proceso de selección, pero las chicas podían buscar también algo para él.

Reina Astral. Reina Astral. Aquí el raptor del Carina acompañado del raider del Olympic Carrier. Permiso para "atracar". Jajaja... Es un chiste, no me "detengáis" por esto. Jajajaja... Que me "encarcelen", estoy desatada. Jajajajaja... Ejem. Permiso para subir abordo.

Raptor, aquí Reina Astral.
Permiso concedido.

Tras la respuesta por radio, Gaheris aquellas chicas que dejaron la ropa para ver por el cristal de la cabina del raptor, pudieron ver el Reina Astral...

Las dos naves ligeras entraron en el hangar de la nave. Por motivos de seguridad, para evitar fugas, la nave no contaba con ninguna lanzadera a bordo.

Al bajar de las naves, un guardia les estaba esperando. Danna Biers se acercó y encendió una pequeña cámara de mano para grabar.

Danna Biers, para la Gaceta de Hera. ¿Cuántos prisioneros lleva la nave? ¿A dónde se dirigían antes del ataque cylon? ¿Cuál es el prisionero más peligroso que transportan? ¿Estamos realmente seguras con esa escoria acaparando espacio y víveres mientras los evacuados de Tauron se agolpan en naves maltrechas como la Argo Navis?

No me enfoque con eso... Apague la cámara. ¡APAGUE LA CÁMARA! Dije que apagase la jodida cámara...

El funcionario de prisiones echó la mano sobre el objetivo y forcejeó con Danna Biers por la cámara. La cosa se puso más seria cuando el carcelero echó mano de su porra. Convenía rebajar los ánimos.